En nuestro primer día en Bali, planeamos una ruta por la parte este de la isla que, aunque hablando siempre de tiempo estimado, ya que era muy complicado calcular tiempo exacto por esas carreteras, nos llevaría la mayor parte del día. El mapa del día era el siguiente:
A. Hotel
B. Tegallalang Rice Terrace
C. Pura Tirta Empul
D. Pura Gunung Kawi
E. Tukad Cepung Waterfall
F. Pura Besakih
G. Taman Tirta Gangga
H. Pura Lempuyang Luhur
I. Kanto Lampo Waterfall (No dio tiempo)
J. Goa Gajah (No dio tiempo)
B. Desayunamos como reyes en el hotel y pusimos nuestro Toyota Avanza rumbo a la primera parada, Tegallalang Rice Terrace, situada a unos 30´. Zona de terrazas cercana e inmensamente fotografiada que sí, está chula y está bien para abrir boca, pero vimos cosas mejores. Quizás que se encuentre tan cercana a Ubud la hace tan popular.B. Tegallalang Rice Terrace
C. Pura Tirta Empul
D. Pura Gunung Kawi
E. Tukad Cepung Waterfall
F. Pura Besakih
G. Taman Tirta Gangga
H. Pura Lempuyang Luhur
I. Kanto Lampo Waterfall (No dio tiempo)
J. Goa Gajah (No dio tiempo)
A partir de aquí, el GPS ya comenzó a introducirnos por carreteras más secundarias, zonas boscosas intercaladas con grandes extensiones de cultivos y zonas de aldeas. Aunque ya me encontraba un poco más cómodo conduciendo por la izquierda, hubo que extremar precauciones durante todo el recorrido. Las carreteras y las costumbres de conducción de allí poco tienen que ver con las europeas por lo que los sustos eran constantes. Los balineses realizan maniobras con total naturalidad que en España serían motivo de duras sanciones. Vivir esas anécdotas hacen que el viaje, a base de paciencia y precaución, sea divertidísimo.
C. El GPS nos llevó hasta cerca de Pura Tirta Empul (no esperéis muchas señales para llegar a los sitios), pero a una calle sin salida. Pronto se acercó un señor en moto que se ofreció a acercarnos hasta la entrada del templo muy amablemente. A los dos minutos nos dejó a la entrada del parking y se lo agradecimos (con inclinación de cabeza, una sonrisa y con unas rupias). Más tarde vimos que hacía la misma maniobra con otros turistas, jajaja, montó su negocio a consta de los GPS, rupias bien merecidas, ¡¡si señor!!
Pura Tirta Empul es conocido sobre todo por sus piscinas con chorros de agua con supuestos beneficios. Nos dejaron un sarong (especie de pareo que usan para tapar las piernas en lugares sagrados) a la entrada ya que aún no teníamos ninguno, luego compramos un par de ellos a una señora muy simpática que tenía un puestecito a la entrada de Gunung Kawi. El sitio es muy bonito y a esa hora (10:30) estaba muy tranquilo. No nos animamos a meternos en las piscinas, pero sí vimos cómo prestaban atuendos a turistas para no tener que mojarse la ropa.
D. Gunung Kawi es un templo cercano al anterior, con un acceso algo más incómodo, ya que una vez que dejas el coche, tienes que bajar un montón de escaleras. La bajada resulta entretenida ya que nos encontramos con varios miradores hacia los campos de arroz que rodean el templo y con muchos puestos de souvenirs y de bebidas que montan a los lados. El templo destaca por tener unas formas muy pintorescas excavadas en la roca que lo hacen diferente.
