NUESTRA RUTA POR LA SORGUE Y EL LUBERON
Pays des Sorgues et des Monts de Vaucluse
Se extiende por la llanura de Avignon hasta los pies de las primeras estribaciones de los montes de Vaucluse. Puerta de entrada al parque regional del Luberon, esconde en La Fontaine el origen secreto de un río legendario que fluye por todo el territorio llenándolo de vida y riqueza.
Conoció la dominación romana y posteriormente en la Edad Media formó parte del Comtat Venaissin, condado de los papas de Avignon. Actualmente es un lugar muy visitado, además de por su peculiar orografía, por sus mercados provenzales y sus ferias de antigüedades en L'Isle-sur-la-Sorgue.
Conoció la dominación romana y posteriormente en la Edad Media formó parte del Comtat Venaissin, condado de los papas de Avignon. Actualmente es un lugar muy visitado, además de por su peculiar orografía, por sus mercados provenzales y sus ferias de antigüedades en L'Isle-sur-la-Sorgue.
La Sorgue
Es un interesante río de Vaucluse de modesto recorrido, que nace de una potente surgencia en la Fontaine de Vaucluse. Recorre la gran llanura entre el Luberon y Avignon dividiéndose en una gran cantidad de canales y cursos.
En el lugar Partage des Eaux, el rio se divide en dos cursos principales, la Sorgue Velleron y la Sorgue Entraigues. Este último al llegar a la ciudad de L'Isle-sur-la-Sorgue, se vuelve a dividir para rodear completamente el casco urbano. Después de numerosas ramificaciones estos dos cursos vuelven a unirse mas adelante para desembocar en el rio Ouvèze, que es un afluente del Rodano.
Uno de estos canales, el de Vaucluse, se desvía hacia la ciudad de Avignon entrando por la Puerta Limbert hacia la tipica “rue des Teinturiers” (calle de los Tintoreros), que tendremos ocasión de ver en nuestra próxima visita a Avignon.
Nuestra intención es visitar estos lugares por la mañana para continuar por la tarde con la ruta de los pueblos del Luberon. L'Isle-sur-la-Sorgue esta a menos de 1 hora, a unos 55 km. de Vallabregues. Queremos ir por la D28, pasando por Graveson y Châteaurenard, pero el cruce del río Durance y de la A7 (Autoroute du Soleil), se nos va complicar por obras en la carretera, que nos van a retrasar bastante.
El rio Durance es un importante afluente del Rodano, que nace en los Altos Alpes y discurre prácticamente por todos los departamentos de la región, en unos casos atravesándolos y en otros haciendo de frontera entre ellos. En este caso pasamos del departamento de Bocas del Rodamo al de Vaucluse, donde vamos a pasar el resto del día.
El rio Durance es un importante afluente del Rodano, que nace en los Altos Alpes y discurre prácticamente por todos los departamentos de la región, en unos casos atravesándolos y en otros haciendo de frontera entre ellos. En este caso pasamos del departamento de Bocas del Rodamo al de Vaucluse, donde vamos a pasar el resto del día.
L'Isle-sur-la-Sorgue
Nos dirigimos en primer lugar a L'Isle-sur-la-Sorgue, que es una pequeña ciudad de cerca de 20.000 habitantes. Esta villa debe su existencia y fisonomía a la Sorgue, que rodea el casco urbano dejando la ciudad vieja en el interior de la isla formada por los canales.
Se cita que desde la Baja Edad Media sus habitantes vivieron de la pesca en el río. Posteriormente la Sorgue proporcionó energía a la industria gracias a la instalación de molinos de aspas movidos por las aguas de los canales.
Aun existen algunos de estos molinos que ayudaban en la fabricación de la lana y la seda. A lo largo de los siglos los molinos también han servido como molinos de harina, de granos y para prensar la aceituna.
Hoy día, la principal industria es el turismo y los canales de la Sorgue junto con los molinos de aspas constituyen un importante reclamo turístico para la villa al proporcionarles un aspecto singular y pintoresco.
El otro gran atractivo de la villa son sus ferias y mercados de gran relevancia en la región. Todos los domingos se celebra un gran mercado provenzal generalista, que se extiende por todo el casco histórico.
