Nos levantamos muy temprano, tenemos que montar las mochilas; el día de hoy es de tránsito, tenemos billetes para un vuelo que sale de Hai Phong con destino Da Nang a las 11:55h, con lo que ya llevábamos los billetes del ferry comprados desde casa, con la misma compañía que en la ida, Hoang Long, con salida a las 7:15h desde Cat Ba, llegando al puerto Dinh Vu de Hai Phong a las 8:55h. Estaba todo pagado, nos costó al cambio 11 euros.
Como teníamos que estar en Cat Ba antes de las 7:15h, consultamos con recepción el día anterior y nos dijeron que no había problema, que un coche nos estaría esperando a las 7h en recepción para acercarnos al pueblo, con lo que desayunamos con ligereza nuestro último desayuno con vistas a la bahía de Lan Ha y fuimos raudos y veloces a hacer el check out y a comentar lo del transporte.
Cuál es nuestra sorpresa cuando la chica de recepción pone cara de extrañada y nos dice que cree que hoy el ferry no sale a la hora que le estamos diciendo.
Hace una llamada telefónica y nos dice que no, que hoy sale a las 9h. Ponemos cara de alucine, tenemos los billetes comprados y pone claramente 7:15h.
Le explicamos que hoy cogemos un avión, que sale a las 11:55h y que si cogemos el de las 9h, no llegamos... Pone cara de qué me estás contando y nos vuelve a decir que a las 9h.
A todo eso, ya son casi las 7:15 y yo me estoy poniendo del hígado.
Finalmente, la chica de recepción nos aconseja que bajemos a Cat Ba y allí, compremos unos billetes de otro ferry de otra compañía, que cree que hay uno que sale antes.
Con la incerteza en el cuerpo, nos bajan al pueblo, ya casi las 7:30h.
El conductor nos lleva a una esquina donde hay un chico que vende tickets para Hai Phong, y que sale a las 8h, nos vale. Compramos dos, nos cuestan 200.000 VND, compañía Cat Ba Island Resort. (Imaginamos que debe ser el ferry de uno de los hoteles de la isla).
Lo bueno es que ese sale a las 8h desde el puerto principal de Cat Ba, no como con la otra compañía, en la que te tienes que chupar un bus hasta el puerto de Cat Ba, y otro bus hasta Hai Phong centro.
Como son las 7:30h y queda media hora para que salga nuestro ferry, nos acercamos a la oficina que Hoang Long tiene en el paseo para reclamar.
Una vez allí, explicamos la situación al hombre que está en el mostrador y se hace un poco el longuis y desaparece, a lo que llega un hombre mayor con pinta de recién levantao (la oficina está dentro de un hotel o algo así), y de muy malas maneras, me dice que salgamos a las 9h, que como no hay suficiente gente, el de las 7:15h se anula y solo se puede salir a a las 9h, que dónde está el problema.
Yo, ya bastante cabreada, le vuelvo a explicar que perdemos un avión, que ese es el problema, y que me devuelva el dinero de los billetes.
El tío, mareando la perdiz, muy maleducado, que si llamo a un amigo y os lleva al ferry, que si wait por aquí que si wait por acá, que cojamos el de las 9h..., a lo que mi novio se empieza a poner nerviosito y le exige que nos atienda como es debido, nos devuelva nuestro dinero y santas pascuas.
El hombre empieza a subir el tono de voz y le dice que no le va a devolver nada.
Ahí me enciendo y le digo que nos de una hoja de reclamaciones, a lo que el hombre empieza a gritarme a un palmo de la cara, yo me quedo alucinada, no se qué me dice porque me habla en vietnamita, pero no tiene muy buena pinta, voceando y escupiendo gargajos a la vez, mi estado de asco y rabia está muy a tope .
El colega se pone de muy mala ostia y le aparta de mi mediante un “suavecito” empujoncito, y el hombre ya fuera de sí nos dice que esperemos a una mujer, que ya viene. ¿¿¡¡Pero qué mujer!!??. ¡¡¡¡Que nos devuelvan el dinero y ya está!!!!
La sensación que tenemos es que está haciendo tiempo para que nos larguemos porque al final acabaremos perdiendo el ferry de las 8h.
Con un mosqueo descomunal, esperamos impacientemente hasta que a las 7:50 aparece una chica, que parece la encargada, y nos atiende, por lo menos, educadamente.
Nos explica que al haber realizado la compra mediante Baolau, ellos no nos pueden dar el dinero en efectivo, sinó que tiene que ser Baolau quien nos realice el reembolso.
