Es el primer día que despertamos en Kyoto y lo hacemos temprano, pues tenemos una larga jornada por delante. Empezaremos por uno de los platos fuertes de Kyoto: el templo Kinkakuji, o templo dorado, pues como ya sabéis, está recubierto de oro. Antes de llegar a la estación de Kyoto nos compramos algo para desayunar en el Seven Eleven. En la estación de Kyoto cogemos la Sagano line hasta la estación de Enmachi, y allí cogemos un autobús (204) hasta Kinkakujimichi. Tardamos una media hora en llegar y según Google era el recorrido más corto para llegar al templo.
Coger un autobús en Kyoto: muchas veces es imprescindible coger un autobús para llegar a según qué lugares de la ciudad. Pero tranquilos, es muy fácil moverse en bus. Cuando lleguéis a una parada de bus, veréis que hay una única cola para entrar y se entra por la parte trasera del autobús y se sale por la puerta de delante. Justo antes de salir es cuando debemos pagar, no al inicio de nuestra ruta. Para pagar debemos hacerlo básicamente de dos maneras:
1. Con dinero en efectivo. Cada viaje de autobús cuesta 230¥ (120 los niños). El importe tiene que ser exacto. Pero tranquilos, si en ese momento no tenéis el importe exacto, se puede sacar el cambio en todas las másquinas que hay al lado del asiento del conductor. Eso sí, no aceptará billetes de más de ¥1000. Lo mejor es si tenéis pensado coger al autobús y no tenéis tarjeta de bus, guardar el importe justo con antelación. Pero la máquina es fácil de usar. A nosotras la primera vez nos tuvo que echar un cable el conductor, pero una vez visto ya está. Por cierto, se paga directamente en la máquina, no hay que darle el importe al conductor.
2. Tarjetas diarias de autobús: cada tarjeta cuesta ¥500, con lo cual hay que hacer cálculos de lo que vamos a gastarnos. Si vamos a hacer más de dos viajes en autobús ya sale a cuenta adquirirla. Se pueden comprar en el autobús, se la pides al conductor cuando acaba el viaje y él mismo te la activa cuando te la da, aunque también se venden en los 7-Eleven o en algunos hoteles. En nuestro hostel creo que también tenían. Para usar la tarjeta simplemente tienes que enseñarla al conductor cada vez que bajas el autobús y listo. Si la tenéis que activar vosotros mismos tenéis que pasarla por una ranura verde que hay en la máquina. Si no os aclaráis con la ranura, pues os paráis un momento frente al conductor y señaláis la tarjeta y la máquina y seguro que lo entiende a la primera
A mí siempre me gusta más llevarlo un poco organizado desde casa. Para eso es muy útil este enlace, que os permitirá planificar las rutas en el autobús:
- www.arukumachikyoto.jp/ ...hp?lang=en
La APP para el móvil nos vino bien para poder mirar in situ. Es útil, especialmente si durante el día cambiáis de planes y no os podéis basar en los apuntes que traemos todos de casa. Por eso nos fue de gran ayuda alquilar un pocket wifi.
kyoto.travel/ ...obile_apps
Estos PDF también os pueden servir de ayuda:
- www.city.kyoto.lg.jp/ ...(0306).pdf
-http://www.city.kyoto.lg.jp/kotsu/cmsfiles/contents/0000019/19770/eng2018(map)3017(0306).pdf
Desayunamos en un parque antes de entrar al templo y ya se veía mucha gente que se dirigía hacia la entrada. Acababan de abrir el templo.
Llegamos al Kinkakuji poco después de la hora de apertura pero ya estaba todo a tope. En las fotografías parece que no hubiese nadie, pero os aseguro que era difícil encontrar huecos libres para hacerlas, y todo el mundo quiere hacerlas desde la barandilla donde se ve el lago y el templo de fondo. La verdad es que la estampa es preciosa: el lago, las diferentes islas de árboles delicadamente podados, el templo... Aunque el día nos ha vuelto a salir un poco enturbiado, y si brilla el sol bien dicen que el reflejo en el lago es mucho más bonito, nos impresiona igual, es tan bonito que no parece un lugar real.
