Cayo Coco. De resort después de todo ✏️ Diarios de Viajes de Cuba

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Nos levantamos como siempre, bien pronto. A las ocho nos hacían el desayuno y la dueña de Doña Anita nos comento que le habían llamado ya de Baracoa para decirnos que teníamos casa. Que nos esperarían en la estación de autobuses el día que suponíamos, llegábamos. Si no llegábamos, que avisáramos. Desayunamos, recogimos incluso algo de colada que hicimos en la pila el día anterior y estuvimos hablando con la verdadera Doña Anita (la pobre no oye nada bien y no se lo que nos entendería de lo que hablábamos) de sus plantas y de sus nietos.

A las nueve en punto, nos vinieron a recoger en un coche Ingles muy chulo. Nos dijo el taxista que era de su abuelo , que trabajo para la embajada de Reino Unido y después de la revolución, todos se marcharon y se quedo el coche. Desde entonces el coche ha sido el modo de sustento de la familia. Parecía imposible que ese coche tuviera 60 años, pues estaba nuevecito.

Salimos camino de Cayo Coco. Por el camino pasas por un pueblo que parece muy nuevo y con grúas y casa altas tipo cualquier lugar de la costa española, que se llama Comunidad Celia Sanchez Manduley, donde nos dijo el taxista que viven casi todos los altos cargos extranjeros que trabajan en todos los hoteles de los dos cayos. Cuando menos curioso. De repente llegas a una especie de de frontera a partir de la cual solo ves mar y entre medio del mismo la misma carretera por la que vamos, de ida y vuelta nada mas. Pagas en la barrera y por el pedraplen haces unos 20 kilómetros por el medio del mar. Por el recorrido tuvimos la suerte de ver bien de cerca flamencos, que nos dijo el taxista que había muchos. Al final del pedraplen llegas a los propios cayos, concretamente al de Cayo Coco. El aeropuerto, donde llegan vuelos procedentes por ejemplo de Amsterdam. Si estas buscando vuelos, recuerda que los hay de Amsterdam - Cayo Coco, directos. En algo así como una hora, llegabamos al Tryp Cayo Coco, que iba a ser nuestro resort. Durante el trayecto convenimos con el taxista que el lunes (estábamos a Sábado) a las 8 de la mañana nos venia a buscar y nos llevaba por 50 Cucs hasta Ciego de Avila a por el Viazul de Santiago de Cuba.

Como digo, eran las 10,15 mas o menos cuando nos dejo en la puerta del Resort. Fuimos a recepción y nos dijeron que teníamos que esperar hasta las dos de la tarde. Después de explicarnos donde podíamos dejar las maletas y cambiarnos para bañarnos, viene otro recepcionista y nos dice que nos van a dar una Suite y que podíamos entrar ya!! Vaya sorpresa!! Nos ponen la pulsera de rigor, nos dan dos invitaciones a cenar en dos de los restaurantes del resort (a parte del buffet) y nos llevan a la pedazo de habitacion que nos toco. Nosotros que rehuimos el rollo resort, nos trataron como si fuesemos autenticos asiduos de la cadena!!! Suite y dos cenas por la cara!!!!

A partir de aquí, pues el rollo resort. Piscina, playa (todo hay que decirlo, menuda playa tiene el sitio) piscina, tumbona, bebida, comida, mas bebida. Es un poco obsceno y todos los que hayáis estado sabréis a lo que me refiero. Como y beber de mas.

Antes he contado que desde hace unos año, los cubanos pueden ir de resort. En la temporada de Agosto, no hay ni americanos ni canadienses, los verdaderos reyes del resort en la temporada alta de ellos, nuestro invierno. Ellos son los que dejan grandes propinas y los que aceptan todo lo que le piden los cubanos de dinero y demás. Me llegaron a decir los cubanos, que los españoles y los italianos somo malos turistas. Malos, porque no aceptamos abusos y no dejamos propinas desproporcionadas. Ahora en agosto, como decía, solo había Cubanos. Cubanos que viven fuera y que cuando vienen de visita, pagan el hotel a media familia y se pegan allí 3-4 días con los excesos a lo bestia. Beber y comer como si fuera el ultimo día. Es comprensible, sabiendo lo mal que lo pasan en el día a día, y bien pensado cuando salieron los buffets en España hace años, hacíamos prácticamente lo mismo. Ahora creo que somos algo mas comedidos.

Como digo, salvo un paseo por la larga playa, viendo los demás Hoteles que están en primera linea de dicha playa, no hicimos nada mas. Descansar vamos.

Anectoda fue a las ocho y media que teníamos la cena en el restaurante mas "lujoso" del centro, salimos de la habitación y fue el mayor ataque de mosquitos que he tenido en mi vida. Es que notabas como nos machaban brazos y cuello. Tuvimos que volver corriendo a la habitación para ponernos de urgencia repelente, pero con ya casi hasta cuello y antebrazos hinchados del acribillamiento que sufrimos en 30-40 segundos. Increíble. Luego nos dijeron que el cayo es un manglar y es donde se crían. Pero vamos allí no se criaban, era donde se fabricaban vamos.

Cenamos muy tranquilos y muy a gusto y salimos al escenario donde hacían el típico show para los turistas. Guerra de países con canciones y bailando. Punto para Cuba, punto para Italia, punto para España. Divertido. Lo mejor el ron y el mojito y el Robusto (habano tamaño medio y gordito) que nos tomamos a medias mi mujer y yo.

A las doce, intentamos jugar al billar en la discoteca, pero esta ocupado. Acabamos otra bebida y nos fuimos a dormir. Al día siguiente íbamos a ir a Cayo Guillermo.

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