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A lo largo del día y camino a la ciudad de Moab vimos estos puntos:
Forrest Gump Point, Goosesnecks State Park, Moki Dugway, Muley Point, The Needles (Canyonland). Algo de Arches
Se nos olvidó poner la alarma del móvil y nos despertó la claridad. Aún el sol no había hecho su aparición pero nos perdimos los claroscuros previos al amanecer. Al poco el sol comenzó a aparecer detrás de los mitten pero otra vez las inoportunas nubes se pusieron delante estropeándonos el amanecer. A nosotros y a toda la gente que andaba congregada por los alrededores. Una pena.
No obstante permanecimos en el porche de la cabaña disfrutando del fresco mañanero y los tonos del cielo entre las nubes, esperando que se trasladaran para permitir que el sol saliera de detrás de ellas. Y claro que salió, pero más de una hora después. Ya habíamos hecho el check out y nos habíamos parado en el hotel para echarle un vistazo. Las vistas desde la terraza del bar son magníficas y nos gustó el estilo de decoración del hotel. La tienda de productos de origen navajo también nos encantó.
Una vez en la carretera 163 íbamos pendientes de que no se nos pasara la milla 13. Aquí se encuentra el Forrest Gump Point y no es que esté muy señalado. Aunque tampoco tiene pérdida. Justo aquí es donde Forrest Gump dejó de correr, en la película del mismo nombre. Puede que parezca una tontería fijarse en estas cosas pero al menos es una buena excusa para pararse y volver la vista atrás, la recta de la carretera con el telón de fondo de las formaciones rocosas de Monument Valley. Si se viene desde Mexican Hat se ven de frente pero en esta dirección es oportuno pararse unos minutos y contemplar tan bella estampa.
La carretera 163 pasa por el pueblo de Mexican Hat que lleva el nombre de una figura rocosa que se pude ver desde la misma carretera, la piedra de arriba de esta figura rocosa recuerda la forma de un sombrero mejicano. No tiene mayor interés. Como trasfondo unas colinas cuyos colores y textura te van adelantando lo que vamos a ver en nuestra siguiente parada.
Los Goosenecks del río San Juan. Están como a unas 6 o 7 millas de Mexican Hat. Al poco de pasar el pueblo hay que desviarse a la carretera 261 en la que hay que estar pendiente porque en poco trecho hay que volver a coger otra desviación a la 316 que es la carretera que sube a la meseta dónde se encuentra el mirador, unas 4 millas.
Aunque no es un mirador de un solo punto con barandilla sino el borde de unos acantilados que parecen sobrevolar los meandros del río. Los googsenecks, cuellos de ganso, son cuatro o cinco meandros que forma el río San Juan, el cual discurre encajonado en un profundo cañón, unos 300 metros, con una serie de acantilados y terrazas de similares texturas. Para los geólogos es uno de los mejores ejemplos del mundo de río serpenteante arraigado.
El trayecto del río por estos meandros ocupa una distancia de unas 5 millas, pero en la superficie, como a vista de pájaro, solo se ha recorrido una milla. Aparte de los meandros que aquí se ven el río sigue circulando hacia el Lake Powel de la misma forma, serpenteando y encañonado. La zona es bastante amplia, con área de picnic y parece que también de acampada. Dimos una vuelta por todo el borde de los acantilados, adentrándonos bastante hacia el oeste, aunque las vistas son similares. En algún tramo de estos acantilados, con el viento soplando, te da la impresión de que estás a punto de sobrevolarlos.
Una visita interesante y no muy concurrida. Al finalizar la carretera hay una pequeña caseta en la que hay que pagar una tasa de entrada de 5$ ya que Goosenecks es un parque estatal
Volvimos a la carretera 261 y por ella seguimos. Hemos decidido seguir por esta misma carretera para llegarnos hasta Muley Point. Nos encontramos con una desviación a la derecha para entrar al Valle de los Dioses. Es un recorrido en carretera no asfaltada y después de cruzar este valle desemboca en la 163. Pero nos parecía mucha vuelta todo ello si luego queríamos llegar a Muley Point, así que dejamos de lado la visita al Valle de los Dioses.
