PAISES BAJOS, BELGICA Y PAIS VASCO ✏️ Diarios de Viajes de Belgica

BITACORA DE VIAJE 2018
BELGICA, HOLANDA Y PAIS VASCO, ESPAÑA

Antes de entrar en materia quiero decir lo siguiente sin ánimo de ofender:
La mayoría de los blogueros de viajes escriben sobre lugares que nunca han visitado, solo para ofrecer al pie del blog un enlace con la compra de un bien y servicio.
En ningún caso voy a recomendarles ningún seguro de viaje, hotel, restaurant o línea aérea.
A mí no tienen que darme likes, ni suscribirse a mi canal ni nada que se le parezca.
No espero sus agradecimientos.
Todo lo aquí escrito obedece al interés de aportar información verídica y sin maquillar.


El vuelo Punta Cana-Bruselas por la aerolínea Tuifly es un vuelo de los llamados low cost o mejor dicho de bajo costo para respetar el español. Uno sabe a lo que va y ellos cumplen al pie de la letra. Lo primero es que mientras el avión se encuentra en tierra mantienen el aire acondicionado apagado y a los pasajeros sudando a chorros en el húmedo y caluroso clima caribeño. Los asientos estrechos e incomodos solo tienen una reclinación de dos pulgadas. Durante el vuelo nos dieron dos comidas de pollo o pasta sin elección y un desayuno de pan y jugo, todo pequeñito y de mala calidad. Bajo costo de los vuelos significa mala calidad en todo y la incomodidad añadida durante trayectos como este de casi nueve horas de encierro caluroso.

En Bruselas hemos tenido problemas con la aplicación de Google Maps, la que ha dado fallas constantes, poniéndonos a caminar innecesariamente de más. Si bien es cierto que para todo la hemos usado, que es gratis y de muchísima ayuda, también es cierto que tiene errores garrafales que deben ser corregidos, aun así felicitamos a esa empresa por el esfuerzo.

La sim card de la telefónica inglesa Three Sim, comprada por Amazon a un precio de 25 dólares, trae con el paquete 3000 minutos y mini mensajes ilimitados dentro de Europa y Reino Unido y 5gb de data que por más que me esforcé nunca llegue a consumir del todo, claro está utilizando la red wifi cuando llegaba de noche al hotel. Funciona muy bien, con una velocidad media de hasta 15mb de bajada y 4mb de subida por segundo, probada en diferentes ciudades de los países arriba mencionados. La sim card dentro de cada país funcionó a la perfección, dando problemas solamente en los tramos de carreteras muy apartados y lejos de torres de comunicación telefónica. La validez de la tarjeta es de solo 30 días y no admite recarga a menos que no sea con tarjetas de crédito de emisión inglesa, aunque hay otras modalidades de hasta 12 meses de duración por 50 dólares con el servicio de internet solamente sin llamadas telefónicas. No es necesario registrarse ni mostrar documentos.
Mi valoración final es 8/10

BRUSELAS
En Bruselas recomendamos la visita del Brupark, que incluye el Atomium, el Ocean que es un parque de diversiones acuático, solo para el verano y Mini Europa, recomendamos la visita principalmente por esta última. El precio de la entrada se independiente y es por el valor de 15.50 euros, no incluida en la Bruselas card. Recomendamos indagar sobre el clima el día de la visita ya que es al aire libre. Tiene una cafetería con precios caros y muy poca variedad. La visita es totalmente recomendable, si es usted amante de la arquitectura, ya que puede ver maquetas en tamaños no tan miniaturizados como acostumbran los arquitectos. La visita tarde unas tres horas.
Valoración personal 10/10.

Bruselas es caro para comer. Hemos encontrado menús en los sitios turísticos a precios que rondan los 18 euros, pero cobran por separado el pan, la ensalada y las bebidas, lo que los sube al valor real de 30 por persona. La mejor opción es comer de supermercados, ya que venden platos preparados que solo hay que calentar en el microondas. Los precios andan por los 5 euros, pudiendo llegar hasta los 12 en algunos casos, a esto hay que sumar unos 3 euros más para la compra de alguna fruta y bebida. Los Carrefour y Carrefour Express están por todas partes, por lo que no tendrán problemas en encontrarlos.

El transporte público es eficiente y puntual. El bus, tranvía y metro tiene un costo de 2.50 el billete sencillo y 7.50 el abono de día completo que termina ese mismo día a las 12 de la noche. Lo más recomendable si uno se va a pasar más de una semana es comprar una tarjeta de transporte de las que usan los ciudadanos locales, que cobra el precio del trayecto con grandes descuentos. El tranvía no es abarrotado de gente como en otras ciudades, no siente uno en los bolsillos el trasteo de carteristas. Se nota si la presencia de muchos musulmanes lo que a veces pone a un nerviosillo, ustedes saben por qué. Los domingos el transporte público disminuye su frecuencia de paso que en algunas rutas puede llegar hasta una hora de espera. Se recomienda no hacer visitas fuera del centro los domingos por este problema. En google map tienen los datos del transporte con avisos de las llegadas y aproximaciones de los buses y tranvías lo que se agradece bastante.
Valoración /10

Algo que tengo comprobado es, que hospedarse un poco alejado del centro ahorra unos 20 euros por noche. Si se elige un alojamiento con una parada de bus, metro y tranvía cerca, no se siente pesado el alejarse un poco del centro histórico.

