13 de enero. Tras tomar el desayuno, solicité otro Uber para ir al aeropuerto, por tan sólo 10'26 MYR. El vuelo fue un visto y no visto de 1 hora y sobre las 12 ya estaba en el aeropuerto KLIA.
Como el hotel Hilton KL está justo enfrente de la estación Sentral KL y no quería perder mucho tiempo, compré un billete para el KLIA Expreks por 55 MYR. Poco más de media hora más tarde, llegué a la estación. El hotel Hilton está más o menos bien señalizado desde la estación. Hay que salir a la carretera principal donde paran los taxis y cruzarla. La entrada al hotel es por el parking y está compartida con el hotel Le Meridien. Hay que coger un ascensor (nivel P3 y subir hasta el L. Al salir, hay una entrada diferenciada para cada uno de estos hoteles. La recepción está en un vestíbulo enorme y tiene gran animación, porque no para de entrar y salir gente. El registro en las habitaciones es a partir de las 15:00, así que me tocó esperar una hora y pico. En principio tenía pensado comer por la zona del barrio chino o en el Mercado Central, pero teniendo en cuenta la hora a la que iba a entrar en la habitación y que encima me quedé sin batería en el móvil, decidí ir a uno de los múltiples restaurantes del hotel (mientras que me cargaban el móvil en la conserjería). Y el elegido fue el Graze. Durante el fin de semana tiene un menú de brunch, aunque no tiene precio fijo, sino que se paga por cada plato.
Pedí un plato de risotto con trufa y un zumo natural de zanahoria. Me gustó la comida, a pesar de que hubiese preferido ir a un restaurante de comida malaya como despedida. La cuenta fue de 57 MYR.
life.hiltonkl.com/ ...nts/graze/
Como el hotel Hilton KL está justo enfrente de la estación Sentral KL y no quería perder mucho tiempo, compré un billete para el KLIA Expreks por 55 MYR. Poco más de media hora más tarde, llegué a la estación. El hotel Hilton está más o menos bien señalizado desde la estación. Hay que salir a la carretera principal donde paran los taxis y cruzarla. La entrada al hotel es por el parking y está compartida con el hotel Le Meridien. Hay que coger un ascensor (nivel P3 y subir hasta el L. Al salir, hay una entrada diferenciada para cada uno de estos hoteles. La recepción está en un vestíbulo enorme y tiene gran animación, porque no para de entrar y salir gente. El registro en las habitaciones es a partir de las 15:00, así que me tocó esperar una hora y pico. En principio tenía pensado comer por la zona del barrio chino o en el Mercado Central, pero teniendo en cuenta la hora a la que iba a entrar en la habitación y que encima me quedé sin batería en el móvil, decidí ir a uno de los múltiples restaurantes del hotel (mientras que me cargaban el móvil en la conserjería). Y el elegido fue el Graze. Durante el fin de semana tiene un menú de brunch, aunque no tiene precio fijo, sino que se paga por cada plato.
Pedí un plato de risotto con trufa y un zumo natural de zanahoria. Me gustó la comida, a pesar de que hubiese preferido ir a un restaurante de comida malaya como despedida. La cuenta fue de 57 MYR.
life.hiltonkl.com/ ...nts/graze/
La habitación que había reservado era una deluxe individual con vistas al lago y desayuno incluido. Me dieron una en la planta 27, por lo que no tiene ni que decir que las vistas al parque y al lago eran sensacionales en mi opinión. El estilo de la habitación me gustó mucho. Grande, con escritorio de trabajo, varios puntos de conexión de dispositivos (son necesarios adaptadores similares a los del Reino Unido), TV de pantalla plana con canales internacionales, botellas de agua gratuita, minibar. Lo más de lo más me pareció el cuarto de baño. Enorme, con una bañera y una ducha de tamaño considerable, la zona de retrete aparte y también muchos artículos de baño e higiene. Como peculiaridad, el cuarto de baño está integrado en la habitación. Esto le puede quitar algo de intimidad, pero en la parte que da al dormitorio como tal, hay una puerta corredera que se puede deslizar hasta casi cerrar todo el baño, por lo que en un principio es posible bañarse casi sin que te vean.
