Doubtful Sound. Pequeña ruta por Kepler Track. ✏️ Diarios de Viajes de Nueva Zelanda

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Chequeando unos días antes la previsión del tiempo para esta zona comprobamos con alegría que el tiempo previsto iba a ser bueno. Así que habíamos reservado desde el móvil con GoOrange el crucero por Doubtful Sound. Que subidón….

Escogimos GoOrange porque tenía buenas calificaciones y nos resultó la más barata. Contratamos el primero de la mañana, a las 7:15, y nos recogían de forma gratuita en Te Anau a las 6:15.

A esa hora puntualmente estábamos en la puerta de nuestro cottage y desde nuestra posición se veía también el lugar de las oficinas del complejo. Tardaban en llegar. Yo no estaba preocupada porque si tienen que ir recogiendo gente en diferentes alojamientos, y nosotros estamos cerca de la carretera a Manapouri, pues seríamos de los últimos. Un compañero llama a las oficinas para preguntar si nos recogen en recepción y la telefonista le indica que ya han pasado por allí y como no había nadie el conductor se ha largado. Tuvo que ser un malentendido porque por allí no había pasado ningún autobús.

El nerviosismo hizo presa en nosotros y a todo correr cogimos los coches para trasladarnos a Manapouri. Cada coche en una dirección. Luego llamaron de las oficinas indicando que se pasarían a por nosotros y vuelta a la casa.

Y sí que creo que tuvo que ser un malentendido con otro circuito porque el chico que nos recogió era todo sonrisa y amabilidad, nada que ver con el retrato de conductor huraño y cabreado que se había largado sin nosotros.

El fiordo Doubtful Sound es menos visitado que Milford Sound. Quizá porque requiere más horas su visita, dada su situación, cuyo acceso no es tan fácil. No hay carreteras que lleguen al fiordo, o se llega desde el mar o a través de uno de estos cruceros.

Los cruceros parten en una embarcación que sale de Pearl Harbour en el lago Manapouri. La navegación en el lago Manapouri es hasta su West Arm y dura más o menos una hora.

El lago Manapouri es uno de los lagos más bellos de Nueva Zelanda. Rodeado también de altas montañas pobladas de bosques es fácil confundirlo con uno de estos fiordos. De primeras no se distinguen las fotos del lago de las del fiordo.

Manapouri es una localidad tranquila que pasa desapercibida ya que todos llegamos, nos subimos en el ferri y a la vuelta hacemos lo mismo. Tiene varias caminatas cortas y atractivas según me comentó una pasajera que estaban recorriendo NZ en bicicleta y acampaban no muy lejos de Manapouri.

Aun siendo pequeña, la población protagonizó en 1969 la primera campaña medioambiental del país. Para la construcción de la central hidroeléctrica en el West Arm (para proporcionar electricidad a una fundición de aluminio en Invercargill) querían subir el nivel del agua del lago unos 30 metros. La petición popular se puso en marcha y reunieron un total de firmas que representaba el 17% de los neozelandeses con derecho a voto y contribuyó a la caída del gobierno en las siguientes elecciones. Fue una victoria importante y consiguieron que la hidroeléctrica se construyera sin elevar el nivel del lago y además fue la mayor iniciativa medioambiental a nivel nacional.

Cuando embarcamos a las 7:15 ya es casi de día pero el sol aún no asoma tras las montañas. La penumbra que precede al amanecer inunda las aguas del lago y las montañas que lo rodean, confiriéndole un aspecto misterioso. A ello ayuda también unas nieblas tempraneras que parecen colocadas estratégicamente. Cuando el sol se alza sobre las montañas consigue iluminar el agua y la estela de la embarcación se torna de tonos dorados. Precioso.









Se desembarca al final del West Arm y ahora toca subirse en un autobús que tiene que recorrer los 22 km. de la llamada Wilmot Pass Road. Carretera estrecha que tiene que subir hasta los 670 m. de Wilmot Pass y luego bajar hasta Deep Cove dónde se coge el barco que realiza el crucero. Gracias a la construcción de esta carretera, destinada al transporte de material para la construcción de la central eléctrica en 1959, Doubtful Sound fue algo más accesible. Su alto coste se ha visto relativizado con los años y el bien que proporciona la carretera, posibilitando a muchas personas el poder disfrutar de la maravilla que es Doubtful Sound.

