Hoy nos levantamos con calma, vamos a dedicar el día a visitar La City.
Tomamos el metro hasta St. Paul y salimos a unos 100 metros de la catedral.
Tenía decidido entrar y de hecho llevaba impresos los 2x1 pero al llegar no me dijo nada especial, así que la vimos por fuera y después cruzamos el Puente del Milenio. Una zona bastante fotogénica, ya que permite sacar la típica fotografía con St. Paul al fondo y varias panorámicas interesantes a ambos lados del río. Había mucha gente con niños jugando a tirar piedras al río en la pequeña playa fluvial que hay bajo el puente.
Al otro lado del puente está la Tate Modern, ubicado en una antigua central eléctrica. Es el Museo de Arte Moderno más visitado del mundo y contiene obras de Dalí, Picasso, Andy Warhol...Este último despertó el interés de mi hija y allá nos fuimos, ya que lo había estudiado el curso pasado en el colegio.
Visitamos un par de salas más y después nos dirigimos a la planta -1, donde hay una zona de esparcimiento con una enorme rampa enmoquetada donde los niños hacen la croqueta y también varios columpios gigantes. Mi hija disfrutó mucho y practicó su inglés básico hablando y jugando con niños ingleses que pasaban allí la mañana. Hay wifi gratuita.
Al salir tomamos rumbo a la derecha dando un paseo y pasamos por delante del Shakespeare Globe, y de allí al Borough Market. Borough Market es uno de los mercados más importantes de Londres, donde se venden productos frescos de primera calidad: carne, pescado, frutas, queso, embutido...Esto es importante porque en Londres, como sabeis, se come mucha comida envasada y este tipo de mercados de frescos no abundan precisamente.
Aquí se abastecen muchos de los restaurantes importantes de Londres y se reúnen los "foodies" a la hora de comer. Sin embargo, aunque el mercado es bonito, no me pareció que tuviera gran variedad de oferta culinaria, así que acabamos recurriendo a un puesto de paella, sí, paella española, 2 raciones 9 libras. Después compramos chocolate, curioseamos un poco por los bonitos puestos de olivas, naranjas, calabazas, especias... y dimos por concluída la visita.
Una vez visto el mercado, cruzamos el London Bridge
Desde allí fuimos dando un buen paseo hasta Leadenhall Market, un mercado cubierto con unas preciosas galerías repleto de tiendas, cafeterías y pubs. Data del siglo XIV y es unos de los mercados más antiguos de la ciudad. Se sitúa en Gracechurch Street en pleno corazón de la City. Nos encontramos muchos grupos de gente trajeada, y eso me hace pensar que por su ubicación es frecuentado por muchos trabajadores de la City.
Como curiosidad, decir que fue escenario para grabar las escenas del Callejón Diagon de Harry Potter y la piedra filosofal. Como podeis comprobar, hay muchos guiños a este personaje por toda la ciudad. Precisamente por este dato supe de la existencia del mercado y me decidí a visitarlo. Mi hija está empezando a ver y leer Harry Potter y le encanta, Además queda muy cerca del Sky Garden que era nuestro siguiente destino.
El Sky Garden está en la planta 35 del edificio conocido como "walkie talkie" por los londinenses y no es para menos. Es una planta completa con terraza y vistas de 360 grados, además de disponer de muchas plantas y árboles que le dan aspecto de jardín botánico. También hay una cafetería, supongo que no muy barata porque nosotras no consumimos, y acceso gratis a los baños.
Se puede reservar una visita gratuita de una hora desde la web del Sky Garden , que fue lo que yo hice. Hay que estar atentos a la página porque las visitas gratuitas se ofertan con una semana de antelación. Hay que hacer una reserva para cada uno de los visitantes, si es niño también lleva la reserva con sus datos. Es muy sencillo, se elige día y hora, se rellena un formulario con los datos que contiene un código de barras y se lleva impreso. Se puede subir con mochila o bolso sin problema.
Con respecto a la hora de reserva, yo reservé a las 16:30 porque no quedaban citas para las 17:00 horas, ya que así veríamos las vistas de día y al anochecer. Sin embargo, viendo que no había saturación de gente y dado que nadie controla el tiempo que estás arriba, nos quedamos media hora más y pudimos ver un sunset maravilloso. Las vistas son impresionantes y, sin haber subido al London Eye, dudo que tengan mucho que envidiarle. Lo interesante de esta visita es que haga un buen día y nosotras tuvimos un día soleado y sin frío, por lo que la terraza estaba abierta y pudimos acceder. A la izquierda de la terraza, la Torre de Londres, el Tower Bridge; a la derecha St. Paul y el Millenium Bridge, a lo lejos London Eye; de frente, The Shard.
El inconveniente del sol son los reflejos en los cristales, que además están algo sobados de tanta gente que pasa por allí, y hacen difícil sacar fotografías nítidas. Y de ello varios ejemplos:
Después cogimos el metro hasta Picadilly, cenamos en un Mac Donalds (mi hija se aprovecha cuando estamos de viaje porque en casa no le dejo ir), paseamos hasta Trafalgar Square que sólo habíamos visto desde el bus. Tras volver a Picadilly y un rato en Picadilly Circus escuchando un concierto callejero y la compra de un par de souvenirs, cogimos el socorrido bus 23 directas al hotel y a dormir. El día siguiente finalizaba nuestra escapada.
Visitas gratuitas del día: paseo por la City, Tate Modern, Borough Market, Leadenhall Market, Sky Garden.
