Eran las 5:45 del Sábado 4 de Noviembre cuando ya estábamos en la carretera dirección Madrid para empezar nuestra aventura romana. Tras dejar el coche sin ningún tipo de problema en el Gato Azul, a las 9:20 ya estábamos en la cola para sacar nuestras tarjetas de embarque. El día anterior, no pudimos hacer check-in y en el propio aeropuerto, las máquinas tampoco nos dejaban pese a no facturar maletas. El motivo era que como en los billetes estaba un bebé (aunque finalmente no fuese), por norma solo se puede hacer el trámite en el mostrador. En cualquier caso, no había mucha cola y a las 10:00 ya estábamos en la puerta de la sala VIP de la T4. Utilizando las tarjetas del RACE (aunque eramos 5 adultos nos dejaron pasar con dos titulares de tarjetas), estuvimos en la Sala Plaza Mayor un buen rato, aprovechando para desayunar algo (bueno, y tomar alguna cerveza aunque fuese por la mañana) y, en mi caso, descargando algún partido del ILP de la NBA para ver durante el vuelo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Nespresso y NBA para hacer más corta la espera!
Nespresso y NBA para hacer más corta la espera!
Sobre las 11:15 nos fuimos para la puerta de embarque, comprobando que tras su primera experiencia camino de Tenerife, Emma ya iba a su aire por el aeropuerto con su maleta. El embarque en el vuelo fue puntual (y nosotros entramos de los primeros al tener priority por llevar un bebé, aunque no fuese verdad) y pronto estábamos acoplados en el A321, con un espacio más que aceptable en los asientos. El vuelo fue muy tranquilo, sin apenas molestias de ningún tipo y con Emma comportándose realmente bien, haciéndose amiga de una pareja mayor que iba al lado de mi padre y de uno de los sobrecargos del avión, al que le contó que iba a Roma a comer spaguettis y ver el Coliseo (chica lista!!).
Al no tener que recoger maletas facturadas, salimos muy pronto de la zona de llegadas del aeropuerto, aunque Emma se paraba en cada una de las fotos del Coliseo que había por el aeropuerto para avisarnos. Tan pronto salimos que aun no había llegado nuestro conductor que nos llevaría al apartamento. No tuvimos que esperar mucho, en poco más de 10 minutos, ya estábamos montados en la furgoneta Mercedes que nos llevaría al centro de Roma. El conductor era un tipo bastante simpático y agradable, tanto que cuando llegamos a la ciudad y viendo la insistencia de nuestra pequeña (cualquier construcción de piedra era seguida por la pregunta "¿es esto el Coliseo") cogió una ruta alternativa y más larga (el precio estaba cerrado con antelación) para que pudiésemos pasar por delante del Coliseo. La reacción de Emma en ese momento no se nos olvidará en la vida y quedó inmortalizada en vídeo. Como seguro que ya habéis podido apreciar, nuestra pequeña tenía una curiosa fijación por ese monumento romano desde varios meses atrás (el que aparezca en más de una serie de dibujos que ve tuvo su influencia). Ahora, dos meses después, se encarga de recordar a todo el mundo a menudo que "ella estuvo allí y es muuuuy grande".
Tras dejar una propina de 5€ al chofer, Max nos estaba esperando en la puerta del apartamento. Durante más o menos una hora, nos estuvo explicando con detalle cualquier cosa del mismo y dándonos algunos tips de recorridos para hacer por Roma y restaurantes donde ir. Aunque nosotros llevábamos el viaje bastante preparado, fue una charla interesante (sobre todo al comprobar que sus tips coincidían con los que nosotros llevábamos).
Eran las 16:00 y aun no habíamos comido (habíamos cogido algunos sandwichs de la zona VIP para el vuelo, pero no tantos como para comer), así que aprovechamos que justo en la puerta del apartamento hay un horno para coger algunas pizzas (al peso) y algunos dulces para desayunar al día siguiente (que luego completaríamos con una visita al Carrefour Express que hay también muy cerca).
Eran las 17:20 y ya de noche cerrada, pero como no estábamos muy cansados, decidimos salir a dar un paseo por la zona central de Roma. Pronto nos dimos cuenta de la excelente ubicación del apartamento, ya que en pocos minutos estábamos en Piazza Navona. 14 Años después de verla por primera vez, sigue siendo uno de mis sitios preferidos. Tras estar un rato disfrutando del ambiente, del buen tiempo (nada de frío) y de que Emma estuviese buscando un pulpo en sus fuentes (cosas de "Mickey y los superpilotos"), continuamos nuestro paseo llegando al Panteon, pasamos por Piazza Colonna y terminamos nuestra primera toma de contacto con la ciudad llegando a la Fontana Di Trevi, impresionante con su iluminación (y por la cantidad de gente que había).
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Piazza Navona
Piazza Navona
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Panteon
Panteon
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Fontada Di Trevi
Fontada Di Trevi
Eran cerca de las 19:00, empezábamos a estar cansados y teníamos algo de sed, así que dirigimos nuestros pasos a la Birerria Antica Peroni con la intención de hacer tiempo hasta la hora de la cena. Finalmente, acabamos pidiendo algo para picar allí, lo que junto a varios litros de cerveza nos dejó más que satisfechos. Podéis ver aquí una reseña de nuestra experiencia allí.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
¡¡Magnífica cerveza!!
¡¡Magnífica cerveza!!
En la vuelta al apartamento hicimos una pequeña parada en "Il Gelato Di San Crispino", un sitio que teníamos recomendados. Varias tarrinas de diferentes sabores que estaban muy bien, pero que como veréis más adelante, no fueron los mejores que probamos (pese a su fama). A las 22:00, dimos por finalizado un día que empezó a más de 2000 km de donde terminó.