Hoy visitaremos algunos de los miradores mas famosos de Lisboa y pasearemos por las estrechas callejuelas del barrio más antiguo de Lisboa y que antaño fue hogar de pescadores además de ser la cuna del Fado junto a su vecino barrio de Mouraria, seguro que ya sabéis a que barrio me refiero, efectivamente es el Barrio de Alfama, su nombre es de origen árabe Al-Hamma que significa fuentes o termas, visitado este barrio junto con el Castillo de San Jorge terminaremos el día viendo algunos de los museos de la propia ciudad de Lisboa.
Iniciamos nuestra ruta en la plaza Martin Moniz, tenemos pensado coger el famoso Tranvía 28 para bajarnos en la 7ª parada en la Rua da Graca ya que nuestro primer destino de hoy es el Mirador Nuestra Senhora do Monte sobre el tranvía decir que esta línea es la mas larga de Lisboa y que une la plaza Martin Moniz con Campo Ourique atravesando algunos de los distritos mas interesantes de Lisboa como, el este de a Baixa lugar de partida de esta línea, Graça, Alfama o Estrela, pero para nuestra sorpresa aunque era temprano, vemos que el cumplimiento de los horarios por parte del transporte estrella de Lisboa es una utopía, así que después de estar 15 minutos esperando decidimos acercarnos andando ya que tampoco la distancia es tan grande, iniciamos la ruta de subida adentrándonos en el barrio de Graça, una vez que estamos salvando el mayor desnivel de esta ruta ya vemos a un lado el mirador da Graça, pero nuestro destino esta un poco más arriba así que seguimos subiendo un poco más que es donde se encuentra el mirador de Nuestra Senhora Do Monte, desde este lugar podemos obtener unas buenas panorámicas de Lisboa, se puede apreciar el cercano Castillo de San Jorge, el rio Tajo, el Barrio de A Baixa… Este mirador además de sus espectaculares vistas tiene un alto contenido histórico ya que fue aquí donde el primer Rey de Portugal acampo con sus tropas para la posterior conquista de Lisboa.
Vistas desde el Mirador de Nosa Senhora Do Monte
Después de disfrutar de las vistas a la sombra de los arboles empezamos a bajar por Calcada do Monte en dirección a otro de sus famosos miradores y que se encuentra a unos 10 minutos andando, estoy hablando concretamente del Mirador da Graça, este mirador es uno de los más concurridos de Lisboa y el nombre por el que se conoce que no es el oficial es debido a que justo al lado se encuentra un antiguo monasterio agustino que le da el nombre al mirador y que data de 1271. Después del terremoto de 1755 tuvo que ser reconstruido, momento que se le añadió la iglesia, como ya sabréis Lisboa tiene una tradición azulejera así que si tenéis la ocasión acceder al interior de esta iglesia para poder observar en alguna de sus paredes los azulejos con los que está decorado y que merece la pena ver. Deciros que el nombre oficial del mirador es Sophia de Mello Breyner Andresen, desde este mirador yo creo que pocas cosas de Lisboa se quedan sin poder observar, en el mismo mirador hay un bar en la terraza con mesas a la sombra de unos arboles donde tomar algo y que seguro que lo agradecerán los que ya lleven tiempo de caminatas para recuperarse algo.
