23 de Noviembre Un día más en Japón y ya le estoy pillando el truco a esto de levantarme pronto, supongo que es porque llego tan cansado de las excursiones del día que caigo rendido en la cama. Hoy toca visitar el Monte Koya, donde visitaré varios templos y el famoso cementerio de Okunoin. Siendo previsor por la hora que me tenia que levantar hoy ayer ya dejé la mochila lista, así que salgo a la calle (desayuno aleatorio of course) y voy en metro hasta la estación de Namba. Allí busco el anden de Nankai Railways y embarco dirección el monte Koya.
Como comenté en la etapa anterior ayer compré un pack de billetes para Koyasan, el Koyasan World Heritage Ticket, os lo recomiendo. Tienes todos los billetes para los trenes y el tren cremallera tanto de ida como de vuelta, descuentos en algunos templos y acceso ilimitado al bus de la compañía que recorre el pueblo. El trayecto es muy bonito cuando dejas atrás las ciudades y empiezas a adentrarte en montaña. Llego a la última estación y solo queda subir al tren cremallera, miro para arriba y menuda cuesta sube el trenecito de marras.
Tras un curioso ascenso, recomiendo subir en la parte de delante del todo o la de atrás del todo por las vistas. Llego a la parada de bus, es obligatorio cogerlo ya que no se puede ir hasta el pueblo caminando, miro el mapa y veo que el bus te deja en varios sitios y como ya sabemos que me gusta caminar me paro en la primera parada. Uno de los antiguos accesos al terreno sagrado, ante mi tengo una carretera flanqueada por enormes árboles y un pequeño templo. Me entretengo un rato por el lugar, estoy solo y es muy agradable sentarse y disfrutar del momento, hace un día soleado y eso en montaña se agradece ya que aunque hace frio si te pones al sol no se nota tanto.
Después de hacer la lagartija un rato me adentro en el pueblo, por el camino veo varios templos, casitas antiguas, hostales con aspecto de templo (de hecho confundo uno con un templo, xd), el sitio es precioso y me vienen ganas de en un próximo viaje buscar alojamiento aquí. Miro el mapa y busco los sitios que quiero visitar para hacerme un pequeño itinerario, a saber: el mausoleo Tokugawa, el templo Kongobuji, el complejo de templos Danjo Garan, la puerta Daimon y el cementerio Okunoin.
Una vez organizado la ruta pongo camino hacia el mausoleo, al llegar un enorme gatazo me observa con cara de “no me tapes el sol humano” parece el amo del lugar el bicho. Pago mi entrada y visito el recinto. Tengo suerte y estoy solo, lo que me permite deambular y recrearme en el lugar. La arquitectura es maravillosa y se respira una gran paz. Visto el lugar me encamino dirección al siguiente sitio, el Kongobuji. Por el camino me entretengo paseando por callejuelas y caminitos secundarios mientras me digo a mi mismo “cuidado que te engorilas y te pasas el día aquí y no ves nada” la verdad es que el lugar invita a uno a perderse caminado.
Ahora toca la puerta Daimon, que era otro de los accesos al terreno sagrado de Koyasan. Miro el mapa para orientar y veo que puedo llegar por una calle que pasa por detrás del Danjo Garan, así veo un poco más del pueblo. Dicho y hecho. Tras una caminata donde veo algunos pequeños templos y parquecitos llego a la puerta Daimon. Sin palabras, se alza majestuosa ante mi en un vivo color rojo. La encuentro impactante, además hay un caminito cercano desde donde se ve perfectamente y aprovechando el solete decido que es un buen lugar para tomar un segundo desayuno aleatorio, así que paso un rato apacible allí sentado y comiendo.
Con el hambre saciada toca el Danjo Garan y para llegar a él nada más fácil que seguir la calle principal, por el camino veo algunos restaurantes que tienen buena pinta pero entre que no tengo mucha hambre y que casi todos tiene cola decido que ya iré picando algo más tarde.
Al llegar al Danjo Garan tengo una de las mayores sorpresas del viaje, resulta que ese día los monjes hacen una peregrinación por el complejo rezando en cada capilla. Impresiona escuchar los cánticos de todos ellos al unísono, los sigo un rato a una distancia respetuosa y cuando se marchan procedo a explorar el lugar. El Danjo Garan son un conjunto de templos enmarcados en un parque, el lugar es muy bonito, y con los colores del otoño más aun. Hay un pequeño estanque con un templo en medio al que se accede por un puente que es especialmente bonito. En algunos templos no se puede entrar y en otros si, de estos últimos hay algunos que son con entrada. En uno de ellos me pasa una cosa curiosa, veo que tengo descuento pero no hay nadie en la entrada para cobrar, sencillamente hay un cuenco donde depositas el dinero y como me da cosa usar un descuento si no hay nadie a quien enseñárselo pago la entrada completa.
