Hoy dejamos la zona centro del país para viajar al sur. Nuestro avión sale desde Hué a las 13h aprox. Tras desayunar algo y rehacer los macutos, salimos dirección aeropuerto sobre las 10:30h. El traslado, contratado desde el hotel, nos cuesta 13$. Imaginamos sería más económico en taxi.
Tardamos en llegar alrededor de 45 minutos, tenedlo en cuenta, no vayáis justos, en Hue el tráfico también es bastante caótico.
El aeropuerto de Hue bastante básico y viejete, pero bueno, pasamos el rato hasta que sale el vuelo (con unos 20 minutos de retraso). Compramos un par de bocadillos de huevo frito y cilantro (un clásico vietnamita) con intención de comerlo en el avión. Mi compañero no se encuentra muy bien, sigue con la tripa floja e incluso está con algunas décimas de fiebre; tras chute de paracetamol y tiorfan cogemos el avión, aterrizando en HCM a las 15:30h aprox.
Nuestras mochilas salen de la cinta y la alegría es indescriptible, no nos han perdido el equipaje en ninguno de los vuelos que hemos cogido.
Decidimos trasladarnos al hotel en taxi, nos cuesta tarifa fija de 220.000 VND, nos parece que no está mal, pese a que más tarde, desde la ciudad, encontraríamos ofertas mucho más económicas, de 150.000 VND no suben los traslados al aeropuerto desde la ciudad.
La primera impresión de Saigon es de kaos, de coches y motos, como en Hanoi o Hue pero x1000.
Tardamos en llegar alrededor de 45 minutos, tenedlo en cuenta, no vayáis justos, en Hue el tráfico también es bastante caótico.
El aeropuerto de Hue bastante básico y viejete, pero bueno, pasamos el rato hasta que sale el vuelo (con unos 20 minutos de retraso). Compramos un par de bocadillos de huevo frito y cilantro (un clásico vietnamita) con intención de comerlo en el avión. Mi compañero no se encuentra muy bien, sigue con la tripa floja e incluso está con algunas décimas de fiebre; tras chute de paracetamol y tiorfan cogemos el avión, aterrizando en HCM a las 15:30h aprox.
Nuestras mochilas salen de la cinta y la alegría es indescriptible, no nos han perdido el equipaje en ninguno de los vuelos que hemos cogido.
Decidimos trasladarnos al hotel en taxi, nos cuesta tarifa fija de 220.000 VND, nos parece que no está mal, pese a que más tarde, desde la ciudad, encontraríamos ofertas mucho más económicas, de 150.000 VND no suben los traslados al aeropuerto desde la ciudad.
La primera impresión de Saigon es de kaos, de coches y motos, como en Hanoi o Hue pero x1000.
Nos volvemos un poco locos desde el taxi haciendo fotos a las hordas de motoristas esperando en los semáforos (sí, en Saigon se suelen respetar), a que se pongan en verde y poder seguir circulando.
Nuestro hotel se encuentra en el Distrito 1, el barrio más turístico y con mayor concentración de hoteles y restaurantes de la ciudad.
Llegamos al hotel a eso de las 17h, tardamos más de una hora en llegar desde el aeropuerto, el tráfico es un poco imposible. No hace muy buen día, está nublado y chispea a ratos.
El hotel, el An An Hotel (34 euros la noche) con una mini recepción, está más que bien. Aquí solo estaremos una noche, ya que la intención es partir mañana al sur para conocer el Delta del Mekong.
Una vez acomodados, tenemos la única misión de contratar el traslado a Can Tho, desde donde tenemos intención de visitar el Delta.
Salimos al barullo del Distrito 1 (justo en frente del hotel hay una especie de rúa con música y gente disfrazada de dragones pero no sabemos a qué se debe). Hay varias calles principales y una maraña de callejuelas alrededor al más puro estilo Bangkok. Chicas que te abordan para ofrecerte masajes en cuchitriles dudosos ;), gente, mucha gente, comida en la calle, garitos, luces, música y motos.
Tenemos una misión clara, que es buscar el traslado de mañana, así que dejamos el turisteo para otro momento. Preguntamos en varias agencias de viajes del Distrito 1; nos dan precios bastante carillos; la opción más barata es la de 17$ por persona en bus, que implica 1 hora en taxi hasta la estación de autobús y otras 4 horas en bus hasta Can Tho (me río de las 4h, recordando la experiencia Hanoi-Haiphong). Nos parece una pasada de paliza para el poco tiempo que tenemos.
Empezamos a preguntar lo que cuesta con transporte privado, y finalmente, en el lugar más económico tras mucho preguntar nos piden 70$ ida y vuelta cada uno.
Estamos cansados, son casi las 20h, el coleguilla no se encuentra demasiado bien, sigue con febrícula y mal cuerpo y la cara verde, así que la opción del autobús no le convence nada nada. Optamos por contratar esta última opción. La empresa elegida es VNN Travel, enfrente del hotel An An.
Nos dicen que la duración del trayecto es de 3horas y media y podemos escoger la hora de salida mañana y la hora de retorno el día siguiente.
Al salir de la agencia (bastante cutre, por cierto), nos cae una tromba de agua impresionante. Decidimos buscar donde cenar, pasear con ese aguacero no es muy recomendable. Vamos a dar a un restaurante cercano al hotel donde nos zampamos el mejor tofu que me he comí en todo el viaje (respetando el tofu con citronella de Sapa). Tofu en claypot (como una especie de cazuelita de barro chispeante), unos noodles salteados con verduritas y un Cao Lau con nems de categoría .
