Día 7. Viñales. Activando el modo cowboy ✏️ Diarios de Viajes de Cuba

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El día de hoy tiene pinta de ser bastante interesante.

Hemos reservado con Yelenis un tour a caballo.
Puntualmente, a las 9a.m. como habíamos acordado nos recoge Roylán, que va a ser nuestro guía en nuestro paseo a caballo por los mogotes. Más que cubano parece canario por el acento que tiene.
Nos lleva andando hacia las afueras del pueblo, donde tienen un terreno unos familiares y donde deja los caballos. Con un poco de precaución nos montamos mi mujer y yo, pero se nota que deben ser mansos porque no se alteran para nada cuando nos montamos.

Lo bueno de haber contratado solo con él es que no vamos en grupos de 8 o 10 personas como estamos viendo por el camino, así que gracias a esto nos enteramos mucho mejor de todo lo que Roylán nos cuenta de toda la zona y sobre todo de su vida.
Tras una hora de camino, Roylán nos hace una parada en una de las múltiples casas donde la gente fabrican los puros y los mantienen hasta que están en el momento para prepararlos. Mientras nos explican todo el proceso y nos dan a probar un puro (se nota la diferencia una barbaridad, ya que soy fumador ocasional, porque este tabaco es natural 100% y no tiene nada de aditivos como el resto de cigarrillos industriales) Roylan se toma su almuerzo en un pequeño bar que hay junto a la casa. He de suponer que el precio que paga no será el mismo que hay en la carta de fuera, porque es un abuso pagar 3cuc por un café como ofertan en dicha carta.
Cuando termina la explicación del tabaco, nos llevan a intentar vendernos un ron que se supone que sólo se fabrica allí por 25cuc. Obviamente no lo compramos porque sinceramente tampoco nos gusta demasiado. Nos explican también parte del proceso del café, y de cómo lo cultivan entre la zona de mogotes intentando evitar la exposición al sol. Nos dan también a catar café, y el precio que nos vuelven a pedir 10cuc por medio kilo, nos parece hiper abusivo, así que pasamos.
Donde sí caemos es en la compra de puros, por 3cuc cada uno y nos llevamos 5.

Roylán durante la estancia nos cuenta su pasado como profesor de informática, y que debido a que siendo profesor no podía llevar su casa hacia adelante, se decide a montar el negocio de los paseos a caballos, con días mejores y otros no tanto.
La verdad que de lo que hemos conocido en Cuba, es de la gente que realmente se ve más sincera, porque no te cuenta su historia dando pena ni pidiendo nada a cambio. Simplemente te cuenta su vida y cómo a pesar de todos los problemas que ha tenido es un hombre relativamente feliz, cosa que te hace pensar acerca de la vida que tenemos en España donde uno se acaba quejando por cualquier tontería sin importancia.
Después nos lleva a una laguna artificial donde te puedes bañar, y tras pensármelo un poco, y ver que algún que otro loco se decide, yo me meto en el agua a chapotear un poco. El agua no es que esté muy transparente, pero como hace calor, aprovecho y me refresco. Mi mujer se queda charlando un rato con Roylán.
Tras insistirle un poco sobre ver una cueva, Roylán me lleva a ver la cueva de la vaca. Se aleja un poco de la ruta establecida pero como casi nos coge de camino de vuelta, nos lleva por allí. Nos sorprende un poco ver que el interior de la cueva tiene una mezcla de artificial con natural (hay muchos murciélagos viviendo en ella) ya que hay como preparados unos asientos a los lados de la cueva con piedras, según nos dice para que la gente se refugiase en caso de guerra.
La cueva desemboca en la otra parte de la montaña, y las vistas desde allí son muy bonitas. Podemos ver todo Viñales desde allí!
Tras deshacer el camino que hemos hecho hoy, dejamos los caballos en el terreno de su familia, y dado que hemos hecho buenas migas, nos insiste en enseñarnos el poco ganado que tiene allí, con sus cochinos, sus cabras, y la señora cochina con sus cochinitos recién nacidos
Yo como soy un fanático del campo, disfruto de esas cosas como un enano.
Como ya son cerca de las 2p.m nos vamos a casa, nos duchamos y vamos a comer a otro restaurante del pueblo (3J) donde nos pedimos unas croquetas, unas empanadas y un plato de pasta. Junto a 2 bucaneros de rigor, pagamos unos 20cuc.
Tras comer y relajarnos un poco, porque hoy el calor está dando y bien, decidimos ir al mirador de los jazmines un rato antes que se ponga el sol, ya que dicen que es donde están las mejores vistas del valle (y lo debe ser puesto que es donde suelen parar los buses que hacen el tour de un día ). Para ir hasta allí, o bien vamos en bici, cosa que descartamos por el calor, o vamos andando, cosa que también descartamos porque son 3 kilómetros pero con una buena cuesta, y finalmente ir en taxi, que por unos 10cuc (igual si se regatea te lo dejan en menos) te llevan, te esperan y te dejan en casa.
Tras dar unas pocas de vueltas y buscar algún taxi, sólo encontramos intermediarios que dicen que por 10 no nos puede llevar nadie. Nos entretienen bastante, y como son las 5.30 y en una hora se pone el sol, estamos viendo que a este paso se nos va la puesta de sol.
Nos vamos de la zona donde están todos estos tipos, para meternos en la calle que está paralela a la principal, con la suerte de que vemos un taxista que deja a unos clientes a 50 metros, así que voy y le pregunto y me dice que sí, que nos lleva y nos espera.
Tras 10 minutos de coche (para mi que hay más de 3 kms) llegamos al mirador. Allí hay un pequeño bar que sirve bebidas a buen precio y algunas mesas junto al mirador.
Nos pedimos un mojito y un cuba libre por 5.5 cuc los dos. Nos sentamos a contemplar las maravillosas vistas y nos dedicamos a ver el tiempo pasar hasta que se pone el sol.
Es todo un espectáculo aquello, con el valle de 2 Hermanas al frente y viendo cómo las tonalidades de verdes y marrones se van cambiando poco a poco. Ya con el sol escondido detrás de las montañas, le decimos al taxi de irnos.
Le comentamos que tenemos ganas de comer asado (no nos conformamos con el pollo a la brasa de ayer) y nos lleva a un bar donde hay un cochino asado. Miramos por algún bar de alrededor por si hubiera más asados pero finalmente acabamos en el bar comiendo.
Nos pedimos un cerdo asado, y mi mujer una costilla a la brasa. La comida no llega a 20cuc tampoco. La verdad que los asados no son nada caros (por 7 u 8 cuc). Lo que suele encarecer las comidas son las cervezas que suelen costar entre 2 o 3cuc de media.
Nos acercamos a la plaza del pueblo tras pagar la cuenta, donde hay montado un escenario con un dj que está poniendo música (luego nos enteramos que esa semana era la de la música) y nos conectamos un rato a internet.
Al rato nos vamos a la cabaña a reponer fuerzas, que mañana tenemos viaje a los cayos.

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