El quinto día tenemos la excursión más esperada de todo el viaje: Isla Mujeres. La hemos contratado con Juan Carlos Hedding, taxista recomendado en el foro losviajeros.com. A diferencia de Andrés de la Mora, Juan Carlos es sólo taxista, es decir, te lleva de un sitio a otro y listo. Sin embargo para esta excursión lo hace un poco diferente, ya que aunque no llevas un guía, sí que te dan ciertas indicaciones. Esta, a diferencia de la de Chichén que era con precio cerrado, es precio por furgoneta. Es decir, éramos 6 personas y entre 5 y 6 personas valía lo mismo, 5500 pesos. Cuántos más vayan en el coche, más barato saldrá, lo máximo creo que eran 14 personas. La excursión por lo tanto nos costó unos 920 pesos aproximadamente, pusimos algo más para darles propina a nuestro chófer y al chico que nos hizo la comida y nos llevó en la lancha. En el precio de la excursión está incluido el taxi, la lancha y la comida que es pescado o pollo, la bebida va aparte.
Nos levantamos a las 6, preparamos los bártulos (equipo de snorkel, cámara acuática, toalla y muda de ropa) y nos vamos a desayunar algo al lobby del Riviera. A las 7 nos viene a buscar nuestro chófer. Nos llama Cristian, resulta que Miriam está enferma y no saben si podrán venir!! Llegan Lorena y Miguel, les explicamos la situación y que no cunda el pánico, toca a más por persona pero no nos vamos a arruinar.
Llega nuestro transporte, nuestro conductor es un chico muy majo de cuyo nombre no me acuerdo (soy lo peor, lo sé). Nos dirigimos al hotel donde están alojados Miriam y Crisitian y vemos aparecer a Miriam, ¡al final sí que viene!
Durante todo el trayecto vamos hablando con Juan (me invento el nombre, pero es que llamarle conductor me parece muy frío, además creo que sí que se llamaba Juan de verdad), que nos cuenta que hace apenas 30 años Cancún no era más que selva, y que fue convirtiéndose rápidamente en lo que es hoy en día. Nos explica lo que haremos hoy. De momento nos dirigimos a Puerto Juárez donde cogeremos el barco que nos llevará a Isla Mujeres.
Llegamos a Puerto Juárez, ahí nos presentan a nuestro “capitán”, un hombre de edad indeterminada, renegrido por el sol y por el mar. Él se encargará de llevarnos a Isla Mujeres y de vuelta a Cancún. Además en el barco va otro chico, el ayudante, que es el que nos hará la comida y el “guía” de la excursión. Subimos al barco, nos ponemos los chalecos salvavidas y nos vamos. Vamos a parar en el arrecife a hacer snorkel antes de llegar a la isla. Esta barrera de coral es el segundo arrecife más grande del mundo, sólo superado por el de Australia. Llegamos al arrecife y nos tiramos al agua con nuestros chalecos y nuestros equipos de snorkel. Y por supuesto las cámaras acuáticas.
IMPRESIONANTE. Es súper bonito. Os dejo las fotos y juzgáis (aunque las fotos no son ni una décima parte de lo que es en realidad).
Finalizada nuestra excursión acuática nos dirigimos a la Isla. Por el camino se pueden ver los destrozos de los grandes huracanes (Wilma y compañía).
Llegamos a Isla Mujeres. Tiene un rollo muy guay y me encanta desde el minuto cero. Quedamos con nuestros anfitriones que en dos horas nos vemos en el barco para irnos a comer. Tenemos dos horas para explorar la zona de la Isla en la que estamos. Tenemos la opción de hacerlo a pie o alquilando el carrito de golf. El chico joven nos dice que el carrito de golf tiene su gracia pero que la isla es muy pequeña y que andando podemos hacerlo perfectamente, así que optamos por el transporte más antiguo del mundo, los pies.
Damos una vuelta por la isla. Me tiene enamorada. Recomiendo esta excursión 100%, no os vais a arrepentir. Os dejo las fotos.
Volvemos al barquito y nos vamos a comer, pero antes paramos en otra zona para hacer un poco de snorkel, ¡hay miles de peces!
