Bueno, pues empezamos nuestro último día en tierras vietnamitas. Pena por dejar de descubrir y de sorprendernos; alegría por volver a ver los nuestros (tenemos ganas atroces de estrujar a nuestra perra ).
Después de preparar las mochilas y de nuestro último desayuno copioso (me inflé a Dragon Fruit), bajamos a realizar el check out y a dejar las mochilas en recepción.
Hoy la idea es ir a visitar el mercado de Ben Thanh y dar otro voltio por el Distrito 1, que nos falta recorrer callejuelas.
Nos acercamos al mercado andando, pasando de nuevo por la gran plaza Cong Vien Quach Thi Trang, donde ayer vimos a los niños con los cochecitos. Es una plaza muy concurrida, llena de tráfico, y desde donde se puede ver algo del Skyline de Ho Chi Minh, con sus edificios altos, nada en la línea de la mayoría del resto del país (quitando Danang, que es un miniBenidorm, no hemos visto prácticamente edificaciones de más de 2 pisos).
Después de preparar las mochilas y de nuestro último desayuno copioso (me inflé a Dragon Fruit), bajamos a realizar el check out y a dejar las mochilas en recepción.
Hoy la idea es ir a visitar el mercado de Ben Thanh y dar otro voltio por el Distrito 1, que nos falta recorrer callejuelas.
Nos acercamos al mercado andando, pasando de nuevo por la gran plaza Cong Vien Quach Thi Trang, donde ayer vimos a los niños con los cochecitos. Es una plaza muy concurrida, llena de tráfico, y desde donde se puede ver algo del Skyline de Ho Chi Minh, con sus edificios altos, nada en la línea de la mayoría del resto del país (quitando Danang, que es un miniBenidorm, no hemos visto prácticamente edificaciones de más de 2 pisos).
Hace mucho calor, para variar. Mi cabeza piensa en la próxima ducha que me podré pegar, dentro de.... ¿¿2 días??
Llegamos al mercado, mucha gente fuera y dentro. Nos sorprende una de las advertencias que hay a la entrada, alertando al visitante de los robos que se cometen en el mercado y sus cercanías. Así que como turista aplicada que soy, mochilas adelante y pájaro en mano.
Llegamos al mercado, mucha gente fuera y dentro. Nos sorprende una de las advertencias que hay a la entrada, alertando al visitante de los robos que se cometen en el mercado y sus cercanías. Así que como turista aplicada que soy, mochilas adelante y pájaro en mano.
El mercado, pues bueno, la verdad que casi todos los mercados son iguales, venden todo tipo de productos; alimentación, textil, ropa y calzado, objetos para el hogar... y pongos, pongos en todos los sitios...
Vemos un mogollón de paradas pero poca gente comprando.
Vemos un mogollón de paradas pero poca gente comprando.
Aprovechamos para comprar un imán para la nevera (es un clásico), y un par de camisetas de algodón (o de lo que nos venden como algodón) para el colega y llevarle un recuerdo a mi padre. No falta el regateo, que ya a estas alturas se hace algo pesado, porque son bastante tremendos, no se bajan mucho del burro y siempre siempre ganan.
También nos hacemos con algún par de cosillas más, sin fliparnos, que la mochila vino petada y va petada. Tampoco es que tuviéramos deseos de comprar muchas cosas y agobiarnos por no poder cargarlas por tema de espacio en el equipaje... si que es cierto que en Sapa y Hanoi sobretodo, venden muchos artículos de montaña (marcas tipo North Face) a muy buen precio, pero bueno, que tampoco se nos fueron los ojos con demasiadas cosas.
Los pasillos del mercado son estrechisimos, es curioso.
Hay una parte del mercado que está llena de puestos de comida, y vemos a varios lugareños desayunando-comiendo (no sabemos bien bien qué, ya que en Vietnam la gente come a toooodas horas).
En esa parte del mercado si vemos más movimiento local y es la parte que más nos gusta.
También nos hacemos con algún par de cosillas más, sin fliparnos, que la mochila vino petada y va petada. Tampoco es que tuviéramos deseos de comprar muchas cosas y agobiarnos por no poder cargarlas por tema de espacio en el equipaje... si que es cierto que en Sapa y Hanoi sobretodo, venden muchos artículos de montaña (marcas tipo North Face) a muy buen precio, pero bueno, que tampoco se nos fueron los ojos con demasiadas cosas.
Los pasillos del mercado son estrechisimos, es curioso.
