Día 15, 22 de agosto: Regreso a casa y refexiones finales
Nuestro avión no salía hasta por la tarde, así que no nos recogían hasta las 17:30 (desde el hotel al aeropuerto había más de una hora). Teníamos que dejar la habitación antes de las 10 de la mañana, así que, sin madrugar demasiado, disfrutamos de nuestro último desayuno en Zanzíbar. Después fuimos a dejar el equipaje en una salita hasta la hora de marcharnos.
Cuando llegamos a la playa vimos que la marea estaba bajísima, tanto que se podía llegar caminado hasta la barrera de coral, a un kilómetro y medio de distancia. Así que nos fuimos de excursión con unos escarpines y unos bastones. Mereció la pena, pero si se hace esto es importantísimo no pisar el coral y tener cuidado, ya que todo corta. El agua no llegaba más allá de mitad del muslo, con lo que la experiencia fue bastante diferente, a menos a lo que nosotros estamos acostumbrados.
Después comida y ducha en unos baños que hay por el hotel, pensados para cuando no tienes habitación y tienes que ducharte y recogida de equipaje y a casa.
No soy mucho de este tipo de reflexiones en el final de los diarios, pero sí me gustaría hacerlo en este. Un safari por Kenia y Tanzania es una pasada si te gusta ver animales, aunque también te tiene que gustar ver el paisaje, porque no siempre se tiene suerte y hay días que salen malos. Este es mi caso, que me puedo tirar horas viendo un insecto o mirando el paisaje, por tanto para mi fue un disfrute tremendo. Sin embargo, si no se es mucho de esto es mejor pensárselo, ya que se pasan muchas horas en el coche, las carreteras no son cómodas y, especialmente en Tanzania, el polvo te ahoga. No se trata de viajar para ir tachando países o experiencias, sino para disfrutar. Este es un viaje caro y uno debe de saber a qué va.
Nosotros decidimos hacer este viaje organizado por una agencia a pesar de que prácticamente nunca escogemos este modo. El porqué lo hicimos así fue básicamente porque entendíamos que ir con guía equivalía a tener más posibilidades de ver un mayor número de animales. Esto es 100% cierto. Para empezar es muy difícil orientarse dentro de un parque, en el que discurren cientos de caminos. Además, los coches de agencia tienen radios y se comunican unos con otros avisando de las zonas donde hay más movimiento.
Eso sí, una vez fuera de los parques hay que salir del gueto y "disfrutar" de la idiosincrasia de estos países africanos, con su ritmo pole pole que te pone de los nervios y su hakuna matata, que aunque lo que pase sea gravísimo, se convierte en un mantra.
En cuanto a Zanzíbar creo que es un destino muy recomendable, para los amantes de la playa, del mar y de cualquier actividad acuática, pero también para la gente interesada en la cultura, ya que resulta un trozo de tierra pequeño, pero en el que han pasado muchas cosas.
Cuando llegamos a la playa vimos que la marea estaba bajísima, tanto que se podía llegar caminado hasta la barrera de coral, a un kilómetro y medio de distancia. Así que nos fuimos de excursión con unos escarpines y unos bastones. Mereció la pena, pero si se hace esto es importantísimo no pisar el coral y tener cuidado, ya que todo corta. El agua no llegaba más allá de mitad del muslo, con lo que la experiencia fue bastante diferente, a menos a lo que nosotros estamos acostumbrados.
Después comida y ducha en unos baños que hay por el hotel, pensados para cuando no tienes habitación y tienes que ducharte y recogida de equipaje y a casa.
No soy mucho de este tipo de reflexiones en el final de los diarios, pero sí me gustaría hacerlo en este. Un safari por Kenia y Tanzania es una pasada si te gusta ver animales, aunque también te tiene que gustar ver el paisaje, porque no siempre se tiene suerte y hay días que salen malos. Este es mi caso, que me puedo tirar horas viendo un insecto o mirando el paisaje, por tanto para mi fue un disfrute tremendo. Sin embargo, si no se es mucho de esto es mejor pensárselo, ya que se pasan muchas horas en el coche, las carreteras no son cómodas y, especialmente en Tanzania, el polvo te ahoga. No se trata de viajar para ir tachando países o experiencias, sino para disfrutar. Este es un viaje caro y uno debe de saber a qué va.
Nosotros decidimos hacer este viaje organizado por una agencia a pesar de que prácticamente nunca escogemos este modo. El porqué lo hicimos así fue básicamente porque entendíamos que ir con guía equivalía a tener más posibilidades de ver un mayor número de animales. Esto es 100% cierto. Para empezar es muy difícil orientarse dentro de un parque, en el que discurren cientos de caminos. Además, los coches de agencia tienen radios y se comunican unos con otros avisando de las zonas donde hay más movimiento.
Eso sí, una vez fuera de los parques hay que salir del gueto y "disfrutar" de la idiosincrasia de estos países africanos, con su ritmo pole pole que te pone de los nervios y su hakuna matata, que aunque lo que pase sea gravísimo, se convierte en un mantra.
En cuanto a Zanzíbar creo que es un destino muy recomendable, para los amantes de la playa, del mar y de cualquier actividad acuática, pero también para la gente interesada en la cultura, ya que resulta un trozo de tierra pequeño, pero en el que han pasado muchas cosas.