En la Plaza Cincuentenario hay tres museos que se pueden visitar con la Bruselas card y lo mejor es que se puede hacer todo el mismo día, eso sí, elegir para ello uno de esos días en los que se tiene suficiente ánimo y energía corporal. El museo llamado Auto World, tiene una espectacular y encantadora exhibición de automóviles de todas las épocas. Su visita es intuitiva y a pesar de eso le toma a uno unas tres horas verlo todo con calma. El Museo Real Militar, en el edificio de enfrente, con una estupenda muestra de tanques de guerra, aviones, helicópteros, cañones, uniformes y armas cortas entre otras mil utilería militar. Finalmente el Museo de Historia y del Arte, el cual a mi parecer no vale la pena ni pararse en la puerta, debido a lo floja y escases de sus exhibiciones.

Estos tres museos están en el centro de un enorme parque, por lo que hay que caminar bastante para llegar a ellos, caminata que se hace dentro de plantación y jardines bien cuidados, por lo que no es pesada la caminata. Como nota final decimos, que la cafetería del museo Militar vende a precios cómodos para lo que es la norma en Bruselas. Valoración 10/10.

El Museo Real de Bellas Artes de Bélgica. 15 euros la entrada para adultos, pero incluido en la Bruselas Card, da acceso a la entrada combinada de tres museos que hay en el mismo edificio. El Museo de los Viejos Maestros, el Museo Magrite y El Museo de Fin de Siglo IXX. Si usted no anda corriendo y se detiene de vez en cuando a la contemplación de las obras que en verdad le gustan, su visita puede durar unas cinco o seis horas, las que incluyen unos 45 minutos para comer algo en su cafetería. Es una imperdible e impresionante muestra de arte clásico y moderno, con pinturas en grandes formatos, esculturas y vasijas de vidrio. Valoración 10/10.

Museo de la Villa de Bruselas. Ubicado en La Grant Place, en uno de los edificios barrocos de la plaza. La visita es breve con una duración de media hora, siempre subiendo unos seis pisos sin ascensor. Sus muestras consisten en cuadros oscuros y cacharros de piedra y vidrio. La entrada cuesta 10 euros, incluida en la citi card. Debido a que hay tantas cosas que hacer en esta hermosa ciudad, hágase un favor usted mismo y no vaya. Valoración 0/10.

Museo de las Figuritas Originales. Museo dedicado a personajes del comics y dibujos animados belgas. Está ubicado en el mismo edificio de la estación central de Bruselas. Los adultos lo van a disfrutar al igual que los niños. Entrada 10 euros, incluido en la city card. Valoración 8/10.

Bruselas Card. La de tres días se amortiza en los primeros dos días y sin andar corriendo desesperados para aprovecharla al máximo, aunque si es usted joven y enérgico, podría incluso amortizarla desde el primer día. El ahorro es considerable, ya que lo pude comprobar al 100%, pues iba anotando uno por uno, los pagos que hubiese hecho sin ella y los pasajes de autobús que hubiese tenido que pagar. Viene con transporte o sin él, como uno lo elija, yo por ejemplo compré la de tres días con transporte por un precio de 60 euros, de los cuales sin ella hubiese gastado 102 euros, para un ahorro de 40 €.

El transporte público en Bruselas no es abarrotado de gente como sucede en otras ciudades europeas, siempre se consigue asiento, es rápido, limpio y confortable y lo mejor de todo, no siente uno las manos de carteristas rebuscando en sus bolsillos. Los boletos y abonos de transporte sirven para el bus, tranvía y metro. Los domingos los transportistas se lo toman libre y la frecuencia de paso de autobuses y tranvías es muy escasa, de a uno por hora, así que mejor los domingos quedarse en el centro y hacer las visitas de a pie.

Train World. Es un museo de trenes, situado al final de la ruta del tranvía 92, el cual deja al visitante en la misma puerta del museo, lo que lo hace fácil de visitar. Tiene exposiciones de trenes de todo tipo y de todas las épocas, no es abarrotado. Tiene prototipos en maquetas y trenes a tamaño real en el edificio de la parte trasera. La entrada es por 10 €, incluido en la city card. Valoración 8/10.

Le botanique. Es un antiguo edificio que funcionaba como vivero y luego fue adaptado como centro cultural y enseñanza, con escuela de arte y exposiciones. El edificio luce en mal estado por falta de mantenimiento. Las exposiciones son pocas y de mala calidad, por lo que de ninguna manera recomendamos su visita. Si le interesa ir, recomendamos como mejor opción quedarse en su hotel mirando la aburrida televisión en otro idioma. Entrada 5.50€. Valoración 0/10.

