Dormimos bien y nos levantamos completamente renovados. Nos ponemos en marcha y hacemos la primera etapa por carreteras nacionales. Al ser día laborable nos encontramos bastante tráfico y a la altura de Narbona nos incorporamos al autopista, que va atestada, pero por suerte no cogemos retención. Más adelante, a la altura de Montpellier nos salimos y tomamos la nacional hacia Saintes Maries de la Mer, atravesando la Camarga. Los peajes de este tramo nos cuestan 8.5€.
La Camarga, tierra prometida de los ecologistas, es una reserva natural creada en 1970. Su inmensa superficie de 800km2 está ocupada por lagunas, pantanos arenales, dunas y una gran parte dedicada a la agricultura. Es sorprendente la fertilidad de estas tierras aparentemente malsanas. También se encuentra allí la mayor salina de Europa, la Saline de Giraud, que produce 900 kt al año. Este paisaje único es digno de ser observado, kilómetros de marismas que albergan una gran riqueza faunística, sobre todo por la diversidad de aves que habitan en él. En ocasiones la carretera discurre paralela o atraviesa el impresionante Ródano, que con el continuo arrastre de sedimentos a medida que fluye hacia su desembocadura, es el “culpable” de la creación de este maravilloso entorno natural.
Por fin llegamos al camping La Brise, de tres estrellas. El camping es enorme, con buenas instalaciones, bar, supermercado, animación nocturna y acceso directo a la playa. Nos cuesta 24.8€/noche. Es la primera vez que pernoctamos en un camping de Francia y no teníamos ni idea de que por estos lares no se estila que en los sanitarios dispongan de papel higiénico, cosa que si te pilla desprevenido a media faena te corta totalmente el rollo.
Aunque las instalaciones están muy bien, nuestra parcela es pasable, sería mejor si en algún momento de día le diese la sombra. Montamos la tienda con destreza sin igual y ya estamos listos para la playa.
Cruzamos el camping al galope y … decepción suprema!! En lugar de las playas de dunas y arenas blancas que esperaba encontrar, me doy de bruces con una horrible playa “prefabricada” que huele a agua estancada, me llevo un chasco mayúsculo. Además el agua está horriblemente fría y el viento que no para tampoco ayuda a que podamos estar cómodos precisamente.
Aguantamos estoicamente el resto de la mañana y tremendamente desilusionados volvemos al camping para comer. Me pregunto donde están las playas paradisiacas que fueron el principal reclamo para escoger esta zona como primer destino de nuestras vacaciones.
Por la tarde decidimos darle una oportunidad a la piscina del camping. No soy yo mucho de piscina, pero la verdad es que lo tienen muy bien montado, con piscina infantil, toboganes, zona de tumbonas y diferentes actividades según la hora del día. Y todo limpísimo. Hoy toca campeonato de waterpolo, por megafonía un speaker nos va narrando el discurrir de la eliminatoria entre canción y canción.
Por cierto, comentar que habíamos leído que en las piscinas de Francia era obligatorio para los hombres el uso de bañador ceñido, y no estaban permitidas los tipo “bermuda”. No sé si la norma sigue vigente o no, pero nosotros en todas las piscinas, playas e incluso en el parque de agua que visitamos nos encontramos que “conviven” todo tipo de vestimentas, los mencionados bañadores masculinos en todas sus variedades, bragas náuticas, tangas, top-less femeninos e incluso musulmanas en burkini.
Cuando ya estamos cansados de tanto sol decidimos cambiarnos e ir hasta el pueblo caminando por el paseo de la playa. Saintes Maries de la Mer debe su nombre a las dos Marías: María Salomé y María Jacobé, que llegaron a la ciudad procedentes de Tierra Santa junto a la esclava Sara, huyendo de los ataques contra los cristianos. Las reliquias de las Santas se conservan en la cripta de la Iglesia Nôtre Dame de la Mer, que acoge la imagen negra de la esclava Sara, conocida hoy en día como Santa Sara Kali, patrona de todos los gitanos.
El pueblo es muy pequeño, unos 3000 habitantes, pero al igual que toda la zona, es muy turístico. Está por lo tanto repleto de restaurantes, bares y tiendas de productos típicos, con un horario no tan escueto como en otras partes de Francia. En la Camarga así como la Provenza está muy arraigada la tradición taurina, así que no es raro que en muchos pueblos haya una pequeña plaza de toros y Saintes Maries no es una excepción. Incluso cuentan con una raza de toros autóctona, descendientes del salvaje auroch ya extinguido.. Por todos lados encontramos también la cruz camarguesa, conformada por una cruz, un corazón y un ancla, que simbolizan respectivamente la fe, el amor y la esperanza.
Como decía, el pueblo está animadísimo, pasamos allí un buen rato, incluso vemos una actuación de un guitarrista y cantaor flamenco. La Camarga es la tierra de los gitanos, y en la última semana de mayo celebran su gran fiesta. Miles de personas llegan en peregrinación de todas las partes del mundo, principalmente del este de Europa, para celebrar tres días de fiesta y devoción. El momento cumbre de esta fiesta es el día 24 de mayo, cuando la imagen de la Santa Sara es sacada en procesión y llevada hasta el mar.
