Sigulda en Letonia (día 1: 8-4-2017) ✏️ Diarios de Viajes de Rusia y Ex URSS

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El horario de levantarnos casi cada día ha sido a las 7.30 h. Aquí tenemos desayuno incluido así que aprovechamos, antes de ir a Sigulda.

Hoy haremos la excursión a Sigulda, que está enmarcada en una de las zonas naturales más impresionantes de los países Bálticos, en la ribera del río Gauja. Un frondoso bosque cubre las colinas y deja entrever entre medio los diferentes castillos.

Uno de los principales atractivos de Sigulda es que está cerca del Parque Nacional de Gauja. El río va erosionando las paredes montañosas y creando profundos cañones con paredes de casi 90 metros de altitud. Los castillos que se construyeron en la Edad Media servían para defender las posiciones estratégicas del río. Destaca el castillo de Turaida, el castillo de la Orden Livona y el de Krimulda. A este último se llega a través de un teleférico que, en esta época del año, estaba cerrado.

Se puede ir en tren y en bus. Nosotros fuimos en bus porque nos encajaban mejor los horarios. El que mejor nos va es el de las 9.20 h, que así tenemos tiempo de desayunar.

Resulta que justo en frente del hotel hay una estación de autobuses y eso nos creó confusión. Nosotros necesitábamos la terminal de autobuses, que tenemos a unos 5-10′ andando. Yo llevaba los horarios de los buses que me habían facilitado por internet desde la oficina de turismo de Riga. Y efectivamente coincidían.

El bus costó 2,5€ pax. para un trayecto de 1 h 20′. Son muy puntuales, todos los que cogimos salieron a la hora indicada.

Tuvimos un trayecto entretenido porque había un chico con una botella de whisky en una mano y una de coca cola en la otra que no paró en todo el camino, eso sí, sin meterse con nadie. En dos ocasiones el conductor del bus tuvo que detener el vehículo, se levantó y le llamó la atención porque tiraba uno de los asientos adelante para apoyar los pies; y la coca cola fue por el suelo y ensució todo el pasillo del autobús. Porque el chico bajó enseguida, porque tengo la sensación de que no hubiera tenido una tercera oportunidad. El conductor no se arrugó en ningún momento. Incidente aparte, el trayecto es muy agradable, la carretera buena y vas viendo los bosques que hay.

El bus te deja en Sigulda en la misma plaza donde está la estación de tren. También al lado hay la oficina de turismo. Allí nos dieron un mapa y nos recomendaron visitar los castillos y la cueva. Son dos rutas de 5 km. cada una. Éste es el mapa que nos dieron.

Caminamos en dirección hacia el Castillo de la Orden Livona y pasamos por la iglesia Luterana.

La estaban limpiando y nada más entrar nos dicen que podemos subir a la torre. Se agradece porque hay unas vistas fantásticas. El entorno de la iglesia es muy bonito, junto a un estanque. Y en el interior hay todo de cuadros hechos con botones, muy curiosos, incluso uno de San Jorge y el dragón.

Seguimos hacia el primer castillo, el de la Orden Livona, muy chulo, medieval, muy bien conservado, con ambientación de la época y entrada muy barata: 2€ adultos y 1€ estudiantes.

Desde aquí nos indican por dónde ir al Castillo de Turaida. Hay que bajar las escaleras de madera que hay aquí mismo y que van hacia la carretera y seguir por la misma carretera. La ruta son unos 5 km hasta el castillo y nos dicen que podemos volver con un bus que hay que te deja en la estación.

Pues adelante!! El paseo es muy agradable y con muy buenas vistas. Cruzamos el puente del río Gauja.

Hay todo de caminos alrededor de la carretera para ir en bici o andando y también todo de escaleras de madera que te llevan a diferentes miradores. Vamos haciendo paradas y disfrutando del paisaje.

Llegamos a la cueva de Gutmana, muy curiosa. Dice la leyenda que Maija, una joven del castillo, fue secuestrada cuando se fue a encontrar con su novio, el jardinero de Turaida. La chica engañó a su secuestrador para que la matara antes de que pudiera forzarla. Estos hechos dicen que pasaron en la Cueva de Gutmana y esta historia forma parte del folclore letón. En las paredes de la cueva se pueden encontrar inscripciones que hicieron los curiosos de la época en el S XVII.

Aquí al lado hay un chiringuito donde compramos unas pastas y chocolate caliente y seguimos el itinerario. Hace buen día pero la temperatura es fría.

Por el camino vamos viendo los indicadores del Castillo de Turaida y nos vamos acercando. El camino es bastante llano salvo el último trozo. Cuando ya lo vemos, subimos literalmente por el camino recto. Había que seguir por la carretera y hacer un rodeo así que como el margen de la montaña era bastante bueno, subimos por allí mismo.

La entrada al castillo vale 3€ para los adultos y 1,5€ estudiantes. Nosotros como no pasamos por la taquilla, no pagamos nada. En su web hay más información.

Hoy en día el castillo de Turaida es un museo. Algunas de las salas de exposiciones las encontramos cerradas. El castillo también tiene una torre con unas fantásticas vistas. El entorno es muy bonito. De un castillo a otro hemos tardado exactamente 1 h 15′, a pesar de las diferentes paradas que hemos hecho, así que hemos ido a buen ritmo. La visita al Castillo de Turaida nos ha llevado una horita.

Ya estamos cansadas e intentamos coger el mini bus de vuelta a la estación de Sigulda. Son las 14.15 h y en el otro lado de la carretera vemos uno que está parado, que tiene toda la pinta que es éste. Cierra las puertas y parece que se marcha… pero el señor nos ha esperado. El precio del billete es medio euro pax.

Llegamos a la estación y, según nuestros horarios, no teníamos ni tren ni bus hasta las 15.30 h. Pero de allí salen muchos buses y vemos uno que pone Riga, son las 14.30 h y no lo teníamos controlado, pero también nos sirve. En estos casos, el billete se puede comprar al mismo conductor. Hemos tenido suerte porque así no tendremos que esperar una hora y tendremos tiempo de dar una vuelta por Riga.

Llegamos a las 15.45h. Vemos el mercado, el Palacio de Cultura y la iglesia ortodoxa que hay al lado y llegamos hasta el río.

Son cerca de las cinco y tenemos hambre así que comemos o, mejor dicho cenamos, en el Cili Pica que hay en el centro comercial que tenemos frente al hotel. Genial !! Pizza, pasta con setas y pollo, y un entrante típico de pan frito con salsa de ajo y queso por 20,5€.

Descansamos un rato en el hotel para salir por la noche a ver el centro iluminado. El primer contacto con el centro nos gusta mucho. Las calles adoquinadas y, aunque hay muchos lugares cerrados, también hay mucho ambiente.

Los locales de copas tienen música en directo, así que elegimos uno donde hacemos un mojito por 7,5 € cada uno.

Otros precios del día
2 pastas y 1 chocolate caliente en Sigulda: 2,5 €

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