Wolowe shopping center. Es el más grande centro comercial de la ciudad. Los visitamos un domingo por la tarje y todas las tiendas estaban cerradas, aun así no vimos nada que llamase nuestra atención. Se camina en solo 15 minutos, las tiendas son normalitas y la arquitectura del centro bastante modesta tanto en su interior como exterior. Las áreas de comida son escasas y de mala calidad con apenas una hamburguesería y algunas heladerías. Valoración 1/10.

Visita a la ciudad de Lovaina. Pequeña ciudad a media hora en tren desde Bruselas. El precio del billete es de 6.50 por trayecto, con salidas cada 10 minutos. Se visita en unas tres o cuatro horas, incluyendo tiempo para comer. Los precios para comer y compras en general son muchos más baratos que en Bruselas, yo diría que un 50% menos. Bonita ciudad universitaria, con calles peatonales, iglesias, catedrales, plazoletas y mercadillos callejeros. Llueve o llovizna con frecuencia. Su visita es 100% recomendada. Valoración 10/10.

La aplicación de Google Trips, sirve de ayuda y de guía turística para callejear por sus distintos laberintos, sin perdidas, lo mejor es que en algunos casos da información histórica de los lugares visitados, la puntuación dada por otros visitantes de una a cinco estrellas. Esas explicaciones serían más o menos las mismas cosas que dicen a uno los guías turísticos, los que realmente no vale la pena utilizar para nada, ya que controlan tu tiempo y están más interesados en llevarte a las tiendas de recuerdos y artesanos para ganarse su comisión.

Los trenes de Bélgica son puntuales, cómodos y limpios. Los precios son bastantes razonables y mucho más bajos que en España. Las indicaciones de los destinos están en francés, en flamenco y a veces en neerlandés, pero nunca en inglés, así que hay que aprenderse los nombres de las ciudades en otros idiomas. A mí me sucedió un caso, es que quería comprar un billete de tren a la ciudad de La Haya en Holanda y no lo veía en la maquina expendedora, hasta que dedica buscarlo por internet y su nombre en neerlandés es Den Haag. Así que cuidadito con eso.
Los billetes de tren se venden por ventanilla en las estaciones, por maquinas expendedoras y por internet sin necesidad de impresión, para llevar en el móvil, lo cual resulta bastante cómodo.
Otro dato a tener en cuenta, es que algunas tarjetas de crédito no son aceptadas por las máquinas expendedoras, solamente tuvimos suerte utilizando tarjetas de crédito o débito con pin.
Visita de Namur.
A solo 52 minutos en tren desde Lieja. Es un pequeño pueblo que se puede visitar en menos de dos horas. La ciudadela es una especie de castillo o fortaleza que está a 20 minutos a pie en una pesada subida, sin funicular ni ascensor, ni transporte público, lo que nos disuadió finalmente de no ir, además de las fotos que veíamos no eran tan atractivas. Valoración general 3/10.

Acuario y museo de ciencias de Lieja.
Entrada general combinada por un precio de 9.50 €. Entre ambos se visitan en menos de dos horas. Peces, crustáceos y plantas acuáticas en un pequeño acuario bien diseñado y de fácil acceso. El museo de ciencias tiene una amplia colección de animales disecados y huesos de ballenas, aves y otras especies. Llama la atención la colección de lombrices, arañas y cangrejos.
Valoración 8/10.

Centro comercial Mediacité. Se visita en menos de una hora, donde se pueden ver excelentes vidrieras con artículos de todo tipo, especialmente ropas y zapatos. Los precios de los platos en las áreas de comida son caros como todo en Bélgica, pero son de muy buena calidad.
Valoración 8/10.

Brujas.
Los fines de semana los trenes de Bélgica son a mitad de precio, por lo que siempre están abarrotados de gente. Es chocante llegara Brujas por primera vez. Es mi segunda visita y de todas formas me produjo una maravillosa impresión. La verdad es que las fotos y los videos no le hacen justicia, nada puede reemplazar a la vista humana, de frente y sentir los olores y la suave brisa chocando contra su rostro. No hay nada que podamos decir aquí que no haya sido ya escrit9o sobre Brujas, en internet hay toneladas de información y fotos sobre este bello lugar. La ciudad y sus calles son en sí un museo, lo que hace casi innecesario visitar ninguno. La ciudad tiene unos 30 museos con precios de entrada que van de los 6 a los 15 euros. Yo tomé la decisión de no entrar ninguno y simplemente pasear por sus calles para disfrutar de las fachadas de los edificios, sus iglesias, sus canales y casas particulares, incluso las casas pequeñas de la clase trabajadora tienen su encanto. Se nota como arquitectos y constructores por siglo han competido para demostrar su talento en darle belleza a esta pequeña ciudad. Es mi segunda visita y sé que no será la última.

Las casitas de dos niveles de la periferia están adornadas de vivos colores y maseteros con flores. A todo esto hay que sumar la belleza de su cielo azul reflejado en las mansas aguas de sus canales, los días que no llueve, que son muchos por cierto. Esta ciudad hace quedar mal a ciudades cosmopolitas como Ámsterdam y Venecia, con sus grandes canales, profundos, de aguas oscuras y pestilentes a excremento.
Pero no todo es felicidad, ya que el clima de la ciudad nos recuerda al humor de una muchacha adolescente, con sus rápidos cambios de humor y rabietas. En un mismo día suele sentirse calor, viento, sol, lluvia, humedad y un frio que eriza la piel. En Brujas consultar el tiempo por Google y otras fuentes del internet, es sencillamente una pérdida de tiempo.

