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Llegamos a las 2:05 de la noche a la capital Jordana, después de pasar el pertinente control de pasaportes, concertamos un taxi justo en la salida que nos llevaría a nuestro hotel.
Primero nos ayudó a comprar unas tarjetas para los móviles, la mia era básica, tenia un 1giga de navegación y costaba 5 dinares, la de Tania era era de 6 gigas y costaba 15 dinares.
El taxisita nos cobró 25JD por llevarnos desde el aeropuerto, según el, tarifa oficial... No se, pero después de tantas horas despierto, ni ganas de regatear habían.
La primera impresión del país fue mala, edificios sin terminar, calles sucias, muy muy sucias, carreteras en mal estado... Y encima el taxista tratando de convencernos con todas sus fuerzas de que no nos alojaramos en ese hotel, el hombre lejos de parecer amable, era muy mal educado y desagradable, constantemente nos miraba y hablaba en árabe, nos sentimos inseguros por un momento. Tuve que decirle que dejara de hablar, que mi hotel ya lo tenia pagado y no iba a perder dinero, con muy mala cara aceptó y no volvió a dirigirse a nosotros. Fueron 45 minutos muy muy largos y tensos.
Cerca de las 4:00 nos dejaba en la puerta del hotel.
Rafi Hotel, estaba situado en el Old Town de Amman, realmente el señor taxista tenía razón, el hotel era feo, muy viejo, tanto que daba la sensación de sucio, de hecho todos los días me duché con zapatillas cangrejeras. 3 noches a razón de 114 euros, por las tres noches con desayuno.
Realmente me dejé mucho llevar por las opiniones dándole una buena puntuación sobre todo por la ubicación, si lo llego a saber, me habría alojado en otro sitio. Fuera del Old town hay zonas nuevas y mas limpias.
Para mi querida esposa cada noche, cuando llegábamos era un drama
Cuando nos levantamos, tomamos el pobre desayuno que servía el hotel y fui a cambiar algo de dinero. Hay muchas casas de cambio, en la ciudad el cambio suele estar a 0.85 en el aeropuerto cambie lo justo para el taxi, y la diferencia es grande, a 0.73.
Una vez listos, comenzamos a descubrir Amman.
Salimos y la impresión no mejoraba, todo sucio, trafico, sin pasos de peatones en las avenidas grandes. Decidimos empezar la visita por la ciudadela, que tan solo estaba a 10 minutos del hotel.
La entrada costaba 2JD por persona, pero estaba incluida en la Jordan Pass. Ahí conocimos a Sayel, el que sería nuestro guía. El chico es licenciado en turismo, y hace de guía en español, habla perfectamente pues nació en Venezuela. Nos pidió 25JD por hacernos la visita guiada, al final conseguimos que lo bajara a 20JD.
Vistas de la ciudad de Amman.
El templo de Hercules. En su dia fue un santuario, una figura de 12 metros de alto lo custodiaba, hoy solo quedan 3 dedos y el codo, como se puede ver en la foto.
La visita guiada duró aproximadamente 1 hora, cuando terminó, el chico ofreció sus servicios como guía si queríamos ir a otros sitios. Mi idea era de ir en transporte publico y ahorrar, pero después de pensar un rato, pensamos que la mejor forma de meterse en el pasado y de empaparse de todo era con guía. Acordamos la ruta para la tarde y para el dia siguiente, el con su coche nos llevaría a todos los sitios que pidiéramos y nos haría de guía. por lo tanto, por la tarde nos llevaría al monte nebo, y al dia siguiente Jerash por la mañana y a los castillos del desierto por la tarde.
acordamos 130JD por estos dos días de tour.
El monte nebo esta situado en la localidad de Madaba, al ser turismo religioso tuvimos que pagar 4JD por persona. Sayel nos contó la historia de Moises y nos enseñó los alrededores del monte.
Moises, movido por la fe, condujo a su pueblo por el desierto en busca de la tierra prometida. Cansado, y enfadado despues de dar vueltas y vueltas golpeó una roca de la cual emanó agua. Entonces Dios se le apareció, y le dijo que subiera al monte nebo, el le enseñaría el camino hasta la tierra prometida, pero a su vez le dijo no solo que el no llegaria a ella, tambien anuncio que el mismo monte nebo sería donde el iba a morir.
En este mapa, se puede divisar en dias claros tanto Jerusalen como Jericó. Yo solo llegué a ver el mar muerto desde aqui.
Cuando terminó la visita, Sayel nos dejó en una calle muy animada de Amman, Rainbow st, no tenía nada que ver con nuestra zona del hotel, y solo estábamos a 10 minutos andando, mucho ambiente, todo muy limpio, cenamos en un restaurante precioso, con vistas a todo Amman iluminado con faroles. Una forma excelente de terminar un gran dia.
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