Día 3 (25 de Diciembre) por la tarde: barrio de Tsim Sha Tsui y paseo en Star Ferry
He dividido el día 25 de Diciembre en dos etapas para que no se haga tan largo, ya que fue una jornada bastante intensa donde aprovechamos mucho y al ser yo de enrrollarme como una persiana aquí podría salir el Nuevo testamento, así que mejor ir por partes. En resumen, por la mañana vimos los templos y jardines más emblemáticos de Kowloon (y uno en Nuevos Territorios) y la tarde la dedicamos a recorrer el barrio de Tsim Sha Tsui y dar una vueltecita en ferry por la bahía.
Para que lo veáis más claro, aquí os dejo un esquema de lo que serían los barrios de Kowloon, la zona peninsular de Hong Kong (los barrios más interesantes son Tsim Sha Tsui, Mong Kok y Yau Ma Tei):
Así pues, tras visitar el templo de los 10.000 Budas y desde la parada de Sha Tin en Nuevos Territorios tomamos el metro hasta Tsim Sha Tsui East, el trayecto duró 20 minutos (hay un transbordo en la parada Hung Hom, final de la línea azul, para cambiar a línea magenta y luego seguir hasta Tsim Sha Tsui East). A esas alturas el hambre ya apretaba bastante, así que decidimos comer en un restaurante cercano a la salida del metro antes de ponernos a explorar Tsim Sha Tsui. Yo tomé tofu con salsa de piña y verduras y estaba muy rico. No apunté el nombre del sitio porque estaba bien, pero tampoco fue nada destacable.
Plagiando un poquillo a la Lonely Planet, comentar que Tsim Sha Tsui es un barrio muy dinámico situado al sur de la península de Kowloon, y su nombre significa "punta afilada de arena". Ya sabéis como les gusta a los chinos esto de los significados poéticos, tenéis un claro ejemplo en la etapa anterior. Tsim Sha Tsui es muy conocido por sus tiendas, restaurantes, museos y salas de espectáculos. En cuanto a población, aquí encontraréis gran mezcla de chinos, indios, filipinos, nepalíes, africanos y europeos, tiene fama de ser el barrio más cosmopolita de Hong Kong. Creo que es una buena zona para alojarse, bien comunicada con todos los puntos de interés y con mucha vidilla, aunque a nosotros nos gustó quedarnos en Mong Kok.
Puntos de interés destacados en este barrio, a los cuales podéis echar una ojeada:
- Museo de Historia de Hong Kong: nosotros no entramos, pero al parecer es un museo interesante de cara a comprender la arqueología, etnografía y la historia natural y local del territorio. Se empieza en el Hong Kong prehistórico y se termina en el momento de la devolución de la zona a China en 1997. Según la guía, la entrada cuesta 10 HK$ y los miércoles es gratis (horario de 10 a 18 o a 19 dependiendo del día).
- Paseo marítimo de Tsim Sha Tsui Este: se trata de uno de los principales puntos de interés de Hong Kong, básicamente debido a las fabulosas vistas de Victoria Harbour y del skyline de la isla de Hong Kong, situada enfrente. Es recomendable visitar el paseo tanto de día como de noche, ya que al caer el sol se puede disfrutar de todos los edificios iluminados (en nuestro caso, además, los vimos con iluminación navideña). Además, desde el paseo se puede ver cada noche la llamada Sinfonía de Luces (el espectáculo empieza a las 20 y dura unos 15 minutos), una combinación de luces y música con vistas a los rascacielos de enfrente, donde destellan rayos de luz varios. Ya íbamos avisados de que parece más impresionante de lo que realmente es, pero está curioso de ver.