El recorrido del templo pasa por verlo de frente desde la barandilla y rodearlo por un lateral. Después se da una vuelta por los jardines hasta la salida. El templo no se puede visitar por dentro, porque se guardan en él reliquias de Buda y es una reconstrucción de 1955 porque unos años antes un monje budista fanático incendió el templo anterior (que tampoco era el original porque sufrió otros incendios anteriores). Cada planta del templo representa un estilo arquitectónico distinto: el primero del período Heian, el segundo usado en las residencias de samurais y el tercero en estilo chino, coronado por un ave fénix.
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Antes de los jardines se pasa por la residencia del sacerdote principal del templo y después el recorrido pasa por los jardines, donde nos compramos unos amuletos dorados muy chulos.
Paseando por los jardines os encontraréis unas estatuas a las que todo el mundo tira monedas, que están intentando colar en un cuenco, porque se supone que da buena suerte hacer eso. Buena suerte no sé, pero al que le debe de dar una alegría es al monje que va a recoger la lona cada día cuando cierran el templo, eso seguro.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Templo Kinkakuji
Precio: ¥400
Horario: todos los días de 9 a 17h
Acceso: desde la estación de Kyoto cogimos el tren. La línea JR Sagano Line hasta la estación de Enmachi y andamos 2' hasta Nishinokyo Enmachi. Cogimos el autobús 204 hasta Kinkakujimichi. También hay autobuses directos (205) desde la estación de Kyoto, pero se tarda más.
Salimos del templo Kinkakuji y teníamos pensado coger el autobús hacia el Ryoanji, pero viendo que el autobús aún tardará y que el templo no está lejos, decidimos ir andando hasta el templo. Tardamos unos 20 minutos. Llegamos al aparcamiento del Ryoanji, que es por donde entra todo el mundo, vayas en coche o a pie.
Al empezar el itinerario pasas al lado de un estanque enorme y precioso, cruzado por un puente.
Estanque del templo Ryoanji al inicio de la ruta
Después llegas a la entrada del templo, donde tienes que dejar tus zapatos antes de entrar. Lo más famoso del templo es el jardín zen de arena blanca y rocas dispuestas de tal forma que no puedes nunca verlas todas a la vez. Había muchísima gente sentada observando; a riesgo de parecer insensible yo no debo ser muy zen porque el jardín no me dijo mucho. Quizás algún día la verdad me sea revelada .
Jardín zen del templo Ryoanji
Al salir del templo seguimos paseando por el jardín de camino a la salida del recinto y pasamos por la parte trasera del enorme estanque, que alberga un santuario al que se puede acceder desde el puente. El estanque se construyó cuando el templo era una residencia aristocrática (en el siglo XV, después se convirtió en templo budista zen).
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Sinceramente, del Ryoanji me impresinó mucho más el jardín exterior, el estanque, etc., que el propio jardín zen, aunque entiendo que el simbolismo de éste último sea mucho más importante.
Templo Ryoanji
Horario: Todos los días de 8 a 17h de marzo a noviembre y de 8.30 a 16.30 de diciembre a febrero
Precio: ¥500
Acceso: Si venís andando desde el Kinkakuji son 20' sin desvios. Si cogéis el autobús 59, son 10 minutos. Tenéis que cogerlo en Kinkakuji Mae y bajar en Ryoanji Mae (3 paradas).
Salimos del templo y seguimos andando en dirección al tercer gran templo de la zona, el Ninna-ji, aunque a este templo no íbamos a entrar. Andando hay unos 15-20'. Por cierto, si llegáis andando de un templo a otro veréis que no hay nada interesante que ver de camino, es una carretera principal, sin más...
Sin embargo, íbamos a coger el autobús en la parada que está enfrente, porque está muy cerca del Ryoanji. Cuando llegamos a la puerta de entrada del Ninnaji nos empezó a diluviar y tuvimos que sacar los paraguas mientras esperábamos el autobús. La lluvia fue muy bien porque nos refrescó, aunque fuera sólo el rato que llovió, porque luego el calor volvió a apretar con fuerza.