Gante.
Los viajeros que visitan Bélgica, pierden su tiempo debatiendo el mismo tema, que si Brujas, que si Gante y cual es más bella. Hay que pensar primero que nada, que la belleza no es una cualidad sino una opinión personal. Lo que es bello para unos no tiene que serlo necesariamente para todo el mundo. Pero cayendo en la frivolidad banal de esta discusión, yo me quedo con Brujas, por mucho.
Hay que decir, que los blogueros a Gante no le han hecho justicia y se han desbordado hablando de la belleza de Brujas y su encanto de ciudad de cuento de hadas. El tema es que Gante tiene un centro histórico endiabladamente hermoso, mientras su periferia es ordinaria. Brujas por su parte es extraordinariamente hermosa tanto en su centro como en la periferia, en cuanto a tamaño también es muchísimo más pequeña que Gante.
Ambas ciudades están separadas por solo 25 minutos en tren. Lo normal es hospedarse en una de las dos y desde ahí visitar la otra varias veces, por lo menos tres días que pueden ser corridos o con intervalos.
Los precios de hoteles, transporte y comidas son caros. Estudio alquilado por Booking un día antes 120€, comida de supermercado para tres días para una persona, 25 euros, un 10% más económico que en Bruselas. Viaje sencillo de autobús 2.50, pase de tres días para autobuses y tranvías 12.50€, el precio promedio de entrada a los museos es de 12 euros a menos que se adquiera la citi card, que para amortizarla hay que andar corriendo de un lado para otro.

Castillo de Gante. Entrada general 10 por persona. La visita consiste en visitar salas vacías, pasillos y escaleras de lo que fue un castillo medieval. La entrada incluye una audio guía en español y cualquier idioma y es la única audio guía por mi conocida con chistes incluidos, de muy mal gusto por cierto. Las mejores fotos se hacen por fuera. No ir. Valoración 3/10.

Recomendamos visitar las iglesias de San Nicolás y la de San Savon, con entradas gratuitas, están llenas de esculturas de santos, pinturas al óleo, vitrales, columnas y piedritas. San Savon no permite fotos y San Nicolás sí.

Tanto en Gante como en Brujas, las máquinas expendedoras de billetes de transporte están solamente en flamenco y neerlandés, el inglés aparece en el menú, pero al final sigue presentando todo en flamenco, hay que comprar los billetes adivinando o dirigirse a pie a los espacios llamados Lijn a comprar la tarjeta turística de transporte por los días que uno quiera, ya que comprar los billetes dentro del autobús de uno en uno cuesta una fortuna.

Amberes (Antwerpen en flamenco).
Es la segunda ciudad en tamaño y población de Bélgica. Su centro histórico es accesible para visitar a pie. Casi todo el centro es peatonal, solamente atravesado en algunas de sus calles por unos viejos pero bonitos tranvías. La compra de la citi card de 24, 48 o 72 horas es totalmente recomendable y la de 72 horas se amortiza en solo el primer día, sin necesidad de andar corriendo. Incluye museos, iglesias y transporte público por un día adicional además. La de 72 horas es la de mejor opción y tiene un precio de 40 euros, solo se vende en la oficina turística de la Plaza Mayor (Groten Mark).
Las mejores visitas a realizar, para los amantes del arte, son la casa del pintor Rubens, el museo del coleccionista de arte Mayer Van Den Berg, el museo de arte moderno y el museo histórico llamado MAS. La comida es cara, promediando los 25 euros por persona, incluyendo una bebida. Lo mejor es comer en la cadena de comida rápidas llamadas Panus, donde venden deliciosas baguetes por 5 euros, con wifi abierto, baños públicos con entrada gratis y mesas pequeñas donde van jóvenes y viejos a charlar con sus móviles y laptop. Algunas mesas tienen toma corriente al estilo Starbucks.
Sobre las tomas de cervezas belgas, recomendamos tomar siempre una diferente e ir anotando sus nombres, para así no repetir la enorme variedad que tienen los belgas, unas 450 marcas. El costo de las cervezas oscila de 2.50 a 5 euros, que puede ser de caña o botella.

La visita de la enorme catedral de Amberes es totalmente recomendable, incluida en la citi card, o pagando su precio general de solo seis euros. Las demás iglesias de la ciudad también son de pago y su precio promedio es de 3 €.

Iglesia de San Pablo de Amberes. Siendo ateo como soy, no acostumbro hacer muchas alabanzas sobre ninguna iglesia en particular, pero coño, hay que joderse con lo impresionante de su arquitectura interior así como de su patio trasero. Empezada construir en el siglo trece y concluida en el diez y seis. Mis más sinceros elogios a todos los arquitectos y obreros que trabajaron en su construcción. La entrada es gratis, más sin embargo por iniciativa propia he dejado la suma de 10 €, que con lo tacaño que soy reconozco que es toda una fortuna, ya que una estructura de tales dimensiones requiere de una alto costo de mantenimiento. Lo mejor de lo mejor en toda Bélgica.
Valoración 20/10.