Tomamos el metro hasta St. Paul y salimos a unos 100 metros de la catedral.
Tenía decidido entrar y de hecho llevaba impresos los 2x1 pero al llegar no me dijo nada especial, así que la vimos por fuera y después cruzamos el Puente del Milenio. Una zona bastante fotogénica, ya que permite sacar la típica fotografía con St. Paul al fondo y varias panorámicas interesantes a ambos lados del río. Había mucha gente con niños jugando a tirar piedras al río en la pequeña playa fluvial que hay bajo el puente.
Al otro lado del puente está la Tate Modern, ubicado en una antigua central eléctrica. Es el Museo de Arte Moderno más visitado del mundo y contiene obras de Dalí, Picasso, Andy Warhol...Este último despertó el interés de mi hija y allá nos fuimos, ya que lo había estudiado el curso pasado en el colegio.
Visitamos un par de salas más y después nos dirigimos a la planta -1, donde hay una zona de esparcimiento con una enorme rampa enmoquetada donde los niños hacen la croqueta y también varios columpios gigantes. Mi hija disfrutó mucho y practicó su inglés básico hablando y jugando con niños ingleses que pasaban allí la mañana. Hay wifi gratuita.
Al salir tomamos rumbo a la derecha dando un paseo y pasamos por delante del Shakespeare Globe, y de allí al Borough Market. Borough Market es uno de los mercados más importantes de Londres, donde se venden productos frescos de primera calidad: carne, pescado, frutas, queso, embutido...Esto es importante porque en Londres, como sabeis, se come mucha comida envasada y este tipo de mercados de frescos no abundan precisamente.
Aquí se abastecen muchos de los restaurantes importantes de Londres y se reúnen los "foodies" a la hora de comer. Sin embargo, aunque el mercado es bonito, no me pareció que tuviera gran variedad de oferta culinaria, así que acabamos recurriendo a un puesto de paella, sí, paella española, 2 raciones 9 libras. Después compramos chocolate, curioseamos un poco por los bonitos puestos de olivas, naranjas, calabazas, especias... y dimos por concluída la visita.
Una vez visto el mercado, cruzamos el London Bridge
Desde allí fuimos dando un buen paseo hasta Leadenhall Market, un mercado cubierto con unas preciosas galerías repleto de tiendas, cafeterías y pubs. Data del siglo XIV y es unos de los mercados más antiguos de la ciudad. Se sitúa en Gracechurch Street en pleno corazón de la City. Nos encontramos muchos grupos de gente trajeada, y eso me hace pensar que por su ubicación es frecuentado por muchos trabajadores de la City.
Como curiosidad, decir que fue escenario para grabar las escenas del Callejón Diagon de Harry Potter y la piedra filosofal. Como podeis comprobar, hay muchos guiños a este personaje por toda la ciudad. Precisamente por este dato supe de la existencia del mercado y me decidí a visitarlo. Mi hija está empezando a ver y leer Harry Potter y le encanta, Además queda muy cerca del Sky Garden que era nuestro siguiente destino.
El Sky Garden está en la planta 35 del edificio conocido como "walkie talkie" por los londinenses y no es para menos. Es una planta completa con terraza y vistas de 360 grados, además de disponer de muchas plantas y árboles que le dan aspecto de jardín botánico. También hay una cafetería, supongo que no muy barata porque nosotras no consumimos, y acceso gratis a los baños.
Se puede reservar una visita gratuita de una hora desde la web del Sky Garden , que fue lo que yo hice. Hay que estar atentos a la página porque las visitas gratuitas se ofertan con una semana de antelación. Hay que hacer una reserva para cada uno de los visitantes, si es niño también lleva la reserva con sus datos. Es muy sencillo, se elige día y hora, se rellena un formulario con los datos que contiene un código de barras y se lleva impreso. Se puede subir con mochila o bolso sin problema.
Con respecto a la hora de reserva, yo reservé a las 16:30 porque no quedaban citas para las 17:00 horas, ya que así veríamos las vistas de día y al anochecer. Sin embargo, viendo que no había saturación de gente y dado que nadie controla el tiempo que estás arriba, nos quedamos media hora más y pudimos ver un sunset maravilloso. Las vistas son impresionantes y, sin haber subido al London Eye, dudo que tengan mucho que envidiarle. Lo interesante de esta visita es que haga un buen día y nosotras tuvimos un día soleado y sin frío, por lo que la terraza estaba abierta y pudimos acceder. A la izquierda de la terraza, la Torre de Londres, el Tower Bridge; a la derecha St. Paul y el Millenium Bridge, a lo lejos London Eye; de frente, The Shard.
El inconveniente del sol son los reflejos en los cristales, que además están algo sobados de tanta gente que pasa por allí, y hacen difícil sacar fotografías nítidas. Y de ello varios ejemplos:
Después cogimos el metro hasta Picadilly, cenamos en un Mac Donalds (mi hija se aprovecha cuando estamos de viaje porque en casa no le dejo ir), paseamos hasta Trafalgar Square que sólo habíamos visto desde el bus. Tras volver a Picadilly y un rato en Picadilly Circus escuchando un concierto callejero y la compra de un par de souvenirs, cogimos el socorrido bus 23 directas al hotel y a dormir. El día siguiente finalizaba nuestra escapada.
Visitas gratuitas del día: paseo por la City, Tate Modern, Borough Market, Leadenhall Market, Sky Garden.