Después de desayunar en el pequeño buffet del hotel, dejamos la capital bávara. Una vez comprada la “viñeta” necesaria para circular por autopistas austriacas y pasada la frontera, atravesamos el valle de Inntal.
Volvíamos a reencontrarnos cuatro años después con nuestra adorada Austria.
Innsbruck nos pareció una ciudad muy animada y agradable para pasear por sus calles comerciales.
Aparcamos en el parking cubierto Markthallengarage en Herzog-Siegmund-Ufer 5 (hay otras opciones, como zona azul o “park and ride”), cercano al río y al puente Innbrücke.
Por Herzog-Otto-Strasse entramos a Herzog-Friedrich-Strasse, una calle comercial llena de tiendas y restaurantes. Había un ambiente navideño muy especial.
Finalmente llegamos al famoso Tejadillo de oro; en la plaza había puestos de comida, castañas… no nos pudimos resistir a unas salchichas y un “glühwein”, el famoso vino caliente especiado.
Tras pasar por la Stadturm (baños, 0.50€) y dar de comer al nene...
...caminamos por Hofgasse, a mano derecha desde el Goldenes Dachl,
hasta el palacio imperial del Hofburg y la Catedral.
Seguimos por Stifgasse y de nuevo la Herzog-Friedrich-Strasse nos llevó hasta Mariatheresienstrasse, desde la que hay una imagen maravillosa de la ciudad con la Nordkette al fondo.
Pretendíamos entrar al Lichtbar 360º, desde donde hay unas vistas de la ciudad muy recomendables, en las Rathaus Galerien (enfrente de la Annasaüle); una vez dentro de estas galerías comerciales cogimos el ascensor… pero estaba cerrado. Aún así pudimos sacar alguna foto a través de la cristalera.
Pretendíamos entrar al Lichtbar 360º, desde donde hay unas vistas de la ciudad muy recomendables, en las Rathaus Galerien (enfrente de la Annasaüle); una vez dentro de estas galerías comerciales cogimos el ascensor… pero estaba cerrado. Aún así pudimos sacar alguna foto a través de la cristalera.
Siguiendo las vías del tranvía llegamos hasta el Arco del triunfo.
De vuelta seguimos respirando el ambiente de la ciudad mientras buscamos un sitio para comer. Los restaurantes del centro estaban atestados y no nos apetecía ese ambiente, así que cogimos el coche. La Buzzihütte (Berchtoldshofweg 14) es una cabaña típica tirolesa situada en la Nordkette, muy recomendada en la web www.descubretirol.com, pero estaba cerrada, por lo que optamos por el restaurante que está justo delante, Gasthaus Berchtoldshof (Schneeburggasse, 140), ambiente alpino y una comida de sobresaliente. Todo un acierto. Tomamos una ensalada, carne y combinado de pasta deliciosos y pudimos jugar en el parque infantil de la terraza exterior.
Así nos despedimos de Innsbruck y llegamos anocheciendo a Imst, donde nos esperaba el matrimonio Reinstadler.
Así nos despedimos de Innsbruck y llegamos anocheciendo a Imst, donde nos esperaba el matrimonio Reinstadler.