Siendo un entusiasta de la historia militar no podía, por mi parte, faltar una visita al museo del ejército Español ubicado desde 2010 en el Alcázar de Toledo por ello tenía previsto reservarle un día entero. Así pues poco antes de las 10:00 estaba esperando la apertura de las puertas, con la entrada que cuesta 5 € te proponen un audio guía por 3€ mas, el cual personalmente no os recomiendo puesto que los comentarios no son numerosos comparado con todo lo que se ve y no siempre te das cuentas cuando tienes que usar el audio guía.
Tras apoquinar el billete me dirigí a la primera sala cuya temática era los ejercito antes del ejercito, una exposición temporal cuyo contenido permitía contemplar armas, armaduras y maniquís de la época romana, visigoda y la reconquista.
A continuación ascendí por unas escaleras mecánicas disfrutando de las vistas sobre los yacimientos arqueológicos, restos de la muralla árabe, tras franquear la tienda paso obligatorio por fin uno se adentra al Alcázar propiamente dicho, alcanzando la planta T2. Esta planta como la T1 tienen un recorrido Temático dedicada cada sala a un tema en concreto.
Empecé mi itinerario en la sala destinada a la uniformidad del ejército Español, en la cual como os podéis imaginar se encuentran maniquís vistiendo los distintos trajes llevados por el ejército Español desde más o menos Carlos V hasta hoy día. la siguiente sala expone objetos de la colección particular de Romero Ortiz y otra habitación recoge una gran cantidad de armas y armaduras de la colección de la casa ducal de Medinaceli. otras salas están dedicadas a las fotografías históricas, al patrimonio etnográfico (objetos de antiguas colonias recogidos por militares) condecoraciones y miniaturas.
Esa última exposición recoge una cantidad impresionante de soldados de plomo desde sus principios hasta dioramas actuales, seguramente es una de las partes que más les debe de gustar a los niños.
Finalmente la ultima sala tiene como tema el asedio que sufrió el Alcázar durante la guerra civil con objetos y explicaciones de lo acontecido durante el sitio, hay una maqueta de como quedo el edificio ubicada dentro la actual estructura del Alcázar representada por un plástico transparente. En la planta inferior T1 hay cuatro habitaciones dedicadas a la historia de la artillería con una gran cantidad de cañones de hierro, bronces, de retrocarga y ametralladoras. Historia de las banderas con una representación de unos estandartes regimentales de distintas épocas. Historia de las armas blancas con una suma importante de espadas, sables, dagas, bayonetas y lanzas. Historia de armas de fuego portátiles con una gran cuantía de mosquetes, rifles y pistolas, antiguos y modernos. un paraíso para cualquier aficionado a las armas.
Volví a subir a la planta T2 y cuando iba a encaminarme a la escalera para ascender a la planta H1 me di cuenta que eran casi las 13:00. La verdad es que se me había pasado el tiempo muy rápidamente no es que me parara mucho, solo para leer de vez en cuando algún tablón y hacer muchas fotos además de caminar visualizando lo expuesto. Aquí tome la decisión de hacer un descanso para almorzar puesto que dentro del Alcázar hay un restaurante cerca de la entrada donde se puede comer así pues volví sobre mis pasos aprovechando para salir antes a la parte trasera donde hay expuestos varios cañones, un carro de combate T26 y un helicóptero Bo-105.
El parón del almuerzo duro una hora, como a esas horas no había casi clientes me atendieron muy rápidamente y comí muy bien, ir mas tarde puede conllevar un mayor tiempo de espera al estar los camareros mas ajetreados, tenerlo en cuenta. En torno a las 14:00 regrese tras pasar de nuevo por la tienda a la planta T2 que deje atrás, después de subir la escalera hacia la planta H1. Ese piso así como el siguiente H2 tienen un recorrido temático empezando en el año 1492 hasta el siglo XX.