Un aspecto del hotel que está bastante mejor que el Traders es el de restauración y bebida, ya que hay hasta 9 ó 10 restaurantes/cafés para tomar algo más o menos informal. Esto incluye restaurante chino, japonés, buffet, cafetería para tomar dulces o una bebida, etc... A mí sólo me dio tiempo a ir a 4 en mi corta estancia de apenas medio día. Además hay tienda de regalos y centro de negocios y seguro que muchos más servicios que no me dio tiempo a cotillear.
Una vez establecido en la habitación, llegó el turno de continuar con algunas de las visitas que me faltaban por hacer en la ciudad. Solicité otro Uber para ir hasta el Mercado Central, por tan sólo 5'6 MYR. Tenía que recoger una camisa con diseño de batik que había encargado la semana anterior. Tras la adquisición, me fui paseando en dirección a la plaza Merdeka. Pasé primero por Masjid Jamek o mezquita del Viernes, que es la mezquita más antigua de Kuala Lumpur, construida en 1909.
Una vez establecido en la habitación, llegó el turno de continuar con algunas de las visitas que me faltaban por hacer en la ciudad. Solicité otro Uber para ir hasta el Mercado Central, por tan sólo 5'6 MYR. Tenía que recoger una camisa con diseño de batik que había encargado la semana anterior. Tras la adquisición, me fui paseando en dirección a la plaza Merdeka. Pasé primero por Masjid Jamek o mezquita del Viernes, que es la mezquita más antigua de Kuala Lumpur, construida en 1909.
Un poco más adelante, la plaza Merdeka o plaza de la Independencia.
En el centro hay una gran extensión de césped en la que antiguamente se celebraban partidos de criquet.
Está rodeada de edificios como
- el edificio del Sultán Abdul Samad, construido en estilo árabe en 1897 y que alberga el Tribunal Supremo de Malasia.
- la Biblioteca Conmemorativa de KL
- el Royal Selangor Club, que era el centro de la vida colonial en KL y hoy en día un prestigioso club privado.
- la catedral de Santa María.
En 1957 se izó por primera vez en la plaza Merdeka la bandera del nuevo país independizado.
Al fondo de la plaza se puede contemplar la torre Menara y más atrás se vislumbran las torres Petronas.
- el edificio del Sultán Abdul Samad, construido en estilo árabe en 1897 y que alberga el Tribunal Supremo de Malasia.
- la Biblioteca Conmemorativa de KL
- el Royal Selangor Club, que era el centro de la vida colonial en KL y hoy en día un prestigioso club privado.
- la catedral de Santa María.
En 1957 se izó por primera vez en la plaza Merdeka la bandera del nuevo país independizado.
Al fondo de la plaza se puede contemplar la torre Menara y más atrás se vislumbran las torres Petronas.
Pasada la Catedral de Santa María hay una curiosa obra de arte contemporáneo que se llama Countdown Clock o reloj de cuenta atrás (hacia el año 2020), parte del proyecto River of Life para revitalizar la ciudad. Está rodeado por agua que cae en cascada. Si se sitúa uno frente al agua que cae durante un tiempo, se abre una entrada que permite acceder al interior del reloj y caminar. Dentro, se puede hacer uno un selfie y hay una pantalla grande que muestra todos los selfies realizados durante las últimas horas. Yo llegué a entrar, así que desde fuera simplemente vi unas pantallas en las que se mostraban imágenes.
Mi siguiente visita fue el Museo Textil, en una esquina de la plaza Merdeka. En este museo se explican las diferentes técnicas de aplicación de teñido del batik y hay una muestra de trajes típicos realizados con estas técnicas. La entrada es gratuita.
