¡¡¡Kia Orana!!!
Por fin me animo a comenzar este diario y por lo tanto a concluir el relato de nuestro viaje de luna de miel. Nuestra estancia en las Islas Cook es el final de un recorrido de tres semanas por la maravillosa Nueva Zelanda, que podéis leer en mi diario Kia Ora, Nueva Zelanda y sin ninguna duda no podía haber elegido un broche final mejor que estas espectaculares islas.
Los que vengáis o hayáis visitado en algún momento mi diario de Nueva Zelanda encontraréis similitudes en el título de estos. Esas dos palabras tan escuchadas en Nueva Zelanda, Kia Ora! se tradujeron en las Islas Cook por un más melódico, al estilo Polinesio, Kia Orana!.
Kia Orana es tanto una bendición como un deseo que te hacen de buena suerte para el futuro y en verdad lo parece. Si nos sorprendió para bien la amabilidad generalizada de los kiwis, la gente de las Islas Cook que tuvimos la oportunidad de conocer y tratar con ellos lo superaron.
No elegimos las Islas Cook por casualidad o por una decisión repentina, más bien, debo reconoceros que prácticamente ni las situaba en el mapa antes de comenzar mi planificación del viaje . Estuvimos dudando mucho con qué islas combinar nuestro recorrido por Nueva Zelanda, dudando entre Polinesia Francesa, Fiji y las Islas Cook. Todas las anteriores son destinos maravillosos y seguro que son el final perfecto de vuestro viaje por las antípodas. Nuestra elección de las Islas Cook se basó, principalmente en las recomendaciones de muchos foreros, combinado este factor con su "relativa" cercanía a Nueva Zelanda y una mayor posibilidad de ajustar precios, finalmente fueron las seleccionadas. No me arrepiento, son un destino paradisíaco y en el caso de Aitutaki uno de los sitios más bellos del mundo. Solo puedo comparar con un poco del Caribe y Maldivas y en el caso de Aitutaki gana, no solo por su belleza, sino por la autenticidad que aún se respira en toda la isla, en su gente, en su comida, en los lugares que visitas. Os recomiendo que lo visitéis antes de que más gente conozca este rinconcito del mundo
Sin más preámbulos os deseo a todos Kia Orana! (una larga vida y satisfactoria) y que disfrutéis y os sea útil este diario.
¡¡Bienvenidos al paraíso!!