Blogs / Diarios 
LA RUTA
Toca marchar al norte, al trozo de tierra donde los Alpes Dináricos dan los coletazos. Allí, está el Valle del Teth, muy cerquita de la frontera con Montenegro, donde las montañas alpinas penetran en territorio albanés.
Salimos de Kruja a las 11 y pico, y poco menos de un par de horas después, nos sentamos a comer en un chiringuito del lago Shkodra, concretamente en uno de los restaurantes ribereños del pueblo de Shiroke, en la misma orilla del lago.
Mi comida está regular; los calamares fritos están ricos de sabor pero los han sopleteado hasta convertirlos en crujientes cortezas de calamar. En conjunto, la media de las comidas a base de pescados, gambas o calamares más cervezas o vino, y algún café, nos sale por unos 8 euros por cabeza, o sea muy cara, por mucho que el sitio sea agradable y las vistas del lago magníficas.
Reanudamos la marcha y tras comprar fruta en Shkodra, llegamos hasta Bogë a 55 kms, donde cambiamos minibus mercedes de carretera por furgón todoterreno mercedes 4x4 de los chicos de la familia del alojamiento en el valle, el Harusha Guest House, que nos han venido a recoger. Los chavales, un menor de edad llamado Franchesco, y el primo, el chico que conduce de unos 25, son simpáticos pero nos revientan los tímpanos con los decibelios de Shakira, "El despacito" de Luis Fonsi, reguetón, y una selección de hits de Hip Hop kosovar. Si a eso le sumamos la psicosis inducida por el delirante interior del vehículo, con techo y asientos forrados de escay setentero azul y rojo chillón, se entenderá porque acabamos todos trastornados riendo a carcajadas. Este es el video de la canción que ponían en bucle para confesar cualquier cosa:
Al cabo de 12 kms interminables por carretera, en la cruz que señala los 2000 m de altitud del paso de montaña de Qafa e Thores, cerca de un bar restaurante de madera con mirador espectacular, el asfalto desaparece y comienza el camino rompehuesos, para rematarnos definitivamente. Son 16 kms de carretera de pedruscos y tierra, al filo de los abismos alpinos, a los que hay que presupuestar una hora y media de trayecto hasta el valle.
El shock al llegar y descender del vehículo es violento, como si tras una hora seguida de Dragon Khan de Port Aventura, aparecieses sentado absorto en una puesta de sol de isla griega. Nos recibe un silencio celestial y el mágico amparo de los picos del valle.
Se reparten habitaciones, se sueltan bártulos, y al bajar a la sencilla sala del restaurante con vistas a una plantación de calabazas, la madre de la familia tiene la cena preparada sobre la mesa, con productos de la tierra y comida casera.
LOS ALPES ALBANESES
De los Alpes Julianos, en el extremo de los Alpes orientales, que se despliegan entre el norte de Italia y el PN del Triglav en el norte de Eslovenia, arrancan los Alpes Dináricos, que se encaminan hacia el sureste en paralelo a la costa adriática, recorren toda la Península de los Balcanes cicatrizando Eslovenia, Croacia, Bosnia, Serbia, Montenegro y, por fin, al alcanzar el río Drin en el norte de Albania, se convierten en los Alpes Albaneses.
La cordillera de los Alpes Albaneses, se extiende a lo ancho por el norte del país, en una franja entre el lago de Shkodra y el distrito de Tropoje, fronterizo con las llanuras kosovares de Metohija. Estas montañas, paraiso de montañeros y senderistas, cuentan con dos Parques nacionales, el del Theth y el de Valbona, y la región de Kelmendi, la cuña albanesa que se clava en territorio de Montenegro.
-Kelmend: http://bashkiamalesiemadhe.gov.al/wp-content/uploads/2016/05/kelemd-guide.pdf
-Theth: http://thethi-guide.com/
-Valbona: http://www.journeytovalbona.com
Los núcleos y destinos turísticos más importantes de los Alpes albaneses son Bajram Curri de 5 mil habitantes, puerta de entrada al PN Valbona; Kelmend, con unos 3-4 mil vecinos, epicentro del valle y montañas de Kelmendi; la aldea de Valbona, a las orillas del río homónimo, con unos 300 habitantes repartidos en unas 40 casas; y el núcleo de Theth, con unas 200 viviendas diseminadas por el valle, aunque solo unas pocas familias viven permanentemente todo el año. A todas estas poblaciones se llega desde Shkoder, sea en vehículo propio o tomando los minibuses, furgones o ferry que van hasta allí.
- a Kelmend se va por la carretera hacia el otro extremo del lago, en dirección al paso fronterizo con Montenegro de Hani i Hotit. Allí, en vez de girar para cruzar la frontera, se continua 42 kms hacia el norte por la carretera SH20.
