Tras tomar el desayuno incluido en precio (que como he comentado, no era muy abundante ni espléndido), salimos camino de Lugo.
Se tarda 1 h. y 20 minutos, primero por la Nacional 634 y luego por la autovía A-6.
Lo más destacable sin duda son sus MURALLAS ROMANAS; declaradas Patrimonio de la humanidad.
Es agradable paseo, caminar por encima de ellas. Hay varios accesos a lo largo de su perímetro.
Luego paseamos y visitamos el centro. Tenemos la suerte de coincidir con la Fiesta del Corpus.
Se vive con gran devoción en esta Villa Romana.
Bonito el Altar Mayor de la Catedral de Lugo.
Junto a su Ayuntamiento…
Se apostan las Legiones Romanas
Después podéis desfilar a la Rúa da Cruz, y sus aledañas a tomaros unos vinos o cervezas.
Cumplido este ritual, nos vamos a comer.
Como en Galicia no solo de pescados y mariscos vive el hombre (y la mujer), nos disponemos a probar buenas carnes.
No está cerca, unos 20 minutos andando.
De camino nos encontramos…
Y finalmente llegamos al templo de la carne.
TABERNA DE MARCOS
Que aquí la preparan a la brasa fabulosamente
Qué no se diga, que no seguimos en Galicia.
El café y los chupitos se regalan en la barra, así se deja sitio a otros.
Por 75 €, los cuatro, salimos más felices que un ocho.
Después de comer, nos volvemos a nuestra tierra, no sin antes parar donde os he indicado en la primera etapa, a comprar fruta, especialmente unas muy buenas cerezas del Bierzo.
Otro viaje increíble, de 3 días en el que los niños han disfrutado mucho con Galicia, los adultos también. Hemos estado en la playa, viendo catedrales, mirando al océano y comiendo de primera, y aún a buenos precios.
PROMETEMOS VOLVER.
Se tarda 1 h. y 20 minutos, primero por la Nacional 634 y luego por la autovía A-6.
Lo más destacable sin duda son sus MURALLAS ROMANAS; declaradas Patrimonio de la humanidad.
Es agradable paseo, caminar por encima de ellas. Hay varios accesos a lo largo de su perímetro.
Luego paseamos y visitamos el centro. Tenemos la suerte de coincidir con la Fiesta del Corpus.
Se vive con gran devoción en esta Villa Romana.
Bonito el Altar Mayor de la Catedral de Lugo.
Junto a su Ayuntamiento…
Se apostan las Legiones Romanas
Después podéis desfilar a la Rúa da Cruz, y sus aledañas a tomaros unos vinos o cervezas.
Cumplido este ritual, nos vamos a comer.
Como en Galicia no solo de pescados y mariscos vive el hombre (y la mujer), nos disponemos a probar buenas carnes.
No está cerca, unos 20 minutos andando.
De camino nos encontramos…
Y finalmente llegamos al templo de la carne.
TABERNA DE MARCOS
Que aquí la preparan a la brasa fabulosamente
Qué no se diga, que no seguimos en Galicia.
El café y los chupitos se regalan en la barra, así se deja sitio a otros.
Por 75 €, los cuatro, salimos más felices que un ocho.
Después de comer, nos volvemos a nuestra tierra, no sin antes parar donde os he indicado en la primera etapa, a comprar fruta, especialmente unas muy buenas cerezas del Bierzo.
Otro viaje increíble, de 3 días en el que los niños han disfrutado mucho con Galicia, los adultos también. Hemos estado en la playa, viendo catedrales, mirando al océano y comiendo de primera, y aún a buenos precios.
PROMETEMOS VOLVER.