Para llegar a Muley Point primero hay que pasar un tramo de la 261 que se llama Moki Dugway.
Este nombre describe un tramo de la carretera 261 de 3 millas. Tres millas de curvas pronunciadas en una pista sin asfaltar que van serpenteando y elevándose un total de 360 metros. Estos zigzags fueron tallados en el borde del acantilado de Cedar Mesa, en 1958, para transportar el producto de la mina Happy Jack hasta Halchita, cerca de Mexican Hat, donde se procesaban.
No había muchos coches circulando, afortunadamente, y en algún ensanche de la pista, hay pocos, nos fuimos parando para ver las magníficas vistas que se podían divisar conforme alcanzábamos altura. Un amplio valle por dónde discurre la carretera 261 y a su izquierda buena parte del Valle de los Dioses. Muy distante Monument Valley.
Nos fuimos parando porque no sabíamos que al alcanzar la mayor altura hay un ensanche amplio donde se puede aparcar bien y contemplar a placer todas las vistas y las curvas del Moki Dugway.
Si se quiere llegar a Muley Point, opción altamente recomendable, hay que estar pendiente de la desviación a la izquierda, justo cuando finaliza Moki Dugway. Es la carretera 241 y no tiene ninguna otra indicación, salvo un aviso de que no se transite cuando la pista esté mojada. Porque realmente se trata de una pista de tierra y polvo que en 5 millas te lleva hasta este punto. Como desconocíamos este último dato y no había indicación alguna, después de transitar por ella y ver tan solo un todoterreno que venía de vuelta, dudábamos que aquello nos llevara a alguna parte. Pero seguimos un poco más y después de una curva aparecieron a la izquierda unas vistas que nos indicaron que estábamos en el punto que buscábamos. No había ninguna indicación.
Se trata de un promontorio rocoso con algunos pocos árboles azotados por el mucho viento que sopla por aquí y cuyo borde cae en picado en otro de los acantilados de Cedar Mesa. Ofrece un estupendo panorama de los meandros del río San Juan y Monument Valley de forma más lejana. Allá en lo hondo una pista de tierra parece querer bordear los meandros del río San Juan.
La carretera 261 sigue su recorrido por lo alto de la meseta Cedar Mesa atravesando paisajes menos desérticos en los que abunda la artemisa y zonas de pastos, hasta que finaliza en la carretera escénica 95.
A la izquierda podríamos desviarnos para alcanzar el Natural Bridges National Monument y al final de la misma conectar en Hanksville con la escénica 24. Pero esto sería para otro viaje, todo no se puede abarcar en los días que disponemos y con la Hw 24 cumpliremos dentro de unos días.
Así que nos desviamos a la derecha hasta su otro extremo que alcanza la US191 antes de pasar por Blanding.
Desde aquí nos quedaban 83 millas hasta nuestro próximo destino. Una vez pasado Blanding y Monticello hay que abandonar la US191 y desviarse a la UT211. Desde aquí al visitor center del distrito Needles del PN Canyonlands hay 34 millas.
Una carretera recta y sin atractivos a destacar que hace que vayas dudando si será buena idea hacer tan largo desvío y más teniendo en cuenta que luego tenemos que volver a recorrerlo para continuar por la US191 hasta Moab. Pero eso es hasta que llegas al cañón de Indian Creek. Luego en seguida cambias de opinión. Nuestra primera parada fue para contemplar la llamada Newspaper Rock, declarada como monumento histórico. No es otra cosa que una gran pared lisa en un acantilado de arenisca que contiene una de las mayores colecciones de petroglifos del pueblo Anasazi y con una antigüedad de 1500 años. Son bastante visibles sus motivos de personajes humanos, animales y otros que no identificamos.
