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Es verdad que diversos puntos panorámicos sentencian la singular belleza de la Isla Reunión. Pero es en las distancias cortas cuando de verdad percibes su esencia, cuando captas su aliento y te empapas de sus composiciones inverosímiles.
Además de realizar un trekking de varios días por los aislados rincones del interior de la isla, también disfrutamos de varias caminatas de ida y vuelta en el día.
Trou de Fer
Cerca de Plaine des Palmisters arranca la Route Forestiere del Forêt de Bélouve, que nos adentra en esta maravilla botánica. Al finalizar la carretera hay que calzarse las botas, porque comienza la ruta senderista al Trou de Fer, la más popular de este bosque.
Helechos arbóreos y tamarindos son las figuras estelares de una maraña vegetal, infranqueable fuera de los caminos abiertos. Pero, además, en esta ruta no sólo nos sumergimos en esta exuberancia vegetal, sino que además, gozamos de dos miradores espectaculares.
El primero se emplaza justo al inicio, junto al Gite de Bélouve, una panorámica que abarca todo el Circo de Salazie.
El segundo punto panorámico es el mirador al Trou de Fer, al cual llegamos tras caminar más de hora y media entre tamarindos y helechos gigantes. La altísima cascada se precipita entre la frondosidad de una selva virgen que reviste las colinas.
El Piton de la Fournaise
Sin duda, la excursión más popular en la Isla Reunión es la visita al Piton de la Fournaise. Este volcán activo erupciona de vez en cuando, generando imágenes realmente espectaculares. Cuando la actividad volcánica decae, el sendero que permite alcanzar su cráter más reciente se convierte en una hilera multicolor de excursionistas.
Tras conducir por la carretera al Volcán, y detenernos en varios miradores, alcanzamos el Pas de Bellecombe, magnífica atalaya hacia la caldera volcánica. Como no nos conformamos únicamente con esta vista, preferimos degustar la experiencia de caminar por estas coladas volcánicas tan jóvenes, hasta alcanzar el cráter Dolomieu. Así, podemos descubrir el festival de brillos de las rocas volcánicas. Este cráter fue generado en la erupción de 2007 y está condenado a rellenarse de lava hasta volver a desaparecer. Es como caminar por la luna.
Grand Bassin
Me encantan esas montañitas verdes que desafían al vértigo, deslizándose hacia los ríos que fluyen arrimados a ellas. En el fondo de la profunda garganta divisamos una pequeña aldea, y muy cerca, una cascada que desde lo alto se ve diminuta.
Parece increíble que exista un sendero para bajar hasta allí. Pero,………… existe. Excavado al borde del precipicio, habría puesto a prueba mi vértigo si no fuera por la vegetación encaramada a la pared, que protege mi mirada del abismo. Aunque, de vez en cuando, la vegetación se abre y podemos contemplar el formidable panorama hacia Grand Bassin.
Desde lo alto, la cascada no se distinguía más que como un pequeño filamento colgado de un pequeño orificio. Pero una vez frente a ella, los pequeñajos somos nosotros. La potencia del chorro principal ambienta el escenario, mientras varios chorrillos menores hacen los coros, sobre una poza de azul intenso.
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