A las 05:30 la peque y yo ya estábamos despiertos. Solo pensar que había descansado poco más de 3 horas, me dieron ganas de echarme a llorar, pero mi peque me recordaba que estas vacaciones iban a ser diferentes desde la primera hora del día.
Mientras mi mujer se tomaba un café en la terraza, yo eché un vistazo a la habitación.
Cuando entras por la puerta lo que encuentras es un pequeño recibidor con un gran armario en el lado izquierdo, y enfrente la puerta del baño. Cuando miramos a la derecha vemos las dos camas dobles de 1’30 metros de ancho, con una mesita de noche entre las dos y un ventilador de techo. Cuando entramos el primer día nos encontramos encima de las camas dos albornoces y dos pares de zapatillas.
Enfrente de las camas encontramos una mesa baja, una mesa grande con tres cajones y un taburete, un libro con información sobre el hotel, un gran espejo. Otro mueble con la televisión encima y dentro una mini bar y una cafetera con unas tazas, un bote con café, té, azúcar, un par de vasos y una cubitera. Dentro de la nevera encontramos agua, cervezas y refrescos de cola, naranja y lima-limón. Fuera de la nevera también encontramos un par de botellas de agua.
A continuación encontramos un pequeño salón con un sofá cama, una mesita, una lámpara de pie, dos butacones y una mesa central con el menú del servicio de habitaciones. Del salón pasamos a la terraza que contiene dos sillas, una mesita y un tendedero para la ropa.
En el armario de la entrada hay un planchero, una plancha, bolsas para la lavandería, dos mantas y la caja fuerte.
En el baño encontramos la bañera de hidromasaje, un lavabo, un secador de pelo, un gran espejo, un espejo para maquillaje y el WC. Junto a la bañera hay una estantería con las toallas de baño. En el lavabo hay un par de toallas de mano, dos vasos y una bandeja con gel y champú de ducha.
En la puerta de entrada hay un cartel informativo de que está prohibido fumar en esta habitación. Hay habitaciones para fumadores y para no fumadores. Mi mujer aunque es fumadora no tuvo problemas con ello, ya que con la niña no iba a fumar dentro, aunque fuera para fumadores, saliendo a la terraza.
Salimos sobre las 7:30 de la habitación dirección al restaurante buffet Tikal.
Cogimos por un puente de madera que cruzaba el manglar que rodea todas las villas hasta llegar a la piscina El Rinconcito. Después pasamos por el recinto de los cocodrilos y llegamos al buffet. El buffet Tikal se encuentra en la parte del Kantenah, detrás del buffet El Gran Azul y junto al buffet La Hacienda del Colonial. El Tikal abre de 07:00 a 10:30 para los desayunos y de 18:30 a 22:00 para la cena. Para el almuerzo se encuentra cerrado. El buffet es un local con aire acondicionado y en el no te dejan entrar mojado, descalzo, ropa de baño o sin camiseta. Cuando entras te encuentras un pequeño mostrador donde una mujer te indica que te acompañan hasta una mesa, en ella te sirven el café. El buffet es muy completo con todo tipo de pan, postres y postres en vivo, mermeladas, batidos, zumos, zumos naturales, cereales, fruta, chacina, queso, yogurt, zona de comida en vivo con tortillas, huevos fritos, salchichas, beicon, etc.
Después del desayuno nos fuimos a la piscina, para coger hamacas frente a la piscina infantil. Las hamacas que están frente a la piscina infantil indican que no se puede consumir bebidas alcohólicas, por lo cual pasamos a las que están detrás pero mirando a la piscina principal. Ya había muchas reservadas con toallas a la sombra de las sombrillas, pero quedaban muchas al sol. La piscina infantil es uno de los alicientes por el que cogimos este hotel y la verdad es que no nos decepcionó, muy completo y atractivo para los más pequeños, y para los no tan pequeños, me entraron ganas de tirarme en varias ocasiones. Estuvimos un rato en la piscina infantil con la peque descubriendo con ella todos los recovecos que había para que ella pudiera jugar.
