Día 11: Trinidad-Santa María-Colón: ✏️ Diarios de Viajes de Cuba

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Nos levantamos un poco tarde que se nos complicó la noche. Nuestra idea es salir de Trini de camino a Cayo Santa Maria. Preguntamos en varias agencias si el Cayo estaba abierto tras el huracán. Si bien Del pino nos dijo que su amigo de Remedios (pueblo antes de entrar Al cayo) le dijo que estaba cerrado, el resto de agencias oficiales nos dijeron que sí, que los hoteles no estaban abiertos pero la carretera y el cayó como tal, sí. Así que allá fuimos, fiándonos del pueblo cubano

Tomamos la carretera del interior por Fomento y Plazuela. Una carretera impresionante que pasa por un parque natural, muy bonita y recomendable, se atraviesa el parque y pueblos super auténticos que no había ni un turista... íbamos parando a echar fotos, porque era de lo más curioso todo.

Paramos en Plazuela a tomar un sandwiche por menos de un cuc, un chiringuito de lo más local con precios en moneda cubana. Eso si, la birra no baja en ningún sitio de 1,3€. Pasamos por remedios y llegamos a Caibaren, localidad antes de entrar en el Cayo. Justo a la entrada del Cayo en el control de seguridad nos dicen unos Policias que está cerrado y no se podía pasar, a diferencia de lo que nos habían asegurado las agencias de Trinidad. No dábamos crédito, pero Cuba es así.

Sin parar a pensar mucho, pillamos el coche de camino a Santa clara/Habana y por el camino decidimos ir a Varadero parando en alguna localidad intermedia cuando se hiciera de noche, porque a Varadero no llegábamos. No era el plan inicial pues creemos que Varadero es muy turistico, pero sabemos que es una playa que la repararon tras el huracán y es lo seguro. Alternativa era ir a Santa clara pero nos dijeron q no hay mucho. Así que tampoco veíamos otra opción
Empezó a oscurecer, a las 7 casi de noche decidimos dormir en Colón, localidad más grande q había por el camino, porque es imposible conducir de noche, coches sin luz, carros tirados de caballos, por supuesto sin luz, bicicletas... gente por la carretera sentada. Ya nos habían dicho q era peligroso pero lo comprobamos con nuestra propias carnes haciendo los últimos 10 minutos a oscuras

Colón: ¿qué decir? ciudad mediana pero 0 turística, parecía del lejano oeste. Buscamos casas particulares, preguntamos a la gente del pueblo y no había nada. Así que fuimos a un motel de locales de estos de carretera, lleno de camioneros cubanos, y preguntamos para dormir. No había. La chica de recepción majisima, Tatiana, nos dice que va a intentar buscar una casa. Llama desde un teléfono público que casi ni funciona. No quiere usar su móvil porque dice q gasta dinero. Tras varios intentos, le digo q le pagamos un cuc y que llame con su teléfono. Consigue contactar con una señora, Lucilla, que nos deja dos habitaciones con desayuno por 20 cuc y allá fuimos. Dejamos el coche aparcado donde el alquiler de coches del pueblo, donde sólo hay 5 coches. Comemos en un sitio italiano que nos recomienda Tatiana y tan felices de haber encontrado sitio para dormir después de toda la experiencia del día. Nos tomamos una cerve en un chiringuito de carretera de lo más curioso

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