Y seguimos ruta a través de esta carretera ahora convertida en carretera escénica y sin más paradas hasta el centro de visitantes. Y no fue por falta de ganas. Pues todas las vistas me parecían bonitas. Se atraviesan paisajes dramáticos, gigantescos acantilados de color rojizo elevándose en la parte estrecha del cañón de Indian Creek. De hecho es esta una zona muy apetecida por los escaladores.
Pronto el panorama se ensancha con anchos prados donde pasta el ganado alternando con las, cada vez más numerosas, formaciones rocosas peculiares, conforme nos vamos acercando a la entrada del parque en su distrito de las Agujas, The Needles. Iba haciendo constantemente fotos desde la ventanilla del coche y a través de los cristales y, claro está, no podían salir muy bien que digamos.
Este nombre, the Needles, hace referencia a los pilares erosionados de piedra arenisca, rojos, blancos, rosados, que de forma masiva forman el telón de fondo, a larga distancia, de casi todo este distrito. Aunque también abundan otras formaciones rocosas de arcos, bóvedas, cañones, y rocas erosionadas en las más variopintas formas. Al estar situado más bajo que Island in the Sky sus cañones son menos profundos por lo que hay más senderos para recorrer y pistas a explorar en 4x4.
En el centro de visitantes hay una zona de mesas de picnic que utilizamos para comernos el bocadillo. Entramos al mismo para recoger el mapa de Canyonlands que te acompañan con el característico periódico y pedir información sobre la mejor zona para ver “las agujas”.
De nuevo en el coche recorrimos la carretera hasta su punto final para luego al volver ir parándonos en distintos puntos.
El final de este recorrido es Big Spring Canyon Overlook.
Un mirador sobre el barranco y cañón que forma el arroyo Big Spring en su recorrido en busca del río Colorado. Muchas formaciones rocosas de formas extrañas, parecidas a hongos, por poner algún símil. Está muy bien este mirador y desde el mismo sale un sendero de 5,5 millas, solo de ida, que conduce a la confluencia de los ríos Colorado y Green, la cual se ve desde una altura de 300 metros.
En The Needles no abundan los miradores como tal y para empaparse bien de las mejores formaciones rocosas hay que adentrarse en senderos o pistas válidas para vehículos 4x4.
Tiene cuatro senderos cortos que tienen su acceso desde la carretera escénica. En ellos te puedes hacer una ligera idea de todo este complejo, aunque la mejor forma de disfrutar esta sección seguramente será con uno de los senderos largos.
Comenzando la vuelta nos encontramos el primero de estos senderos cortos, el Slickrock (circular de 2,4 millas), que obviamos y seguimos para detenernos en el siguiente que era muy corto, Pothole Point. Es un circuito de tan sólo 0,6 millas y fácil de hacer. Recibe este nombre porque sobre el terreno que discurre, el que por allí llaman slickrock, se han ido formando unos agujeros o cavidades que en épocas de lluvia se llenan de agua formando un ecosistema muy particular en su interior. Pero lo más normal es encontrarlos como nosotros los encontramos, cubiertos de tierra y arena que el viento arrastra. Esto junto con material orgánico forma una primera “costra” que recibe el nombre de suelo criptobiótico, bastante frágil y por ello protegido. Esta corteza es la base para el crecimiento posterior de algunas plantas más grandes, la mayoría captus, dando lugar a los “pohthole gardens”. Porque lo había leído, si no, al verlos hubiera creído que alguien del parque se había entretenido en rellenar estos huecos y sembrar las plantas. El sendero al transcurrir sobre rocas no tiene un camino definido, hay que guiarse por los montoncitos de piedras. Tampoco tiene mucha pérdida. En algunos tramos va rodeado de rocas redondeadas de extrañas formas que más parece que pertenezcan a un planeta extraño de esos que salen en las películas de ficción.
Escogimos este sendero por ser corto, por los agujeros, con la esperanza vana de encontrarlos con agua y, sobre todo, porque es un buen mirador de todo el conglomerado de “agujas” que se extienden en lontananza en casi todo el recorrido.
Así nos lo había indicado una chica en el centro de visitantes.