E. Pusimos rumbo a Besakih introduciendo un par de paradas intermedias. Una fue Pura Kehen, templo con una bonita escalinata en la localidad de Bangli y la otra fue nuestra primera cascada, Tukad Cepung. Para llegar a ella, tras dejar el coche en el parking (todos los lugares de visita tienen parkings económicos y nunca tuvimos problema de sitio para aparcar), descendimos unas escaleras que llevaban una corta senda a la vera del río que te introduce en la cueva en la que te encuentras con la cascada. Muy chula y recomendable. Es recomendable también llevar chanclas para la última parte. Nosotros fuimos descalzos y las piedrecitas del fondo nos recordaron lo de las chanclas
F. Nuestra siguiente parada se encontraba en la falda del volcán Agung, que pocos días antes había tenido una pequeña erupción que obligó a cancelar muchos vuelos en la zona. Según fuimos ascendiendo, vimos cómo sobre el coche llovía ligeramente algo similar al barro y cómo los habitantes que nos encontrábamos tapaban constantemente su nariz y boca con pañuelos o mascarillas. No parecía un lugar en el que debiéramos estar durante mucho tiempo.
El conjunto de templos de Besakih es quizás el más sagrado para los balineses y forman una vista general impresionante. El parking de coches está situado como 500m cuesta abajo antes de la entrada al templo, pero hay muchos amables ciudadanos que te acercan en moto hasta la entrada por un módico precio. Tras recorrer parte del entramado de templos pusimos rumbo este, descendiendo de los dominios del volcán donde el sol volvió a brillar.
G. Recorrimos muchos kilómetros por zonas que nos maravillaron, notábamos que eran lugares con menos paso de turistas donde disfrutamos de las imágenes que regalaba el paisaje. En mitad de la nada nos encontramos un warung (restaurante balines) que aún fuera de hora (serían las 15:00) no dudo en prepararnos un nasi goreng y un mie goreng, los platos más típicos de Bali y que encontraréis casi en cualquier sitio que sirva de comida. Los platos, muy sabrosos por cierto, más unas Bintang sumaron una cuenta de unos 5 Euros!! muy por debajo de las zonas con más turismo.
Taman Tirta Gangga es muy bonito. Es un templo dedicado al agua y es divertido caminar entre las piedras de los estanques. Imprescindible sin duda.
H. Comenzaba a atardecer cuando nos acercábamos a Pura Lempuyang Luhur a eso de las 17:00, así que ya supusimos que esta sería nuestra última visita del día, nos quedaron dos o tres cosas típicas de muchas guías de Bali, pero mejor disfrutar de lo que se vive que volverse locos con los planning. A la hora de crearlo, ya sabíamos que estaba super condensado y que algo quedaría por el camino. Mejor eso, a que sobre tiempo y que no sepas a qué dedicarlo.
El templo consiste en una escalinata que sube montaña arriba, pero donde pronto se encuentra la famosa parada desde la que se obtienen magníficas fotos de una puerta tradicional de los templos balineses con el volcán Agung de fondo. La imagen se ha vuelto tan popular que otros avispados balineses se encargan de organizar la cola y de hacer las propias fotografías a las parejas con sus dispositivos. Uno de ellos incluso tenía un aplique para los móviles que produce un efecto reflejo de la puerta, increíble
Teníamos varias horas de carretera hasta Ubud, así que nos pusimos cómodos para poner rumbo al hotel por la zona de Candidasa. Una vez allí, nos acicalamos para acercarnos hasta el centro de Ubud a disfrutar de sus tiendas (poco tiempo, cierran sobre las 20:00) y de sus bares y restaurantes. Es un sitio con gran ambiente en las primeras horas de la noche (a partir de las 00:00 desaparece todo el mundo).
Cenamos en el Cafe Wayan and Bakery, en Jl. Monkey Forest, perpendicular a Jl. Raya Ubud (calle principal), una de las calles con más ambiente. Sitio muy bien montado, donde nos aconsejaron un surtido de platos balineses con buena presentación que nos encantó. El precio final superaba por poco los 20 Euros por persona que, para estar en centro turístico, no está mal.
Vuelta al Kamandalu a recuperar fuerzas, ya que al día siguiente esperaba otra ruta bastante extensa.