Empezamos el día prontito, que queríamos llegar de los primeros al Museo d’Orsay! No os voy a engañar, era uno de los principales motivos de mi vuelta, el impresionismo es mi estilo favorito y estaba deseando ver el museo, icono de ello. Así que, dando un paseíto, llegamos al museo a las 9:30, hora de su apertura. El paseo desde Opera es ir a la Plaza de la Vendome, y seguir recto atravesando el Jardín de las Tullerias y el Sena.
Un apunte: agosto debe ser el mes clave ya que no había casi gente en general en los sitios (en cuestión de colas y demás) y el tiempo fue muy bueno, sin llegar a ser el calor agobiante de Madrid. Como os comentaba en mi primer día, cogimos las entradas del Museo en el aeropuerto, pero no habría hecho falta ya que no había gente. La entrada son 12€, menores de 26 años de la UE gratis. El Museo… una pasada si os gusta ese tipo de arte es visita recomendada en vuestra vida sin duda. Vi uno de mis cuadros favoritos Noche Estrellada de Van Gogh, así como otros cuadros icónicos suyos como La Habitación pero había otros cuadros de Manet, Monet, Renoir, Cezanne…. De este último era la exposición temporal, que entra con la misma entrada. De verdad, muy recomendable cada cuadro es más bonito que el anterior. Y el museo en si, muy bonito también, era una antigua estación y verlo con escultura de Rodin lo hace más especial aún:
Tras salir del museo, nos encaminamos al otro: al Museo del Louvre. No entramos dentro, porque en mi primera visita ya lo hice, y para ello necesitas muchas horas, que no teníamos. Por lo tanto, nos hicimos unas fotitos por fuera y en la Piramide y ale a atravesar el carrusel y enfilar el Jardin de las Tullerias hasta la Plaza de la Concorde.
La Plaza de la Concorde, no sé porqué, la tenía borrada de mi memoria. No sé si me arrepiento o no, porque la sorpresa de ver semejante plaza con los Campos Elíseos y el Arco de Triunfo de fondo, Los Invalidos y el museo de L’Orangerie por un lado, por el otro la Iglesia de la Madeleine, la FIA y el hotel de Crillon y al otro fondo, las Tullerías y el Louvre… mágico de verdad, ponerse en medio y ver semejante explosión arquitectónica. También se puede observar más edificios como la Embajada de los Estados Unidos, el Ministerio de Asuntos Exteriores, el Petit Palais, o la Assemblee Nationale Palais Bourbon.
Para terminar la mañana, entramos dentro de la Iglesia de la Madeleine, que, por cierto, andaba en obras y deslucía bastante con semejante andamio.
Para comer, lo hicimos de camino a nuestro hotel en Prêt a Manger por 27€.
Por la tarde, decidimos recorrer una zona nueva: La zona de la Bastilla. La Plaza de la Bastilla ya os digo que es una rotonda más, sí tiene una columna, pero vamos a su alrededor pasan coches y es de lo más normal todo. La parada de metro, por cierto, es Bastille, con las líneas 1-5 y 8 (que fue la que cogimos).
Cerca de allí está la pintoresca Plaza de los Vosgues. Para llegar desde la Bastilla, lo haces desde el Boulevard Beaumarchais (que si venís desde la línea 8 y salís por la salida más cercana, no queda lejos) y después la rue St. Gilles. La Plaza estaba llena de gente aprovechando el buen tiempo, y la verdad que, pese a ello, era muy relajante.
Después, nos fuimos por la rue St. Antoine (con buenas boutiques por cierto y no demasiado mal de precio) que se convierte en la famosa rue Rivoli, que desemboca en la Plaza de la Concorde. Nuestro objetivo era el Ayuntamiento, que se conoce al edificio como Hôtel de Ville. Llegamos por la parte de atrás y tiene un jardín pequeño llamado 1º JArdin Combatientes de la 9 en honor a soldados españoles que lucharon con la Resistencia.
El edificio… de verdad no entiendo si el problema es que está en una ciudad con exceso de edificios preciosos y por eso pasa inadvertido, porque es espectacular, en otra ciudad sería de las grandes estrellas sin duda. Juzgad por vosotros mismos:
Los banderines que se ven, por cierto, es porque recientemente han nombrado a Paris como sede de los Jueos Olímpicos de 2024. Cerca de allí está la Torre St. Jacques, que no hay mucho más que visitar que la torre en si.
