Era nuestro último día de viaje, pero lo pudimos disfrutar casi completo porque el avión salía a las 20:45. Hicimos el chek-out en el hotel y dejamos las maletas en un cuarto de consigna.
Nuestra primera visita fue el Museo del Cómic. Bruselas está considerada la capital del cómic, no en vano Tintín, los Pitufos y otros famosos personajes de cómic fueron creados por dibujantes belgas. Además, algunas fachadas de edificios albergan murales con algunas viñetas de las historias de Tintín, los Pitufos, Lucky Luke o Astérix. Hasta 35 fachadas están ilustradas con personajes que han formado parte de la historia del cómic en Bélgica y que han traspasado las fronteras de este país.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Entramos al edificio, que tiene un gran vestíbulo muy bonito con varias tiendas de venta de cómics y artículos de recuerdo, pero no entramos al museo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Pasamos por la Columna del Congreso, con una altura de 50 metros, que tiene en la parte superior la estatua de Leopoldo I, y por el Jardín Botánico para entrar a la estación de metro y desplazarnos a la zona norte de la ciudad, donde se encuentran el Atomium, el Parque Mini-Europe y el parque Laeken.
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Llegamos al Atomium, que es una enorme estructura de 103 metros de altura construida para la Exposición Mundial celebrada en Bruselas en el año 1958. Representa un cristal de hierro ampliado 165 mil millones de veces. Está formado por 9 esferas de acero y aluminio de 18 metros de diámetro, que se interconectan a través de escaleras interiores escondidas entre los tubos que se ven desde el exterior. Al igual que la torre Eiffel de París, iba a ser desmantelada una vez concluyera la expo, sin embargo esto no ocurrió y se ha convertido en una de las atracciones turísticas más visitadas.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Subimos en ascensor hasta una de las esferas altas, desde donde se tenía una buena panorámica de Bruselas a lo lejos y del parque Laeken, del estadio Heysel y del Parque Mini-Europe, que contiene unas 350 maquetas de los monumentos europeos más importantes. Luego bajamos por las escaleras.
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Al salir del Atomium nos adentramos en el Parque Laeken, todo cubierto con césped, que es un buen lugar para pasear tranquilamente. Vimos la Cripta Real o Monumento a Leopoldo I, un precioso templo neogótico dedicado al primer rey de Bélgica que se encuentra frente a la entrada principal del Castillo Real donde reside la familia real de Bélgica.
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Llegamos al lugar donde se encuentran el Pabellón Chino y la Torre Japonesa. Estos exóticos edificios están aquí por un capricho que tuvo el Rey belga Leopoldo II.
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Tomamos el metro para llegar a la zona en la que se encuentran el parque del cincuentenario y las instituciones europeas. Como hacía muy buen día nos sentamos en una zona del parque al lado de una bonita fuente a comer unos bocadillos.
En el Parque del Cincuentenario hay varios museos, está el Palacio del Cincuentenario y el Arco del Triunfo, que recuerda mucho a la Puerta de Branderburgo en Berlin.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Saliendo del parque llegamos al Barrio Europeo, la zona donde se encuentran la mayoría de los edificios que albergan instituciones de la Unión Europea. Allí vimos, entre otros, el edificio más representativo de la UE, el Berlaymont, cuya planta tiene forma de equis y es la sede de la Comisión Europea. Desde allí se realizan la mayoría de conexiones en los telediarios con el corresponsal de Bruselas y detrás se ve este edificio con un montón de banderas de la Unión Europea alineadas.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Montamos en el metro para ir al centro y en una de las calles cercanas a la Grand Place nos sentamos en una terraza a degustar las famosas patatas fritas belgas.
Después pasamos por el hotel a recoger las maletas para desplazarnos en tren hasta el aeropuerto.
Hemos disfrutado mucho de este viaje, uno de los más bonitos que hemos realizado, en el que hemos conocido tres ciudades espectaculares, cada una con sus características peculiares.
Nuestra primera visita fue el Museo del Cómic. Bruselas está considerada la capital del cómic, no en vano Tintín, los Pitufos y otros famosos personajes de cómic fueron creados por dibujantes belgas. Además, algunas fachadas de edificios albergan murales con algunas viñetas de las historias de Tintín, los Pitufos, Lucky Luke o Astérix. Hasta 35 fachadas están ilustradas con personajes que han formado parte de la historia del cómic en Bélgica y que han traspasado las fronteras de este país.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Entramos al edificio, que tiene un gran vestíbulo muy bonito con varias tiendas de venta de cómics y artículos de recuerdo, pero no entramos al museo.
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Pasamos por la Columna del Congreso, con una altura de 50 metros, que tiene en la parte superior la estatua de Leopoldo I, y por el Jardín Botánico para entrar a la estación de metro y desplazarnos a la zona norte de la ciudad, donde se encuentran el Atomium, el Parque Mini-Europe y el parque Laeken.
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Llegamos al Atomium, que es una enorme estructura de 103 metros de altura construida para la Exposición Mundial celebrada en Bruselas en el año 1958. Representa un cristal de hierro ampliado 165 mil millones de veces. Está formado por 9 esferas de acero y aluminio de 18 metros de diámetro, que se interconectan a través de escaleras interiores escondidas entre los tubos que se ven desde el exterior. Al igual que la torre Eiffel de París, iba a ser desmantelada una vez concluyera la expo, sin embargo esto no ocurrió y se ha convertido en una de las atracciones turísticas más visitadas.
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Subimos en ascensor hasta una de las esferas altas, desde donde se tenía una buena panorámica de Bruselas a lo lejos y del parque Laeken, del estadio Heysel y del Parque Mini-Europe, que contiene unas 350 maquetas de los monumentos europeos más importantes. Luego bajamos por las escaleras.
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Al salir del Atomium nos adentramos en el Parque Laeken, todo cubierto con césped, que es un buen lugar para pasear tranquilamente. Vimos la Cripta Real o Monumento a Leopoldo I, un precioso templo neogótico dedicado al primer rey de Bélgica que se encuentra frente a la entrada principal del Castillo Real donde reside la familia real de Bélgica.
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Llegamos al lugar donde se encuentran el Pabellón Chino y la Torre Japonesa. Estos exóticos edificios están aquí por un capricho que tuvo el Rey belga Leopoldo II.
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Tomamos el metro para llegar a la zona en la que se encuentran el parque del cincuentenario y las instituciones europeas. Como hacía muy buen día nos sentamos en una zona del parque al lado de una bonita fuente a comer unos bocadillos.
En el Parque del Cincuentenario hay varios museos, está el Palacio del Cincuentenario y el Arco del Triunfo, que recuerda mucho a la Puerta de Branderburgo en Berlin.
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Saliendo del parque llegamos al Barrio Europeo, la zona donde se encuentran la mayoría de los edificios que albergan instituciones de la Unión Europea. Allí vimos, entre otros, el edificio más representativo de la UE, el Berlaymont, cuya planta tiene forma de equis y es la sede de la Comisión Europea. Desde allí se realizan la mayoría de conexiones en los telediarios con el corresponsal de Bruselas y detrás se ve este edificio con un montón de banderas de la Unión Europea alineadas.
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Montamos en el metro para ir al centro y en una de las calles cercanas a la Grand Place nos sentamos en una terraza a degustar las famosas patatas fritas belgas.
Después pasamos por el hotel a recoger las maletas para desplazarnos en tren hasta el aeropuerto.
Hemos disfrutado mucho de este viaje, uno de los más bonitos que hemos realizado, en el que hemos conocido tres ciudades espectaculares, cada una con sus características peculiares.