Muse Ann de Stroom, Amberes.
Asombroso edificio de 10 plantas con arquitectura modernista, rodeado de lagos y ríos. Se suben los diez pisos por escalera eléctrica, que si bien es cierto que se tarda pero no aburre, porque mientras se sube se va disfrutando de vistas preciosas de todo la ciudad a través de sus paredes de vidrio, cuidadosamente limpio. El museo es diferente a todo lo visto antes, porque mezcla arte moderno, clásico y pre colombino americano. Abarca también el tema de la sexualidad y el tema de la comedia en teatro y cine. Entrada 10 €. Valoración 10/10.

Museo Red Star Line.
Pequeño museo cuya visita dura apenas media hora, ubicado en el antiguo puerto marítimo de la ciudad. La Red Star es el nombre de una compañía naviera de Amberes que transportaba pasajeros y mercancías entre Europa y Estados Unidos a principio del siglo 20. Exhibe fotos y objetos de los inmigrantes europeos que poblaron américa en esa época. Recomendamos su visita solo si no tienen nada más que hacer. 8 €. Valoración 2/10.

Museo Hiddelheimlann.
Museo al aire libre de entrada gratuita. Está ubicado en una zona periférica de la ciudad con muy difícil acceso. Para llegar desde el centro, hay que tomar un tranvía y un autobús, para luego caminar unos 20 minutos por una zona verde y desolada. A pesar de todo vale la pena ir. Es un parque jardín, cubierto de vegetación, gran variedad de árboles, puentes, y canales que hacen bastante agradable el paseo. El museo consiste en numerosas figuras dispersas por todo el parque, con esculturas de personas, animales, objetos variados y figuras geométricas. No es más de lo mismo y a pesar de la gran caminata no aburre ni cansa. Valoración 9/10.

Museo de Reede.
Entrada 8 €, incluido en la citicard. Dedicado a los grabados y borradores a lápiz de pintores famosos, especialmente de Francisco Goya, con una multitud de bocetos que nunca llegaron a pintarse en grandes formatos. Se visita en media hora ya que solo cuenta con tres pequeñas salas, aun así vale la pena. Valoración 8/10.

Iglesia de San Carlos Borromeo.
Entrada gratis. Magistral y encantadora iglesia ubicada en el centro de Amberes. Por dentro es mucho mejor que la catedral y casi tan impresionante como la de San Pablo, que es inigualable. Tiene pinturas del pintor Rubens y numerosas esculturas de ángeles y santos que agradan por igual a creyentes y ateos. Valoración 9/10.

Amberes es mucho más barata que otras ciudades belgas y una de las más bellas, los hoteles de tres estrellas se consiguen a 80 € y el transporte público si se compra un bono de trasporte sale muy barato. Valoramos en general a esta bella ciudad con un 20/10.


AMSTERDAM, HOLANDA.
Bella, organizada, libertina, eficiente y súper cara. Encontramos un aparta hotel en las afueras de la ciudad por la friolera suma de 189 €. Decisión tomada porque en el centro solo aparecen cuartos oscuros de once metros cuadrados por la suma de 150 €. Por lo menos el apartamento era amplio, limpio y muy cómodo además de amueblado con todo nuevo y de buena calidad. Parada del tranvía 24 y varios autobuses a solo 50 metros.
La verdad es que los precios de esta ciudad espantan a cualquiera, se puede a ver incluso a los japoneses, que son súper ricos y acostumbrados a los precios altos, como rebuscan precios de bar en bar, para tomarse una cerveza o comer algo. El precio promedio de los museos, incluido aquellos pequeñitos es de 12 a 18 euros. La tarjeta turística cuesta 59 por 24 horas y llega hasta los 96 la de 4 días, que es al fin y al cabo la mejor opción. Incluye museos, no todos, y transporte público en tranvía, sin autobuses.
Sin embargo la comida no es tan cara, los precios son inferiores a los de Bélgica en al menos un 20% en los supermercados, cafés y bares. Se puede comer con 10 euros a nivel de chinos, kebabs y hot dogs y por 20 € se puede comer una comidita decente en una cafetería de mediana categoría.

No recomendamos para nada la visita a Holanda y Bélgica a los viajeros de bajo presupuesto, simplemente no hay forma humana posible de ahorrar. La ciudad está supra valorada y sobre vendida, el turismo masivo es el pan nuestro de cada día y abundan los carteristas, según los avisos y carteles por toda la ciudad. Aun así la criminalidad no es normal, es muy segura y en ningún momento sentí manoseos extraños en mi trasero.

Mueso Van Gogh.
Museo sobre varo lado, no permiten fotos y tiene apenas unos pocos cuadros del pintor, rellenado con pinturas de otros pintores contemporáneos y amigos de Van Gogh. Para su visita se requiere hacer cita por internet. Valoración 4/10.