Una vez realizado el trámite, nos vamos de allí con muy mal sabor de boca, y con la certeza de que si algún día volvemos a Vietnam, no viajaremos con Hoang Long de ninguna de las maneras, son unos maleducados, una empresa lamentable y encima, te dejan en los puertos más alejados de la vida humana que te puedas imaginar (los más baratos, vamos).
Tras la mala experiencia, nos vamos zumbando al ferry, al que llegamos justitos, el cual sale puntual y somos unos de los pocos turistas que viajamos en él.
Llegamos a Hai Phong a las 9h aprox., desde donde cogemos un taxi sin marear más la perdiz directo al aeropuerto.
Pactamos precio fijo con un taxista, que nos lleva por 120.000 VND desde Ben Binh, el puerto principal de Hai Phong, y no el culo del mundo del otro puerto, a donde van los ferrys de la compañía asquerosilla.
Estamos en el aeropuerto pasadas las 9:30h. Finalmente nos sobró tiempo, pero ostras, qué mal rato y qué mañana llevamos... El aeropuerto es bastante nuevo y está bastante bien, hacemos tiempo tomándonos un café en una de las cafeterías.
El avión (Vietnam Airlines) sale en hora, llegamos a Da Nang a las 13h, y nuestras mochilas salen por la cinta de las primeras. ¡Olé!.
Las opciones para llegar a Hoi An desde Da Nang son varias; bus, coche privado, alquilar moto, taxi... Hay un servicio de Bus que lleva a diferentes hoteles de la ciudad. Se debe solicitar el servicio al siguiente correo (airport.danang@hoianexpress.com.vn) y por 110.000 VND te llevan al hotel; la pega es que hay que reservar con 2 horas de antelacion y no nos hemos acordado con toda la movida.
Vemos que ir en taxi cuesta 400.000 VND, con precio fijo que vemos en una tabla a la salida del aeropuerto (con diferentes tarifas en función del destino), y la verdad que no nos lo pensamos demasiado, son unos 16 euros al cambio y vamos a lo seguro y tranquilamente.
De todas maneras, el taxímetro funciona, y al llegar a nuestro hotel en Hoi An, marca 600.000, pero tal y como hemos acordado, pagamos 400.000 VND.
Llegamos a las 14h aprox., hacemos el check in en el hotel, que tiene muy buena pinta y nos atiende una mujer muy agradable, quien nos explica qué hacer, nos da un mapa... y nos dan a tomar un zumo que está muy rico y entra que no veas, las tripas rugen ya desde el desayuno.
La habitación es muy chula, el baño también; no nos podemos resistir a ver la piscina, que sin duda, probaremos.
Tras acomodarnos, salimos a la calle, con intención de buscar dónde comer. Nos encontramos a unos 10 minutos andando del centro histórico, se puede decir que el hotel está bien situado.
Decidimos comer en el Morning Glory Street Food, y aquí es donde realizamos una de las mejores comidas de todo el viaje. ¡Qué rico estaba todo! Es un local donde realizan So Cooking, vamos, que ves cómo cocinan varios platos de la carta. Todo muy limpito y bastante occidentalizado, pero muy bueno.
Pedimos unas berenjenas ahumadas que estan brutales, unos rollitos diferentes a los que hemos comido hasta ahora, y unas “white roses” vegetarianas, uno de los plato estrella de Hoi An, que son una especie de empanadilla de pasta de arroz muy ligeras, con relleno de setas y más verduras que no identificamos.
Como teníamos que estar en Cat Ba antes de las 7:15h, consultamos con recepción el día anterior y nos dijeron que no había problema, que un coche nos estaría esperando a las 7h en recepción para acercarnos al pueblo, con lo que desayunamos con ligereza nuestro último desayuno con vistas a la bahía de Lan Ha y fuimos raudos y veloces a hacer el check out y a comentar lo del transporte.
Cuál es nuestra sorpresa cuando la chica de recepción pone cara de extrañada y nos dice que cree que hoy el ferry no sale a la hora que le estamos diciendo.
Hace una llamada telefónica y nos dice que no, que hoy sale a las 9h. Ponemos cara de alucine, tenemos los billetes comprados y pone claramente 7:15h.
Le explicamos que hoy cogemos un avión, que sale a las 11:55h y que si cogemos el de las 9h, no llegamos... Pone cara de qué me estás contando y nos vuelve a decir que a las 9h.
A todo eso, ya son casi las 7:15 y yo me estoy poniendo del hígado.