- a Theth se toma la misma carretera hacia dicho paso fronterizo, hasta llegar al pueblo de Koplik a 18 kms de Shkoder, donde se coge la carretera SH21 hacia Boge y el Valle del Theth. Llegar en taxi es caro, pues sale por unos 95 Є, pero hay furgones de 10-12 personas que llevan al valle por unos 12 Є, y salen de la plaza Rus de Shkodra, a las 7 de la mañana más o menos. Poniendo en google maps Rus Shkodra, sale la ubicación exacta.
- a Valbona es más complicado, porque hay que rodear la cordillera para entrar por el este para llegar hasta Bajram Curri, cerca de la frontera de Kosovo. Para hacer el camino, toca o una cuantas horas de carretera, o llegarse hasta la estación de ferry del Lago Koman, embarcar para navegar durante 2'5-3 horas, y al bajar en Fierze, hacer los 20 kms que quedan hasta Bajram Curri, primero, y los 25 kms hasta Valbona después. El mismo ferry se puede coger también como hicimos nosotros, para llegar hasta Fierze, no para ir a las montañas, si no a Prizren en Kosovo. El paisaje durante el trayecto de navegación por el río Drin, es fantástico.
EL VALLE DEL THETH
El valle, de religión católica a diferencia de la mayoría del país, ya que sirvió como refugio para escapar del islam durante la ocupación otomana, es un espectáculo natural rodeado de montañas de 2500 metros, pobladas de cabras montesas, osos pardos, corzos, jabalies, linces, chacales, nutrias y el escaso lobo gris, que fue catalogado parque nacional en 1976 durante la dictadura, ya que ocho años antes, se había construido un complejo turístico con hotel y bungalos para las familias de los capitostes del régimen. La primera mención oficial de Theth, cuando contaba con 7 casas, se recoge en un documento de Shkoder de 1485.
En el valle, las pocas familias que viven, se considera que unas 17, son las que una década atrás comenzaron a ampliar sus viviendas para hacer habitaciones para el turismo o a levantar los alojamientos rurales que acogen a los cada vez más turistas que van cada año, gracias a los fondos proporcionados por el PNUD (Programa desarrollo naciones unidas) y a la Oficina de Cooperación y desarrollo de la embajada alemana (GIZ), y a dar servicios de guía de montaña, y de transporte desde Shkodra. Aún así, pocas viven todo el año aislándose en invierno, ya que la mayoría marchan a Shkodra o a Koplik a partir de Octubre después de la cosecha, y no regresan hasta la primavera.
Las casas tradicionales son de piedra y techos de madera, aunque muchos ya se han sustituido por materiales más resistentes y duraderos. El alojamiento como dije antes, se hace en hostales o pensiones de caracter familiar, y las comidas se elaboran totalmente con productos del valle. No hay problema en acampar, y solo pidiendo permiso, dejan hacerlo en sus terrenos, como fue el caso de una pareja que encontramos al llegar, con su furgoneta camper aparcada en los terrenos de la familia, frente a nuestro alojamiento.
QUE VER/VISITAR
-TORRE (Kulla) DE NIKOLL KOÇEKU. Torre de hace 4 siglos utilizada para mediar entre familias inmersas en una guerra de sangre de la Ley del Kanun. A los acusados se les permitía permanecer en la torre durante 15 dias sin sufrir intentos de agresión, para poder dar razones al anciano que habían nombrado para su defensa. La palabra que se daban ambas familias debía ser estrictamente respetada. La torre construida por un ancestro de la familia, Zef Kol Koçeku, servía como protección a los nativos del pueblo, y actualmente para suerte de todos, ya que no se ha hecho ninguna mediación en ella desde hace décadas, es conservada como una reliquia por su descendiente Sokol Koçeku.
-LA IGLESIA. Construida en 1892, sirvió como escuela a partir de 1917. De la original solo quedan los cimientos, ya que la que se puede ver ha sido reconstruida por los habitantes de Theth, después de haber sido semidestruida por el régimen comunista.