También añadió que el mejor punto para ver estas formaciones rocosas, sin adentrarse en grandes senderos, era nuestro siguiente punto de parada, Elephant Hill Drive, que ni siquiera tenía anotado.
Desde la carretera 211 sale un desvío, asfaltado, que conduce al camping Squaw Flat y el mismo se ramifica en dos. Uno va al camping y el otro acaba casi enseguida para convertirse en una pista de tierra que va rodeada de curiosas formaciones rocosas redondeadas y alternando con otras en forma de hongo. Se supone que el punto de vista que nos indicaron es adentrándose un poco en esta pista y antes de que comience a bajar. Pero nosotros como nos iba gustando mucho el paisaje, seguimos adelante. La pista baja y se nivela en una depresión entre colinas. La pista no tiene mal firme, pasable, pero se convierte en un camino estrecho, muy estrecho, tan sólo puede pasar un coche. Como no podemos dar la vuelta proseguimos camino, con la suerte de que no nos encontramos ningún coche que viniera de frente. Desembocamos en una pequeña explanada en dónde hay aparcados unos cuantos vehículos todoterreno.
Al ver un letrero con las rutas que desde allí se pueden hacer, dedujimos que es aquí donde aparcan los que se adentran en ellas y por aquí comienza realmente la peligrosa Elephant Hill Drive. Las mejores rutas de senderismo de esta zona parten desde aquí. A Chesler Park, Devils Lane, Druid Arch … El paisaje es muy bonito. Muchas rocas erosionadas en formas redondeadas mezclándose con los pinos verdes. Hubiera estado muy bien haber podido hacer alguna de ellas.
Nos dimos la vuelta, con la suerte también de no tener ningún coche de frente, y en el recorrido descubrimos una colina rocosa modelada de tal forma que recuerda la figura de un animal, pero no precisamente de un elefante.
Nos detuvimos al finalizar la subida para ver mejor las agujas. Se ven algo más cercanas que en el sendero Pothole, pero siguen estando lejanas.
Ya en la carretera 211 solamente nos detuvimos en el siguiente mirador, Wooden Shoe Arch Overlook, con bonitas vistas en la distancia, incluida la del Sixshooter Peak
De los cuatro senderos cortos que tiene el parque, cercanos a la carretera, los otros dos son Cave Spring de 0,6 millas (que pensábamos hacer y que finalmente no hicimos) y Roadside Ruin, cercano ya al centro de visitantes.
Decidimos seguir nuestro camino hacia Moab. Para ello tuvimos que volver a recorrer esta misma carretera, volviendo a disfrutar de las vistas desde la misma, hasta Indian Creek, pues, como ya he indicado, a partir de aquí, las vistas no tienen nada de especial. Luego la carretera US 191 nos llevaría directamente a Moab, sin hacer ninguna otra parada.
En Moab teníamos reservada habitación en el Kokopelli Lodge, por tres noches. Tiene una situación céntrica en esta pequeña ciudad y un buen precio, 300$, incluidas tasas. Al poco tiempo de la reserva recibimos un correo con un código. Este código es el que teníamos que teclear en la puerta para entrar en nuestra habitación pues no tienen llave. En este alojamiento se ve que tienen pocas ganas de trabajar. En los tres días que estuvimos no entraron nunca a la habitación para limpiar, hacer la cama o cambiar toallas. Y en la recepción casi nunca estaban. Al parecer el check-in ahora hay que hacerlo también online. Nosotros no lo hicimos porque no nos avisaron con tiempo y por eso nos estaban esperando. Este alojamiento no es que sea una maravilla pero a nosotros no nos importó demasiado el tema de la limpieza y el mismo hizo su función a buen precio en una ciudad en la que no abundan los precios bajos.
Esta ciudad atrae muchos turistas. No en vano tiene muy cerca la entrada a dos parques nacionales de los llamados “Mighty Five”, Canyonlands y Arches. Los otros son Capitol Reef, Bryce Canyon y Zión. Pero todas las actividades que ofrece no acaban en eso solamente.
