Desayuno en casa con mermelada de mora y la tarta casera de Berta y camino a Santiago de Compostela.
Parece que otra ves se nos aliaba la suerte, dejando los días con menos sol para cuando no tocaba playa...
Así que con camisetas, chaquetillas y chubasqueros en la mochila, fuimos a pasear por Santiago.
Aparcamos en uno de los párkings del centro, elegimos el Parking Xoán XXIII, Avenida de Xoán XXIII, Santiago de Compostela. Muy fácil de acceder y muy cerca del centro.
Éste era nuestro plan, el cual seguimos bastante, cambiando algo la ruta hacia el final
Al salir del párking nos dirigimos a la Catedral de Santiago de Compostela y empezamos la ruta.
Salimos por el lateral, a la Praza de Inmaculada,...
...y justo al salir coincidimos con una boda
Subimos hasta la Praza de Cerventes para luego bajar hacia la calle Casas Reais, lugar de entrada del Camino de Santiago y bebimos en la fuente.
Cruzamos la calle y nos dirigimos hacia el Parque de Bonaval, pasando por el Museo do Pobo Galego...
...y paseamos por el Parque de Bonaval.
Salimos del parque y nos dirigimos al Mercado de Abastos, vimos las diferentes tiendas tanto de dentro, como las de fuera. Teníamos intención de comer en el restaurante O Gato Negro, Rua Raina s/n, pero cerraban a las 3 y se nos había hecho ya algo tarde, así que decidimos parar para comer en el restaurante A Lonxa de Mercado, Piazza San Fiz de Solovio, 6, Mercado de Abastos, 15703, Santiago de Compostela, Tel: 630 69 21 31.
No estuvo mal, pero nos quedamos con las ganas del gato negro
Bajamos callejeando hacia el parque de Alameda...
... y justo antes de llegar encontramos la Heladería Artesana Puerta Real..., Rua Dos Bautizados 8, 15702, Santiago de Compostela, Tel: 881 12 70 16. IMPRESIONANTE!!!!
Totalmente recomendable probarlos!!! Espectacular el de Cheesecake y el de Crema de Avellanas con Chocolate!
Paseamos por el parque y volvimos por la Catedral hacia el coche, cuando al pasar por el Convento de San Francisco de Santiago, vimos la segunda boda del día
Ya en el coche, de vuelta a Os Migueliños, una cena en casa y a descansar para el día siguiente.