Ahora sí que nos ponemos rumbo a donde vamos a comer. Allí podemos sacarnos una foto con el tiburón gato, pero decidimos que no la queremos porque está extremadamente drogado y no se mueve, es como si fuera un saco. Me parece demasiado cruel, así que, a otra cosa mariposa. Tardarán 1 hora en hacernos la comida así que nos vamos a la guardería de tortugas. Cuesta 20-30 pesos más o menos y es un edificio con muchas piscinas en las que hay cientos de tortugas separadas por edades. En una zona en el mar que está vallada tienen a las más grandes.
Nos vamos a la zona del restaurante y como la comida aún no está, nos tomamos unas cervecitas y nos damos un baño.
Ahora sí, vamos a comer. El menú es pescado (pez sierra) estilo Tikinxic que es un pescado asado con especias de la región. Si no nos gusta el pescado podemos pedir pollo asado, todo se sirve con arroz, espaguetis, ensalada y tortillas (lo que se pida aparte de esto se deberá pagar a parte) y por supuesto la salsa SÚPER PICANTE (Lorena lo puede corroborar jajaja). Está todo riquísimo, yo pido pescado y Iago pide pollo. Finalizada la comida, vamos a hacer unas últimas compras. Compramos un marco de fotos, una figura tallada de una tortuga, un imán y una caracola gigante. Todo muy barato y por supuesto, regateando.
Se acaba nuestro día en Isla Mujeres, ponemos rumbo a Puerto Juárez. Le damos la propina a nuestros maravillosos guías y chefs, han sido estupendos, así que nos despedimos de ellos y nos vamos a dar una ducha.
Ya está Juan esperándonos así que nos vamos al aire acondicionado del mini bus. Ponemos rumbo al hotel. Durante el trayecto nos reímos bastante con Juan, que califica a Salma Hayek como “chamaquita sabrosita”, lo cual nos hace partirnos de risa durante un buen rato. Llegamos por fin a los hoteles y cada cual a su nido.
Esta noche toca cena en el Punta Emilia, el restaurante de la playa. Nos ponemos guapos y allá vamos. Nos ponen bajo una carpa (hace bastante viento y han bajado los toldos) y nos traen la carta. Pedimos un arroz a banda para mí y una paella de marisco para Iago, y de entrante unas gambas al ajillo. Todo muy rico. Le ponemos un 8.5 de nota.
Terminamos de cenar y nos vamos al espectáculo del Riviera con los demás a tomarnos unos cócteles para terminar bien el día. No podía ser de otra forma.
Nos levantamos a las 6, preparamos los bártulos (equipo de snorkel, cámara acuática, toalla y muda de ropa) y nos vamos a desayunar algo al lobby del Riviera. A las 7 nos viene a buscar nuestro chófer. Nos llama Cristian, resulta que Miriam está enferma y no saben si podrán venir!! Llegan Lorena y Miguel, les explicamos la situación y que no cunda el pánico, toca a más por persona pero no nos vamos a arruinar.
Llega nuestro transporte, nuestro conductor es un chico muy majo de cuyo nombre no me acuerdo (soy lo peor, lo sé). Nos dirigimos al hotel donde están alojados Miriam y Crisitian y vemos aparecer a Miriam, ¡al final sí que viene!
Durante todo el trayecto vamos hablando con Juan (me invento el nombre, pero es que llamarle conductor me parece muy frío, además creo que sí que se llamaba Juan de verdad), que nos cuenta que hace apenas 30 años Cancún no era más que selva, y que fue convirtiéndose rápidamente en lo que es hoy en día. Nos explica lo que haremos hoy. De momento nos dirigimos a Puerto Juárez donde cogeremos el barco que nos llevará a Isla Mujeres.