Nuestro hotel se encuentra en el Distrito 1, el barrio más turístico y con mayor concentración de hoteles y restaurantes de la ciudad.
Llegamos al hotel a eso de las 17h, tardamos más de una hora en llegar desde el aeropuerto, el tráfico es un poco imposible. No hace muy buen día, está nublado y chispea a ratos.
El hotel, el An An Hotel (34 euros la noche) con una mini recepción, está más que bien. Aquí solo estaremos una noche, ya que la intención es partir mañana al sur para conocer el Delta del Mekong.
Una vez acomodados, tenemos la única misión de contratar el traslado a Can Tho, desde donde tenemos intención de visitar el Delta.
Salimos al barullo del Distrito 1 (justo en frente del hotel hay una especie de rúa con música y gente disfrazada de dragones pero no sabemos a qué se debe). Hay varias calles principales y una maraña de callejuelas alrededor al más puro estilo Bangkok. Chicas que te abordan para ofrecerte masajes en cuchitriles dudosos ;), gente, mucha gente, comida en la calle, garitos, luces, música y motos.
Tenemos una misión clara, que es buscar el traslado de mañana, así que dejamos el turisteo para otro momento. Preguntamos en varias agencias de viajes del Distrito 1; nos dan precios bastante carillos; la opción más barata es la de 17$ por persona en bus, que implica 1 hora en taxi hasta la estación de autobús y otras 4 horas en bus hasta Can Tho (me río de las 4h, recordando la experiencia Hanoi-Haiphong). Nos parece una pasada de paliza para el poco tiempo que tenemos.
Empezamos a preguntar lo que cuesta con transporte privado, y finalmente, en el lugar más económico tras mucho preguntar nos piden 70$ ida y vuelta cada uno.
Estamos cansados, son casi las 20h, el coleguilla no se encuentra demasiado bien, sigue con febrícula y mal cuerpo y la cara verde, así que la opción del autobús no le convence nada nada. Optamos por contratar esta última opción. La empresa elegida es VNN Travel, enfrente del hotel An An.
Nos dicen que la duración del trayecto es de 3horas y media y podemos escoger la hora de salida mañana y la hora de retorno el día siguiente.
Al salir de la agencia (bastante cutre, por cierto), nos cae una tromba de agua impresionante. Decidimos buscar donde cenar, pasear con ese aguacero no es muy recomendable. Vamos a dar a un restaurante cercano al hotel donde nos zampamos el mejor tofu que me he comí en todo el viaje (respetando el tofu con citronella de Sapa). Tofu en claypot (como una especie de cazuelita de barro chispeante), unos noodles salteados con verduritas y un Cao Lau con nems de categoría .
El restaurante se llama Asian Kitchen; de los mejores lugares con los que hemos topado. No es un vegetariano pero hay gran cantidad de opciones para vegetarianos y veganos, una delicia.
La comida la regamos con un par de Tigers de 640ml y la cuenta sube a 35.000 VND. Calidad precio genial.
Tras la cena bien buena (el colega se ha animado y ha dejado el plato vacío, esperemos le caiga bien), decidimos encamarnos pronto, mañana tenemos viaje larguito en coche.
El hotel, como decía, muy bien y muy económico, pese a tener un pequeño problemilla con la caja fuerte, ya que después de meter dentro todos los objetos de valor antes de salir de la habitación, se nos bloquea y no podemos abrirla. Entramos un pelín en pánico pero enseguida, tras comentarlo a la chica de recepción, aparece el señor de mantenimiento (el vietnamita más alto que hemos visto y veremos jamás) y nos arregla el tema mirándonos con cara de “no la volváis a cagar que me habéis despertado de la siesta...”
La única pega del hotel es que es bastante ruidoso; las ventanas dan a la calle principal y eso es un jaleo hasta bien entrada la madrugada; te duchas a ritmo de tecno, un poco del palo, pero estamos tan cansados que caemos fritos sin mucho problema....
Mañana dejamos temporalmente Saigon, pero con muchas ganas de reencontrarnos con ella...
La comida la regamos con un par de Tigers de 640ml y la cuenta sube a 35.000 VND. Calidad precio genial.
Tras la cena bien buena (el colega se ha animado y ha dejado el plato vacío, esperemos le caiga bien), decidimos encamarnos pronto, mañana tenemos viaje larguito en coche.
El hotel, como decía, muy bien y muy económico, pese a tener un pequeño problemilla con la caja fuerte, ya que después de meter dentro todos los objetos de valor antes de salir de la habitación, se nos bloquea y no podemos abrirla. Entramos un pelín en pánico pero enseguida, tras comentarlo a la chica de recepción, aparece el señor de mantenimiento (el vietnamita más alto que hemos visto y veremos jamás) y nos arregla el tema mirándonos con cara de “no la volváis a cagar que me habéis despertado de la siesta...”
La única pega del hotel es que es bastante ruidoso; las ventanas dan a la calle principal y eso es un jaleo hasta bien entrada la madrugada; te duchas a ritmo de tecno, un poco del palo, pero estamos tan cansados que caemos fritos sin mucho problema....
Mañana dejamos temporalmente Saigon, pero con muchas ganas de reencontrarnos con ella...