Algunas de las vistas desde el paseo
En una de las secciones del paseo de Tsim Sha Tsui se encuentra la Avenida de las Estrellas o Garden of Stars (pasado el Centro Cultural y el Museo de Arte). Esta avenida se extiende durante unos 400 metros y en teoría estaba cerrada por obras hasta finales de 2018, pero cuando nosotros fuimos seguía cerrada, así que no pudimos acceder a visitarla (si era hasta finales igual apuraron hasta el día 31 de Diciembre, y claro, nosotros fuimos el 25). Se trata de un homenaje de Hog Kong a su indústria cinematográfica y lo más destacable es la famosa escultura de bronce de 2'5 m de alto de Bruce Lee.
- Torre del Reloj: situada en el extremo oeste del paseo (se puede empezar a recorrerlo desde aquí), ésta es la torre del Reloj de la antigua línea de ferrocarril Kowloon- Cantón. Está situada muy cerca de la terminal donde se toman los ferrys para cruzar a a isla de Hong Kong. Es u edificio de ladrillo rojo y granito que simboliza la era del vapor. Los sucesivos relojes ubicados en esta torre empezaron a marcar la hora el 22 de marzo de 1921 y al parecer tan solo se detuvieron durante la ocupación japonesa.
- Antigua Jefatura de Policía Marítima: es un edificio histórico construido en 1884 y está cerca del hotel Península (uno de los grandes hoteles de la ciudad y de los más prestigiosos de Asia). Es uno de los cuatro edificios gubernamentales más antiguos de Hong Kong y la Policía Marítima lo utilizó de forma continuada, excepto durante la ocupación japonesa. Actualmente está ocupado por el recinto comercial Heritage 1881, que conserva alguna de las estructuras antiguas.
- Antiguo templo de Fook Tak: nosotros no fuimos, pero al parecer es el único templo de Tsim Sha Tsui, y es de culto budista. Se construyó como santuario durante la Dinastía Qing y fue reformado en 1900. Es un templo dedicado a la longevidad, así que imagino que debe de estar siempre lleno de yayos (cuanto más recen, más viejunos ).
- Mezquita de Kowloon: es la mezquita más grande de Hong Kong, con capacidad para 3000 fieles (en Hong Kong hay unos 70.000 musulmanes). Los no musulmanes deben pedir permiso para entrar y hay que descalzarse, nosotros la pillamos en obras y llena de andamios y no intentamos entrar.
- Iglesia anglicana de San Andrés: junto a la British School, es un edificio de estilo gótico inglés que constituye la iglesia protestante más antigua de Kowloon. Se accede desde el lado este de Nathan Road.
- Former Kowloon British School: edificio de estilo victoriano, escuela británica más antigua que se conserva en Hong Kong (fundada en 1902 y modificada posteriormente), aunque actualmente alberga la Oficina de Antigüedades y Monumentos.
- Chunking Mansions: situado en Nathan Road y construido en 1961, se trata de un laberinto de casas, pensiones, restaurantes indios, casas de cambio y puestecillos distribuidos entre cinco bloques de 17 plantas. Aquí puede encontrarse alojamiento económico y el mejor cambio de divisa (teóricamente, no lo he comprobado). Nosotros entramos, pero no vimos todo el ambiente que describen en la guía en cuanto a bullicio, vendedores y visitantes (quizá porque era el día de Navidad ).