Llegamos a Puerto Juárez, ahí nos presentan a nuestro “capitán”, un hombre de edad indeterminada, renegrido por el sol y por el mar. Él se encargará de llevarnos a Isla Mujeres y de vuelta a Cancún. Además en el barco va otro chico, el ayudante, que es el que nos hará la comida y el “guía” de la excursión. Subimos al barco, nos ponemos los chalecos salvavidas y nos vamos. Vamos a parar en el arrecife a hacer snorkel antes de llegar a la isla. Esta barrera de coral es el segundo arrecife más grande del mundo, sólo superado por el de Australia. Llegamos al arrecife y nos tiramos al agua con nuestros chalecos y nuestros equipos de snorkel. Y por supuesto las cámaras acuáticas.
IMPRESIONANTE. Es súper bonito. Os dejo las fotos y juzgáis (aunque las fotos no son ni una décima parte de lo que es en realidad).
Finalizada nuestra excursión acuática nos dirigimos a la Isla. Por el camino se pueden ver los destrozos de los grandes huracanes (Wilma y compañía).
Llegamos a Isla Mujeres. Tiene un rollo muy guay y me encanta desde el minuto cero. Quedamos con nuestros anfitriones que en dos horas nos vemos en el barco para irnos a comer. Tenemos dos horas para explorar la zona de la Isla en la que estamos. Tenemos la opción de hacerlo a pie o alquilando el carrito de golf. El chico joven nos dice que el carrito de golf tiene su gracia pero que la isla es muy pequeña y que andando podemos hacerlo perfectamente, así que optamos por el transporte más antiguo del mundo, los pies.
Damos una vuelta por la isla. Me tiene enamorada. Recomiendo esta excursión 100%, no os vais a arrepentir. Os dejo las fotos.
Volvemos al barquito y nos vamos a comer, pero antes paramos en otra zona para hacer un poco de snorkel, ¡hay miles de peces!
Ahora sí que nos ponemos rumbo a donde vamos a comer. Allí podemos sacarnos una foto con el tiburón gato, pero decidimos que no la queremos porque está extremadamente drogado y no se mueve, es como si fuera un saco. Me parece demasiado cruel, así que, a otra cosa mariposa. Tardarán 1 hora en hacernos la comida así que nos vamos a la guardería de tortugas. Cuesta 20-30 pesos más o menos y es un edificio con muchas piscinas en las que hay cientos de tortugas separadas por edades. En una zona en el mar que está vallada tienen a las más grandes.
Nos vamos a la zona del restaurante y como la comida aún no está, nos tomamos unas cervecitas y nos damos un baño.
Ahora sí, vamos a comer. El menú es pescado (pez sierra) estilo Tikinxic que es un pescado asado con especias de la región. Si no nos gusta el pescado podemos pedir pollo asado, todo se sirve con arroz, espaguetis, ensalada y tortillas (lo que se pida aparte de esto se deberá pagar a parte) y por supuesto la salsa SÚPER PICANTE (Lorena lo puede corroborar jajaja). Está todo riquísimo, yo pido pescado y Iago pide pollo. Finalizada la comida, vamos a hacer unas últimas compras. Compramos un marco de fotos, una figura tallada de una tortuga, un imán y una caracola gigante. Todo muy barato y por supuesto, regateando.
Se acaba nuestro día en Isla Mujeres, ponemos rumbo a Puerto Juárez. Le damos la propina a nuestros maravillosos guías y chefs, han sido estupendos, así que nos despedimos de ellos y nos vamos a dar una ducha.
Ya está Juan esperándonos así que nos vamos al aire acondicionado del mini bus. Ponemos rumbo al hotel. Durante el trayecto nos reímos bastante con Juan, que califica a Salma Hayek como “chamaquita sabrosita”, lo cual nos hace partirnos de risa durante un buen rato. Llegamos por fin a los hoteles y cada cual a su nido.
Esta noche toca cena en el Punta Emilia, el restaurante de la playa. Nos ponemos guapos y allá vamos. Nos ponen bajo una carpa (hace bastante viento y han bajado los toldos) y nos traen la carta. Pedimos un arroz a banda para mí y una paella de marisco para Iago, y de entrante unas gambas al ajillo. Todo muy rico. Le ponemos un 8.5 de nota.
Terminamos de cenar y nos vamos al espectáculo del Riviera con los demás a tomarnos unos cócteles para terminar bien el día. No podía ser de otra forma.