Hay una parte del mercado que está llena de puestos de comida, y vemos a varios lugareños desayunando-comiendo (no sabemos bien bien qué, ya que en Vietnam la gente come a toooodas horas).
En esa parte del mercado si vemos más movimiento local y es la parte que más nos gusta.
Tras la visita, salimos a la luz. Es la primera vez en lo que llevamos de viaje que vemos mendigos en la calle pidiendo dinero, a la puerta del mercado.
Nos dirigimos al Distrito 1, y empezamos a callejearlo. Detrás de las calles principales, encontramos un sinfin de callejuelas laberínticas llenas de vida. Mujeres tendiendo la ropa, vendiendo comida, carritos de helados, carritos de tabaco, locales de masajes a porrón, hostels...
Nos dirigimos al Distrito 1, y empezamos a callejearlo. Detrás de las calles principales, encontramos un sinfin de callejuelas laberínticas llenas de vida. Mujeres tendiendo la ropa, vendiendo comida, carritos de helados, carritos de tabaco, locales de masajes a porrón, hostels...
Poco turista en esas calles, al mayoría transita por las calles principales, que estan abarrotadas de bares y restaurantes, tiendas rollo “galería de arte”, farmacias, lavanderías y hoteles.
Destacar que el turismo que vemos en Saigón es algo diferente al que hemos visto en otros puntos del país; mucho hombre solo occidental descamisao.
Tras una buena vuelta por esas calles, decidimos darnos un masaje, que ya toca.
Empezamos a buscar a ciegas, y la verdad que no tenemos ni idea de donde entrar. Todos los locales son cutrillos, algo dudosos, y después de haber leído de todo en foros y demás diarios, nos da algo de cosilla entrar en un local y que nos ofrezcan final feliz .
Finalmente, entramos a uno al tuntún. El local es muy chiquitillo y solo hay una chica, súper joven y muy simpática. Me mira y se parte la muchacha.
Le decimos lo que queremos, así que llama a otra chica, que viene al cabo del rato y nos hacen el masaje a la vez. Para los dos masaje de pies completo, y para mi además pedicura y pintaje de uñas.
El masaje pues bastante bien, son bastante bruscas, eso sí. Nos dan golpes en la rodilla y en los pies que tela.
Después del masaje de pies nos dan una mini paliza cervical (literal) y ya se ponen con mis uñacas de aguilucho .
Me dejan las uñas niqueladas. Tengo que decir que imagino que el esmalte era chungo chungo, porque al final me lo tuve que quitar yo en casa pasado ya casi el mes porque se veía horrendo, ¡¡pero no saltó el tío!!
La chica más joven nos pregunta de dónde somos, y no tiene ni idea de por donde cae Spain. No tiene ni papa de inglés, pero es muy mona y nos mira de reojillo todo el rato, pero parte el bacalao.
Nos cobraron 8 euros por los dos masajes + la pedicura.
Se guarda los billetes en el sujetador.
Cuando nos dice “Finish!” entendemos que es momento de largarnos .
No ha estado mal, nos hemos dado un masaje y no hemos vivido situaciones incómodas.
Con los pies nuevos, buscamos donde comer. No nos comemos demasiado el coco y vamos al Asia Kitchen de nuevo, al lado del hotel y donde se come de lujo.
Nos pegamos un buen último homenaje regado de Saigon Green bien fría y damos por concluida nuestra aventura.
Tras una buena vuelta por esas calles, decidimos darnos un masaje, que ya toca.
Empezamos a buscar a ciegas, y la verdad que no tenemos ni idea de donde entrar. Todos los locales son cutrillos, algo dudosos, y después de haber leído de todo en foros y demás diarios, nos da algo de cosilla entrar en un local y que nos ofrezcan final feliz .
Finalmente, entramos a uno al tuntún. El local es muy chiquitillo y solo hay una chica, súper joven y muy simpática. Me mira y se parte la muchacha.
Le decimos lo que queremos, así que llama a otra chica, que viene al cabo del rato y nos hacen el masaje a la vez. Para los dos masaje de pies completo, y para mi además pedicura y pintaje de uñas.
El masaje pues bastante bien, son bastante bruscas, eso sí. Nos dan golpes en la rodilla y en los pies que tela.
Después del masaje de pies nos dan una mini paliza cervical (literal) y ya se ponen con mis uñacas de aguilucho .
Me dejan las uñas niqueladas. Tengo que decir que imagino que el esmalte era chungo chungo, porque al final me lo tuve que quitar yo en casa pasado ya casi el mes porque se veía horrendo, ¡¡pero no saltó el tío!!