Después de cenar vamos un rato a recepción donde hay wifi gratuito y luego nos acercamos a ver la animación del camping. Cada día es una temática, hoy toca karaoke, está muy animado, la mayoría son familias con niños pequeños bailando y divirtiéndose un rato.
La Camarga, tierra prometida de los ecologistas, es una reserva natural creada en 1970. Su inmensa superficie de 800km2 está ocupada por lagunas, pantanos arenales, dunas y una gran parte dedicada a la agricultura. Es sorprendente la fertilidad de estas tierras aparentemente malsanas. También se encuentra allí la mayor salina de Europa, la Saline de Giraud, que produce 900 kt al año. Este paisaje único es digno de ser observado, kilómetros de marismas que albergan una gran riqueza faunística, sobre todo por la diversidad de aves que habitan en él. En ocasiones la carretera discurre paralela o atraviesa el impresionante Ródano, que con el continuo arrastre de sedimentos a medida que fluye hacia su desembocadura, es el “culpable” de la creación de este maravilloso entorno natural.
Por fin llegamos al camping La Brise, de tres estrellas. El camping es enorme, con buenas instalaciones, bar, supermercado, animación nocturna y acceso directo a la playa. Nos cuesta 24.8€/noche. Es la primera vez que pernoctamos en un camping de Francia y no teníamos ni idea de que por estos lares no se estila que en los sanitarios dispongan de papel higiénico, cosa que si te pilla desprevenido a media faena te corta totalmente el rollo.
Aunque las instalaciones están muy bien, nuestra parcela es pasable, sería mejor si en algún momento de día le diese la sombra. Montamos la tienda con destreza sin igual y ya estamos listos para la playa.
Cruzamos el camping al galope y … decepción suprema!! En lugar de las playas de dunas y arenas blancas que esperaba encontrar, me doy de bruces con una horrible playa “prefabricada” que huele a agua estancada, me llevo un chasco mayúsculo. Además el agua está horriblemente fría y el viento que no para tampoco ayuda a que podamos estar cómodos precisamente.
Aguantamos estoicamente el resto de la mañana y tremendamente desilusionados volvemos al camping para comer. Me pregunto donde están las playas paradisiacas que fueron el principal reclamo para escoger esta zona como primer destino de nuestras vacaciones.
Por la tarde decidimos darle una oportunidad a la piscina del camping. No soy yo mucho de piscina, pero la verdad es que lo tienen muy bien montado, con piscina infantil, toboganes, zona de tumbonas y diferentes actividades según la hora del día. Y todo limpísimo. Hoy toca campeonato de waterpolo, por megafonía un speaker nos va narrando el discurrir de la eliminatoria entre canción y canción.
Por cierto, comentar que habíamos leído que en las piscinas de Francia era obligatorio para los hombres el uso de bañador ceñido, y no estaban permitidas los tipo “bermuda”. No sé si la norma sigue vigente o no, pero nosotros en todas las piscinas, playas e incluso en el parque de agua que visitamos nos encontramos que “conviven” todo tipo de vestimentas, los mencionados bañadores masculinos en todas sus variedades, bragas náuticas, tangas, top-less femeninos e incluso musulmanas en burkini.
Cuando ya estamos cansados de tanto sol decidimos cambiarnos e ir hasta el pueblo caminando por el paseo de la playa. Saintes Maries de la Mer debe su nombre a las dos Marías: María Salomé y María Jacobé, que llegaron a la ciudad procedentes de Tierra Santa junto a la esclava Sara, huyendo de los ataques contra los cristianos. Las reliquias de las Santas se conservan en la cripta de la Iglesia Nôtre Dame de la Mer, que acoge la imagen negra de la esclava Sara, conocida hoy en día como Santa Sara Kali, patrona de todos los gitanos.
El pueblo es muy pequeño, unos 3000 habitantes, pero al igual que toda la zona, es muy turístico. Está por lo tanto repleto de restaurantes, bares y tiendas de productos típicos, con un horario no tan escueto como en otras partes de Francia. En la Camarga así como la Provenza está muy arraigada la tradición taurina, así que no es raro que en muchos pueblos haya una pequeña plaza de toros y Saintes Maries no es una excepción. Incluso cuentan con una raza de toros autóctona, descendientes del salvaje auroch ya extinguido.. Por todos lados encontramos también la cruz camarguesa, conformada por una cruz, un corazón y un ancla, que simbolizan respectivamente la fe, el amor y la esperanza.
Como decía, el pueblo está animadísimo, pasamos allí un buen rato, incluso vemos una actuación de un guitarrista y cantaor flamenco. La Camarga es la tierra de los gitanos, y en la última semana de mayo celebran su gran fiesta. Miles de personas llegan en peregrinación de todas las partes del mundo, principalmente del este de Europa, para celebrar tres días de fiesta y devoción. El momento cumbre de esta fiesta es el día 24 de mayo, cuando la imagen de la Santa Sara es sacada en procesión y llevada hasta el mar.
Después de cenar vamos un rato a recepción donde hay wifi gratuito y luego nos acercamos a ver la animación del camping. Cada día es una temática, hoy toca karaoke, está muy animado, la mayoría son familias con niños pequeños bailando y divirtiéndose un rato.