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Día 5 - El primer día de camino al centro rojo fue de transición básicamente, pues lo dedicamos a iniciar la ruta por el outback australiano, por la interminable carretera que une el sur con el centro. Previamente, paramos en Adelaida para repostar y comprar comida, etc... por la noche acampamos en un descampado al lado de la carretera, unos 40km antes de Port Augusta, desde donde se podían ver las estrellas con más o menos nitidez.
Día 6 - Otro día de carretera más, aunque esta vez con más cosas que ver por el camino. La primera parada fue en Pimba, donde por 2$ nos duchamos con agua caliente. Una vez duchado, paramos en Glendambo, un pequeñisimo pueblo que parecía un plató de un western. Por el camino se podían ver numerosos lagos de sal.
De nuevo en la carretera, vimos emus salvajes! Paramos un momento y saqué la cámara.
Por fin llegamos a nuestro destino tras más de 500km: Coober Pedy (Kupa Piti en aborigen, que significa hombre blanco que hace agujeros. Y es que aquí se asentó la fiebre del ópalo hace unos 100años. La mayoría de la gente vive de la minería.y es que una buena piedra de ópalo bien trabajada y que con suerte sea bonita, puede valer unos 100000$. Aunque son casos poco probables, los hay. Aquí la gente vive en su mayoría bajo tierra, pues el calor en verano puede ser inhumano, de entre 50 y 60°. Las afueras del pueblo están llenas de minas, con montículos de tierra removida.)
Llegamos al camping de un señor llamado Gary. Es un hombre muy amable, ya jubilado, sigue trabajando el ópalo en su pequeño taller. Y digo pequeño porque el personaje vive en un autobús lleno de polvo del desierto... Todo el recinto está lleno de polvo, aún así decidimos pasar dos noches en su propiedad. Y es que electricidad, baño, ducha (fría), agua potable y wifi es mucho más de lo que vamos a encontrar en ningún lugar por los 10$ que os pedía por noche. Antes de que anocheciera subimos a un lugar que Gary nos recomendó para ver el atardecer.
Otro dato curioso es que había algunos aborígenes australianos viviendo en el pueblo.
Día 7- Al amanecer, me di una vuelta por el pueblo y tomé algunas fotos. Luego volví para hacer un alto en el camino y aprovechar para lavar la ropa, ducharme y descansar. Después de comer di otra pequeña vuelta por allí, pero debido al calor que hacía fue muy breve. Decidimos adelantar nuestra visita a The Breakaways, un lugar donde tenía puestas mis esperanzas para ver un gran atardecer. Aunque el camino no era apropiado para la campervan, lo hicimos despacito, pues íbamos sobrados de tiempo. Llegamos allí y las vistas eran impresionantes. La pega son las moscas de la zona, las más pesadas que he visto nunca. No te dejan en paz en ningún momento. Harto de ellas, me metí en la caravana a merendar y a hacer un poco de tiempo. A falta de una hora para el ocaso, salí de nuevo con la cámara. He de decir que las fotos que hice a partir de aquí están chulísimas. El momento fue tan mágico, que se hizo de noche. Hora de volver al camping de Gary.
Día 8 - Tras el paréntesis en Coober Pedy, tocaba paliza de carretera para llegar al centro rojo. Más de 650 km... Paramos en Marla y en Curtin Springs para repostar y descansar. Acampamos a 20km del Parque Nacional Uluru. / Kata-Tjuta. Por el camino incluso pude ver Uluru, la gran roca sagrada de los aborígenes. Mañana por fin la podré ver más de cerca
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