Museo Stedelijh.
Museo de arte moderno realmente decepcionante y aburrido. Situado justo al lado del Museo Van Gogh. Montajes disparatados y cuadros a rayas y ceritos y pinturas derramadas sobre el óleo. Se visita rápidamente en menos de una hora. Valoración 2/10.

Rijksmusewm.
Este museo es el mejor de toda Holanda y uno de los mejores del mundo. A solo cien metros de los dos museos anteriores, que no por eso crean poder visitarlos todos el mismo día. Este museo solo de por si es un pasadía, caminando de sala en sala donde van a disfrutar de una de las mayores y más bellas colecciones de arte del mundo. Fotos permitidas sin flash, entrada general 17.50 €, incluido en la citi card. Recomendamos visitar este museo y saltarse los dos anteriores. Excelente, maravilloso, imperdible. Valoración 20/10.

Transporte en Ámsterdam.
Algo que nadie dice por las redes es, que la citi card solo incluye el transporte de la compañía estatal llamada GVB, esto incluye metro, tranvía y algunos autobuses de color azul. Los autobuses de color rojo, que son los más abundantes y llegan a todas partes, no admiten la citi card. Los choferes invitan a uno a bajar de su autobús, a veces con buenos modales y otras con muy mala cara, o como dicen los españoles, con muy mala leche (nunca he comprendido esta frase de los payos).

Museo Nemo.
Museo interactivo para los niños jugar con las exposiciones. Adultos sin niños le mejor que pueden hacer es no acercarse a este lugar. Para llegar a él, hay que hacer una caminata de kilómetro y medio desde la estación central de Ámsterdam. El paseo es bonito siempre y cuando haya sol, se disfrutan vistas preciosas del puerto, del restaurante chino flotante y otros edificios modernistas a orilla del puerto. En el quinto piso hay una terraza a la que se puede subir por ascensor sin necesidad de entrar al museo y pagar su costosa entrada. Tiene vistas preciosas de la ciudad, el puerto y es un lindo espacio para tomar el sol y relajarse. Valoración 4/10.

Museo Willet Holthussen.
Casa museo de una familia rica, visita de 15 minutos que para nada recomendamos ir. Valoración 1/10.

Museo casa de Rembrandt.
Entrada general 13 €. 4 pisos de cosas y objetos que pertenecieron al pintor pero ninguno de sus cuadros. Lo mejor es el mercadillo callejero que hay todos los días en su alrededor. Valoración 1/10.

Visita de Edan, Volendam y Marken.
Por el precio de 10 €, se puede tomar un autobús desde la estación Ámsterdam norte, que sale cada quince minutos y visita las tres ciudades. El boleto es válido para todo el día y se puede subir y bajar cuantas veces uno quiera. Hay confusión porque las informaciones que se dan por internet es que se toma el autobús desde la estación central de la ciudad y luego al llegar al lugar indicado para la compra del billete, una señora en un pésimo ingles te dice que vayas a la estación norte, para lo que hay que tomar el metro.
Se trata de un agradable paseo de visitas de pequeños pueblitos que se pueden hacer en una hora cada uno, caminando relajadamente. Lo más recomendable es tomar el autobús hasta Marken, para desde su puerto tomar el ferry hasta Volendam, luego tomar el autobús para visitar Edan y luego volver a Ámsterdam. Haciéndolos así se ahorra tiempo pero el ferry no está incluido en el precio del pasaje del autobús.

El mejor de todos es Volendam, con sus lindas casitas holandesas, sus canales, sus tiendas de recuerdos, fábricas de queso y tiendas de vestir con precios hasta un 300% menor que en Ámsterdam. Hay que llevar baterías extras para sus cámaras y móviles porque les aseguro se van a volver locos haciendo fotos. Valoración 10/10.

La Haya (Den Haag en neerlandés).
La Haya (Den Haag en neerlandés).
Capital del reino, que se puede visitar todo lo más importante en solo un día. Otras visitas como parques de atracciones, el Madurodam y otros, hay que hacerlas en transporte público por las distancias ya que están a más de tres kilómetros.
Los hoteles son caros, el transporte y la comida no tanto. Como encontramos un hotel más o menos barato y cómodo, por la suma de 75 euros, decidimos quedarnos cinco noches, para desde esa ciudad, visitar las ciudades que le circundan en visitas de un día, la ida por la vuelta. Estas ciudades son: Delf, Rotterdam, Gouda, Utrech, Alkmar y Haarlem.
Decimos comprar la tarjeta de transporte llamada OV Chipcard a un costo de 7.50 no reembolsables, ya que con ella obtuvimos descuentos en todos los transportes del país, por el orden del 40% con relación al precio básico. La única incomodidad es que para poder abordar los trenes, la tarjeta debe de tener un saldo superior a los 20 euros. Para uso de autobuses, tranvías y metros, el saldo no importa que sea menor, con tal que sea superior a dos euros, aunque la misma puede acumular saldos negativos, que se compensan con el próximo uso. Hay que validarla en cada entrada y salida de cada medio de transporte.