A orillas del Sorgue, en los llamados muelles, quai Jean Jaurès y Quai Rouget de l'Isle, se localizan los puestos más ambulantes adosados a los inevitables furgones con la habitual oferta de ropa, bisutería, complementos, flores y plantas. En la calle del casco, rue Carnot, Plaza de la Libertad y rue Goudard entre otras, encontramos puestos de mercado mas autóctonos, con frutas y verduras, pescado y marisco, productos de lavanda y jabones, etc. También se encuentran abiertas gran parte de las tiendas y negocios de la ciudad
Esta muy aconsejado acudir a este mercadillo antes de las 9 de la mañana para poder encontrar aparcamiento en zonas céntricas. A nosotros se nos ha hecho demasiado tarde y después de muchas vueltas y esperas tenemos que aparcar en las afueras de la población.
Este mercado es casi tan antiguo como el origen de la propia villa en el siglo XII y se considera de los más concurridos y animados de la Provenza junto con el de Saint Remy de Provenza. Además de este mercado de los domingos, hay otros los lunes y los jueves, principalmente de productos locales.
El primer domingo de Agosto, se celebra la apoteosis del mercado flotante, que se suma al mercado dominical. Consiste en una especie de desfile promocional por el río de las tradicionales barcas de pesca (chin-nego), algo parecidas a las góndolas venecianas, que van cargadas de productos de la tierra: frutas, verduras, flores, etc., acompañados de música, cánticos y trajes típicos. Lo pero será seguramente el gentío que atrae este acontecimiento.
El primer domingo de Agosto, se celebra la apoteosis del mercado flotante, que se suma al mercado dominical. Consiste en una especie de desfile promocional por el río de las tradicionales barcas de pesca (chin-nego), algo parecidas a las góndolas venecianas, que van cargadas de productos de la tierra: frutas, verduras, flores, etc., acompañados de música, cánticos y trajes típicos. Lo pero será seguramente el gentío que atrae este acontecimiento.
L'Isle-sur-la-Sorgue, es además uno de los principales centros de Francia en el mercado profesional de antigüedades. Hay numerosas tiendas de antigüedades de muebles, pinturas y otros objetos de arte. Esta importante actividad económica tiene su punto culminante con la celebración, en Semana Santa y el 15 de agosto de cada año, de una Feria Internacional de la Pulga y Antigüedad de gran relevancia en toda Europa.
Como en todas las ciudades de la Provenza, el arte representado por la pintura y la escultura tiene su acogida en centros y galerías de arte que abundan por doquier en los núcleos urbanos. Cada segundo sábado tiene lugar la Fiesta de los Artistas junto a los muelles.
Con tanto barullo de ferias y con las calles atestadas de gente y ocupadas por los puestos de venta y sus transportes, es difícil apreciar la belleza y virtudes de esta villa, a menos que se visite con mayor tranquilidad en día laborable.
Con tanto barullo de ferias y con las calles atestadas de gente y ocupadas por los puestos de venta y sus transportes, es difícil apreciar la belleza y virtudes de esta villa, a menos que se visite con mayor tranquilidad en día laborable.
Le Partage des Eaux
En las afueras de L'Isle-sur-la-Sorgue, a final de una zona urbanizada de chalets, se halla el lugar donde la Sorgue se divide en dos vias fluviales, la Sorgue Velleron y la Sorgue Entraigues.
Es una divisoria natural de aguas que vierte las aguas procedentes de la Fontaine de Vaucluse a la izquierda hacia hacia Velleron y a la derecha hacia L'Isle-sur-la-Sorgue. Es un gran remanso de agua cristalina de gran belleza.
Esta prohibido el baño, aunque es posible refrescarse los pies en las frescas aguas. Las riberas están cubiertas de un espeso bosque de alisos, olmos, fresnos y álamos.
Es lugar de descenso de canoas y también de pesca sin muerte de carpas, truchas y lucios.
Al borde de nuestra orilla hay una esplendida zona de picnic que se disputan multitud de domingueros, así como un restaurante (la Guinguette) con magnificas vistas hacia el río.
En resumen, se trata de un lugar perfecto para una breve parada y liberarse del agobio del mercado, o bien para disfrutar del paisaje y de la oferta gastronómica.
La Fontaine de Vaucluse
En unos 10 minutos por la D25 llegamos a La Fontaine. Desde la llanura nos hemos ido acercando a unos acantilados calizos que forman parte del sur de los montes de Vaucluse.
El pequeño pueblo de La Fontaine se encuentra al borde del Sorgue en el fondo de un estrecho valle, en cuya cabecera se localiza la fuente donde nace el rio.