Finalmente, la chica de recepción nos aconseja que bajemos a Cat Ba y allí, compremos unos billetes de otro ferry de otra compañía, que cree que hay uno que sale antes.
Con la incerteza en el cuerpo, nos bajan al pueblo, ya casi las 7:30h.
El conductor nos lleva a una esquina donde hay un chico que vende tickets para Hai Phong, y que sale a las 8h, nos vale. Compramos dos, nos cuestan 200.000 VND, compañía Cat Ba Island Resort. (Imaginamos que debe ser el ferry de uno de los hoteles de la isla).
Lo bueno es que ese sale a las 8h desde el puerto principal de Cat Ba, no como con la otra compañía, en la que te tienes que chupar un bus hasta el puerto de Cat Ba, y otro bus hasta Hai Phong centro.
Como son las 7:30h y queda media hora para que salga nuestro ferry, nos acercamos a la oficina que Hoang Long tiene en el paseo para reclamar.
Una vez allí, explicamos la situación al hombre que está en el mostrador y se hace un poco el longuis y desaparece, a lo que llega un hombre mayor con pinta de recién levantao (la oficina está dentro de un hotel o algo así), y de muy malas maneras, me dice que salgamos a las 9h, que como no hay suficiente gente, el de las 7:15h se anula y solo se puede salir a a las 9h, que dónde está el problema.
Yo, ya bastante cabreada, le vuelvo a explicar que perdemos un avión, que ese es el problema, y que me devuelva el dinero de los billetes.
El tío, mareando la perdiz, muy maleducado, que si llamo a un amigo y os lleva al ferry, que si wait por aquí que si wait por acá, que cojamos el de las 9h..., a lo que mi novio se empieza a poner nerviosito y le exige que nos atienda como es debido, nos devuelva nuestro dinero y santas pascuas.
El hombre empieza a subir el tono de voz y le dice que no le va a devolver nada.
Ahí me enciendo y le digo que nos de una hoja de reclamaciones, a lo que el hombre empieza a gritarme a un palmo de la cara, yo me quedo alucinada, no se qué me dice porque me habla en vietnamita, pero no tiene muy buena pinta, voceando y escupiendo gargajos a la vez, mi estado de asco y rabia está muy a tope .
El colega se pone de muy mala ostia y le aparta de mi mediante un “suavecito” empujoncito, y el hombre ya fuera de sí nos dice que esperemos a una mujer, que ya viene. ¿¿¡¡Pero qué mujer!!??. ¡¡¡¡Que nos devuelvan el dinero y ya está!!!!
La sensación que tenemos es que está haciendo tiempo para que nos larguemos porque al final acabaremos perdiendo el ferry de las 8h.
Con un mosqueo descomunal, esperamos impacientemente hasta que a las 7:50 aparece una chica, que parece la encargada, y nos atiende, por lo menos, educadamente.
Nos explica que al haber realizado la compra mediante Baolau, ellos no nos pueden dar el dinero en efectivo, sinó que tiene que ser Baolau quien nos realice el reembolso.
Una vez realizado el trámite, nos vamos de allí con muy mal sabor de boca, y con la certeza de que si algún día volvemos a Vietnam, no viajaremos con Hoang Long de ninguna de las maneras, son unos maleducados, una empresa lamentable y encima, te dejan en los puertos más alejados de la vida humana que te puedas imaginar (los más baratos, vamos).
Tras la mala experiencia, nos vamos zumbando al ferry, al que llegamos justitos, el cual sale puntual y somos unos de los pocos turistas que viajamos en él.
Llegamos a Hai Phong a las 9h aprox., desde donde cogemos un taxi sin marear más la perdiz directo al aeropuerto.
Pactamos precio fijo con un taxista, que nos lleva por 120.000 VND desde Ben Binh, el puerto principal de Hai Phong, y no el culo del mundo del otro puerto, a donde van los ferrys de la compañía asquerosilla.
Estamos en el aeropuerto pasadas las 9:30h. Finalmente nos sobró tiempo, pero ostras, qué mal rato y qué mañana llevamos... El aeropuerto es bastante nuevo y está bastante bien, hacemos tiempo tomándonos un café en una de las cafeterías.
El avión (Vietnam Airlines) sale en hora, llegamos a Da Nang a las 13h, y nuestras mochilas salen por la cinta de las primeras. ¡Olé!.