La chica más joven nos pregunta de dónde somos, y no tiene ni idea de por donde cae Spain. No tiene ni papa de inglés, pero es muy mona y nos mira de reojillo todo el rato, pero parte el bacalao.
Nos cobraron 8 euros por los dos masajes + la pedicura.
Se guarda los billetes en el sujetador.
Cuando nos dice “Finish!” entendemos que es momento de largarnos .
No ha estado mal, nos hemos dado un masaje y no hemos vivido situaciones incómodas.
Con los pies nuevos, buscamos donde comer. No nos comemos demasiado el coco y vamos al Asia Kitchen de nuevo, al lado del hotel y donde se come de lujo.
Nos pegamos un buen último homenaje regado de Saigon Green bien fría y damos por concluida nuestra aventura.
Volvemos al hotel a recoger los bártulos, pero antes nos cambiamos la ropa de todo el día porque estamos churretosos, aseamos lo que podemos en el WC de recepción y nos ponemos pantalón largo y calzado cerrado para el avión, que hace un frío que pela.
Pedimos un taxi en la misma agencia que nos llevo a Can Tho, ya que salía mucho más barato que contratar el taxi desde el hotel, que sale por 150.000 VND, bastante más barato de lo que nos dicen en el hotel.
Así que esperamos y al momento tenemos al taxista allí.
Ojo con el tráfico, como en cualquier ciudad vietnamita, lo hay y mucho. Tardamos casi 1 hora en llegar al aeropuerto, y eso que el aeropuerto está dentro de la ciudad.
Llegamos bien de tiempo, facturamos la maleta tardando un buen rato, delante nuestro teníamos mogollón de asiáticos con las maletas llenas de comidas y cosas raras que hacían retrasar el proceso.
Hicimos tiempo hasta el momento de embarcar. Habíamos leído opiniones horribles sobre ese aeropuerto, pero bueno, tampoco era para tanto. Salimos en hora y todo fue ok.
Y nada, dos vuelos pesados con una conexión rápida en el aeropuerto de Doha, de esas de casi correr por el pasillo interminable de ese horroroso aeropuerto.
Finalmente, llegamos a Barcelona el día siguiente, bastante cansados. Nuestras mochilas pasaron por la cinta de las primeritas.
Viaje redondo .
Y poca cosa más, recomendar a todo el mundo viajar a ese país tan lejano, tan diferente, tan divertido, tan lleno de vietnamitas.
Leí muchas opiniones de muchos viajeros que no quedaban del todo encantados con el país.
Y no es un país monumental.
No es un país especialmente espectacular.
No es un país de boca abierta sin parar.
Pero es un país muy divertido.
Es un viaje fácil.
Es seguro.
Es Vietnam. No os defraudará .
Pedimos un taxi en la misma agencia que nos llevo a Can Tho, ya que salía mucho más barato que contratar el taxi desde el hotel, que sale por 150.000 VND, bastante más barato de lo que nos dicen en el hotel.
Así que esperamos y al momento tenemos al taxista allí.
Ojo con el tráfico, como en cualquier ciudad vietnamita, lo hay y mucho. Tardamos casi 1 hora en llegar al aeropuerto, y eso que el aeropuerto está dentro de la ciudad.
Llegamos bien de tiempo, facturamos la maleta tardando un buen rato, delante nuestro teníamos mogollón de asiáticos con las maletas llenas de comidas y cosas raras que hacían retrasar el proceso.
Hicimos tiempo hasta el momento de embarcar. Habíamos leído opiniones horribles sobre ese aeropuerto, pero bueno, tampoco era para tanto. Salimos en hora y todo fue ok.
Y nada, dos vuelos pesados con una conexión rápida en el aeropuerto de Doha, de esas de casi correr por el pasillo interminable de ese horroroso aeropuerto.
Finalmente, llegamos a Barcelona el día siguiente, bastante cansados. Nuestras mochilas pasaron por la cinta de las primeritas.
Viaje redondo .
Y poca cosa más, recomendar a todo el mundo viajar a ese país tan lejano, tan diferente, tan divertido, tan lleno de vietnamitas.
Leí muchas opiniones de muchos viajeros que no quedaban del todo encantados con el país.
Y no es un país monumental.
No es un país especialmente espectacular.
No es un país de boca abierta sin parar.
Pero es un país muy divertido.
Es un viaje fácil.
Es seguro.
Es Vietnam. No os defraudará .