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El autobús tardó unos 15' en llegar y desde allí nos bajó hasta la parada donde lo habíamos cogido al principio del día, al lado de la estación de tren de Enmachi.
Como teníamos hambre comimos al lado de un Yoshinoya que estaba al lado de la estación, en un restaurante de estos que pides también a través de una máquina. Nos comimos un bol de arroz con anguila, muy bueno. De precio muy correcto, como siempre. Y de beber nos pusieron te con cubitos. Mientras estábamos comiendo volvió a caer el diluvio universal, pero por suerte cuando salimos ya no llovía. Me quedo flipando con lo rápido que comen los japoneses...con razón a penas hay colas.
Al salir nos compramos un postre en el konbini de al lado y fuimos a la estación de Enmachi a coger de nuevo la Sagano line hasta Sagano-Arashiyama (seis minutos en tren).
Al salir de la estación, nos sentamos a la sombra de un árbol a comernos nuestro postre japonés, que seguramente sería el más raro que encontramos en el kobini, y a decidir por dónde empezábamos a descubrir Arashiyiama. Era una zona de Kyoto que teníamos muchas ganas de patear y en efecto, no nos decepcionó para nada. Para nosotras es una visita obligada. Cuando sales de la estación hay un mapa enorme donde te marca todas las zonas bonitas, los templos y demás que se pueden visitar.
Finalmente decidimos ir primero al templo Tenryu-ji, cuyo principal atractivo es el jardín zen, que fue declarado patrimonio de la humanidad en 1994 y que actualmente es uno de los más antiguos de Japón porque conserva la misma forma que cuando se diseñó en el siglo XIV. Veréis que venden dos tipos de entradas, las que son combinadas templo y jardín, o sólo jardín. Cogimos sólo la de jardín, porque ya habíamos estado en otros templos.
Vista lateral del jardín del templo Tenryu-ji
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Este jardín es de los más bonitos que recuerdo de todo el viaje. Destaca el precioso estanque, rodeado de rocas, césped y árboles de distintas clases, que se ven reflejados en el agua, por lo que en otoño tiene que ser magnífico. Si sigues el camino de la ruta, tapizado de césped y árboles, vas a parar a una gran fuente, de donde sale un chorro de agua que tiene un pequeño estanque a sus pies. Dentro hay tres estatuas de ranas y la gente tira monedas.
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En cualquier rincón del jardín nos encontrábamos con jardineros y trabajadores del templo arreglando el césped y las plantas son sumo ciudado. Ese momento también lo recuerdo como uno de los más calurosos del viaje...debíamos mojarnos la cabeza y beber agua a cada pocos pasos.
Más adelante te encuentras ya con el bosque de bambú, al que vas a salir directamente siguiendo la ruta.
Templo Tenryuji
Horario: todos los días de 8.30 a 17h
Precio: ¥500 sólo el jardín, o ¥800 yenes jardín + templo
Acceso: Está a 10 minutos andando desde la estación JR Saga-Arashiyama.
El trozo de bosque de bambú más emblemático de Arashiyama es el que se encuentra justo al salir del templo y por eso la gente acude hasta aquí para fotografiar el famoso paisaje. Después paseando por otros puntos de Arashiyama vimos más trozos de bosque de bambú que no estaban tan masificados, aunque es verdad que el primer trozo es el más bonito, sobretodo por el tema de la luz, ya que al filtrarse los rayos de sol hacen un juego muy bonito de luz. Hay que armarse de mucha paciencia a la hora de hacer las fotos, eso sí, y tener presente que es muy difícil fotografiarlo sin gente a no ser que se vaya a unas horas un poco intempestivas imagino.
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Bosque de bambú
Después de cruzar por el camino del bosque de bambú decidimos ir hasta el templo del musgo (Goiji) aunque fue un poco infructuoso, porque siguiendo las indicaciones del móvil nos llevó hasta un sitio donde no había nada, y resultó que el templo lo habíamos pasado hacía ya un rato.