Para terminar el día, volvimos al Boulevard des Italiannes (via autobús 21 de nuevo, está vez lo cogimos bien) para cenar en el americano HD Dinner por 54 euritos nada más y nada menos… es del estilo del Tommy Mel’s, pero bueno en su defensa diré que estaba bueno y ponían mucha cantidad.
Un apunte: agosto debe ser el mes clave ya que no había casi gente en general en los sitios (en cuestión de colas y demás) y el tiempo fue muy bueno, sin llegar a ser el calor agobiante de Madrid. Como os comentaba en mi primer día, cogimos las entradas del Museo en el aeropuerto, pero no habría hecho falta ya que no había gente. La entrada son 12€, menores de 26 años de la UE gratis. El Museo… una pasada si os gusta ese tipo de arte es visita recomendada en vuestra vida sin duda. Vi uno de mis cuadros favoritos Noche Estrellada de Van Gogh, así como otros cuadros icónicos suyos como La Habitación pero había otros cuadros de Manet, Monet, Renoir, Cezanne…. De este último era la exposición temporal, que entra con la misma entrada. De verdad, muy recomendable cada cuadro es más bonito que el anterior. Y el museo en si, muy bonito también, era una antigua estación y verlo con escultura de Rodin lo hace más especial aún:
Tras salir del museo, nos encaminamos al otro: al Museo del Louvre. No entramos dentro, porque en mi primera visita ya lo hice, y para ello necesitas muchas horas, que no teníamos. Por lo tanto, nos hicimos unas fotitos por fuera y en la Piramide y ale a atravesar el carrusel y enfilar el Jardin de las Tullerias hasta la Plaza de la Concorde.
La Plaza de la Concorde, no sé porqué, la tenía borrada de mi memoria. No sé si me arrepiento o no, porque la sorpresa de ver semejante plaza con los Campos Elíseos y el Arco de Triunfo de fondo, Los Invalidos y el museo de L’Orangerie por un lado, por el otro la Iglesia de la Madeleine, la FIA y el hotel de Crillon y al otro fondo, las Tullerías y el Louvre… mágico de verdad, ponerse en medio y ver semejante explosión arquitectónica. También se puede observar más edificios como la Embajada de los Estados Unidos, el Ministerio de Asuntos Exteriores, el Petit Palais, o la Assemblee Nationale Palais Bourbon.
Para terminar la mañana, entramos dentro de la Iglesia de la Madeleine, que, por cierto, andaba en obras y deslucía bastante con semejante andamio.
Para comer, lo hicimos de camino a nuestro hotel en Prêt a Manger por 27€.
Por la tarde, decidimos recorrer una zona nueva: La zona de la Bastilla. La Plaza de la Bastilla ya os digo que es una rotonda más, sí tiene una columna, pero vamos a su alrededor pasan coches y es de lo más normal todo. La parada de metro, por cierto, es Bastille, con las líneas 1-5 y 8 (que fue la que cogimos).
Cerca de allí está la pintoresca Plaza de los Vosgues. Para llegar desde la Bastilla, lo haces desde el Boulevard Beaumarchais (que si venís desde la línea 8 y salís por la salida más cercana, no queda lejos) y después la rue St. Gilles. La Plaza estaba llena de gente aprovechando el buen tiempo, y la verdad que, pese a ello, era muy relajante.
Después, nos fuimos por la rue St. Antoine (con buenas boutiques por cierto y no demasiado mal de precio) que se convierte en la famosa rue Rivoli, que desemboca en la Plaza de la Concorde. Nuestro objetivo era el Ayuntamiento, que se conoce al edificio como Hôtel de Ville. Llegamos por la parte de atrás y tiene un jardín pequeño llamado 1º JArdin Combatientes de la 9 en honor a soldados españoles que lucharon con la Resistencia.
El edificio… de verdad no entiendo si el problema es que está en una ciudad con exceso de edificios preciosos y por eso pasa inadvertido, porque es espectacular, en otra ciudad sería de las grandes estrellas sin duda. Juzgad por vosotros mismos:
Los banderines que se ven, por cierto, es porque recientemente han nombrado a Paris como sede de los Jueos Olímpicos de 2024. Cerca de allí está la Torre St. Jacques, que no hay mucho más que visitar que la torre en si.
Para terminar el día, volvimos al Boulevard des Italiannes (via autobús 21 de nuevo, está vez lo cogimos bien) para cenar en el americano HD Dinner por 54 euritos nada más y nada menos… es del estilo del Tommy Mel’s, pero bueno en su defensa diré que estaba bueno y ponían mucha cantidad.