La noche bajo la mosquitera ha sido mejor de lo que se presagiaba. Nos hemos levantado antes del amanecer con el ruido de pájaros, grillos y vete a saber que más.
El primer buceo hoy es a las 8:30. Hemos dado una vuelta por la playa y tranquilamente hemos desayunado unas tortitas que hacen con plátano tremendas.
Hoy el primer buceo íbamos con las tres francesas y nosotros, cada grupo con un guía. Nosotros con el filipino majo. El buceo ha comenzado en una zona de coral donde nos hemos encontrado una tortuga descansando enorme. Estaba tan quieta que he llegado a creer que estaba muerta hasta que le he tocado la patita y se ha movido. De la plataforma de coral hemos caído a la pared. La Pared tiene un fondo de 200 metros largos nosotros en este primer buceo hemos bajado hasta los 30 para ver unos peces rana rojos, grises y amarillos y caballitos pigmeos. A dos minutos de deco hemos ido subiendo hasta la plataforma de coral. Aquí justo nos hemos topado con un grupo de buzos del resort de al lado, Polaris, una locura. Iban como diez buzos con cámaras y estaban haciendo cola para fotografiar un tipo de escórpora de las que parecen andar con unas patas. Te toca bucear con un grupo así y te fastidia el viaje. Este buceo ha sido 45 minutos, yo he subido rascado de aire así que tampoco estaba yo para alargarlo.
El siguiente buceo ha sido un buceo más bonito. Hemos partido del arrecife que hay frente al resort y nos hemos dejado llevar por la corriente hasta un faro que hay en la punta este. Un buceo comodísimo con una cantidad de coral blando y duro espectacular. Nos hemos encontrado otro pez rana, algún nudi y un grupo de calamares que ha sido imposible pillarlos de cómo se movían. Un buceo de 60 minutos de colores. De momento el coral en Cabilao es top pero echo en falta más vida en forma de banco de peces. Se ven los típicos peces de acuario pero nada más grande que un palmo salvo el pez escorpión o el globo.
Tras el buceo hemos comido y descansado en la zona de piscina. Para el buceo de la tarde, a las 14:30, solo estábamos Belén y yo. Nuevamente hemos bajado a 30 metros para ver un pigmeo y poco a poco hemos ido subiendo dejándonos llevar por la corriente. La subida, salvo por una tortuga, ha resultado monótona hasta llega a la plataforma de coral. En esta parte de la isla, la oeste, hay muchísimo coral duro. Es menos colorido que el blando pero las estructuras que forman son descomunales, enormes mesas, formas de órgano, tubos, ramas... Con el último buceo de una hora nos hemos despedido de Cabilao. Prometía corales y corales es lo que nos ha dado. No sé qué tiempo le quedará al coral pero yo no recuerdo ver un coral tan bonito en otro sitio. Veremos si Balicasag o Apo Reef le hace competencia.
Hemos vuelto de bucear a las 16. Tras ducharnos nos hemos dado una vuelta siguiendo la playa. La playa te saca del resort y pasas por una zona donde hay un pueblito y se ve la gente bañándose y los pescadores preparando las redes. El atardecer lo hemos pillado con dos pescadores metiendo la barca al agua y tirando las redes, imagino que se llevaran los peces que no se ven buceando.
Anocheciendo volvemos al Resort. Ahí nos encontramos con una pareja de americanos que justo acababan de llegar y tenían ganas de charleta. Era la segunda vez que venían a Cabilao, les gustaba el hecho de que no hay nadie. Solo los clientes del resort y encima son pocos. La verdad que el resort esta de lujo. Es tranquilidad máxima. Si encima nos hubiéramos podido permitir una habitación pepina y no la cabaña de los mosquitos hubiera sido perfecto.
Cenando nos ha dado charleta también una empleada y tras cenar y pagar todo lo consumido y buceado hemos puesto fin al día. Mañana salimos a las 5:30 a Alona. Nos llevan en barca a Bohol y de Bohol en coche a Alona. Dicen que nos preparará unos sándwiches a las 5 para que nos los llevemos calientes. Mejor imposible.
