7ª Etapa : Palermo, martes 13 de junio ✏️ Diarios de Viajes de Italia

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7ª Etapa : Palermo, martes 13 de junio


Continuamos por el cercano Oratorio del Rosario di San Domenico, la sala está llena de estucos y con las figuras de la Obediencia, Liberalitas, Fortitude y Sapientia relizadas por Serpotta. En el fondo y presidiendo la sala se encuentra el fantástico retablo, donde destacan el color rojo y azul, de Van Dyck “La Virgen del Rosario” con Santo Domingo y las patronas de Palermo . Cerca esta el complejo de San Doménico que rodea la plaza del mismo nombre, y pasamos a ver la Iglesia , y en uno de los laterales observamos que en una capilla había gente que rezaba con devoción, ponía flores o besaba la lápida : allí estaba enterrado el Juez Falcone , entendimos en ese momento lo que había supuesto su figura y su asesinato en la rehabilitación social y cívica de Palermo y de Sicilia.

Veníamos ilusionados por visitar los mercados de Palermo y fuimos a ver el de la Vucciria y fue un fiasco total, había algunas tiendas antiguas y algún puesto destartalado pero no con la animación y el encanto que esperábamos. Así es que a falta de lo que esperábamos , nos dirigimos hacia el centro neurálgico de la ciudad : la Piazza Pretoria, bordeada por imponentes edificios e iglesias y con su Fontana della Vergogna , llamada así por el escándalo que en su momento supuso la desnudez de sus figuras para los decorosos sicilianos de aquel momento. Adyacente a esta plaza está la de Bellini, en la que los distintos estilos y épocas la podrían hace discordante , pero hacen que su espacio sea equilibrado y armonioso ; es llamada así por el teatro construido en honor del compositor siciliano Vencenzo Bellini, y que ocupa la parte oriental de la plaza. Al primer lugar que pasamos fue a la Chiesa di Santa Caterina , en el lado norte de la plaza, construida entre 1580 y 1596, sobre los cimientos de la anterior iglesia conventual, mezcla el estilo renacentista tardío del exterior con el barroco del interior. Posee en el interior unos de los conjuntos decorativos en mármol mas imponentes que se pueda encontrar en el barroco de Palermo; destacan los frescos de la nave central y de la cúpula, de Filippo Randazzo y Vito D'Anna, dos de los maestros de la primera mitad del siglo XVIII . En el año 1769 Francesco Sozzi pintó la bóveda del coro alto, que se halla sobre la entrada, y del sotocoro. En el brazo derecho del transepto se halla un monumental altar barroco, dedicado a Santa Catalina.


En la misma plaza nos dirigimos a Chiesa di Santa María dell'Ammiraglio, también llamada la Martorana. Las formas originales normandas fueron modificándose en los siglos XVI-XVII, cuando se añade la fachada barroca y se cambia la planiometría, la reforma transformó la planta originaria de cruz griega en cruz latina, con tres naves, dos capillas laterales y un amplio coro alto situado sobre el nuevo portal al que, desde entonces, se accede a través del pórtico del campanario. A través del elegante campanario-pórtico de cuatro plantas con ventanas geminadas y delicadas columnas ornamentadas (siglo XII) accedemos al interior, dividido claramente en dos partes, una la original , con los techos decorados de mosaicos bizantinos (anteriores a los de la Capilla Palatina y más ricos), y otra con dos naves, añadidas en el XVII, con frescos de Borremans.


Nada mas salir nos encontramos con la Chiesa Capitolare di San Cataldo , iglesia árabe-normanda fundada alrededor de la mitad del siglo XII. El exterior de la iglesia de San Cataldo está caracterizado por las tres cúpulas que cubren su nave central, presentes en muchos folletos turísticos y que se han convertido en un icono de la ciudad, por la elegante moldura cincelada que enmarca la cornisa superior del edificio y por las celosías de las ventanas que recuerdan las del arte hispano-árabe. El interior es muy sencillo. Las paredes, los arcos, las bóvedas y la cúpulas muestran la piedra caliza sin ningún otro revestimiento que la capa de cal, ya muy desgastada, aplicada en un reciente pasado. El único ornamento presente son las 12 columnas que se hallan en la iglesia. Todo el suelo de la iglesia presenta un mosaico creado sobre un fondo de mármol blanco en el cual se injertan unas teselas de mármoles de color y de piedras duras.