Este lugar que fue frecuentado por los romanos, tambiénr conserva huellas de sus industrias de papel y de sus molinos de palas de madera. Moulin Vallis Clausa es un molino tradicional con tiendas y visitas didácticas guiadas.
Hay varios restaurantes muy atractivos con terrazas colgadas sobre la corriente en los márgenes del Sorgue, cuyos fondos están aquí esta poblados con numerosas plantas acuáticas flotantes. El valle es umbrío, poblado de árboles y vegetación de ribera.
Hay una gran afluencia de coches y de algunos autocares que traen a una gran cantidad de visitantes, que formando una larga hilera se dirigen al paseo que bordeando el río sube hacia los acantilados.
En su mayor parte, el camino esta flanqueado de tiendas de souvenir y casetas de ventas de comida rápida bebidas y helados, hasta el punto de resultar incongruentes con un lugar de grandes valores naturales y paisajísticos.
La última parte del camino es algo mas dura, pues sube por la ladera hasta asomarse a unos 50 m. por encima de la fuente. En todo caso, el trayecto total es corto, menos de 1 km. y todo el mundo, desde bebes hasta ancianos, llegan hasta el final para contemplar el misterioso origen de las aguas del Sorgue.
En la base del acantilado en una oquedad en la roca se abre una obscura sima cubierta de agua. En épocas de mayor surgencia de la fuente, el agua cubre toda la fosa formado un pequeño lago.
Esta fuente tiene el flujo de agua más grande de Francia y aunque no es una excepción en la naturaleza, ha sido muy estudiada por científicos e investigadores, hasta el punto, que ha dado nombre a todas las fuentes de este tipo: "fuentes vauclusianas”. Son manantiales intermitentes que surgen de una red subterránea de depósitos y galerías procedentes de la captación natural de aguas por filtración en terrenos kársticos.
Esta fuente tiene el flujo de agua más grande de Francia y aunque no es una excepción en la naturaleza, ha sido muy estudiada por científicos e investigadores, hasta el punto, que ha dado nombre a todas las fuentes de este tipo: "fuentes vauclusianas”. Son manantiales intermitentes que surgen de una red subterránea de depósitos y galerías procedentes de la captación natural de aguas por filtración en terrenos kársticos.
Los investigadores han llegado a descender hasta los 200 metros en el interior del pozo, y hasta los 308 metros con robots submarinos, lo que da idea de la magnitud de este fenómeno natural.
La infiltración del agua de la lluvia y nieve del área de los Montes de Vaucluse situados al norte, incluyendo el Monte Ventoux y la Montaña de Lure, se deposita en esta zona baja almacenando en el subsuelo una enorme cantidad de agua.
La infiltración del agua de la lluvia y nieve del área de los Montes de Vaucluse situados al norte, incluyendo el Monte Ventoux y la Montaña de Lure, se deposita en esta zona baja almacenando en el subsuelo una enorme cantidad de agua.
Después de la visita a la fuente decidimos comer algo en pueblo, pues se hace muy tarde para los horarios habituales del país. Se dice que el francés de la Provenza tiene un reloj en el estomago y que respeta escrupulosamente el ritual del mediodía para dejar el trabajo durante el disfrute de un largo almuerzo.
Al regresar al coche, que hemos dejado muy a las afueras, tuvimos ocasión de comprobar esta afirmación. Al llegar al pueblo, sobre la una de la tarde, encontramos cerrado el gran aparcamiento que teníamos grabado en el GPS, pese a que veíamos varios huecos de estacionamiento libre. Ahora, a las tres vemos regresar a la guardiana que abre de nuevo los aparcamientos, que ha tenido cerrados sin remordimientos.
Hace mucho calor al sol y las chicharras cantan estridentemente a nuestro alrededor, mientras buscamos la D100A, la route touristique de Gordes, que nos adentra en el vecino parque natural del Luberon.
Al regresar al coche, que hemos dejado muy a las afueras, tuvimos ocasión de comprobar esta afirmación. Al llegar al pueblo, sobre la una de la tarde, encontramos cerrado el gran aparcamiento que teníamos grabado en el GPS, pese a que veíamos varios huecos de estacionamiento libre. Ahora, a las tres vemos regresar a la guardiana que abre de nuevo los aparcamientos, que ha tenido cerrados sin remordimientos.
Hace mucho calor al sol y las chicharras cantan estridentemente a nuestro alrededor, mientras buscamos la D100A, la route touristique de Gordes, que nos adentra en el vecino parque natural del Luberon.