DÍA 7. LE MANS-ANGERS ✏️ Diarios de Viajes de FranciaEmpezamos la ruta a las 8 de la mañana después de haber desayunado volviendo al casco antiguo. Lo hacemos nuevamente caminando. Tomamos una dirección diferente porque el primer punto del día, aunque solo sea para verlo desde el exterior, es el...Diario: REGRESO A FRANCIA: Burdeos, Bretaña, Angers, Puy du Fou, Orléans y mucho más⭐ Puntos: 5 (1 Votos) Etapas: 14 Localización: FranciaEmpezamos la ruta a las 8 de la mañana después de haber desayunado volviendo al casco antiguo. Lo hacemos nuevamente caminando. Tomamos una dirección diferente porque el primer punto del día, aunque solo sea para verlo desde el exterior, es el Hotel-Dieu Coeffort. Se trata de un edificio de estilo gótico que se construyó en el siglo XII por orden del rey Enrique II de Inglaterra como hospital para pobres, enfermos, huérfanos y peregrinos. Es una pena que no pudiéramos entrar porque el exterior es muy sobrio pero dentro tiene, al parecer, unas pinturas muy bonitas. De allí proviene el llamado “tesoro de Coeffort”, 31 piezas de plata medieval que se encontraron en 1953 cuando se renovaba la capilla en la que se ha convertido. Esos cubiertos de los siglos XIV o XV se conservan en el museo de Arqueología. Seguimos luego hacia la Cité Plantagenet para ver un poco más sus edificios y calles. En cualquier momento esperas ver aparecer a alguien vestido de época y es que aquí se han rodado películas como Cyrano de Bergerac o El hombre de la máscara de hierro. Aprovechamos también para visitar la catedral por dentro (y tengo que decir que no defrauda en absoluto). Sobre todo quiero destacar la bóveda de la capilla de la Virgen, completamente pintada de rojo y con un coro de 47 ángeles músicos. Visitamos también (por fuera) el Ayuntamiento, antiguo Palacio de justicia, de los siglos XVIII y XIX. Allí estaba el Palacio condal y después real de los Plantagenet de los siglos XI a XV y donde seguramente sí vivió la reina Berenguela. Regresamos al hotel sobre las 10 y algo para recoger las maletas y a las 11.28 horas cogimos el TGV en dirección a Angers. Viene puntual (menos mal) y a las 12:06 horas ya habíamos llegado a la ciudad. El hotel que hemos cogido, un Ibis Styles, está muy cerca de la estación. Solo tenemos que subir una calle y después girar a la izquierda. Además, como ya era un poco tarde, tuvimos la suerte que nos dejaran entrar en la habitación donde nos habían dejado gominolas. En recepción tenemos, además, a nuestra disposición agua, infusiones y café. Después de dejar las maletas nos encaminamos al centro de la ciudad. Pasamos por un restaurante que nos convenció. Comimos ensalada de arroz con verduras, bistec con ensalada y patatas fritas y dos bolas de un helado de vainilla buenísimo con dos lenguas de gato a compartir con crèpe al caramelo. Nos costó 14 euros por persona y comimos muy bien. Con la barriguita llena, empezamos la ruta. Vimos primero la Torre de Saint Aubin. Había una canónica en la antigua iglesia de Saint Aubin dedicada al obispo de Angers del mismo nombre. Antes, sin embargo, había otra iglesia levantada por el rey Merovingio Childelberto (siglo VI) y que se dedicó a San Germán de Auxerre. En 1032 hubo un incendio y tuvo que reconstruirse. Se volvieron a hacer obras en el siglo XII. Con la llegada de la Revolución francesa se destruye completamente, con la suspensión de la comunidad monástica que la habitaba. Queda muy poco actualmente de aquella grandiosa abadía. La torre y una portada de la sala capitular son casi los únicos vestigios. La torre es alta y muy robusta. Muy cerca encontramos el edificio de la Prefectura. También cerca está el Museo de Bellas artes, formado por varios edificios. El más bonito y antiguo es un palacete particular llamado Residencia Barrault, edificado entre los años 1486 y 1493. Aquí se alojaron personalidades como Ana de Bretaña, Luis XII o Cesar Borgia. El nombre de Barrault proviene del financiero Olivier Barrault, tesorero del rey y alcalde, que la mandó construir. Es de estilo gótico flamígero (por eso las torrecillas) y renacentista. En realidad son dos alas unidas por una escalera dentro de una torre central. Casi tocando al museo encontramos la abadía Toussaint, del siglo XIII. Ese edificio, con orígenes en el siglo XI, se construyó para enterrar a los pobres. Fue confiscada en la Revolución francesa y se convirtió en una ruina. El Ayuntamiento la rehabilitó en 1980 y ahora se usa como Galería expositiva de las obras del escultor David de Angers (1788-1856). Sin embargo el edificio más