Finalizado mi recorrido por el museo cogí el autobús GoKL de la línea roja en la plaza Merdeka (a unos pocos metros de la oficina de turismo) y en pocos minutos llegué al hotel. No tiene dificultad alguna porque es la última/primera parada del recorrido.
A continuación me dije que era necesario ir a uno de los cafés del hotel, para tomar algo de merienda, así que ni corto ni perezoso me pasé por el Oro Café, donde vi una tarta de arándanos que me llamó la atención. La porción me costó 12 MYR.
A continuación me dije que era necesario ir a uno de los cafés del hotel, para tomar algo de merienda, así que ni corto ni perezoso me pasé por el Oro Café, donde vi una tarta de arándanos que me llamó la atención. La porción me costó 12 MYR.
life.hiltonkl.com/ .../Oro-Cafe/
Un rato para descansar y arreglarme, porque por la noche, a las 20:30, tenía una reserva en el restaurante Chynna del hotel. Una decoración muy bonita en tonalidades rojas.
La carta es extensísima, por lo que no sabía qué elegir. Al final, mi elección fue:
Plato de 4 entrantes deluxe
Noodles fritos con huevo, marisco y verduras estilo Hong Kong.
Todo lo anterior estaba riquísimo y con el platazo de noodles casi que se podía comer sin necesidad de tomar nada más.
De postre tomé “Ling Chi Kang with Tianshan snow lotus”. La traducción, pues.....Sabía que era algo caliente y con lo que me encontré fue con una sopa en la que iban flotando unas bolas que me imagino que serían los lichis. En definitiva, un postre nada vistoso que no podría calificar como exquisito, aunque tampoco diría que estaba malo. Simplemente raro.
De postre tomé “Ling Chi Kang with Tianshan snow lotus”. La traducción, pues.....Sabía que era algo caliente y con lo que me encontré fue con una sopa en la que iban flotando unas bolas que me imagino que serían los lichis. En definitiva, un postre nada vistoso que no podría calificar como exquisito, aunque tampoco diría que estaba malo. Simplemente raro.
En cuanto a la cuenta, pagué 180 MYR, pero valió la pena como broche final al viaje.
life.hiltonkl.com/ ...ts/Chynna/
La carta contiene muchos platos de marisco, arroz y fideos, pollo, pato, sopas, verduras, etc... Además, hay menús vegetarianos para una persona y otros menús para varias personas. Otro menú especial es el de dim sum.
Llegó por fin el último día de viaje y no había más remedio que levantarse a una hora intempestiva porque el avión salía a las 10:15 de la mañana.
A las 6:00 ya estaba preparado para ir a tomar el desayuno buffet. Siendo muy variado, creo que el hotel Traders lo era bastante más, o al menos esa sensación me dio. En cualquier caso había de todo: comida china, india, japonesa, indonesia, ensaladas, frutas y zumos, bollería, etc... Mucho no comí, porque a esa hora no me entraba demasiado la comida, o más bien, determinado tipo de comida.
Llegó por fin el último día de viaje y no había más remedio que levantarse a una hora intempestiva porque el avión salía a las 10:15 de la mañana.
A las 6:00 ya estaba preparado para ir a tomar el desayuno buffet. Siendo muy variado, creo que el hotel Traders lo era bastante más, o al menos esa sensación me dio. En cualquier caso había de todo: comida china, india, japonesa, indonesia, ensaladas, frutas y zumos, bollería, etc... Mucho no comí, porque a esa hora no me entraba demasiado la comida, o más bien, determinado tipo de comida.
Tras despedirme de la maravillosa habitación y hacer el check-out, me fui a la estación Sentral KL y compré un billete para el KLIA Ekspres, por 55 MYR. En poco más de media hora ya estaba en el aeropuerto.