Delf y Rotterdam.
Mienten descarada y maliciosamente, aquellas personas que escriben en la red, diciendo que Delf es una ciudad preciosa con mucho que ver, mientras que Rotterdam es una ciudad industrial y que no es para nada hermosa. No es la primera vez que me sucede esto, buscando información en el internet, sobre los lugares que me interesan visitar.
La verdad es que Delf, es la típica ciudad de los Países Bajos, con sus canalitos de agua, sus casitas torcidas, sus maceteros de flores, sus iglesias, su campanarios, sus fábricas y tiendas de queso y una grande y hermosa plaza mayor a la que ellos llaman siempre Grote Mark.
Delf es pequeña, bonita, fácil de accesar y andar y se visita a pie en aproximadamente una hora y media caminando calmadamente. VALORACION 7/10

Rotterdam en cambio, es una moderna ciudad destruida por los nazis en la segunda guerra mundial, que se levantó sobre sus cenizas con una majestuosidad y modernidad semejante a Dubai, aunque en menor escala, algunos barrios de Tokio o el barrio de la Defensa de Paris. Se lleva uno la impresión de que los arquitectos pugnaban por ver, quien se llevaba la gloria por diseñar el edificio más hermoso y extraño a la vez. Tenemos las casas Cubo, el enorme mercado central en forma de media curva, la extraña estación central en forma de triángulo obtusángulo que tiene dos ángulos agudos y uno obtuso, si mal no recuerdo mis clases de geometría plana. El edificio con la cara de un robot transformer y otros tantos inventos que solo se les ocurren a los arquitectos modernistas. Toda la ciudad es un hormiguero de gente haciendo compras, paseando por sus calles o tomando café en alguna de sus tantas terrazas. Visita obligatoria. VALORACION 12/10.

Como nota al margen tenemos que decir, que los holandeses son muy di referentes al resto de los demás europeos, son gente amable, decente, que sonríe y saluda a los viajeros.

Visita a Gouda y Utrech
Desde la Haya la vista a Gouda en tren es de solo 20 minutos en tren y para llegar a Utrech son 20 minutos más en la misma ruta de trenes, con un gasto de menos de 12 euros y de 22 euros la ida por la vuelta. La pequeña ciudad de Gouda se visita a pie desde la estación central en tan solo 45 minutos. Veremos más canales, más maceteros con hermosas flores y las casitas holandesas de tres o cuatro pisos con sus fachadas medievales. Se toma la calle peatonal hasta llegar a la plaza mayor, donde transcurre su principal actividad. Repleta de visitantes, bares, terrazas, heladerías y tiendas de vestir, es una pequeña ciudad bastante animada. Valoración 10/10.

Utrech.
Con su moderna y multitudinaria estación central, solo llegar nota uno de que se trata de una ciudad grande y cosmopolita. Saliendo de la estación, es obligatorio cruzar un enorme y moderno centro comercial para llegar al otro lado, que es la entrada del centro histórico. Toda la zona es un desborde de edificios modernos, con parasoles de burbujas techado en vidrio, tiendas de marcas exclusivas y juventud cargada de bolsos de compras. Al llegar al centro, todo es colorido, animación, belleza, flores, cafés, bares, terrazas y muchísima gente pateando la ciudad. En el mismo centro, se disfruta de la vista de sus canales, sus puentes romanos en forma de arco y un campanario exageradamente alto. A diferencia de Bélgica, en Holanda las iglesias son de pago y sus paredes vacías, sin santos, sin cuadros, en una palabra, sin ningún tipo de arte y lo mejor de todo, sin sacerdotes ni personas rezando, ya que los holandeses hacen mucho tiempo que dejaron de creer ese invento para tontos al que llaman dios. Valoración 10/10.




Haarlem.
Muy lejos del famoso barrio de Nueva York, se encuentra la ciudad cuyo nombre dio origen al barrio neoyorquino, a solo 45 minutos en tren de La Haya. Otra gran ciudad medieval con grandes iglesias barrocas, preciosas por fuera pero vacías por dentro, flores, algún que otro canalito de agua, su plaza mayor con terrazas, calles adoquinadas y peatonales y para rematar el consabido Grote Mark o su plaza central. Cualquiera que lea estas líneas diría que es más de lo mismo, pero cada ciudad tiene algo distinto, alguna escultura, alguna fachada y por supuesto los músicos callejeros que por unas pocas moneditas entretienen a uno por un buen rato. Los ciclistas como casi en todo el país, son unos pesados, que arrojan sus aparatos sobre los indefensos peatones. En dos horas se camina todo sacando además un rato para comer y descansar. Vale la pena visitarla.
Durante el trayecto por la ventana del tren, se disfruta a ambos lados del camino, de la vista de los campos labrados, las reses pastando y los sembrados de flores y tulipanes.