Por el camino cruzamos un lago a través de un puente y nos paramos a tomar algo fresco en una tienda. Tambien nos encontramos con una familia de simpáticos tanuki. Los tanuki son una especie de ser mitológico parecido al mapache, pero con los testiculos muy grandes. Su función era confundir a los viajeros con poderes mágicos para quitarles sus posesiones. Se les representa con un gran sombrero de paja y muchas veces llevan botellas de sake en la mano.
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Estuvimos andando un buen rato de más; lo bueno es que andamos por calles súper tranquilas de Arashiyama que no esperábamos. Llegamos hasta la calle Saga-Toriimoto, que resulta ser una calle de casas tradicionales de la era Meiji, que ahora son tiendas de recuerdos y restaurantes. La calle está prácticamente vacía y es un lujo pasear por ella.
Llegamos hasta el templo Adashino Nenbutsuji, al que tenemos tiempo de entrar. Cuando entramos no hay nadie tampoco en este templo, la verdad es que esta parte de Arashiyama la visitamos sin a penas cruzarnos con nadie, cosa impactante a juzgar por todo el gentío que nos habíamos encontrado más abajo. Supongo que mucha menos gente se acerca hasta aquí, aunque me gustaría decir que realmente vale la pena. Andando desde el bosque de bambú son unos 25 minutos, pero el camino es bonito y si lo hacéis bien y sin perderos, por el camino podéis visitar también el Goiji o templo del musgo, que yo me quedé con las ganas.
El templo Adashino Nenbutsuji destaca porque tiene muchísimas estatuas de piedra. Estas estatuas honran las almas de los difuntos sin familia, cuyos cuerpos se depositaban en este lugar al morir, en una fosa común, durante el período Heian (794-1185). Los cuerpos de los difuntos se amontonaban en el espacio donde ahora hay una pagoda de piedra y multitud de estatuillas (8.000, que representan el número de almas abandonadas aquí) y cada año se las honra en un festival que ilumina las pequeñas estatuas con velas. Kobo-Daishi, un importante monje budista, fue quien mandó enterrar todos los huesos y hacer un templo en este lugar. Durante el recorrido pasas alrededor de la zona de las estatuas, y llegas a unas escaleras, que cruzan un trozo de bosque de bambú, y que van a parar a un cementerio.
Estatuillas del templo Adashino Nenbutsuji
Templo Adashino Nenbutsuji
Horario: todos los días de 9 a 16.30 (hasta las 15.30 de diciembre a febrero)
Precio: ¥500
Acceso: Este templo se encuentra al final de la calle Saga-Toriimoto, una zona menos concurrida de Arashiyama. La verdad es que andando desde la estación es un paseo de media hora, pero la zona es chula y no importa andar viendo cosas. Se puede llegar en autobús (62, y 92) aunque hay que caminar un poco porque no se cogen en la misma estación de JR.
Después de la visita volvimos a bajar la calle Saga-Toriimoto y entramos en un par de tiendas a comprar recuerdos. En una de ellas una señora muy amable nos ofreció te verde frío al entrar y nos compramos una toalla para el sudor, de las que usan los japoneses en verano, y que realmente se hace necesaria en días tan calurosos y húmedos.
Nos disponíamos a llegar ahora hasta el puente de madera que cruza el río, el puente Togetsukyo y de camino encontramos otra zona de bosque de bambú donde se podía entrar. Este era un pequeño recorrido circular, pero también muy chulo.
Ruta circular por un tramo del bosque de bambú
Seguimos andando hasta encontrar la calle principal de Arashiyama, y antes de llegar al río entramos en unas cuantas tiendas a saciar nuestra vena consumista. Me lo quería llevar TODO porque todo es bonito. También entramos en una tienda de dulces donde compramos unos mochis de té verde. Ñam ñam. Los mochis son un dulce muy típico de Japón hecho con un tipo de arroz muy glutinoso que se machaca hasta conseguir una pasta a la que se le da forma. Se puede rellenar de diferentes cosas, como por ejemplo pasta de judía roja, helado, té...