El avión salió con unos 15 ó 20 minutos de retraso, que me preocupó un poco, al tener sólo 80 minutos de escala en el aeropuerto de Dubai para el siguiente vuelo. Por lo demás, transcurrió con casi total normalidad, sin que se me hiciera pesado, entre sudokus y películas de la pantalla. El con “casi total normalidad” es porque en el momento en el que estaban sirviendo las bebidas, al auxiliar de vuelo se le descontroló la bandeja y terminé con un vaso de agua derramada por la cabeza.
Llegamos con el tiempo ajustadísimo al aeropuerto de Dubai y me llevaron a toda velocidad a la puerta de embarque. Con todo, entre los recorridos por los pasillos y los controles, llegué por los pelos en la última llamada y a menos de 5 minutos del cierre de la puerta de embarque. El avión en este caso, aunque estaba previsto que fuese un A380 terminó siendo un Boeing 777-300. No iba lleno. El vuelo, como en el caso anterior transcurrió con la misma rutina de entretenimiento y también con “casi normalidad”. Esta vez no fue un vaso de agua.
¿Por qué la gente no coge lo que necesita del equipaje antes de subirlo a la repisa y deja de dar por saco con él el resto del viaje?.
Estaba yo sentado y el petardo de delante abrió la repisa para sacar algo del equipaje y allí estaba registrando en la bolsa o maleta. De pronto, me vi con un macuto que cayó de arriba sobre las piernas. Le pegué un berrido. No pesaba en exceso y no me hizo apenas daño, pero podía haber sido algo más voluminoso.
En fin, entre estos, los que van por los pasillos con mochilas y bolsos sin darse cuenta que golpean a los que van sentados junto al pasillo y los que suben maletas a la repisa con las que no pueden y parece que se les va a caer....
Un poco antes de las 19:30 aterrizó el avión en Barajas y era necesario volver a adaptarse al tiempo invernal que estaba haciendo. Con la satisfacción, eso sí, del viaje realizado.
El avión salió con unos 15 ó 20 minutos de retraso, que me preocupó un poco, al tener sólo 80 minutos de escala en el aeropuerto de Dubai para el siguiente vuelo. Por lo demás, transcurrió con casi total normalidad, sin que se me hiciera pesado, entre sudokus y películas de la pantalla. El con “casi total normalidad” es porque en el momento en el que estaban sirviendo las bebidas, al auxiliar de vuelo se le descontroló la bandeja y terminé con un vaso de agua derramada por la cabeza.
Llegamos con el tiempo ajustadísimo al aeropuerto de Dubai y me llevaron a toda velocidad a la puerta de embarque. Con todo, entre los recorridos por los pasillos y los controles, llegué por los pelos en la última llamada y a menos de 5 minutos del cierre de la puerta de embarque. El avión en este caso, aunque estaba previsto que fuese un A380 terminó siendo un Boeing 777-300. No iba lleno. El vuelo, como en el caso anterior transcurrió con la misma rutina de entretenimiento y también con “casi normalidad”. Esta vez no fue un vaso de agua.
¿Por qué la gente no coge lo que necesita del equipaje antes de subirlo a la repisa y deja de dar por saco con él el resto del viaje?.
Estaba yo sentado y el petardo de delante abrió la repisa para sacar algo del equipaje y allí estaba registrando en la bolsa o maleta. De pronto, me vi con un macuto que cayó de arriba sobre las piernas. Le pegué un berrido. No pesaba en exceso y no me hizo apenas daño, pero podía haber sido algo más voluminoso.
En fin, entre estos, los que van por los pasillos con mochilas y bolsos sin darse cuenta que golpean a los que van sentados junto al pasillo y los que suben maletas a la repisa con las que no pueden y parece que se les va a caer....
Un poco antes de las 19:30 aterrizó el avión en Barajas y era necesario volver a adaptarse al tiempo invernal que estaba haciendo. Con la satisfacción, eso sí, del viaje realizado.