Estatua de Sophia de Mello Breyner Andresen y fachada de la parte mas antigua del monasterio
Interior de la iglesia da Graça
Vistas desde el mirador da Graça
A esta hora de la mañana el kiosko-bar acaban de abrirlo pero nosotros como seguimos completos de energía empezamos en adentrarnos en el barrio de Alfama para visitar el Castelo de San Jorge, el trayecto nos lleva poco mas de 10 minutos andando, este castillo también es conocido con el nombre de Castelo dos Mouros ya que este castillo fue una fortificación musulmana hasta que el rey Henriques lo conquisto en 1147, esta fortaleza a lo largo de la historia tuvo sobre todo una función militar, lo mas destacado de su interior es pasear por sus torres y murallas, descubrir su pequeña puerta de la traición por donde salían los mensajeros con sus mensajes secretos, visitar su cámara oscura donde a través de unas lentes ópticas se puede divisar la ciudad en imágenes de 360º en tiempo real, esta última visita está limitada a un número determinado de personas, creo que cuando entramos nosotros eramos alrededor de 20 personas durante la visita y su duración es de unos 15 a 20 minutos, la hay en varios idiomas entre ellos el español, otros sitios a visitar dentro de la fortaleza son los restos del antiguo Palacio Real de Alcazaba y que quedaron muy dañados tras el terremoto de 1755, parte del lugar es ocupado por un café y un restaurante y por ultimo su mirador desde donde se pueden obtener unas vistas excepcionales de la ciudad de Lisboa, como información adicional decir que según la guía del castillo la puerta principal del castillo era la que se situaba en la parte este y que el acceso hacia el primer patio de armas de este castillo se hizo hacia el lado izquierdo para que el enemigo tuviera que protegerse con el escudo con el brazo derecho y llevar la espada con la mano izquierda. El castillo dispone de 2 patios de armas, al primero que se accede durante la visita antiguamente no tenía acceso a la parte superior de las murallas y que según parece se hizo así para cuando el enemigo llegara acceder a su interior que fuera una trampa mortal a través de las flechas que se dispararían los arqueros desde la parte superior de las murallas, este castillo nunca fue conquistado por lucha sino más bien por bloqueos de suministros que hacían que al final se acabaran rindiendo.
Terminada la visita al castillo no podemos abandonar el lugar sin antes dar un paseo por el barrio de Santa Cruz do Castelo, este peculiar barrio esta situado dentro de la ciudadela y lo que mas abundan sobre todo pegados a la fortificación del castillo son las tienda de recuerdos y restaurantes, observamos que las colas para acceder al castillo a esta hora (13 horas) son enormes.
Terminada la visita al castillo no podemos abandonar el lugar sin antes dar un paseo por el barrio de Santa Cruz do Castelo, este peculiar barrio esta situado dentro de la ciudadela y lo que mas abundan sobre todo pegados a la fortificación del castillo son las tienda de recuerdos y restaurantes, observamos que las colas para acceder al castillo a esta hora (13 horas) son enormes.
Entrada principal al Castillo, estatua de D. Manuel I, entrada original del castillo y muralla
Vistas desde el Castillo
A continuación empezamos a bajar en dirección al rio Tajo para llegar al Mirador Das Portas do Sol, situado en Largo Portas do Son, este mirador nos ofrece una magnifica perspectiva del barrio de Alfama así como las siluetas de varias iglesias como la de San Esteban y San Miguel con el fondo azul del mar, también se divisa la cúpula del Panteon Nacional, mientras admiramos las vistas podemos oír el ruido de los frenos del tranvía 28 ya que justo al lado del mirador hay una parada, en una parte del mirador hay una estatua de San Vicente sosteniendo en su brazo izquierdo un barco con dos cuervos. Desde aquí nos vamos a otro mirador que se encuentra muy cerca siguiendo la ruta de bajada que realiza el tranvía 28, según nos acercamos a la izquierda nos encontraremos una iglesia dedicada a la orden de Malta y justo al lado el Mirador de Santa Lucia, este mirador que se encuentra encima de lo que antiguamente eran unas murallas árabes es un pequeño balcón sobre el barrio de Alfama, sus paredes están revestidas de cientos de azulejos donde el paso del tiempo está haciendo mella sobre ellos, la iglesia del lado que da al mirador tiene un mural de azulejos donde se representa la plaza del Comercio antes del terremoto de 1755 y la toma del castillo de San Jorge por parte de los cristianos, pero nosotros no podemos verlo porque están en obras y tienen gran parte del mirador cerrado así que desde aquí empezamos a bajar y dejamos ahora si el plano en el bolsillo porque lo mejor que podemos hacer ahora es adentrarnos en el barrio de Alfama y perdernos entre sus calles, realmente no os puedo decir claramente por donde fuimos porque aunque el barrio no es muy grande lo mas seguro es que uno se pierda entre sus laberínticas calles, al final buscábamos un lugar para comer y lo encontramos en la Rua do Jardim do Tabaco, fuimos a un restaurante llamado A Muralha, (tripadvisor) elegimos este porque una de sus especialidades es la parrillada de diversas carnes, ya llevábamos varios días comiendo pescado y el ligero olor de su parrilla que inundaba la calle nos engatuso para comer en una de las mesas libres que había debajo de una gran parra que se encuentra a la entrada.