Se nos echaba la hora de comer , y decidimos ir a un restaurante cercano y con unas buenas referencia, se llama “Al Ferro di Caballo” , lugar pequeño, bullicioso , con camareros simpáticos , amables y dispuestos ayudarte en tu indecisión sobre los platos a escoger, todos ellos con unos precios de otros tiempos : el antipasti de 4 a 6€, los platos de pasta 6€, los de cuchara 5€ , los segundos 8€ y los postres entre 2 y 3€. Todo ello en una atmósfera bulliciosa con gente diversa, turistas y locales, con una decoración de fondo rojo y con cientos de cuadros realizados por los clientes, supongo, nada del otro mundo pero simpáticos y alegres. El fondo de una de las paredes hay un cuadro pintado sobre la pared de lo mas curioso ¿ una pelea de dos sicilianos por una mujer ?. Bueno al final comimos de maravilla , pasta por supuesto y de antipasti unos involtini di melanzane y polpette de sarde y de carne sorprendentes. Por supuesto los cannoli, ¿ tal vez los mejores ?, y nuestro vino blanco de la casa a 6€, mejorable por cierto, y birras de tamaño 66 cl. Por 3€. Nos pareció tan bueno y barato , que volvimos al día siguiente. La factura alrededor de 65€ para cuatro personas. Altamente recomendable.
La vida del turista es dura y así tuvimos que continuar , en este caso buscando la sombra, pues hacia un calor sofocante . Pusimos nuestros pasos hacia la Capella Palatina por la Vía Vittorio Emmanelle, pasando antes por los Quatro Canti y admirarlos de nuevo. Pasada la catedral , que la visitaríamos a la vuelta, nos sentamos en un parque a tomar un helado , y una de las multitud de chicas que distribuyen propaganda nos indicó que en cinco minutos salía un autobús para Monreale. Nuestra intención no era esa , pero el cansancio, el pensar que no teníamos que coger el coche , que nos llevaban en un autobús descapotable , con explicaciones y con aire fresco, decidimos cogerlo e ir a Monreale. Todo por 10€ cada uno.
Monreale es una pequeña ciudad de unos 39 mil habitantes a 13 km de Palermo que se halla en una ladera del Monte Caputo, cuya alta cumbre (764 metros) domina toda el área de la Conca d'Oro. Debido al desarrollo urbano de Palermo en la segunda mitad del siglo pasado, Monreale se ha fusionado con el área metropolitana de la capital. Dentro del casco histórico se encuentra el motivo de nuestra visita y la de miles de turistas que acuden a Palermo: La Catedral de Santa María la Nueva . Bajo la sugerente excusa de que un sueño-visión en el cual encontraba un tesoro oculto por su padre, el rey normando Guillermo II llevo a cabo la construcción de una de las catedrales más bellas de Europa. Musta’izz bi’llah “El que exalta a a Dios” como gustaba autodenominarse el rey normando, tenía minada su autoridad ante la ostentación de poder del arzobispo inglés de Walter of the Mill, que había recabado apoyos entre la nobleza local. Con objeto de combatir ese foco de poder, el rey Guillermo II financió las obras de la catedral de Monreale contentando al Papado de tal manera, que el Papa concedió su bendición convirtiendo el templo en Catedral y al Abad en Arzobispo desafiando la autoridad de Walter. La consecución de una obra fue sumamente veloz, ya que en diez años las obras fueron acabadas, constituyendo un misterio su financiación. Sea como fuese la catedral de Monreale se convirtió en el edificio normando más importante de Europa, al tiempo que significó una simbiosis de la aplicación de las corrientes artísticas árabes y europeas conjuntando los mosaicos medievales más grandiosos de toda la Edad Media.
La sublimidad de la obra no es apreciable desde el exterior, la fachada queda, como en la Catedral de Cefalù, enmarcada entre dos altas torres de las cuales la izquierda quedó dañada por un rayo en 1807. Entre las dos torres, como en la de Cefalù, se ha añadido un pórtico (1770) de aspecto neoclásico. Sobre el pórtico, para eso hay que alejarse hasta el otro lado de la plaza, pueden verse las típicas decoraciones normandas del segundo cuerpo de la fachada, donde se abre la ventana de arco apuntado de la nave central.