La planta H1 está dividida en 3 épocas que ocupan las distintas alas: La monarquía Hispánica 1492-1700, la monarquía ilustrada 1700-1788 y liberales y absolutistas 1788-1843 mientras que en la H2 las épocas expuestas son el estado liberal 1843-1874, la restauración monárquica 1874-1923 y por último el siglo XX. Durante el recorrido hay expuestos una gran variedad de objetos ligados al ejercito, muchos tablones explicativos, videos, cuadros, representaciones de batallas, campañas y conflictos. También se comentan avances científicos y médicos vinculados con el ejercito a lo largo de su historia así como las guerras en ultramar. Es mucha información y de nuevo sin pararme mucho solo realizando el recorrido se me hecho el tiempo encima, viendo las ultimas vitrinas del siglo XX de forma superficial porque a las 17:00 cierra el museo y la entrada es también la salida con lo cual tenía que bajar varias plantas además de que quería echarle un ojo a la tienda para comprar algo.
Al salir del museo tome la decisión de dirigirme al hotel para descansar un rato, con nuevas energías y tras una ducha salí a cenar antes del último tour llamado "subterráneos" que tenia esta vez a las 20:00 siendo Samuel de nuevo el guía que me toco.
Al salir del museo tome la decisión de dirigirme al hotel para descansar un rato, con nuevas energías y tras una ducha salí a cenar antes del último tour llamado "subterráneos" que tenia esta vez a las 20:00 siendo Samuel de nuevo el guía que me toco.
Empezamos nuestra gira en la posada de la hermandad, que alberga una exposición de pago sobre maquinas de asedio, nosotros nos dirigimos directamente al sótano donde se encuentran todavía los calabozos utilizados por la santa hermandad. Dentro de unos de esos calabozos, Samuel nos explico cual era el propósito de esos hombres armados con ballestas, inicialmente partidas armadas de autodefensa oficialmente reconocida por los reyes católicos a cuyos soldados se les denominaba mangas verdes (os sonara la expresión "a buenas horas mangas verdes") Ser huéspedes suyos no debía de ser muy agradable, casi se podría decir que fueron los precursores de la Guardia Civil, puesto que solo 10 años tras la disolución de la santa hermandad es cuando se creó la benemérita. A continuación fuimos a visitar los restos de unos baños islámicos concretamente la sala de ingreso y la sala fría.
La tercera parada nos llevo a un lugar llamado el pozo del salvador, que es tanto un pozo como un aljibe puesto que también recogía agua de lluvia, en esa estancia se nos comento entre otras cosas que el agua era un bien preciado en Toledo y se comerciaba con él a través de los aguadores. Después de eso nos encaminamos a la judería donde entramos en un lugar llamado la casa del judío, solo pudimos visitar el sótano a pesar de que Samuel aclaro que había también un patio pero al pertenecer a una casa particular su visita no era permitida. En cuanto al sótano hay indicios que hubiera sido un baño litúrgico judío, cuya función era la purificación espiritual.
Otro elemento de gran relevancia es una pieza de madera utilizada como viga de acceso al sótano, donde se puede observar el trabajo de tallado con motivos florales, acompañando una inscripciones cuya transcripción dice: “Gracias Te doy, porque me has respondido”; texto relacionado con el versículos 21 del salmo 18: “Aquí está la puerta de Yahveh, por ella entran los justos. 21 gracias Te doy, porque me has respondido, y has sido para mí la salvación”, que da la bienvenida a todos aquellos fieles y puros al interior de la casa, según nuestro guía lo más probable es que originalmente estuviese en una sinagoga y tras su conversión en iglesia se recuperara en ese lugar. Finalmente, nuestra última parada nos llevo a las termas romanas que había visitado el día anterior. La mayoría de esos lugares están gestionados por Consorcio de Toledo y salvo las termas romanas no se pueden visitar por su cuenta. De hecho Samuel iba con unas llaves para abrir las puertas que nos daban acceso a los baños, pozo, casa del judío y termas, los calabozos es posible que se puedan visitar con la entrada a la exposición.