Nosotros dedicamos unas tres horas a hacer el recorrido siguiente (de 14:30 a 17:30 h):
Desde la parada de metro de Tsim Sha Tsui East fuimos paseando hasta el Kowloon Park (pasando junto a la mezquita de Kowloon, que estaba en obras y cubierta de andamios de bambú, así que ni siquiera le hicimos foto). Este parque está ubicado en lo que era el antiguo emplazamiento de los barracones de los soldados indios del ejército colonial. Está lleno de senderos que surcan el césped y según dicen por la mañana se ve a ancianos practicando taichí, pero nosotros no los vimos. Aquello estaba muy animado, se notaba que era festivo… sobre todo estaba lleno de chicas y mujeres musulmanas haciendo picnic, había ambientazo. Eso sí, de nuevo no había prácticamente ningún hombre, supongo que los tíos se reúnen en el bar Paco y las chicas en el parque, a saber . Os pongo una foto para que os hagáis una idea de cómo estaban todos los recovecos del lugar, lo interesante es el fondo, yo solo soy una tapadera :
Desde allí seguimos bajando por Nathan Road hasta la zona de Chunking Mansions. Entramos a cotillear un poco, pero no me pareció nada del otro mundo, la verdad. Estaba bastante vacío y lo que sí vimos era gente haciendo cola en los ascensores que llevan a las múltiples pensiones y guest houses económicas que albergan esos edificios. Aquí una fotico del ambientillo bajando por Nathan Road y del interior de Chunking Mansions:
Desde allí nos dirigimos al embarcadero del Star Ferry, aunque primero pasamos por delante del Museo del Espacio, que parece una pelota de golf semi-enterrada :
Ya junto al embarcadero también vimos el famoso reloj del paseo marítimo:
Os recomiendo muchísimo hacer por lo menos un (o varios) trayecto en el Star Ferry, que no deja de ser un método de transporte habitual que utilizan los habitantes de Hong Kong tanto para ir a trabajar o estudiar, como para desplazarse en sus días libres. Por un precio irrisorio se da uno una vueltecita de 15 minutos por el puerto, disfrutando de las fantásticas vistas de los rascacielos elevándose frente a las colinas cubiertas de bosques. Sin duda la panorámica más espectacular es desde Kowloon en dirección a la isla, pero vale la pena hacer el trayecto ida y vuelta. Precio: en día festivo nos costó 3'7 HK$ por persona y trayecto, y a la vuelta de Vietnam que volvimos a repetir en día laborable nos salió a 2'7 HK$ por persona y trayecto (40 y 27 céntimos de euro respectivamente).
Vistas desde el Star Ferry
Decidimos cruzar en ferry hasta la isla de Hong Kong, pero aquello estaba repleto de gente, era como una marea humana que apenas te permitía flotar con ella. Desde Kowloon hay dos opciones de navegación hasta la isla: ir a la zona de Central o bien al barrio de Wan Chai. Para el trayecto Kowloon- Central había una cola que daba miedo, sin embargo, sorprendentemente no había cola para ir hasta Wan Chai, así que allá que nos fuimos.
Os recomiendo hacer el trayecto Kowloon- Wan Chai, ya que es algo más largo que Kowloon-Central y además permite disfrutar mejor del skyline porque va un poco en diagonal en lugar de atravesar en línea recta. El precio del trayecto creo que es el mismo tanto si se va a Central como a Wan Chai. Nosotros el último día probamos también el de Central, así que comparamos los dos recorridos y ganó Kowloon-Wan Chai (además suele haber menos gente que en Central). Si podéis, cuando vayáis de Kowloon a Wan Chai pillad sitio en el lado derecho del barco, tendréis mejores vistas de la isla de Hong Kong.
Teníamos reservado otro día para visitar el barrio de Wan Chai (de hecho, nos alojamos allí al regresar de Vietnam), así que cuando desembarcamos dimos la vuelta al embarcadero y nos dirigimos de nuevo a tomar otro ferry en dirección contraria, Wan Chai- Kowloon. Aquí tampoco había cola, ningún problema. Durante el trayecto contemplamos los ferrys que iban a Central y parecía que fuesen a hundirse en cualquier momento, de lo petados de peña que iban… algunos navegaban incluso de lado. El trayecto en barco dura unos 10-15 minutos por viaje. Vistas volviendo al embarcadero de Kowloon, se ve el famoso reloj en su torre chiquitillo:
Tras desembarcar de nuevo en Kowloon decidimos recorrer todo el paseo marítimo y caminamos hacia la derecha, en dirección al Garden of Stars, que todavía está cerrado por obras (una lástima). A estas alturas ya empezaba a haber mogollón de gente en la zona de paseo habilitada, como podéis observar :
Llegamos hasta el llamado Tsim Sha Tsui Promenade, que no tiene nada particularmente interesante en mi opinión. Además, las mejores vistas están en el paseo cercano a la torre del reloj, no aquí. Así que regresamos por el paseo en dirección a la terminal de ferry, parando antes a comprar unas birrillas en el seven eleven, ya que en el paseo las terracitas para tomar algo brillaban por su ausencia, tan solo hay un par de camiones que sirven algo de comida y tira millas (consejo: venid aquí comidos o provistos de comida, porque hay pocas opciones).
