Hoy es nuestro último día en el Paraíso. A las 12:30 nos viene a buscar el autobús de Pullmantur, así que nos vamos a desayunar a eso de las 9 y rápidamente a la piscina a disfrutar de estas últimas 3 horas. Último atracón de bacon y huevos revueltos, como me gustan los desayunos de los hoteles, lo echaré de menos, y a la piscina. Allí están los chicos cántabros y al rato vienen Ari y Carlos y Lorena y Miguel.
Yo me dedico a aprovechar las últimas horas de sol que me quedan mientras Iago juega al waterpolo con los demás (yo es que lo de los deportes no lo llevo bien, y menos los que involucran un balón). Nos sacamos unas fotos de despedida y prometemos hacer una quedada (todavía pendiente chicos…) y nos vamos a la habitación a ducharnos y recoger todo.
Mientras estamos en la habitación nos llaman de recepción para preguntarnos si pueden venir a por las maletas (son las 12 en punto, vaya ansiosos dios mío), les pedimos 15 minutos más y nos dicen que a y cuarto se pasará el botones a por ellas. Ya lo tenemos todo, viene el botones a por las maletas y nosotros nos vamos andando al lobby a esperar a que nos vengan a buscar. Finalmente viene el bus y ponemos rumbo al aeropuerto. Parece que vamos a dar la vuelta al mundo, paramos en 25 mil hoteles por el camino para recoger a gente y estamos casi 2 horas en el bus. La guía nos pide perdón por este “pequeño” tour y por fin llegamos al aeropuerto. Cogemos las maletas y nos ponemos a la cola para facturar. Ya tenemos las tarjetas así que nos vamos para dentro a comer algo y hacer tiempo mientras viene el avión.
Decidimos comer en el Bubba Gump que hay cerca de nuestras puertas de embarque. Pedimos unas gambas picantes de primero y una hamburguesa con bacon y queso para compartir (estamos ya saturados de tanta comida). Está todo rico pero peca un poco de caro, aunque en el aeropuerto no nos esperábamos otra cosa. Nos vamos a la puerta de embarque y esperamos a que llegue el avión y comience el embarque.
Ya estamos en el avión, y yo no tardo ni 15 minutos en dormirme, soy lo peor. Al cabo de tres horas o así nos traen la cena. Ensalada de patata (patata, jamón y mayonesa), pollo con tomate y arroz, una tarta de chocolate y nata, café o té y agua o refresco. Todo muy rico. Me vuelvo a dormir, no sé qué me pasa. Duermo hasta que nos traen el desayuno a un par de horas de aterrizar. Bocadillo de jamón y queso con café o té, y un bizcochito. También muy rico todo. Otra vez en coma. Avisan de que estamos llegando y lucho por mantenerme despierta y aunque me cuesta un mundo lo consigo.
Llegamos por fin a Madrid y nos bajamos del avión. Vamos a ver si no se han perdido nuestras maletas. Está todo bien así que nos vamos a por el metro y a casa de nuestros amigos, nos han dejado las llaves así que perfecto. Llegamos y como todavía es por la mañana y seguimos cansados (esto del jet lag es un asco) dormimos un rato en el sofá y a eso de las 3 nos despertamos. ¿¡Qué ha pasado!? Venga, vamos a por el metro y aprovechar la tarde en Madrid, pero antes, bocata de calamares. Mmmm que bueno. Damos un paseo por el centro y a eso de las 8 decidimos volver a casa. Hoy dormiremos aquí y mañana temprano pondremos rumbo a Barcelona.
Se han acabado las vacaciones y toca volver a la rutina. Tengo depresión posvacacional.
Yo me dedico a aprovechar las últimas horas de sol que me quedan mientras Iago juega al waterpolo con los demás (yo es que lo de los deportes no lo llevo bien, y menos los que involucran un balón). Nos sacamos unas fotos de despedida y prometemos hacer una quedada (todavía pendiente chicos…) y nos vamos a la habitación a ducharnos y recoger todo.
Mientras estamos en la habitación nos llaman de recepción para preguntarnos si pueden venir a por las maletas (son las 12 en punto, vaya ansiosos dios mío), les pedimos 15 minutos más y nos dicen que a y cuarto se pasará el botones a por ellas. Ya lo tenemos todo, viene el botones a por las maletas y nosotros nos vamos andando al lobby a esperar a que nos vengan a buscar. Finalmente viene el bus y ponemos rumbo al aeropuerto. Parece que vamos a dar la vuelta al mundo, paramos en 25 mil hoteles por el camino para recoger a gente y estamos casi 2 horas en el bus. La guía nos pide perdón por este “pequeño” tour y por fin llegamos al aeropuerto. Cogemos las maletas y nos ponemos a la cola para facturar. Ya tenemos las tarjetas así que nos vamos para dentro a comer algo y hacer tiempo mientras viene el avión.
Decidimos comer en el Bubba Gump que hay cerca de nuestras puertas de embarque. Pedimos unas gambas picantes de primero y una hamburguesa con bacon y queso para compartir (estamos ya saturados de tanta comida). Está todo rico pero peca un poco de caro, aunque en el aeropuerto no nos esperábamos otra cosa. Nos vamos a la puerta de embarque y esperamos a que llegue el avión y comience el embarque.
Ya estamos en el avión, y yo no tardo ni 15 minutos en dormirme, soy lo peor. Al cabo de tres horas o así nos traen la cena. Ensalada de patata (patata, jamón y mayonesa), pollo con tomate y arroz, una tarta de chocolate y nata, café o té y agua o refresco. Todo muy rico. Me vuelvo a dormir, no sé qué me pasa. Duermo hasta que nos traen el desayuno a un par de horas de aterrizar. Bocadillo de jamón y queso con café o té, y un bizcochito. También muy rico todo. Otra vez en coma. Avisan de que estamos llegando y lucho por mantenerme despierta y aunque me cuesta un mundo lo consigo.
Llegamos por fin a Madrid y nos bajamos del avión. Vamos a ver si no se han perdido nuestras maletas. Está todo bien así que nos vamos a por el metro y a casa de nuestros amigos, nos han dejado las llaves así que perfecto. Llegamos y como todavía es por la mañana y seguimos cansados (esto del jet lag es un asco) dormimos un rato en el sofá y a eso de las 3 nos despertamos. ¿¡Qué ha pasado!? Venga, vamos a por el metro y aprovechar la tarde en Madrid, pero antes, bocata de calamares. Mmmm que bueno. Damos un paseo por el centro y a eso de las 8 decidimos volver a casa. Hoy dormiremos aquí y mañana temprano pondremos rumbo a Barcelona.
Se han acabado las vacaciones y toca volver a la rutina. Tengo depresión posvacacional.