El recorrido por la carretera es ameno. El chofer va explicando lo que vamos viendo por el camino mezclado con algún que otro chascarrillo. No es que yo me enterara de mucho pero podía distinguirlos cuando la gente se reía. Spey River, Tailrace Tunnel, Moss Gardens. En la cascada Cleve Garth, en el mirador de Wilmot Pass y algún otro lugar, hacía una pequeña parada para que pudiéramos hacer alguna foto. Pero dentro del autobús y con tan escaso tiempo era imposible hacer una foto medianamente decente.



El mirador de Wilmot Pass es un lugar privilegiado para comenzar a ver el fiordo, en concreto en su brazo de Deep Cove. La vista es de postal y de hecho es la que sale en la propaganda de algunas excursiones a Doubtful Sound.



Embarcamos cuando bajamos a Deep Cove. Un catamarán de GoOrange en el que no caben más de 45 personas. Tenemos un día de sol estupendo y no hace demasiado frío en la cubierta por lo que prácticamente me pasé toda la travesía deambulando por la misma. El recorrido de ida y vuelta dura unas tres horas. Comienza en Deep Cove y tiene que atravesar algo más de 40 kilómetros hasta el mar de Tasmania.

Doubtful Sound es un auténtico fiordo, pese a su denominación de sound, al igual que Milford Sound y el resto de fiordos, hasta 14 que hay por Fiorland. Y es un auténtico fiordo porque fue tallado por glaciares, en su avance y retroceso, para, posteriormente, ser invadido por las aguas del mar.



En la región de Fiorland la media de lluvia al año es de 200 días. Las aguas del fiordo reciben, además de esta lluvia, la descarga de la lluvia caída en las montañas que en grandes cascadas se precipitan hacia abajo. Se da el caso de que en el fiordo hay dos capas de agua, la de la lluvia, agua dulce, de 2 a 10 metros por encima de la capa de agua salada. El agua dulce contiene los taninos marrones arrastrados del bosque lo que dificulta el paso de la luz a la capa salina. Algunas especies marinas acostumbradas a vivir a mayor profundidad en Doubtful y Milford Sound pueden vivir a escasos diez metros. Tal es el caso del coral negro.



Doubtful es tres veces más largo y diez veces más grande que Milford Sound. Si bien por tener un mejor acceso y un recorrido más corto, y más barato, el grueso de visitantes se lo suele llevar Milfor Sound.

En 1770 James Cook pasaba de expedición por el mar de Tasmania en su barco Endeavour y no llegó a entrar en el fiordo por no estar seguro de que los vientos pudieran sacar al Endeavour del mismo. Lo bautizó como Doubtful Harbour (dudoso) y más tarde los balleneros y cazadores de focas consolidaron su nombre como Doubtful Sound.

Para los maoríes el nombre del fiordo es Patea, que significa el “lugar del silencio”. Como muchas otras veces los nombres de los primeros pobladores es el más acertado.

Comienza la navegación por el brazo Deep Cove al que vierten la cascada Helena en primer término, (de hecho se puede llegar a su base por un camino desde el embarcadero), y Lady Alice Fall a un kilómetro de distancia. Su flujo no es mucho ya que estamos en verano y los días anteriores no ha llovido.




El sol no penetra aún en este brazo del fiordo, solo ha alcanzado las cumbres montañosas. El paisaje poco a poco va cautivando mi ánimo algo atorado por la belleza del lago Manapouri. Las altas paredes de granito cuajadas del verde de la copiosa vegetación se alzan sobre nosotros, el azul del agua te va regalando distintas tonalidades, jugando con las sombras y los claro oscuros.




Pronto aparece la abertura del brazo Hall y la isla Rolla totalmente cubierta de vegetación. En esta pequeña isla hay una colonia de pingüinos con cresta, una rara especie, que suelen asomarse a la costa, entre los árboles. Pero no fue en nuestro caso. Las excursiones de kayak que salen desde Deep Cove y que rodean esta isla seguramente tendrán más suerte al costear todo su perímetro y estar más cerca.
La isla Elizabeth entra en escena, plana y paralela a la corriente del fiordo. En su canal posterior crece el coral negro. Las aguas que rodean la isla se encuentran protegidas por una reserva marina.




Un pequeño grupo de simpáticos delfines bottlenose nos deleitan con sus piruetas. Hay una colonia de delfines de esta especie en este fiordo.




El místico paisaje lleva rato envolviéndonos. La sensación de soledad es grande pese a que en el barco somos unos cuantos, pero por el fiordo hace rato que no se ven ni los barcos pesqueros. Estamos viendo lugares vírgenes, en los que el hombre no ha puesto un pie. Los verdes brillantes de las montañas resplandecen en un día tan espectacular. Algunas nieblas matutinas hacen su acto de presencia colocándose a media ladera de alguna montaña o enmarañando algunos entrantes del fiordo.