Los mosaicos del interior , necesitaron 2.200 Kg de oro y cubren casi 6.000 metros cuadrados de superficie. No fueron finalizados hasta 1182 y participaron artistas griegos, bizantinos sicilianos y probablemente artistas venecianos enviados por el Papa para los mosaicos posteriores de la nave y los muros. La temática abarca la Creación hasta la Pasión de Cristo, siguiendo una cronología lineal en el sentido de las agujas del reloj. El ábside lo preside un Pantocrator que corona la jerarquía de Virgen, ángeles y santos. Los transeptos contienen los cuerpos de los Reyes Guillermo I y II al sur (derecho), y de Margarita, Roger y Enrique, la mujer e hijos de Guillermo I al norte (Transepto izquierdo).
Después de estos datos , sacados de distintas fuentes, para cultos y estudiosos , puedo decir que hasta ese momento no había visto nada parecido, el esplendor de los mosaicos , en mi modesta opinión, superan a San Marcos en Venecia , Santa Sofía en Estambul y la Iglesia de San Salvador de Chora también en Estambul y que para mi , hasta ese momento, era lo mejor que había visto.

Nos encaminamos en el autobús de vuelta a Palermo todavía extasiados por lo contemplado en Monreal, y cuando llegamos fuimos , estaba en frente , a la Catedral de Palermo. Fue construida en 1185, al mismo tiempo que la de Monreale(1189) pero, debido a las numerosas intervenciones arquitectónicas que se han sucedido a lo largo de los siglos, su estilo árabe-normando originario se ha ido modificando, tanto en el exterior como en el interior. En el exterior, desde el siglo XIII hasta el XV, se han ido añadiendo nuevas estructuras inspiradas en el gótico. Entre 1781 y 1801 se acometió una radical reforma de todo el edificio en clave neoclásica. . A lo largo de los últimos tres siglos el interior de la Catedral ha sido tan profundamente modificado que se han perdido sus características originarias. Actualmente lo que unifica todos los elementos de su interior es el estilo neoclásico que fue introducido durante la gran reforma de las últimas dos décadas del siglo XVIII. El resumen seria un impactante exterior y un interior decepcionante.

Volvimos al hotel a descansar un rato y poder ir a cenar. Por cierto en la zona que estabamos , y en la una zona peatonal enfrente del hotel en Vía Ruggiero Settimo, donde tomábamos algún café o aperol, típico refresco sin alcohol de Italia, nos asediaban continuamente gente pidiendo, no una vez sino varias y de forma continuada y no siendo yo amigo de dar dinero de esta forma , siempre lo hago con educación diciendo que no , pero me sorprendió mucho la actitud de los parmelitanos, hosca y casi violenta hacia ellos. Tal vez lo sufren de forma exagerada.
Nos fuimos a cenar a un restaurante cercano, pues al que pretendíamos estaba completo y aprovechamos para reservar al día siguiente, y como no queríamos andar mucho mas optamos por una pizzeria restaurante con un patio tranquilo: Ristorante Pizzeria al 59. Pedimos pizzas , una para cada uno pero eran enormes y no pudimos acabarlas , tampoco eran nada del otro mundo.[/align]

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