importante con mucho de Angers es su espectacular castillo. La entrada cuesta 9 euros por persona. Si quieres audioguía cuesta 3 euros más. Nosotros no la cogimos y fuimos con un folleto en español que nos dieron. El castillo se alza en un promontorio rocoso donde ya se habían instalado los hombres desde el Neolítico. Dada la amenaza que suponían en su tiempo los normandos, el duque de Anjou tomó la decisión de construir una fortaleza donde refugiarse ya en el siglo XI. Esa fortaleza se acabó convirtiendo en un palacio en tiempos de los Plantagenet. En el siglo XIII la regente Blanca de Castilla ordenó levantar la fortaleza para concentrar a las tropas reales. A lo largo de los siglos XIV y XV los duques de Anjou, Luis I, Luis II y el rey Renato, establecieron aquí su Corte, en una época de gran esplendor. A finales del siglo XVI, en el auge de las Guerras de religión, el gobernador Donadieu de Puycharic, en representación del rey Enrique III, ordenó allanar los tejados y las murallas para adaptarse a los avances técnicos de la época (la llegada de la artillería). Con posterioridad el castillo se usó para el ejército y como cárcel. Lo que más destaca desde el exterior es su imponente muralla de casi medio kilómetro y 17 torres de unos 30 metros de altura con saeteras o troneras. Tales dimensiones ya nos avanzan que en el interior nos vamos a encontrar con una superficie de unos 20.000 kilómetros cuadrados. En los siglos XIV y XV se hicieron varios edificios entorno a un patio. Encontramos primero el castillete del siglo XV, con torretas en las esquinas y rematadas por chapiteles. Es la galería de entrada al patio señorial. La residencia real fue construida por el rey Renato entre 1435 y 1440. Tiene dos salas con una galería adyacente en la sección norte. Se accede a cada planta (tiene tres) por una escalera de caracol que encontramos en la torreta. En la primera planta (ahora con exposiciones) estaban los aposentos del rey Renato. Junto a la capilla estaba el cuarto de estudios donde se retiraba a meditar y estudiar; al otro lado está la habitación donde recibía a los visitantes. En el alféizar de una ventana aún pueden verse restos de la decoración pictórica, con motivos vegetales. En todas las habitaciones había chimenea. La capilla es de una única nave. Se construyó por encargo de Luis II y su esposa, Yolanda de Aragón, en 1410. Es de amplias proporciones, con bóvedas de estilo angevino y un oratorio privado que incluso tiene calefacción. La muralla puede recorrerse. Encontramos la torre del molino (llamada así porque albergaba un molino de viento). Conserva su altura original, 40 metros. Es posible recorrer el camino de ronda del siglo XIV así como visitar los jardines (viñedo y jardín colgante). Vemos también la llamada Puerta de los campos, entrada principal del castillo, compuesta por dos torres y un complejo sistema defensivo (matacanes y rejas). En el atrio de dicha puerta aún está el rastrillo del siglo XIV. La residencia del gobernador (a la que no pudimos entrar), es del siglo XVIII. Lo que más llama la atención es la torreta de la escalera, del siglo XV. Un lugar que tiene que visitarse de modo obligado es la galería del apocalipsis. Se construyó en el siglo XX donde había otros edificios antiguos con la intención de albergar la joya del castillo, el inmenso Tapiz del Apocalipsis. Este tapiz ilustra de modo magistral el Apocalipsis de san Juan o el Libro de las revelaciones, último texto del Nuevo testamento. Narra las visiones proféticas de San Juan y la lucha entre el Bien y el Mal, con toda una serie de catástrofes que asolarán a la Humanidad antes de que Cristo se alce victorioso. Vemos reflejadas guerras, peste, hambruna, plagas, la llegada de los Cuatro jinetes del Apocalipsis, Satán en forma de dragón, la caída de Babilonia…En total se conservan 100 metros de tapiz. Lo encargó el duque Luis I de Anjou, hermano de Carlos V, en 1375, y tardó siete años en terminarse. En su origen eran seis tapices de seis metros de largo por 23 de largo. En los esponsales de Luis II, hijo de Luis I, con Yolanda de Aragón se colgó en la corte del arzobispo de Arles. El último duque de Anjou, el rey Renato, lo legó a la catedral de Angers en 1480. En el siglo XVIII se consideraba pasado de moda y sufrió muchos daños. Fue despiezado y sirvió para tapar caballos, grietas, árboles... Por suerte a mediados del siglo XIX, gracias sobre todo al canónigo Joubert, pudo recuperarse y restaurarse. Terminamos la visita al castillo viendo algunos de los restos arqueológicos que se han encontrado, como