En cambio escasean las cascadas que desde lo alto se vuelcan hacia el fiordo. Aunque sí que hay alguna que otra. A la vuelta veríamos más ya que el barco se fue parando en algunos lugares, ahora tiene una marcha continua hacia el mar.





Pasado otro brazo del fiordo, el Crooked Arm, nos vamos acercando a la confluencia de varias corrientes de agua. Abundan por esta zona denominaciones de lugares en español. Forman el único grupo de nombres en español en NZ.



23 años después de que pasara el capitán Cook, en febrero de 1793, llegó una expedición científica española comandada por Alejandro Malaspina, para experimentar la medición de la gravedad con un péndulo. Malaspina también estaba “dudoso” y envió primeramente de avanzadilla el barco más delgado de su cartógrafo Felipe Bauzá que se detuvo en el lugar que hoy se conoce como Marcaciones Point. Bauzá cartografió la zona y nombraron algunas características del fiordo. Dicha cartografía fue muy elogiada.

Con el nombre de Bauzá fue bautizada una isla que se encuentra cercana a la muy grande isla Secretary.




Frente a esta isla confluyen varios caudales o corrientes de otros brazos del fiordo. El brazo central de Doubtful por el que navegamos, un tercer brazo del fiordo que, en este caso, tiene el nombre de First Arm, el paso Patea a un lado de la isla Bauzá, al otro lado de la isla el canal Te Awaatu, también conocido como el “intestino” y el brazo unificado en Péndulo Reach de los sub fiordos Thompson Sound (que rodea la otra parte de la isla Secretary hasta el mar) y Bradshaw Sound.

El barco dirige su navegación hacia la isla Bauzá y la va rodeando para pasar por el canal Te Awaatu que discurre entre esta isla y la isla Secretary. Este paso es bastante estrecho llegando a un punto en el que tan solo 200 metros separan ambas islas. Por ello la navegación es lenta y tenemos oportunidad de ir viendo con más detalle la costa de ambas islas.
Marcaciones Point se encuentra en este canal, en la costa de isla Secretary. El canal tiene sus aguas protegidas por la reserva marina del mismo nombre, Te Awaatu.





Superada la isla Bauzá nos encontramos con varias islas pequeñas, cubiertas también, la mayoría, de vegetación. Son las Shelter Islands. En estas islas hay una colonia de leones marinos que podemos ver acercándose el barco a una de ellas.





La neblina que viene desde el cercano mar de Tasmania envuelve parcialmente y a ratos a estos islotes, dotándolos de un aspecto fantástico y marcando más nuestra, ya aumentada, admiración por el lugar.




Hay un momento que me dejo llevar por el impresionante paisaje y recuerdo cuanto añoraba tener un día así cuando preparaba el viaje, pensando que aquí siempre está lloviendo. No puedo creer que la realidad haya superado la expectativa y termino por emocionarme. Un momento mágico. Hay que soñar, porque algunas veces la realidad coincide con tus sueños o puede que los supere.




Bordeadas estas islas Shelter el barco se da la vuelta para comenzar el regreso. A lo lejos se distinguen otros islotes, ya casi en mar abierto, llamados Nee Islets. Este también es un nombre español, por Luis Nee, el botánico de la expedición. Malaspina también tiene su nombre recordado en Malaspina Reach y el mes en que llegaron en Febrero Point.

El regreso bordea el otro canal de la isla Bouzá, el paso Patea. Este paso también es estrecho, apenas un kilómetro. El barco se acerca a la costa para que contemplemos una caída de agua de poco volumen, pero que en su parte final forma como una bonita cortina de agua antes de caer al fiordo.



Otras cascadas nos aparecieron en el camino. Una muy bonita cuyo nombre desconozco y la que dicen es la cascada más alta de NZ, Browne Falls. Hay controversia por su altura, más de 600 o más de 800 m. La vedad es que nace en un lago en la cima de una montaña que se encuentra a más de 800 metros sobre el fiordo. Al caer de tanta altura tiene lógicamente varios brazos. Tiene igualmente poco caudal.




Antes de aumentar la marcha y acometer la última parte del regreso, en un momento dado el barco se detiene. Unos minutos para que podamos tomar plena conciencia, si es que ya no la tenemos, del entorno silencioso, para que podamos oír “el sonido del silencio”. En esta serenidad y soledad nuestro espíritu se eleva a la vez que nos sentimos chiquitines ante tan soberbia obra de la madre naturaleza.