Las opciones para llegar a Hoi An desde Da Nang son varias; bus, coche privado, alquilar moto, taxi... Hay un servicio de Bus que lleva a diferentes hoteles de la ciudad. Se debe solicitar el servicio al siguiente correo (airport.danang@hoianexpress.com.vn) y por 110.000 VND te llevan al hotel; la pega es que hay que reservar con 2 horas de antelacion y no nos hemos acordado con toda la movida.
Vemos que ir en taxi cuesta 400.000 VND, con precio fijo que vemos en una tabla a la salida del aeropuerto (con diferentes tarifas en función del destino), y la verdad que no nos lo pensamos demasiado, son unos 16 euros al cambio y vamos a lo seguro y tranquilamente.
De todas maneras, el taxímetro funciona, y al llegar a nuestro hotel en Hoi An, marca 600.000, pero tal y como hemos acordado, pagamos 400.000 VND.
Llegamos a las 14h aprox., hacemos el check in en el hotel, que tiene muy buena pinta y nos atiende una mujer muy agradable, quien nos explica qué hacer, nos da un mapa... y nos dan a tomar un zumo que está muy rico y entra que no veas, las tripas rugen ya desde el desayuno.
La habitación es muy chula, el baño también; no nos podemos resistir a ver la piscina, que sin duda, probaremos.
Tras acomodarnos, salimos a la calle, con intención de buscar dónde comer. Nos encontramos a unos 10 minutos andando del centro histórico, se puede decir que el hotel está bien situado.
Decidimos comer en el Morning Glory Street Food, y aquí es donde realizamos una de las mejores comidas de todo el viaje. ¡Qué rico estaba todo! Es un local donde realizan So Cooking, vamos, que ves cómo cocinan varios platos de la carta. Todo muy limpito y bastante occidentalizado, pero muy bueno.
Pedimos unas berenjenas ahumadas que estan brutales, unos rollitos diferentes a los que hemos comido hasta ahora, y unas “white roses” vegetarianas, uno de los plato estrella de Hoi An, que son una especie de empanadilla de pasta de arroz muy ligeras, con relleno de setas y más verduras que no identificamos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Todo súper bueno y salimos rodando. La cuenta un pelín más dolorosa, pero vale la pena comer allí.
Al salir, nos llevamos una primera impresión dell casco antiguo de Hoi An; una ciudad que parece un pueblecito, la mayoría de calles del centro son peatonales, con lo que podemos redescubrir el placer de caminar por las calles sin miedo a ser atropellados. Pasamos por el puente japonés, que, sinceramente, me decepciona un poco, es pequeñito y bajo mi punto de vista no tiene mucho aquél.
Tras un paseito, el calor y la digestión nos hacen decidirnos por volver al hotel a descansar algo, el día ha sido durito y hemos madrugado mucho.
Al salir, nos llevamos una primera impresión dell casco antiguo de Hoi An; una ciudad que parece un pueblecito, la mayoría de calles del centro son peatonales, con lo que podemos redescubrir el placer de caminar por las calles sin miedo a ser atropellados. Pasamos por el puente japonés, que, sinceramente, me decepciona un poco, es pequeñito y bajo mi punto de vista no tiene mucho aquél.
Tras un paseito, el calor y la digestión nos hacen decidirnos por volver al hotel a descansar algo, el día ha sido durito y hemos madrugado mucho.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Hacemos el vago hasta las 20h aprox., cuando de nuevo salimos a la calle para llevar algo a la boca y pasear por un Hoi An nocturno, que básicamente es lo mismo que de día, pero con los cienes de farolillos que tiene la ciudad encendidos.
Hoi An es encantador, es muy diferente a todo lo que hemos visto hasta ahora.
No tenemos demasiado hambre, con lo que paramos en un italiano, llamado “Casa Italia” y comemos un plato de pasta con supuesta mozzarella (que en el plato no la encuentro), pero llenamos buche.
Cruzamos el puente japonés, está lleno de gente, sobretodo japoneses, y es complicado hacer fotos sin que salga nadie en medio...
Hoi An es encantador, es muy diferente a todo lo que hemos visto hasta ahora.
No tenemos demasiado hambre, con lo que paramos en un italiano, llamado “Casa Italia” y comemos un plato de pasta con supuesta mozzarella (que en el plato no la encuentro), pero llenamos buche.
Cruzamos el puente japonés, está lleno de gente, sobretodo japoneses, y es complicado hacer fotos sin que salga nadie en medio...
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
A eso de las 23:30h estamos de vuelta en el hotel. Tras duchas y colocación de pijamas, el éxtasis es tremendo. Mañana más y mejor.