El día había estado cargado de bastantes kilómetros de conducción, y algunos de ellos algo complicado, además del madrugón para ver el amanecer, por lo que mi marido estaba muy cansado. Pero yo veía que quedaban un par de horas de luz en una tarde de sol espléndida y no me podía resistir de acercarme hasta Arches. Cuando comprobó que me iba sola, cansado y todo se unió a la aventura.
La entrada a Arches se encuentra tan sólo a unas cinco millas, siguiendo la carretera que habíamos traído, US 191, al poco de pasar el puente sobre el río Colorado.
Arches es Parque Nacional desde 1971, aunque ya era Monumento Nacional desde 1929. Protege la mayor concentración de arcos de piedra arenisca natural del mundo. Pero también otras formaciones rocosas extraordinarias y poco comunes.
El centro de visitantes y la caseta de entrada dónde cobran la entrada, se encuentran ya cerrados. Aunque son muchos los coches que suben por la rampa de subida por dónde se inicia el acceso al parque, a la captura de los últimos rayos de sol iluminando las formaciones rocosas.
Fue este nuestro recorrido una primera toma de contacto con el parque, un recorrido panorámico para ir familiarizándonos con las distancias y las distintas secciones que el parque ofrece. Más adelante las iré mencionando conforme las fuimos visitando. Visitamos el parque en unas cuantas ocasiones y el orden de lo que fuimos visitando fue un tanto anárquico, adaptado a nuestro horario, al calor y la orientación de los arcos respecto del recorrido solar. Si bien esto último no lo pudimos cumplir del todo porque es bastante difícil hacer una buena componenda con tanto factor a tener en cuenta.
Nos llegamos hasta el mirador de Fiery Furnace, en un desvío no muy lejano de la carretera escénica. Habíamos cronometrado el tiempo de llegada pues teníamos una visita concertada en los siguientes días a primera hora de la mañana. Desde el mirador se aprecia un poquito del laberíntico y enmarañado bosque de crestas rojas y de color crema que forman este “horno de fuego”. También una amplia depresión blanquecina que corresponde al Salt Valley. Como su nombre indica está compuesto de depósitos inestables de sal. Estos depósitos de sal son el origen de una interesante historia geológica que dio lugar a lo que hoy podemos ver. Detrás del “Valle Salado” se aprecian las formaciones en torres y pináculos de la Sección de Windows y en el horizonte lejano las montañas de la Sal.
Vamos volviendo por esta carretera escénica y nos desviamos hasta el aparcamiento habilitado en la cabaña Wolfe Ranch. Desde aquí comienza la ruta para subir a ver el Delicate Arch. Aunque aún están llegando coches y gente comenzando a caminar, nos lo pensamos mejor porque de seguro que no llegábamos arriba con el sol aún sin ocultar. Nos dimos media vuelta y donde sí nos desviamos, unos 2 km. después, fue al punto que denominan Delicate Arch Overwiew. Una oportunidad de ver este famoso arco si no se tiene tiempo o no se puede subir por la ruta larga. El mirador está a unos cien metros en llano desde el aparcamiento. El arco se puede ver en la lejanía, rodeado de otras formas rocosas curiosas.
A la izquierda de este corto sendero hay otro algo más largo y en subida que llega a otro punto de vista mejor de Delicate Arch. Llega hasta el borde de un barranco detrás del cual se eleva Delicate Arch.
De vuelta a la carretera escénica el sol comenzó a ocultarse tras unas nubes oscuras y acto seguido empezó a llover de forma torrencial. No duró mucho el aguacero y a la altura de Balanced Rock nos tuvimos que parar porque el cielo nos estaba ofreciendo un bonito arcoíris. Uno de los mejores premios del día.
Nos fuimos prontito a la cama. Un día agotador que había comenzado antes de las 6 de la mañana.
Pero muy provechoso, como tantos otros que quedaban por venir.
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respecto a la carretera cortada ¿cual es en concreto? ¿Dónde puedo estar al tanto si la abren o no? Gracias! 
