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¿ Por qué diríamos que nos esperaban etapas llanas ? El camino desde que salimos de las Rocosas canadienses hasta cerca de Yellowstone, dónde estamos ahora, ha sido un verdadero coñazo. Cientos de kilómetros seguidos de llanura y de larguísimas e interminables rectas sin nada que otear en el horizonte, salvo honrosas excepciones. A saber: Calgary, Despeñabúfalos y el curso del Missouri a su paso por Montana.
Stephen street, en Calgary. Una sola calle peatonal pero muy animada:
Calgary - Alberta. Canada. by Juan Hernando Martín, en FlickrEn Calgary tocó hacer noche en un camping cercano a las instalaciones olímpicas de los años ochenta, cuando aquí se celebraron las olimpiadas de invierno. Lo mejor de este camping, fue nuestro vecino, un piloto jubilado del ejército canadiense. Estuvimos hablando bastante tiempo con él, e incluso nos enseñó por dentro su enorme caravana, con dos habitaciones y dos baños a diferente altura. Hay muchos apartamentos más pequeños que esta mole. Aquí hay pocas caravanas tamaño europeo, y casi todo el mundo en los campings tiene estos trastos enormes arrastrados por sus pickups, o al revés: auténticos autobuses que arrastran un coche más pequeño para poder moverse cuando llegan a su destino.
Nuestro coche junto al "utilitario" de nuestro vecino:
Calgary - Alberta. Canada. by Juan Hernando Martín, en FlickrCalgary lo visitamos el domingo por la mañana, y hay que decir que es una bonita y amable ciudad. Muy moderna y limpia, con una calle peatonal muy agradable para dar un paseo. Eso sí, nada más llegar, casi nos matamos al coger una calle en dirección prohibida y ver de repente que vienen los coches de frente dándonos luces y avisándonos. Menos mal que son canadienses y educados, y que era domingo y había poco tráfico. En el siguiente cruce nos salimos, y asunto resuelto. Consecuencias de la diferente señalización que usa esta gente, ya que no te ponen un prohibido como nosotros. En un capítulo aparte, hablaremos de la singularidad de conducir por estas tierras.
Calgary. Con su torre y todo:
Calgary - Alberta. Canada. by Juan Hernando Martín, en FlickrEsta gente es tan civilizada, que tienen pianos por las calles para que los toque quien quiera. Están en perfecto estado, nadie los maltrata:
Calgary - Alberta. Canada. by Juan Hernando Martín, en FlickrUna ciudad muy moderna:
Calgary - Alberta. Canada. by Juan Hernando Martín, en FlickrLos Devonian Gardens son unos de los jardines interiores más grandes del mundo:
Calgary - Alberta. Canada. by Juan Hernando Martín, en FlickrDe camino a la frontera, lo último que vimos de Canadá fue un curioso lugar, patrimonio de la Unesco, llamado “Head Smash in Buffalo Jump” que viene a querer decir “Cabeza aplastada en el salto de los búfalos”. Pero nostros le llamamos “Despeñabúfalos”. Era el lugar donde los indios “Pies negros” acorralaban a las manadas de búfalos, provocando su estampida y que saliesen corriendo hacia un barranco por el que se despeñaban. Abajo, el resto de la tribu esperaba para rematar a los que no habían muerto de la caída. Aquí el búfalo era como el cerdo para nosotros, y lo aprovechaban todo de él. Un lugar curioso, sin duda.
Despeñabúfalos. No era muy alto pero servía para que los búfalos se partiesen la cabeza. Pequeño pero efectivo:
Buffalo jump. Alberta. Canada. by Juan Hernando Martín, en FlickrEl anagrama del lugar es bastante elocuente:
Buffalo jump. Alberta. Canada. by Juan Hernando Martín, en FlickrPasamos la frontera sin problemas. Era una aduana tan remota que apenas había vehículos, por lo que el señor agente estaba muy relajado y simpático. Así que, de vuelta en los EEUU después de dos semanas por tierras canadienses. Cambia el país, pero no el paisaje, pues al fin y al cabo, la línea fronteriza, la trazaron los políticos a escuadra y cartabón. Llegamos al fin al oasis de Great Falls, llamado así por las grandes cataratas del río Missouri, y con las que se encontraron Lewis y Clark en su famosa expedición. ¿ Y quién son estos señores ? Los enviados por el presidente Jefferson, allá por 1803, para explorar todos estos territorios, recién incorporados a los EEUU tras la compra de lo que se llamaba la Lousiana, y que era francesa. Hay que decir que esta gente tiene poca historia, pero la que tienen, la cuidan mucho, y está todo muy bien documentado. Los centros de interpretación son excelentes y muy didácticos, no solo con la muestra de objetos, sino con la proyección de películas y explicaciones de todo tipo. Por desgracia, las cataratas, tal y como las encontraron los exploradores, ya no existen, pues a principios del S. XX, se construyeron una serie de presas para producir energía eléctrica. Aún así, el entorno vale la pena, pues cuenta también con un manantial que nace tan cerca del Missouri, que da lugar al río más corto del mundo.
La increible expedición de Lewis y Clark hacia el oeste. Esos sí que estaban “Perdi2porelmundo” :
Great falls. Missouri river - Montana. by Juan Hernando Martín, en FlickrGiant Springs. Un manantial que inmediatamente vierte sus aguas al Missouri. De ahí que lo consideren el río mas corto del mundo:
Great falls. Missouri river - Montana. by Juan Hernando Martín, en FlickrPelícanos del Missouri. La imagen animal del día:
Great falls. Missouri river - Montana. by Juan Hernando Martín, en FlickrPoco agua en las Great Falls tras la construcción de la presa a sus espaldas. Quizá en primavera sea otra cosa….:
Great falls. Missouri river - Montana. by Juan Hernando Martín, en FlickrPuente colgante sobre el Missouri:
Great falls. Missouri river - Montana. by Juan Hernando Martín, en FlickrEn nuestro recorrido por Montana hacia el sur, seguimos el curso del Missouri hacia su nacimiento, que es el producto de la suma de tres ríos que nacen en las cercanas Rocosas. Nos vamos con la sensación de que en Montana, lo único que altera el llano paisaje, es el Mossouri con su trazado serpenteante.
Siguiendo el curso del Missouri:
Siguiendo al Missouri por Montana. by Juan Hernando Martín, en FlickrMañana dejamos Montana y entramos en Wyoming, donde durante tres o cuatro días estaremos dando vueltas por Yelloswtone en busca de Yogui y Bubu. Lo malo es que no seremos los únicos, pues seguimos en agosto. Los campings que admiten reservas, ya están llenos, y los que no las admiten, hay que llegar a ellos por la mañana temprano para intentar coger sitio… así que mañana toca madrugar.
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