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Llegó el día, nos vamos a Santorini y empezamos nuestro peregrinaje al aeropuerto de Barajas, en concreto a la T4, porque nuestro vuelo sale a las 00:25, volamos con Iberia y llevamos sólo equipaje de mano. El vuelo transcurre bien y llegamos a Santorini con adelanto así que estamos allí a las 4:25 am con un viento bastante considerable.
En el aeropuerto nos está esperan el conductor de Zorzos Travel, decidí contratar con ellos el transfer al hotel porque a esas horas no me apetecía andar buscando taxi. El trayecto del aeropuerto a Fira nos costó 20€ y pagamos en metálico al conductor, fueron amables y rápidos así que los recomiendo sin dudar.
Y en apenas 15 minutos llegamos a nuestro hotel, el Villa Anto. Yo había escrito en varias ocasiones a la dueña para decirle la hora que llegábamos, etc... llegamos y allí no hay nadie, excepto dos ingleses en la piscina tomando una copa. El hotel tiene una piscina y un patio muy agradable pero hacía mucho viento así que empezamos a buscar donde podemos resguardarnos y descubrimos que la recepción está abierta, nos metemos ahí ya que aunque no podremos descansar nada al menos no estamos aguantando el viento fuera. A las 8:00 am llega la dueña, nos trae un sandwich y nos dice que el checkin será a las 11:00.
A las 9:00 am nos traen el quad (Rent me Love me se llaman), muy puntuales y rápidos, nos explican como funciona nos ponemos el bikini y bañador y comenzamos a visitar la isla.
Nuestra primera parada es Pyrgos, nada más llegar paramos a tomar un café y nos enamoramos de esos cafés griegos tan ricos (son un poco caros pero que buenos están).
Pyrgos es un pueblo de interior con poco turismo, cosa que se agradece, la visita no lleva más de dos horas teniendo tiempo para tomar un café, etc... Los imanes, souvenir, etc... fue en el sitio que más baratos los vimos (imanes a 1€, jabones con lata metálica a 2€) en el resto de ciudades fueron más caros.
Tras nuestra visita a Pyrgos decidimos ir un rato a la playa, aunque hace aire hace mucho calor así que nos acercamos Kamari para darnos un baño rápido. Lo cierto es que las playas en Santorini no son especialmente bonitas, la arena es gruesa, etc.. pero como nosotros no ibamos buscando playas espectaculares nos sirvió. Llegaba la hora de comer y yo había visto comentarios muy buenos sobre un restaurante en Exo-Gonia, Anemoloos, y resulta ser la mejor comida de todo Santorini...empezamos el viaje por todo lo alto, comida rica y a buen precio... y en ese momento empezaría nuestro maravilloso idilio con la greek salad
Con el estómago lleno paramos a tomar un café y decidimos ir a descansar un rato a la piscina de nuestro alojamiento, la habitación era un desastre pero tenía una piscina muy agradable y por la tarde nos tocaba visitar Fira y ver la puesta de sol.
Nuestro alojamiento estaba a 7 min andando del centro de Fira, en cuesta eso sí... y ya limpios y aseados nos fuimos a buscar una terraza desde la que ver la puesta de sol. No espereis encontrar un sitio barato y con buenas vistas, el sunset es un negocio...así que la cerveza os costará 7€ y los cócteles alrededor de 12-15 €, nosotros ambos días decidimos que iba a ser una de las inversiones del día porque después de un día agotador de turismo nos apetecía relajarnos viendo el mar, tomar una cerveza, escuchar música...fue nuestro capricho.
Ese día ya no dió más de sí, cenamos algo y a descansar...
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