Día 9, 16 de agosto: N’gorongoro
Este era nuestro último día de safari, en el sitio con más variedad de especies a ver y un lugar único en el mundo: el cráter del N’gorongoro. Por supuesto, cumplió con creces las expectativas.
El cráter tiene una superficie de 264 kilómetros cuadrados y un desnivel de unos 600 metros entre su base y la parte más alta. Es el segundo más grande del mundo.
Nos levantamos a las 6:30 para hacer fotos de la salida del sol. Como estábamos a 2500 m de altitud y por la noche la temperatura baja bastante, se forma niebla por las mañanas, con lo que no se veía demasiado, pero sí se podía ver un fenómeno curioso que era como la niebla entraba en el cráter “deslizándose” a través de las laderas.
El cráter tiene una superficie de 264 kilómetros cuadrados y un desnivel de unos 600 metros entre su base y la parte más alta. Es el segundo más grande del mundo.
Nos levantamos a las 6:30 para hacer fotos de la salida del sol. Como estábamos a 2500 m de altitud y por la noche la temperatura baja bastante, se forma niebla por las mañanas, con lo que no se veía demasiado, pero sí se podía ver un fenómeno curioso que era como la niebla entraba en el cráter “deslizándose” a través de las laderas.
A las 8 de la mañana y con un frío importante comenzamos el descenso de los aproximadamente 600 m hasta la explanada del cráter. La carretera al principio va por la cresta, a través de una zona boscosa, pero después baja casi en picado. Durante la bajada pudimos ver de lejos y muy escondido un guepardo. La verdad es que la hierba en todos los parques estaba bastante alta, a pesar de estar en plena estación seca, por lo que a veces era difícil ver animales. También vimos mientras bajábamos un poblado masai típico, pero no turístico, en el que se ve perfectamente la estructura de este tipo de poblados.
La zona más cercana a las laderas de la caldera son boscosas y en ellas viven sobretodo elefantes como los que habíamos visto el día anterior desde la terraza del hotel.
Más hacia el interior el paisaje es de sabana con dos lagos uno mayor llamado Magadi y otro más pequeño, el Gorigor y toda la planicie está atravesada por riachuelos y charcas llenas de cañas, en las que hay hipopótamos y una gran variedad de aves.
Y por supuesto, todo lleno de cebras, ñus y búfalos y también algunos topis, pero diferentes a los que habíamos visto en Kenia.
También vimos un órix, un tipo de antílope difícil de ver por aquí, avestruces, chacales y también hienas.
Y muchos leones, pero ya habían comido, así que todos estaban tumbados haciendo la digestión, excepto algunas, que estaban paseando a los niños...
Tras cinco horas de safari sin bajarnos ni un solo momento del coche, finalmente nos pararon en un lago a comer el picnic que nos habían dado en el hotel. No se podía comer en la calle porque había unos pájaros, como halcones, que te quitaban las cosas de las manos, así que comimos en el coche. Después de comer nos bajamos a dar un paseo y ver los hipopótamos en el lago.
Después de la comida dimos otra vuelta por la parte más alejada del cráter, al otro lado de donde estaba nuestro hotel. Como era el rato de máximo calor no vimos muchos animales, salvo leones durmiendo, pero sí que vimos más volcanes dentro de la gran caldera.
Sin embargo, a la vuelta vimos una de las cosas más espectaculares de todo el viaje. A lo lejos vimos algo que parecía una leona y que se acercaba hacia donde estábamos nosotros. Justo delante nuestro había un grupo de cebras y dos de ellas estaban un poco alejadas, así que pensamos que era posible que esa leona pudiera ir de caza. Rafa llevaba los prismáticos y vio que había otra leona agazapada a unos escasos metros de las cebras, acechando y dispuesta a saltar. De la leona que habíamos visto al principio no quedaba ni rastro, así que supusimos que también se había escondido y decidimos quedarnos a esperar. Otros coches nos vieron y también esperaron.
Tras media hora de acecho e inmovilidad de la leona, la cebra se fue acercando a ella y en un instante…
Sin embargo, a la vuelta vimos una de las cosas más espectaculares de todo el viaje. A lo lejos vimos algo que parecía una leona y que se acercaba hacia donde estábamos nosotros. Justo delante nuestro había un grupo de cebras y dos de ellas estaban un poco alejadas, así que pensamos que era posible que esa leona pudiera ir de caza. Rafa llevaba los prismáticos y vio que había otra leona agazapada a unos escasos metros de las cebras, acechando y dispuesta a saltar. De la leona que habíamos visto al principio no quedaba ni rastro, así que supusimos que también se había escondido y decidimos quedarnos a esperar. Otros coches nos vieron y también esperaron.
Tras media hora de acecho e inmovilidad de la leona, la cebra se fue acercando a ella y en un instante…
… saltó hacia la cebra y tras una carrera de no más de diez metros la cogió. Impresionante. Es la máquina perfecta para cazar y matar. Ella sola tumbó a la cebra mordiéndola en el cuello hasta asfixiarla, aunque enseguida llegó aquella leona que vimos al principio, que resultó ser un león de unos 18 meses, que le sujetaba la pata mientras la cebra terminaba de morir, algo totalmente innecesario porque su madre ya había ganado. Tras la muerte de la leona miraron hacia todos los lados para asegurarse de que podían comer, después comió la madre (poco) y se retiró para dejar al gran cachorro. La secuencia se ve claramente en estas fotos:
Después de asegurarse de que no había nadie que pudiera molestarles la leona se fue a buscar a sus cachorros más pequeños, a los que veíamos de lejos. Estuvimos esperando un rato a ver si los traía, pero nos tuvimos que marchar, ya que había muchos coches y estábamos en el medio, además, empezaba a ponerse el sol. Pero a la vuelta volvimos a ver elefantes. ¡Me encanta este animal!
De vuelta al hotel a las 16:30 h estuvimos descansando en la terraza, mirando con los prismáticos e incluso pudimos ver el lugar donde quedaban los restos de la cebra, más que nada porque había coches que se seguían parando a mirar.
Aprovechamos que era temprano para sacudir el polvo de la ropa (terrible en todo Tanzania y especialmente aquí), relajarnos disfrutando del paisaje y tomarnos un cervecita esperando la puesta de sol. Después, un ratito sentados al lado de la chimenea, cena y a la cama.
ALOJAMIENTO N'GORONGORO:
Hotel N’gorongoro Wildlife:
http://www.hotelsandlodges-tanzania.com/properties/es/ngorongoro_index.php
ÁREA DE CONSERVACIÓN CRÁTER N'GORONGORO:
http://www.ngorongorocrater.org/