Desembarcamos en Deep Cove. De nuevo al autobús, el cual hizo una parada breve antes de acometer la subida a Wilmot Pass. Esta excursión en otras ocasiones lleva incluida la visita a la central hidroeléctrica. Pero en esta no es posible porque se encuentra en mantenimiento. Se detiene delante del extremo del Tailrace Tunnel. Un túnel subterráneo de unos diez kilómetros que recoge el agua en el West Arm del lago Manapouri que es utilizada en las turbinas de la central hidroeléctrica y descargada por este extremo que estamos viendo. Una obra magnífica de ingeniería que se vieron obligados a hacer para evitar la subida del nivel del agua de lago Manapouri, según la campaña medioambiental que ya comenté.

Tenemos el sol de frente y no pude hacer una foto de la boca del túnel. Pero son más interesantes las imágenes del agua descargada en su camino al fiordo.




Desde este punto pudimos ver mejor la cascada Helena y también el caudal torrentoso del Spey River.




Cuando el autobús alcanzó el Wilmot Pass volvió a hacer una breve parada, esta vez con algo más de tiempo, en el mirador de Wilmot Pass. Para despedirnos con una última foto de Doubtful Sound.



El recorrido por el lago Manapouri, en su West Arm, nos da la posibilidad de ver de nuevo estos paisajes tan fascinantes y comprobar que lo que vimos en la mañana temprano no fue un espejismo.





Desembarcaríamos como a las tres de la tarde y el autobús fue repartiendo gente entre los distintos alojamientos.


En el apartamento paramos solo un poco pues era un pecado mortal desaprovechar la magnífica tarde quedándonos allí encerrados.

Así que cogimos nuestros coches y tomamos de nuevo dirección Manapouri. Pero en esta ocasión solo nos desplazamos algo más de 10 kilómetros en esta carretera para desviarnos a otra que lleva a Rainbow Reach. Desde el aparcamiento de este punto comienza una parte pequeña de la gran ruta Kepler Track.

En realidad la Kepler Track[b] comienza y finaliza en las compuertas del río Waiau en la parte sur del lago Te Anau. Son 60 kilómetros y fue diseñada para descongestionar las otras rutas más famosas, la Milford y Routeburn Track. Como no podemos hacerla completa, ni siquiera una etapa entera, nos vamos a conformar con este tramo que es accesible en coche y nos pareció más interesante que el tramo desde el lago Te Anau hasta aquí. Es una ruta fácil de 6 km. que tiene algunos paisajes bonitos.

Desde el aparcamiento de Rainbow Reach hay que cruzar un gran puente colgante que cruza la corriente del río Waiau. El río Waiau es el río más grande de la región de Southland y en realidad es el desagüe del lago Te Anau. Desemboca en el lago Manapouri y luego sigue su curso por 70 km. más hasta su desembocadura cerca de la localidad de Tuatapere.



Después del puente hay que torcer a la izquierda para adentrarse en la senda que en ascenso se va introduciendo en un bosque de hayas. Luego se nivela y va ondeando por medio de este tipo de bosques frondosos con suelos, troncos y ramas cubiertos de musgo. De vez en cuando se abre y hay vistas bonitas del río Waiau. Y también por aquí hubo escenas rodadas de LOTR.




En su parte final, antes de llegar a la orilla del lago, el bosque ha desaparecido y en su lugar hay una pasarela de madera que cruza unos humedales. Con varios carteles interpretativos explicando la importancia de las plantas acuáticas, no sólo para la vida animal.



Un pequeño desvío lleva hasta Shalow Bay Hut que obviamos y seguimos el camino que ahora va rodeando la orilla del lago Manapouri. Pronto se llega a la playa de Shalow Bay del lago Manapouri.

Enfrente de la misma se encuentra el Moturau Hut, refugio en el que pernoctan los que se encuentran realizando la ruta Kepler Track.





Se nos acerca el guarda y nos pregunta que si tenemos reserva. Nos temíamos que no nos dejara pasar a la playa, pero no fue así. Asintió cuando le explicamos que solo estábamos dando un paseo.

Desde luego este refugio tiene una situación privilegiada. Tiene que ser una gozada ver un atardecer (o amanecer) en esta pequeña pero encantadora playa. Allí nos quedamos un rato, tomándonos la fruta de la merienda, respirando aquella tranquilidad y admirando de nuevo los contornos de las montañas que rodean el lago Manapouri.




Un día perfecto que comenzó en el lago Manapouri y, mira por donde, lo vamos a finalizar también en el mismo lago, en una de sus bonitas bahías.

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