los muros del gran salón, un cairn (monumento funerario neolítico), salas románicas para dar calor a los baños de los condes de Anjou en el siglo X, etc. Salimos del castillo y nos encaminamos a la Catedral de Saint Maurice, en obras su fachada oeste. Data de los siglos XII y XIII y fue un encargo de los obispos Normand de Doué y Guillaume de Beaumont. La fachada oeste, la que no pudimos ver, es muy alta y estrecha. La parte más baja es de 1170 y las dos torres laterales (de 70 y 77 metros respectivamente) son del siglo XV. En el siglo XVI se añadió una torre central, en la base de la cual se encuentran esculturas de san Mauricio y de sus acompañantes. El portal es antiguo, del siglo XII, y se inspira en el de la catedral de Chartres. Entre sus esculturas encontramos a Cristo rodeado de los cuatro evangelistas y a los 24 ancianos del Apocalipsis. Ya dentro, la nave principal es inmensa. Las vidrieras datan de los siglos XII a XVI. Los tapices son muy importantes y datan del siglo XIV. Vemos también algunos sepulcros del siglo XII. Seguimos camino, con algunas dificultades porque están haciendo obras cerca del río. Atravesamos el Puente de Verdún que nos lleva de un lado a otro del Maine. En el año 1028 el conde de Anjou, Foulque Nerra, hizo construir en piedra un puente que llevara de un lado a otro del río, de la villa a lo que se llamó La Doutre. Ese puente, llamado Grand pont, se reconstruyó en el siglo XIX y con posterioridad tomó el nombre de la célebre batalla de 1916. Si bien los principales monumentos ya los hemos visto, en La Doutre hay algunas cosas destacables. La mayoría de edificios remarcables están a lo largo de la rue Beuarepaire y en la parte norte del barrio. Vemos varias casas de entramado de madera así como la iglesia de la Trinidad (con una interesante cripta) y la Abadía de Ronceray. También encontramos allí el Hotel des Pénitentes (de finales del siglo XV para los benedictinos aunque con posterioridad se instalaron una comunidad de damas penitentes que acogía a mujeres de mala vida), varios palacetes y el antiguo Hospital de saint Jean del siglo XII (dedicado a san Juan evangelista; es uno de los ejemplos más antiguos de hospitales en Francia, de un espectacular gótico angevino; se destinaba a acoger a los pobres y enfermos). Actualmente una de las salas del Hospital se usa para Museo Jean Lurçat de tapicería. Volvemos sobre nuestros pasos después de un corto paseo y subimos la empinada escalera que lleva a la catedral. Nos dirigimos a ver la maravillosa Casa de Adán, uno de los mejores ejemplos de casa de entramado de madera del siglo XV. Llama la atención por sus magníficas tallas. El nombre proviene de las figuras de Adán y Eva que enmarcan el Árbol de la vida, en una columna del primer piso. Aunque fue modificada en el siglo XIX, eso no le resta belleza. De entre todas las figuras quiero destacar al descarado Tricouillard, que, de espaldas al transeúnte, se ha bajado los pantalones y nos enseña todas sus partes íntimas. Por últimos vamos a ver una de las casas estilo Art decó que se conserva en la ciudad aunque, desgraciadamente, ha perdido casi todos sus colores. Índice del Diario: REGRESO A FRANCIA: Burdeos, Bretaña, Angers, Puy du Fou, Orléans y mucho más
Total comentarios: 1 Visualizar todos los comentarios
📊 Estadísticas de Etapa ⭐ 0 (0 Votos)
Últimos comentarios al diario: REGRESO A FRANCIA: Burdeos, Bretaña, Angers, Puy du Fou, Orléans y mucho más
Total comentarios: 1 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN LA ETAPA
Diarios relacionados De viaje por Francia: diarios, viajes y excursiones en coche.
Recopilación de todas las etapas que he publicado en el foro de...
⭐ Puntos 5.00 (1 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 1040
11 DÍAS POR BRETAÑA Y NORMANDÍA CON NUESTRO COCHE.
Pueblos con magia, castillos de cuento, costas, faros y el Monte San...
⭐ Puntos 4.94 (18 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 523
Ruta de 10 días recorriendo el sur de Francia y los Alpes franceses en coche
Guía práctica de un viaje por ciudades de cuento...
⭐ Puntos 4.57 (7 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 404
Ruta en coche Barcelona-Paris con niños - Semana Santa 2022
Viaje a Paris en familia, en coche desde Barcelona, con paradas...
⭐ Puntos 5.00 (2 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 393
6 días Bretaña francesa y Monte San Michel
6 días en coche de alquiler desde Rennes y Monte San Michel
⭐ Puntos 5.00 (3 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 388
Galería de Fotos
|