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Hoy es otro día que realmente no estamos en la zona de Somiedo. Teníamos idea de realizar el plan de hoy al día siguiente, pero el pronóstico del tiempo ponía lluvia por lo que ayer por la tarde llamé a Teverastur para reservar un par de bicicletas y un remolque para mascotas, ya que nuestra idea era hacer por la mañana la famosa Senda del Oso en bici desde Entrago hasta Villanueva y luego por la tarde volver a la zona de Villanueva para realizar a pie la ruta de El desfiladero de las Xanas.
La senda del oso es la vía verde más transitada de Asturias. Levantada sobre dos antiguos trazados de ferrocarril mineros, el primero va desde el Valle de Quirós a la estación de trubia, y el segundo desde Caranga de Abajo a las minas de Teverga. Atraviesa los concejos de Quirós, Santo Adriano y Proaza. Discurre paralela al ríoTrubia y pasas por desfiladeros, túneles y zonas boscosas. Además cerca de Proaza está el cercado del oso, donde puedes observar a Paca y Furaco ya que Tola falleció a principios de este año.
Como he escrito más arriba habíamos reservado con Teverastur ya que ví que también alquilaba remolques en el que colocar a Nova, nuestra perra, ya que nuestra idea era que ella fuera a nuestro lado al principio corriendo y luego montarla en el remolque cuando la vieramos cansada.
Llegar hasta Entrago, donde está la empresa, resultó fácil con google maps. 45 minutos de coche desde Pola, subiendo el puerto de San Lorenzo, adentrándonos en el Parque Natural de las Ubiñas-Mesa y bajando al valle de Teverga. En Pola estaba despejado, pero cuando pasamos al otro lado por el puerto nos encontramos con una masa de nubes que nos hizo preguntarnos si al final nos llovería hoy.
Desde el Puerto de San Lorenzo
Cuando llegamos a Teverastur vimos que no estábamos solos, si no todo lo contrario, había muchísima gente, teniendo que hacer un rato cola para recoger nuestras bicicletas. Ahí esperando oímos a los trabajadores contestar por teléfono que hoy ya tenían todas las bicis reservadas, y eso que tenían decenas y decenas. Antes de partir nos dieron una charla de cómo era la ruta y nos informaron de que a partir de las 14 horas y de hora en hora, habría un autobus disponible en Villanueva para llevarnos de nuevo hasta el punto de partida. También podríamos cogerlo en Proaza, pero había que llamar antes.
Como eran ya las 11 y queríamos coger el primer autobús decidimos hacer el trayecto corto, que es ir de Entrago a Villanueva directos, sin desviarnos para ir al embalse de Valdemurio, que es lo que hace la mayoría de la gente.
Una vez ya en la senda, vimos que eso era un infierno para ir con la perra al lado atada. Es que había mucha, pero que mucha gente y la perra estaba nerviosa y yo también pues temía que la pillaran, se cayera alguien o incluso que me tirara a mí, así que tras poco más de un kilómetro y de estar pedaleando sin disfrutar nada, la monté en el remolque.
Con respecto a la senda en sí, decir que es bonita, pero el que haya tanta gente para mí le quita encanto. Siempre me ha gustado las rutas o zonas menos masificadas y para mí esta senda en temporada alta lo está. Por otro lado indicar que la puede hacer cualquiera. Es todo el rato con una ligera pendiente cuesta abajo, por lo que apenas hay que pedalear. Como había leído, la zona más bonita es entre el desvío para el embalse y Proaza, aunque el principio también lo es bastante. La zona más sosa, sin duda, de Proaza a Villanueva, aunque también fue la más tranquila y en la cual nos cruzamos con menos gente, quitando el cercado osero en el que sí había más personas. Nosotros ahí nos paramos brevemente, vimos a uno de los osos y seguimos nuestro trayecto, llegando a Villanueva sobre las 13:40. Allí esperamos a que nos recogieran. Los empleados llegaron puntuales, montaron las bicicletas de los que estábamos allí en un gran remolque que tenía una furgoneta y la gente se montó en el autobús para volver, menos nosotros, que fuimos en la furgoneta ya que íbamos con la perra. Ahí el empleado nos dijo, cuando le indiqué que me gustó la senda pero que había mucha gente, que en temporada alta siempre la hay y que curiosamente cuando menos gente hay es los domingos, porque todo el mundo pensamos no ir ese día ya que creemos que es cuando más gente va a haber y eso no es así en temporada alta, aunque sí el resto del año.
Senda del Oso
Como eran las 14:30 fuimos a San Martín de Teverga, que estaba a un par de kilómetros y comimos en el restaurante Aladino, que estaba al lado del río y tenía terraza. Allí me pedí un menú de solo 8 euros con cervezón, ensalada bien completa y un plato que no me acuerdo como llamaban, pero que eran sardinas fritas. Además de pan y café (al cual el camarero le echó un chorreón de baileys y yo esperando que no hubiera civiles) Mi mujer se pidió un pote de berzas y acabamos más que completos.
Tras la comida cogimos el coche para dirigirnos a Villanueva, concretamente al aparcamiento del área recreativa de las Xanas. Ahí disponemos de dos paneles de las dos rutas posibles desde allí, la que íbamos a realizar del Desfiladero y la de Valdolayés. También se puede hacer una ruta circular que coge parte de ambas. Aquí puedes verla
El Desfiladero de las Xanas recibe el nombre de las hadas de la mitología de Asturias, que, en este caso, vivirían en el río Viescas, que discurre al fondo de la garganta en la que se inicia la Ruta de las Xanas. Ese tramo abrupto hace que el Desfiladero de las Xanas sea conocido como “el pequeño Cares” de Asturias.
La ruta tiene su tramo más empinada al principio. Los primeros 400 metros por la carretera y el desvío para coger la senda que nos hace ganar altura enseguida. Luego sigue la cuesta arriba pero muy llevadera. Eso sí los que tengan mucho vértigo pasarán tramos en el que se pongan nerviosos. Yo tengo y no vi dificultad, pero mi mujer sí que tiene mucho y se puso alguna vez inquieta. Tampoco tenían vértigo unas cabras que había por abajo y que al principio creí rebecos, pero eran cabras domésticas.
La ruta la recomiendo encarecidamente, es muy bonita, donde cruzas algún túnel excavado en la roca y caminas por una senda literalmente metida en la roca de vez en cuando y, una vez pasado el desfiladero, nos introducimos en una zona muy densa de bosque también muy interesante, en el que cruzamos puentes de madera, vemos antiguas construciones y molinos de agua abandonados.
Nosotros no completamos la ruta. Calculo que nos quedaría menos de un kilómetro para el punto de vuelta, pero empezaba a ver nubes oscuras y temía que se pusiera a llover y bajar por el desfiladero con agua no me molaba. Al final no llovió pero sí que disfrutamos de la ruta.
Ruta que hicimos
Ruta del Desfiladero de las Xanas
Una vez en el coche de vuelta a Pola, que es algo más de una hora. Ya en el apartamento lo típico, ducha, cena y Castle
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Contando con protección desde los años setenta, se ha librado de repoblaciones salvajes. Hay todavía en España bastantes espacios donde disfrutar de la variedad de los bosques autóctonos así que, esta vez uno y en otra ocasión será otro