Miro la hora y veo que se está haciendo tarde y quiero llegar al templo Okunoin en el cementerio antes de que cierren así que me pongo en camino. Nuevamente nada mas difícil que seguir la calle principal, por el camino paro en alguna tienda a comprar algún souvenir y algo para picar, unas ricas castañas asadas!, con mi tentempié calentito sigo la calle principal hasta que doy con una de las entradas al cementerio, la puerta Omotesando Ichinohashi.
Entro al bosque donde está el cementerio y quedo maravillado, una camino asfaltado recorre el lugar y de él salen varios caminitos, por todos los lados hay grupos de tumbas, mausoleos, árboles enormes. Todo el lugar tiene un aire místico, no se muy bien como describirlo pero es como una energía antigua que se nota por todo el lugar.
Me despejo la cabeza y sigo mi camino, se está haciendo de noche y se encienden los faroles que hay en el camino, aquí la tecnología rompe la magia la verdad es que hubiese molado que fuesen farolillos de verdad y no bombillas, xd.
Cuando el sol da su último coletazo entre los árboles llego al Okunoin y otra vez sin palabras. El templo principal iluminado por centenares de farolillos que cuelgan de su techo se aparece ante mi, aprieto el paso y llego cuando un monje esta cerrando la puerta, este me sonríe y me hace el gesto de pasar. Le agradezco la invitación y entro al templo. Por dentro es precioso, la luz de las velas y los farolillos le da una tonalidad a toda la sala que parece sacada de un sueño. Estoy prácticamente solo, así que paseo por sus estancias y la terraza exterior, la noche ya ha llegado y con las calidad luces de los farolillos todo adquiere un aire de ensueño.
Cuando salgo del templo y me voy alejando no puedo evitar darme la vuelta un par de veces, verlo ahí brillando en la oscuridad del bosque es como una escena de película. Sigo mi camino y viendo que se hace tarde en lugar de volver por donde he venido decido salir por otra puerta del cementerio que da una parada de bus, empieza a refrescar y tengo ganas de cena caliente. Cojo el bus dirección a la estación del tren cremallera, allí desciendo hasta la estación de tren y camino a Osaka.
Durante el viaje de vuelta hablo con un matrimonio francés, se han quedado a dormir en un templo y me recomienda que si vuelvo que lo haga, la experiencia es mas que satisfactoria. Seguimos hablando de lo que hemos visto y queremos visitar y así transcurre el viaje de vuelta. Una vez en Namba subo al metro y directo al hotel. Decido que me merezco una cena casera y vuelvo a ir al restaurante tradicional del primer día, nuevamente exquisito todo.
Vuelvo al hotel y preparo la maleta, hoy es mi última noche en Osaka ya que mañana parto para Kioto. Cuando lo tengo todo listo bajo a la calle y me doy una vuelta por el parque que hay al lado del hotel, por un momento me tienta subirme al metro e ir al Dotonobori pero estoy un poco cansado de la excursión de hoy y sabiamente me retiro a descansar a mi habitación.
Mañana toca ir al Sumiyoshi Taisha, al barrio Tennoji y luego camino a Kioto, me despido de la noche de Osaka y a dormir.
Visitas del día.
Koyasan ocupa todo el día hoy, para mi es un imprescindible en un viaje a Japón aunque si tubiese que elegir entre Nara y Koyasan me quedo con Nara, pero sin desmerecer para nada Koyasan. Más que nada que Nara se puede combinar con otra excursión y Koyasan ya te consume un día entero. A parte de eso el lugar es precioso, los templos, la puerta y sobretodo el cementerio. Os recomiendo llegar al atardecer al templo Okunoin y disfrutar de la vista con los farolillos encendidos, eso si, no os salgais del camino!, xd. Resumiendo, con el pack de billetes es una excursión fácil de programar y muy recomendable, tambien recomiendo llevaros comida los restaurantes los vi todos muy llenos y asi podéis marcaros vosotros el horario.
Trayecto del día.
Llegar a Koyasan no tiene complicación, una vez allí este el trayecto que hice:
1- Acceso al Pueblo
2- Mausoleo Tokugawa
3- Kongobuji
4- Puerta Daimon
5- Ganjo Garan
6- Entrada Omotesando Ichinohashi
7- Templo Okunoin
8- Salida del cementerio y parada de bus.