Después de saborear el dulce llegamos hasta el Togetsukyo, cuyo nombre significa literalmente 'puente que cruza la luna', el puente de madera, símbolo de Arashiyama, que cruzamos hasta el otro lado del río Katsura. El puente, de 155 metros de largo, es una reconstrucción de un puente del período Heian y desde allí se tienen preciosas vistas al río y a la montaña. Nos relajamos un rato al lado del río y disfrutamos del paisaje después de un día de mucho caminar, para despedirnos de Arashiyama, un lugar que nos había encandilado.
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Puente Togetsukyo sobre el río Katsura
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Nos habríamos quedado allí mucho rato...Fue un momento muy agradable, porque se estaba empezando a ir el sol, ya no hacía tantísimo calor, y el paisaje era precioso, pero había que irse, porque empezaba a ser tarde. Del puente hasta la estación JR teníamos más o menos un cuarto de hora a pie y aprovechamos el camino para compramos la cena en un konbini, porque nuestra intención era llegar pronto al hostel y descansar, puesto que mañana nos esperaba la excursión a Himeji.
Desde la estación de Arashiyama hay un cuarto de hora en tren hasta la estación de Kyoto.
COSAS QUE NOS QUEDARON PENDIENTES
Por la mañana, el templo Ninna-ji, por el que sólo pasamos por delante, nos quedó pendiente. Si podéis, visitad los tres templos de la zona (Kinkaku-ji, Ryona-ji y Ninna-ji). En una mañana, si empezáis muy temprano, os da tiempo de ver los tres, sin entreteneros mucho. El último no os lo perdáis si vais durante el hanami.
Templo Ninnaji
Horario: todos los días de 9 a 17 (a 16.30 de diciembre a febrero).
Precio: ¥500
Acceso: desde el Ryoan-ji hay un cuarto de hora o un poco más andando. Desde la estación central de Kyoto podéis llegar directamente en autobús.
En Arashiyama hay un montón de cosas por ver...así que tuvimos que hacer una selección, pero realmente, si se quiere y puede, hay muchas cosas para ver. De lo que nosotras no visitamos, lo que más suele visitar la gente es el parque de monos, donde los animales viven en libertad. Se puede alimentar a los monos, pero sólo te dejan hacerlo desde dentro de unas jaulas (las personas son las que se meten en esta especie de jaula) porque se pueden poner un poco violentos. Desde allí también hay muy buenas vistas de Kyoto.
Monkey Park Iwatayama
Horario: todos los días de 9 a 17h (hasta las 16.30h de noviembre a marzo)
Precio: ¥550
Acceso: el parque se encuentra en la montaña. Hay que subir una cuesta importante para llegar, de unos 15-20 minutos andando, pero dicen que las vistas compensan todo el esfuerzo. El camino de subida está muy cerca del puente Togetsukyo.
Eltemplo Otagi Nenbutsuji nos quedamos con ganas de verlo, pero como íbamos justas de tiempo y cierran súper pronto, no lo pudimos ver. Es del estilo del templo que visitamos, el Adashino Nenbutsuji, pero con muchas pequeñas esculturas de budas. Como ya he dicho, me hubiera hecho gracia visitar ambos templos, porque además están muy cerca. Lástima de la hora.
Horario: todos los días de 8 a 17h
Precio: ¥300
Acceso: está bastante cerca del templo Adashino Nenbutsuji, a unos 10 minutos andando más o menos (más arriba siguiendo la calle Saga Toriimoto). Se puede llegar en los autobuses 62 y 92.
El Tren escénico de Sagano nos hubiera gustado hacerlo, pero es mejor si tienes un día entero para la zona...porque si haces lo del tren hay cosas importantes que no da tiempo a visitarlas. Eso sí, tiene que ser una panorámica preciosa, porque va bordeando el río Este tren hay que reservarlo especialmente en temporada alta.
También hay varios templos, pero si sólo queréis visitar uno, se recomienda que sea el templo Tenryuji.