Cartagena de Indias/Colombia
Despegamos a las 13,30 hs. y en una hora y media aterrizamos en Cartagena de Indias; todas las escalas habíamos descendido mediante mangas pero a ser éste aeropuerto mucho más chico lo hicimos por escaleras recibiendo a asomarnos un golpe de calor y humedad que nos acompañaría durante nuestra estadía en esta hermosa ciudad.
La moneda de Colombia es el peso colombiano y se denomina cop. La conversión a nuestros pesos argentinos no era demasiado fácil y lo simplificamos quitándole dos ceros al precio en cop y dividiendo el resto por dos; eso nos da un monto bastante aproximado. Ej. $ 15.000 cop es parecido a $ 75 o algo más de pesos argentinos. El sistema de taxis en el aeropuerto evita el aprovechamiento al turista
ya que uno debe pasar por una ventanilla donde informa el lugar hacia donde se dirige y le entregan un ticket con el precio que debe abonar sea cual sea el camino que tome o el tiempo que demore. En nuestro caso el chofer nos dijo que algunas calles estaban cortadas y no podía llegar sin dar una vuelta grande y nos dejó a una cuadra, pero nos acompañó hasta 15 metros del hotel verificando lo que nos había anticipado.
El hotel Villa El Colonial es una casa antigua, con patio central y muchas plantas lo que le da una atmósfera muy grata. La habitación tenía aire acondicionado y ventilador de techo y como casi todos los hoteles (salvo los top supongo) no tiene agua caliente porque realmente no hace falta. Nos atendieron de manera muy atenta y con muy buena onda tanto Martha como Leiniz en la recepción y la señora que nos preparaba cada mañana un desayuno exquisito en la terraza.
Estábamos cerca de todo y caminamos mucho ya que de esa manera escuchamos a la gente, sus tonadas, expresiones y términos. Recorrimos la parte céntrica propia y la turística, plazas y callecitas muy bonitas cuando las plantas unen los edificios de ambos lados de la calle.
En la parte céntrica las veredas están llenas de vendedores que ofrecían desde una crema para quemaduras y hemorroides (al mismo tiempo) hasta tramperos para ratas y para demostrar su eficiencia tenían una muerta en la mesa… También vimos muchos predicadores con pequeños equipos de sonido que reunían gente y hacían sus típicas demostraciones de fe. Otros, en cambio, ofrecían reparación de calzado y de relojes en plena calle generalmente saturada de personas.
Hicimos un city tour muy necesario para conocer los aspectos más importantes de la historia y ubicarse en la ciudad a través de los planos. Nos llamó la atención el contraste entre la historia que se respira en Cartagena y el desarrollo inevitable viendo un castillo espectacular con enormes carteles de las grandes marcas.
En casi todos los parques y plazas vimos un ave de color negro (macho) y marrón (hembra) que cantaba con unos tonos muy llamativos; es la llamada María Mulata, ave exótica, llegada con los esclavos que se adaptó al lugar y actúa con gran confianza en todos los ambientes de la ciudad (plazas, terrazas y playas).
La noche era muy agradable ya que bajaba la temperatura y el centro se llenaba de gente. Había muchos bares y restaurantes que comenzaban a trabajar a partir de las 19 hs. o antes ya que atardece a las 18 hs. Mucha gente cena temprano y luego sale a recorrer la ciudad o al revés.
La comida era bastante barata y abundante; si te toca una mesa sobre la calle recibirás cientos de ofertas de artesanías de todo tipo.
Muchas colombianas lucían sus polleras largas y sus cuerpos ya sean jóvenes o mayores y de 60 kg. o 95 kg. muy desinhibidas y gritonas, finalmente agradables.
En casi todos los medios de transporte se escucha música típica rumba o salsa. Casi todas las personas con las que tuvimos contacto fueron muy atentas y serviciales colaborando y aconsejando sobre lo que buscábamos o queríamos visitar. También son bastante informales con horarios, especialmente en transportes ya que a veces esperan un poco más tratando de llenar el vehículo antes que cumplir con el horario. En vacaciones no es tan grave