De vuelta a la cabaña, nos metemos corriendo en la mosquitera, comprobamos que no ha entrado con nosotros ningún amiguito y fin.
El primer buceo hoy es a las 8:30. Hemos dado una vuelta por la playa y tranquilamente hemos desayunado unas tortitas que hacen con plátano tremendas.
Hoy el primer buceo íbamos con las tres francesas y nosotros, cada grupo con un guía. Nosotros con el filipino majo. El buceo ha comenzado en una zona de coral donde nos hemos encontrado una tortuga descansando enorme. Estaba tan quieta que he llegado a creer que estaba muerta hasta que le he tocado la patita y se ha movido. De la plataforma de coral hemos caído a la pared. La Pared tiene un fondo de 200 metros largos nosotros en este primer buceo hemos bajado hasta los 30 para ver unos peces rana rojos, grises y amarillos y caballitos pigmeos. A dos minutos de deco hemos ido subiendo hasta la plataforma de coral. Aquí justo nos hemos topado con un grupo de buzos del resort de al lado, Polaris, una locura. Iban como diez buzos con cámaras y estaban haciendo cola para fotografiar un tipo de escórpora de las que parecen andar con unas patas. Te toca bucear con un grupo así y te fastidia el viaje. Este buceo ha sido 45 minutos, yo he subido rascado de aire así que tampoco estaba yo para alargarlo.
El siguiente buceo ha sido un buceo más bonito. Hemos partido del arrecife que hay frente al resort y nos hemos dejado llevar por la corriente hasta un faro que hay en la punta este. Un buceo comodísimo con una cantidad de coral blando y duro espectacular. Nos hemos encontrado otro pez rana, algún nudi y un grupo de calamares que ha sido imposible pillarlos de cómo se movían. Un buceo de 60 minutos de colores. De momento el coral en Cabilao es top pero echo en falta más vida en forma de banco de peces. Se ven los típicos peces de acuario pero nada más grande que un palmo salvo el pez escorpión o el globo.
Tras el buceo hemos comido y descansado en la zona de piscina. Para el buceo de la tarde, a las 14:30, solo estábamos Belén y yo. Nuevamente hemos bajado a 30 metros para ver un pigmeo y poco a poco hemos ido subiendo dejándonos llevar por la corriente. La subida, salvo por una tortuga, ha resultado monótona hasta llega a la plataforma de coral. En esta parte de la isla, la oeste, hay muchísimo coral duro. Es menos colorido que el blando pero las estructuras que forman son descomunales, enormes mesas, formas de órgano, tubos, ramas... Con el último buceo de una hora nos hemos despedido de Cabilao. Prometía corales y corales es lo que nos ha dado. No sé qué tiempo le quedará al coral pero yo no recuerdo ver un coral tan bonito en otro sitio. Veremos si Balicasag o Apo Reef le hace competencia.
Hemos vuelto de bucear a las 16. Tras ducharnos nos hemos dado una vuelta siguiendo la playa. La playa te saca del resort y pasas por una zona donde hay un pueblito y se ve la gente bañándose y los pescadores preparando las redes. El atardecer lo hemos pillado con dos pescadores metiendo la barca al agua y tirando las redes, imagino que se llevaran los peces que no se ven buceando.
Anocheciendo volvemos al Resort. Ahí nos encontramos con una pareja de americanos que justo acababan de llegar y tenían ganas de charleta. Era la segunda vez que venían a Cabilao, les gustaba el hecho de que no hay nadie. Solo los clientes del resort y encima son pocos. La verdad que el resort esta de lujo. Es tranquilidad máxima. Si encima nos hubiéramos podido permitir una habitación pepina y no la cabaña de los mosquitos hubiera sido perfecto.
Cenando nos ha dado charleta también una empleada y tras cenar y pagar todo lo consumido y buceado hemos puesto fin al día. Mañana salimos a las 5:30 a Alona. Nos llevan en barca a Bohol y de Bohol en coche a Alona. Dicen que nos preparará unos sándwiches a las 5 para que nos los llevemos calientes. Mejor imposible.
De vuelta a la cabaña, nos metemos corriendo en la mosquitera, comprobamos que no ha entrado con nosotros ningún amiguito y fin.