Luego nos fuimos a la barra húmeda que se encuentra frente al buffet El Lago Azul pasando por debajo de un pequeño puente de madera. Cogimos asientos y empezamos a pedir diferentes cocteles. Los que más pedimos fueron el daiquiri de fresa “cargadito” y el mojito para mi mujer, el Riviera maya y el palladium para mí, y el Spider-Man para la peque, ya que había varios cocteles para los más pequeños.
Luego nos volvimos a nuestras hamacas, pero nuestra sorpresa fue que observamos que servían copas en las hamacas frente a la piscina infantil. Cuando vimos que una pareja las dejaba, rápidamente las cogimos, ya que estábamos mejor frente a la piscina infantil viendo a la peque. Por las hamacas pasan personal del Beach Bar preguntándote si quieres alguna bebida, entregándotela en la propia hamaca. Entre las hamacas y el Beach Bar hay un pequeño puesto de perritos calientes, donde puedes pedirlo y combinarlo con varios complementos. Y para rematar la mañana, frente a las hamacas paso varias veces un pequeño carro de helados. No hacía falta levantarse para ponerse hasta el cu… jajajajajajajaja
Para el almuerzo fuimos al buffet el Gran Azul. Las mesas están en el exterior, pero el día no era muy caluroso y se podía comer bien. El código de vestimenta no ir descalzo y sin camiseta. Mojados nunca nos dijeron nada, pero creo que si hubiéramos ido chorreando puede que no nos dejaran. El buffet es más pequeño, con mucha frituras, pizzas, hamburguesas, perritos y carnes, ensalada, fruta y postre.
La bebida te la sirven en la mesa.
Luego volvimos a las hamacas para que la peque estuviera jugando en la piscina infantil. Después de descansar, dejamos las hamacas y nos fuimos a la barra húmeda a tomar la última antes de irnos a la habitación. Estando allí, la peque no paraba de jugar en el agua, nos parecía que la peque se lo pasaba mejor allí que en la piscina infantil.
Nos fuimos para la habitación para ducharnos y vestirnos para la cena. Cuando llegamos a la habitación nos encontramos con una cesta de frutas, una botella de ron, un sobre a mi atención y una banda de recién casados. Por lo que parece esto lo ponen a los recién casados el día de la entrada al hotel, pero como nosotros cambiamos del White Sand al Kantenah esto se quedo en la otra habitación.
Después de ducharnos y cambiarnos, nos fuimos directos a la recepción del Kantenah para coger el trenecito que da vueltas por el complejo. Después de esperar un ratito en la recepción, nos montamos en él, y cuando va a salir le hago una foto a las dos y nos damos cuenta que la niña tiene el lado derecho de la cara, el parpado y la frente hinchada. Nos salimos del tren y nos fuimos a la habitación rápidamente. Cuando llegamos a la habitación vimos que tenía tres picaduras, poniéndole la crema que nos dieron en el hospital. Después del susto, nos pusimos a pensar como puede ser que le picaran tres mosquitos en la misma zona, ya que no tenía ninguna en los brazos ni en las piernas. Además, después de la experiencia que tuvimos meses antes con las picaduras y el ingreso de varios días en el hospital, llevábamos un arsenal de repelentes de mosquitos de todos los tipos. Una crema que se le pone por todo el cuerpo, unos parches que se ponen en la ropa y una pulsera con una pastilla de repelente, que vale para el agua, y se pone en el tobillo o en la muñeca.
Viendo que no podríamos ir a cenar fuera de la habitación, llamamos al servicio de habitaciones a la extensión 8718. El menú del servicio de habitaciones está en la mesa del saloncito.
Aunque eran las 21:00, no nos cogían el teléfono. Después de estar más de 45 minutos llamando, llame a la recepción y les indique el problema que teníamos, y nos hicieron el favor de llamar y cuando les descolgaran el teléfono nos pasarían la llamada. Después de un cuarto de hora recibimos la llamada. Pedimos un sándwiches de jamón y queso, nachos con carne, dos burritos de pollo, un yogurt de fresa y un brownie de chocolate. A las 23:50 nos llegó la comida.
La peque estaba un poco más hinchada pero el efecto de la crema tarda mucho tiempo, por lo cual después de cenar nos fuimos a dormir y veríamos por la mañana como estaba.