5ª Etapa Agrigento , Valle de los Templos
La recomendación de Francesco, dueño del B&B , fue ir por la tarde al valle de los Templos, , porque la luz al atardecer engrandecía el espectáculo, y así decidimos empezar por Agriegnto. Lo primero que hay que decir es que es una ciudad incómoda , toda en cuesta y con escaleras por todos los sitios, para poder desplazarnos. Esto significa que nos cansamos bastante y cuando haces un resumen es que no es nada del otro mundo , pero el B&B y el Valle , bien merecen una visita. Desayunamos en la terraza de forma exquisita , rodeado de plantas y con el paseo de los gatos que tiene el dueño, una buena bollería , frutas embutidos y un gran capuccino . La verdad es que nos costó tiempo arrancar , se estaba tan bien con los primeros rayos de sol, que no invitaba a afrontar la dura jornada que teníamos por delante.
[align=center]Puerta de Casco antiguo de Agrigento
[align=center]Puerta de Casco antiguo de Agrigento
Empezamos a subir hasta la Catedral que data sus inicios en el siglo XI y que ha sido muy modificada en el tiempo. Destaca su bello y trabajado artesonado . Bajando por callejuelas y pasajes peculiares llegamos hasta la Chiesa di Santa María dei Greci , una iglesia asentada sobre un templo del siglo V ,dedicada a Atenea. Seguimos bajando hasta llegar al Monasterio di Santo Spirito construida en el 1290. Pasamos un bello pórtico gótico y visitamos la iglesia con una de las monjas del Cister que está en el Monasterio y fue la que nos enseñó los bellos estucos que alberga
esta pequeña iglesia. A la salida nos invitó a comprar los deliciosos dulces de almendra ( dolci di mandorla ) , couscous di pistaccio y bucellati ( rellenos de higos ) que ellas hacen.
Poco mas había que hacer , y nos fuimos a una terraza en un parque , al final de la
calle Atenea, donde vimos como los hombres del lugar se tomaban un café expresso con un vaso de agua , discutían de política , pues ese día eran las elecciones municipales. Se nos hizo la hora y nos fuimos a otro restaurante, el Ruga Reale, recomendado por Francesco en un patio escondido , pero que debido al calor que hacía, el entorno dentro de él, sombreado y un edificio antiguo se estuviera
muy a gusto. Comimos bien, y como algo distinto a lo que habíamos probado días previos, fue probar sarde a beccafico, sardinas rellenas encima de una tosta de pan. Me gustaron, tenía el sabor de la sardina justo , amortiguando el sabor especial que dejan y haciéndolas muy agradables.
La tarde era larga, el hotel tentador, así es que optamos por echar una siesta hasta las cinco y media y salir hacia el Valle de los templos. Si hiciera mucho calor , llevar agua y sombrero, es un recorrido por un camino de piedras , con escasa sombra y mas o menos de 3 km . El Valle de los Templos de Agrigento, (antigua Akragas) Patrimonio de la Humanidad , está al sur de la ciudad y a unos tres kilómetros del centro, y aparcamos en el lado oriental en un parking de pago, cerca del templo de Hera y principio del recorrido.
Akragas fue descrita por Píndaro como “la más hermosa de las ciudades mortales”. Fundada en el 580 a.c conservó su esplendor hasta el 406 a.C. cuando los cartagineses sitiaron y saquearon la ciudad que albergaba 200.000 habitantes. Los templos griegos de Agrigento son todos de estilo dórico y si bien su estado de conservación varía en función de cómo les afectaron terremotos y expolios, merece la pena no perderse nada del itinerario. Restos bien conservados de tres templos
y las ruinas algo disgregadas de otros cinco constituyen uno de los mejores yacimientos arqueológicos de Sicilia. Los templos de Hera, la Concordia y el de Heracles, son uno de los mejores ejemplos de templos griegos en el mundo y hay un dicho entre los estudiantes de arte: si quieres ver templos griegos, no viajes a Grecia, sino al sur de Italia.
El primero es el templo de Giunone , Juno, también conocido como de Hera, domina la cima del Valle de los templos , y está precedido por un gran altar para sacrificios. Data del 450 A.C. y conserva la fila de columnas septentrional y parcialmente la de los otros tres lados. A través de un camino empedrado seguiremos el recorrido hasta el Templo de la Concordia. Es el templo mejor conservado, por dos razones una porque se construyo una basílica cristiana y se reforzó su estructura y porque bajo la roca donde se asienta hay una capa de arcilla que actúa como absorbente natural contra las sacudidas de los terremotos. Es grandioso con 42 metros de largo por 19,5 de ancho y fue levantado entre el 450 y el 400 A.C. Consta de 34 columnas,
antiguamente recubiertas de estuco blanco y conserva las arcadas abiertas entre las columnas. Posteriormente en 1748 el templo de la Concordia fue restaurado-
El Templo de Hércules es el más antiguo de los templos conservados en Agrigento, fechado en el 510 A.C. Restaurado en 1924, se levantan sobre su base 8 de las 38 columnas originales.
Si nos desviamos momentáneamente del recorrido hallaremos la Tumba de Terón ,
monumento funerario del siglo I A.C., con planta cuadrada coronado por una torre con las puertas ciegas talladas en piedra calcárea y columnas dóricas coronadas por capiteles jónicos en los ángulos.
Pasando por un pequeño puente sobre la carretera que va a hacia San Leone , pasamos a la zona occidental donde nos encontramos con las ruinas del Templo di Giove o de Zeus Olímpico. Su basamento ocupaba como un campo de fútbol. El tamaño de los sillares, los gigantescos fragmentos de columnas y los telamones o atlantes, restos en los que se vislumbran sus formas, colosales de ocho metros , sirven para hacerse una idea del proyecto grandilocuente del tirano Terón. Fue destruido primero por los cartagineses y después por un terremoto.
Tras el templo de Júpiter se encuentra el Templo de Castor y Pólux, reconstruido en el XIX con elementos combinados de otros templos. Tras su construcción en el siglo V A.C. este templo de 34 columnas fue gravemente dañado por el saqueo de los cartagineses y más adelante por los terremotos. A mi me dejó impresionado lo que queda de este templo, la estética de la soledad de las cuatro columnas y el capitel al atardecer le dan una atmósfera, mágica, única .
Mas adelante está el Giardino della Kolymbreta y el templo de Vulcano , pero decidimos volver sobre nuestros pasos y ver el sol del atardecer , proyectar sobre los templos y ver como el color era mas rojo, mas intenso. Un verdadero placer para la vista, tenía razón Francesco.
Volvimos extasiados a Agrigento por la visita.
Tuvimos suerte y encontramos sin reservar sitio en la terraza del restaurante Opera.
Había sido un día largo y acabamos cansados por lo que nos fuimos al hotel y pasamos un rato charlando bajo las estrellas en una de las preciosas terrazas que tiene.[/align]