El tren desde Ninh Binh hasta Hanoi era antiguo, y teníamos asientos “blandos” en un compartimento petado de gente (y con algún que otro visitante no humano, también). Se nos hizo un poco largo pero creo que en bus hubiera sido peor. Con el gps del móvil íbamos viendo por dónde íbamos y cuánto nos quedaba para llegar. Sabíamos que íbamos a llegar a la misma estación desde donde habíamos salido hacia Hai Phong unos días antes (en la calle Le Duan), y teníamos reservado el hotel en pleno Old Quarter, a unos dos km de distancia. Como íbamos con las mochilas a cuestas no nos apetecía hacerlo andando, y se nos ocurrió probar Uber, ya que habíamos leído que en Hanoi es bastante popular. Tengo que admitir que no lo habíamos usado nunca, y lo de estrenarse en Vietnam nos daba un poco de cosa, pero qué va… menudo invento! Funciona estupendamente bien. Cuando estábamos a una distancia prudencial de llegar a la estación pedimos nuestro primer Uber en la app del móvil, y cuando salimos a Le Duan con las mochilas a cuestas enseguida llegó nuestro coche. Un chaval joven que no hablaba ni papa de inglés (algo que luego vimos que era muy habitual en los conductores de Uber) nos recogió y nos llevó al hotel por 28,000D, y sin tener que preocuparnos de que nos llevara por el camino largo o nos intentara cobrar de más. Nos convenció tanto la experiencia que acabamos usando Uber para todos los desplazamientos en Hanoi.
El hotel estaba bastante bien: moderno, cómodo, y bien situado. Soltamos las mochilas y nos lanzamos a recorrer el Old Quarter, aunque lo primero era buscar un sitio para comer. En recepción nos recomendaron varios sitios, más otros tantos que llevaba yo apuntados, así que después de consultar el mapa nos fuimos derechos a probar uno de los platos estrella de Hanoi: el Bun Cha en un restaurante de nombre poco imaginativo (Bun Cha Ta, en 21 Nguyễn Hữu Huân). El Bun Cha consiste en una especie de albóndigas de cerdo asado (cha) servidos con tallarines de arroz (bun) y acompañados de una salsa especial (con base salsa de pescado y limón, deliciosa), verduras, hierbas, y opcionalmente un rollito frito. Quizás dicho así no suena a nada del otro mundo pero os aseguro que está buenísimo y es obligatorio probarlo si vas a Hanoi. La comida nos costó 230,000D.
Hanoi cuisine: Bun Cha
Después de comer nos dedicamos a recorrer las calles del barrio antiguo de Hanoi, un laberinto de olores, gente y sonidos, con tiendas de todo tipo más allá de los típicos souvenirs – la calle de las joyerías, de las lápidas, de los juguetes, de las herboristerías, de los herreros, de las figuras religiosas, de los espejos… todo ordenado por calles y zonas y con un aire que me recordó un poco al rastro de Madrid. Fuimos a ver el Lago Hoan Kiem, quizás la parte más visitada de la ciudad, y lo recorrimos andando. Hoan Kiem significa algo así como “espada restituida” y la leyenda del lago incluye una tortuga dorada y una espada mágica. Se puede acceder al templo Ngoc Son, en una pequeña “isla” en la parte norte del lago, atravesando un puente rojo muy fotogénico. Cuando nosotros fuimos estaba medio en obras y no nos animamos a pagar la entrada. La otra estructura del lago, la Torre de la Tortuga, está casi en ruinas pero es posiblemente una de las imágenes más emblemáticas de la ciudad. Era domingo, y las calles que bordean el lago estaban cerradas al tráfico, así que la zona estaba llena de familias vietnamitas simplemente pasando la tarde. Se nos acercó una niña muy mona y se puso a hablar con nosotros. Su madre nos explicó que quería practicar inglés para el colegio. Estuvimos hablando con ellas, y la madre nos contaba que vivía a más de una hora en bus pero que le gustaba ir a pasar la tarde del domingo a la ciudad.
Hoan Kiem Lake
Desde el lago seguimos nuestra ruta sin prisa: vimos el monumento a los mártires, nos tomamos un par de bia hois de esas de a 5,000D el vaso para combatir el calor, fuimos a ver la catedral de San José (una visión extraña en un país oriental), y nos acercamos a ver el templo Bac Ma, el más antiguo de la ciudad. Hubo varios niños más que se nos acercaron a hacernos preguntas (casi las mismas, deben tener un guión!) para practicar inglés, y siempre nos pedían hacerse una foto con nosotros después. Algo así ya nos había pasado en Japón años antes, supongo que los occidentales somos muy pintorescos para ellos!
Catedral de San José
Incienso en el templo Bac Ma
Disfrutamos mucho sencillamente viendo a la gente pasar, en una mezcla imposible de turistas y locales, tradición y modernidad. Sin saber muy bien cómo, se nos fue el día!
Hanoi Old Quarter
Cuando se acercaba el atardecer, volvimos a Hoan Kiem Lake para tomarnos un batido en una de las muchas terrazas que bordean el lago. Fuimos al Café Pho Co, recomendado en la Lonely Planet precisamente por las vistas, y nos tomamos un café y un delicioso zumo de passion fruit por 80,000D con unas estupendas vistas sobre el lago viendo cómo se iban encendiendo las luces de la ciudad. Al terminar ya era de noche y nos dimos otra vuelta alrededor del lago para verlo iluminado:
Hoan Kiem Lake
Volvimos andando al hotel y nos dimos una ducha antes de salir a cenar. Queríamos seguir disfrutando de la gastronomía local y nos dejamos guiar por TA en busca de un buen restaurante para probar el Cha Ca, otra de las especialidades de la ciudad: Cha Ca no es otra cosa que pescado frito, servido con verduras, cebolla, cacahuetes, menta, arroz y la sempiterna (y deliciosa) salsa de pescado. Hay muchos sitios donde probarlo en Hanoi, y después de leer varias opiniones nos decidimos por Cha Ca Thang Long (19-21-31 Duong Thanh, muy cerca de nuestro hotel). Nos atendieron muy bien y nos explicaron cómo se comía todo cuando vieron la cara de turistas despistados que teníamos. Te llevan todo a la mesa, incluída una sartén donde tú mismo te preparas el pescado con las verduras. El precio es fijo (150,000D por persona) y estaba todo buenísimo.
Hanoi cuisine: Cha Ca
Así terminó nuestro primer día en Hanoi. Nuestro vuelo a Siem Reap salía al día siguiente por la tarde, así que todavía nos quedaban unas horas para exprimir Hanoi al máximo.