Vistas desde el Mirador Das Portas do Sol
Pared revestida de azulejos en el Mirador de Santa Lucia
Famoso tranvía 28 en Largo Portas do Son
San Vicente en el Mirador Das Portas do Sol y ruas de Alfama
Terminada la comida nos dirigimos andando tranquilamente durante 25 minutos al museo Nacional del Azulejo, aquí hacemos uso por primera vez de nuestra Lisboa card de 24 horas, este antiguo convento fundado en el año 1509 llamado Madre De Dios acoge a través de las diferentes plantas una exposición donde nos muestran la historia del azulejo desde el siglo XVI hasta nuestros días. Este museo dispone de dos claustros, el primero que vemos es el más grande y sencillo, el segundo claustro de estilo manuelino y al que se accede subiendo unas escaleras a través de un estrecho pasillo es el que formaba parte del antiguo convento, las paredes de este último claustro en su primera planta están adornados con azulejos pintados con figuras geométricas.
Acceso al claustro, azulejos y pasillo del mismo
En nuestra visita al museo también nos gustó la iglesia de su interior y que se sitúa en la planta baja, en su interior destacan sus paredes con azulejos, la multitud de cuadros y la ostentosa decoración. En la planta mas alta del edificio se encuentra un gran mural de Lisboa que tiene 23 metros de largo y donde se representan 14 km de costa de la ciudad antes del terremoto de 1755. El museo dispone de tienda y cafetería con un gran patio cubierto en parte, donde comer algo ligero o tomar una bebida tranquilamente.
Imagenes del interior del museo del azulejo
Cuando salimos del museo en uno de sus laterales cogemos el bus 794 ya que nos dejara a poco más de 100 metros de la plaza do Comercio, nuestra siguiente visita es el Lisboa Story Center en la entrada se encuentra también la oficina de turismo, su horario es hasta las 20:00 pero la última entrada es a las 19:00 horas, en este lugar a través de una audioguia que hay disponible en castellano y el material multimedia disponible en las diversas salas nos contaran la historia de Lisboa, así como vivir la experiencia de un terremoto aunque mas por el ruido que por el movimiento.
Terminada la visita al Lisboa Story Center, visita que a nosotros nos ha gustado bastante nos dirigimos a nuestro siguiente destino que se encuentra al lado, es el Arco da Rua Augusta, la entrada esta en la misma Rua Augusta en un lateral, su horario en invierno es hasta las 19:00 pero este va aumentando según se acerca el verano, nosotros cuando fuimos su apertura era hasta las 21:00 horas, desde la terraza superior hay una panorámica de 360º de Lisboa, pero antes de llegar a la terraza y regulado por semaforos su acceso debido a su estrechez en una planta inferior nos encontramos la sala do Relogio, lugar donde se expone la historia de este arco desde el comienzo de su construcción después del terremoto de 1755 hasta su finalización. Con la Lisboa Card la entrada es gratuita al igual que la entrada al Lisboa Story Center.
Imagenes desde la terraza hacia los 4 puntos cardinales
Son cerca de las nueve de la noche y nos vamos acercando a nuestro hotel, tomamos algo ligero de cena en uno de los numerosos bares que hay en A Baixa y nos vamos a tomar algo al Sky bar del Hotel Tivoli ya que se encuentra de camino a nuestro hotel, un lugar muy recomendable para acabar el día y tomar algo relajadamente disfrutando de las buenas vistas y la música de ambiente, eso si los precios son altos para Lisboa, los cocteles partían de los 12 euros, nosotros tomamos un zumo de piña y una coca cola y pagamos 10 euros, cuando llegamos no había mucha gente pero poco a poco se iba llenando y según pasaba el tiempo nuestras camisetas y pantalones informales para estar cómodos para recorrer la ciudad iban desentonando con la vestimenta de la gente que iba llegando para disfrutar de la noche lisboeta, después de 1 hora nos vamos del lugar y nos dirigimos al hotel para descansar, así que hasta aquí nuestra etapa de hoy, me despido hasta la siguiente etapa gente viajera.
Sky bar del Hotel Tivoli