-CASCADA Y CAÑON DEL GRUNAS. La cascada de Grunas (cascada de Thethi o Ujëvara e Grunasit) es una caída de 30 metros, a tres cuartos de hora de Theth, a la que se va por un sendero que discurre por la margen izquierda del río hasta pocos metros antes de la caída, en la que sale el desvío hacia la montaña. El sendero está mal señalizado, aunque es un paseo fácil y concurrido por la cercanía de la aldea. El cañón se encuentra cerca, simplemente regresando al sendero del río, y continuando unos pocos metros. Tiene 2 kms de largo y entre 2 y unos 20 metros de ancho. https://goo.gl/maps/g8pPMRzWbHu
-OJO AZUL (Syri i Kalter de Kaprre). A 10 kms de Theth a pata. Para llegar se puede tomar el mismo sendero del río hacia la cascada de Grunas, y continuar hasta que finaliza en el enlace con la "carretera", en la aldea de Nderlysaj, o también se puede cruzar el puente en Theth para pasar a la otra margen del río, y tomar la "carretera" que lleva a Nderlysaj. Allí si se va en coche, se ha de aparcar para tomar el sendero de montaña que lleva al ojo azul en unos 45 minutos de paseo. El ojo azul es una formación creada por la erosión en la roca, de las aguas del río Negro que bajan de las montañas. https://goo.gl/maps/ta21uXJhuSA2
SENDERISMO
RUTAS ALREDEDORES
Hay un buen montón de rutas posibles, de diversos niveles de dificultad y extensión. Una búsqueda filtrada en Wikiloc, da el siguiente resultado: Rutas-Theth-WIKILOC
LA VIA DINÁRICA
La Vía Dinárica es un sendero de larga distancia que se extiende desde Albania hasta Eslovenia, cruzando la península de los Balcanes en paralelo a la costa adriática. Está dividida en tres rutas, blanca, verde y azul, siendo la RUTA BLANCA la principal de toda la vía, ya que recorre 1260 kms a través de Eslovenia, Croacia, Bosnia, Montenegro y Albania. Oficialmente repartida en 45 etapas, solo las dos últimas pisan territorio albanés; la 44 de 31 kms que parte del pueblo de Gusinje en Montenegro y tras cruzar el Maja Jezerce de 2694 metros, montaña más alta de los alpes dináricos y segunda de Albania, finaliza en el Valle del Theth; y la 45 de 20 Kms, que recorre enteramente territorio albanés, entre los núcleos de los valles del Theth y de Valbona. La bien estructurada web de Via Dinárica ofrece la información necesaria: etapas detalladas, tramos, consejos, países, opiniones, rutas alternativas, mapas, etcétera. VIA-DINARICA-RUTA-BLANCA
PEAKS OF THE BALKANS
Dentro del proyecto del Parque de la Paz de los Balcanes, se encuentra este popular sendero de 190 kms llamado Picos de los Balcanes (PoB), con tramos en Montenegro, Albania y Kosovo, que se estima realizan un@s mil senderist@s al año, parcial o totalmente. Se valoran de 12 a 16 dias para hacer el sendero completo, y hay varios operadores que montan caminatas con diversas opciones.
Balkans-Peace-Park-Peaks-Of-Balkans
Formulario permisos cruces fronteras: https://balkanspeaceparkdotorg.wordpress.com/police-permission-for-crossing-borders/
LOS DOS DIAS EN EL VALLE
Tras una lluviosa primera noche en Theth, en la que sumergidos en un desacostumbrado silencio sepulcral, saltan las alarmas a los cerebros por el crujir de los pasos en la madera del suelo, y saltan las neuronas por un obstinado perro ladrador, nos reagrupamos para desayunar en la fría mañana del tercer día, y partimos bajo unas nubes amenazantes hacia la cascada de Grunas, en dirección a las montañas envueltas en niebla.
A pesar del húmedo día, un gustoso paseo nos lleva entre los huertos familiares del valle, primero a la iglesia de Theth, y luego a la Kulla de Koçeku, una compacta torre defensiva de piedra gris con una puerta de acceso con águila bicéfala, y minúsculas ventanas superiores que apenas dejan pasar la luz. En el interior espartano, solo una sala en el piso de arriba, con unas pieles y un par de kilims en el suelo alrededor de una mesita baja de madera, y algún retrato de antepasados en las paredes. La atmósfera es tribal.
Dejada atrás la torre, el camino continua a la izquierda del río, y nada más bordear unos metros más adelante una gran casa rural esquinera, aparece el desvío a la cascada de Grunas, que se interna en la ladera de la colina. La caída es agradable y no hay gente, así que nos sentamos durante un buen rato a disfrutar del sonido del agua, comer alguna fruta y tomar fotos.
Abajo en el cañón, el inicio de la lluvia nos empuja a desistir de regresar caminando y lo hacemos en la Mercedes para llegar hasta el restaurante de Theth. Unas cervezas, charla, y un plato combinado de carne, y nos damos un pequeño descanso en el hotel, antes de reunirnos otra vez para hacer el segundo paseo del día, esta vez por la carretera de entrada al valle, donde a un par de kilómetros sobre una colina, subimos al Thethi Paradise, un alojamiento de bungalos con restaurante panorámico con vistas al valle y a la cordillera.