Para no acabar en una trena de Hong Kong entre peligrosos maleantes preguntamos primero si estaba permitido beber en la calle y nos respondieron que sí, así que nos fuimos a un parque cercano al Museo del Espacio a apalancarnos y disfrutar nuestra cervecita. Aquí tendrían negocio asegurado, si quisieran, pero los sitios para tomar algo al aire libre en esa zona brillan por su ausencia (al menos en invierno).
Estuvimos sobre una hora allí sentados, con la intención de hacer tiempo para esperar al espectáculo de luces, y cada vez iba viniendo gente y más gente. Luego nos acercamos de nuevo al paseo, a hacer unas fotos de los edificios iluminados y con decoración navideña, eso sí que estaba muy chulo:
Había anochecido ya y nosotros estábamos agotados, ya que nos habíamos levantado pronto y era nuestro primer día, así que finalmente sobre las 18:45 nos dimos por vencidos y decidimos largarnos, ya se veía que no llegaríamos enteros a las 20. Mi consejo sería que si queréis aguantar hasta tarde el primer día, no madruguéis demasiado, aunque la parte positiva en nuestro caso es que vimos los primeros sitios que visitamos prácticamente vacíos (cosa imposible un rato después). Sea como sea, hay que elegir, de lo contrario se hace muy duro aguantar en pie todo el día, sobre todo si no sois de parar mucho como nosotros.
Una de mis fotos preferidas de Hong Kong de noche:
Todavía teníamos un buen trecho en transporte público para regresar al hotel, de ahí que decidiéramos ir tirando. Fuimos andando contra la marea humana que se dirigía en masa hacia el paseo marítimo hasta la estación de Tsim Sha Tsui, donde tomamos el metro (línea roja) hasta la parada Mongkok. Desde allí caminamos hasta el hotel, pero esta vez, al contrario que por la mañana, las calles estaban repletas de gente, había un ambientazo impresionante, así que tardamos bastante en cubrir el trayecto a pie. En total, entre ir a la parada de metro desde el paseo (estaba bastante lejos), hacer el trayecto en metro y caminar en dirección al hotel estuvimos 1 h 15 minutos en marcha… eran ya sobre las 20 cuando llegábamos y decidimos cenar en el Restaurant Banyuet, cerca del hotel. Es un sitio que nos gustó bastante, agradable, con buena comida y servicio muy eficiente (los precios también bastante económicos). Yo tomé verdura con setas y estaba muy buena. Se trata de un tipo de vegetal parecido a un espárrago con hojas, vi en todos los sitios que ellos lo pedían mucho pero no apunté el nombre en inglés.
Después de la cena regresamos al hotel, duchita y a dormir temprano, que estábamos agotados. Nos perdimos el espectáculo de luces, pero los edificios iluminados y con ambientación navideña eran muy chulos y sí que pudimos disfrutarlos bien antes de ser engullidos por la marea humana de gente. La verdad es que ese día me supo bastante mal perdérnoslo, pero cuando finalmente vimos el susodicho espectáculo de luces a nuestro regreso de Vietnam me di cuenta de que habíamos hecho bien retirándonos temprano y cenando tranquilamente cerca del hotel, porque la verdad que es un poco birrioso y no se merece el esfuerzo… pero eso ya es otra historia y lo contaré más adelante, en las etapas de nuestro regreso a Hong Kong. Al día siguiente tocaba empezar una nueva aventura: nuestro recorrido por el norte de Vietnam, la tierra de los dragones .