Maastricht.
Es una pequeña ciudad al extremo sur del Reino de los Países Bajos. En el mapa tiene forma de apéndice, al oeste tiene a muy pocos kilómetros a la ciudad de Lieja en Bélgica y al este al pueblo de Aquisgrán en Alemania. Es una ciudad con muy poco atractivo y su centro histórico se anda a pie en menos de una hora sin mucho apuro. Los amantes de las fotos se van a tomar un descanso, pues apenas van a apretar el obturador unas diez o doce veces. Aun así, abundan los cafés, los restaurantes caros y las terrazas en los que se hace imposible encontrar mesa libre, debido a su alta concurrencia.
Nosotros hemos visitado esta ciudad, porque sus hoteles son mucho más baratos que los de otras ciudades del país, por ejemplo el Hotel Bastión nos dieron una apretada habitación de solo 12 metros, a un costo de 102 euros por noche (barato para este país), un hotel de dos estrellas que en su puerta tiene marcadas cuatro estrellas. Desayuno aparte por 14 euros tipo buffet de muy buena calidad. El hotel está situado entre el centro histórico y la estación central a más o menos kilómetro y medio de ambos.
Valoración 6/10.

Aquisgrán, Alemania
Pueblito alemán, a solo una hora en autobús público desde Maastricht, que lleva los pasajeros a un precio de 4.50 euros el trayecto. Es un pequeño y animado pueblo medieval, con catedrales, castillos y palacios, todo muy cerca, visitable todo a pie en un trayecto que dura apenas una hora. Se nota la prosperidad y el poderío alemán, pero a pesar de eso, los precios de las comidas son la mitad de los precios generales de Holanda. Valoración general de la visita es 8/10.

Girona, España
Finalizando un viaje que ya iba por los 45 días, nos fuimos acercando a gente que habla nuestro idioma, para coger el vuelo a Santo Domingo de Guzmán en la Rep. Dom.
La ciudad de Girona es poco conocida, poco publicitada y aun no está inundada por el pesado turismo masivo de otras ciudades españolas, lo que hace su visita apacible y cómoda. Encontrar apartamentos y hoteles a precios decentes se hace muy fácil, en relación al calvario que vivimos en algunas ciudades de Bélgica y los Países Bajos.
Girona es una ciudad pequeña y con un centro histórico muy bien conservado. Debido a sus escasas lluvias, la ciudad se ve sucia y polvorosa. Los edificios del barrio antiguo son de piedra caliza y desprenden polvo y arenisca. Sus calles estrechas son semi peatonales, con muy poco tránsito vehicular, lo que permite a sus visitantes andarla a pie sin problemas. Sus principales visitas son la iglesia de San Feliú, la catedral y el Museo de Arte de Girona. Con un costo de 10 euros, la compra de la boleta incluye las tres visitas, que por cierto están muy cerca el uno de los otros. Su visita me dejó realmente impresionado.

El transporte público entre el centro y las demás zonas es en autobús, al precio de 1.40 € el trayecto. No hay abonos para turistas. En las zonas turísticas se come bastante bien con solo 12 euros y fuera de esta zona con 8 euros además de con mayor calidad, estos precios incluyen una bebida, que puede ser refresco, jugo de fruta o una copa de vino. Con 80 euros por noche se consigue un buen hotel en el centro y con 60 un apartamento amueblado.
Debido a que una persona se suicidó arrojándose a los rieles del tren, nos quedamos sin visitar la cercana ciudad de Figueres, con los museos y la casa del pintor Salvador Dalí.
Valoración 9/10.

Bilbao, España
A raíz de la publicación del libro «Origen», del autor mega ventas Dan Brown, Bilbao se ha puesto de moda, ya que gran parte de la historia del libro, transcurre en el Museo Guggenheim. Decimos a ciencia cierta, que fuera del museo en sí y su entorno, en toda la ciudad no hay un solo atractivo que valga la pena. Bilbao es una ciudad sucia y fea, con aglomeraciones en sus esquinas y plazoletas, de inmigrantes africanos desempleados, a la espera de la aparición de algún empleador de los que contratan jornaleros temporales. Aclaramos que los africanos son respetuosos, pacíficos y aunque mirones, no se meten con nadie. El centro histórico o barrio antiguo, es feo, sucio, pequeño y descuidado, con una arquitectura que en general no llama la atención.

El museo en sí, fuera de algunos cuadros de Renoir y de Van Gogh, algunas exhibiciones temporales del primer piso, no tiene nada interesante que mostrar. Otro punto negativo es que el museo no permite hacer fotos de ningún tipo, independientemente de si se use o no el flash. Aclaramos que quien escribe, no es un experto en arte, apto para hacer valoraciones de este tipo, con gustos específicos por los pintores clásicos y los sub realistas. En cambio el entorno del museo y el edificio del museo de por sí, es un espacio digno de ver. Esculturas, fuentes, jardines, las vistas al rio y al puente diseñado por Santiago Calatrava, son una delicia para los sentidos y un paraíso para los fotógrafos.

Si finalmente toman la decisión de ir a Bilbao, dejen la tacañería y eviten los hoteles que bordean la estación central, por lo descuidado del sector. Los hoteles promedian los 80 euros, las comidas promedian los 10 € y el uso del transporte publica no es necesario a menos que la lluvia obligue a uno a tomar un taxi.
Valoraciones: Museo por el exterior 10/10, museo en su interior 5/10, la ciudad en general 3/10.


Fin del viaje y gracias por leerme.

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