En el Thethi Paradise, existe otra atracción más, que en conciencia no me atrevo a valorar, ya que ni llegué a ver las condiciones en las que vivían, ni menos aún se el futuro que les espera, teniendo en cuenta que no parecen existir organizaciones en Albania que los acojan; que no es lo mejor para ellos servir de atracción turística; y que la posibilidad de reintroducción en su habitat, valiéndose por si mismos, es remota. Apartando estos pensamientos, los dos hermanos oseznos huérfanos de unos 6 meses, que el dueño recogió de las montañas, eran hermosos, y cuando el chaval del hotel fue a soltarlos de no se donde, y aparecieron al fondo del terreno, jugando y corriendo hacia nosotros, fue emocionante. Cuando uno de ellos me plantó las zarpas en el estómago para erguirse, y pude acariciarle la cabeza y el lomo, fue increible. Ojalá puedan volver a sus montañas.
Ya protegidos en el restaurante tomando una cerveza y charlando, comienza a caer una intensa lluvia y el espectáculo del aguacero sobre el valle entre las montañas, es grandioso.
No quedó más tercer día, solo regreso, cena y silencio.
La segunda mañana en Theth me levanto pronto, y como mi rutina exige café para un mínimo funcionamiento corporal y mental, marcho al chiringo cafetería que tienen los locales, a unos 10 minutos del Harusha Guest House. Las nubes todavía están bajas entre las montañas del fondo del valle, pero da gusto caminar a las 7 y media de la mañana. El chiringo es una caseta de madera de 6 metros cuadrados con una mesa dentro, y diez mesas dispersas fuera. En la entrada al terreno, dos o tres vecinos de rostro huraño se dedican a adecentar sus vehículos, y al entrar por la puerta del chiringo, los 5 o 6 vallesanos sentados que ocupan todo el espacio tomando unos cafés de un negro absoluto, giran su cabeza para escrutar al intruso. Pido un machiato a la chica de detrás de la barra, y salgo a sentarme en una de las mesas del terreno, donde 5 minutos después la chica me deja un excepcional café y un vaso de agua.
Media hora después me reuno con el grupo para desayunar. La sala del restaurante tiene dos mesas rectangulares grandes para unas 12 personas cada una. La pareja acampada fuera con su camper ya ha marchado, y solo queda el grupo de unos 10 finlandeses con los que hemos compartido estancia, desayunos y cenas, y que a diferencia de nosotros hace marchas serias. La noche anterior, como contrapunto a su dura jornada de caminata, lo habían estado celebrando por todo lo alto con alguna botella de Raki, el aguardiente desinfectante, pero a esa hora de la mañana, el sonriente y animado grupo nórdico parecía dispuesto a volver a Finlandia andando, cada uno de ellos con su bolsa de picnic para la ruta, que les habían preparado en el hotel. Fuera en la valla de entrada, unas mulas cargaban con los bultos del grupo, que marchaban de Theth a cruzar la montaña hacia el valle de Valbona, por el sendero de 20 kms. Nosotros a lo nuestro, o sea desayuno con un único pero: el café filtrado aguado. Todo lo demás perfecto.
Arrancamos en el furgón, y aparcamos en Nderlysaj. Desde la aldea, se coge el sendero al Ojo Azul, Syri i Kalter de Kaprre a 4 kms. En una hora y cuarto, pisando a veces rocas resbaladizas, se llega a la pequeña caída que mana de una grieta en la roca, formando una balsa en la base, que debía ser azul, pero que es verdosa porque no recibe la luz adecuada. Sobre el arroyo que fluye de la balsa, se eleva una plataforma cuadrada de madera sobre estacas, que hace las veces de mirador, y de terraza del bar de la posada que se encuentra escondida encima nuestro, al final de los peldaños de una vertical escalera de madera. Metido en el agua en la orilla del riachuelo, un pequeño bidón de plástico hace de nevera para un montón de latas de refrescos y cervezas, que nos va sirviendo una señora y su hija, a medida que se las vamos pidiendo desde los bancos de la plataforma mirador.
Durante la visita, no coincidimos con nadie más, lo que nos permitió recrearnos a placer con el ojete verde, alias "el azul". Levantamos el campamento, y tras cruzar una lengua del río haciendo equilibrios sobre las piedras, reandamos el sendero hasta Nderlysaj, pasando por las bonitas gargantas del río, donde las pozas de agua verde formadas en las paredes de roca, crean increibles cuadros abstractos. Una vez alcanzado el bar que se encuentra al abrirse el valle, cruzamos la aldea hasta el cementerio, y montamos de nuevo en el todoterreno ya cargado con nuestros equipajes, listos para comer en el restaurante del Thethi Paradise, y reemprender la ruta.
En esta ocasión dejando en paz a los oseznos, nos centramos en una comida irregular de buenas verduras, ensaladas, quesos y cervezas Korça Ezeze, pero de carnes requemadas y ácido vino joven sin reposar. Para hacer la digestión, marchamos a Shkodra por el torturador camino amenizado con la tortura latina musical de Franchesco, el entrañable copiloto de 17 años del Valle del Theth.
Etapa anterior
Últimos comentarios al diario: 
Tema: 
Ir a tema del foro
