15 de abril de 2019
Es el único día completo en Oporto y lo queremos aprovechar; pero al salir del apartamento llueve, por lo que la primera decisión es ir a desayunar a algún sitio que nos permita guarecernos de la lluvia y esperar a que pase.
La primera opción fue la de intentar entrar en el famoso Café Majestic. Cosa que resultó imposible porque al pasar por delante de su entrada se había formado ya una cola considerable y teniendo en cuenta que seguía lloviendo y que deberíamos esperar un buen rato, lo descartamos de momento.
La primera opción fue la de intentar entrar en el famoso Café Majestic. Cosa que resultó imposible porque al pasar por delante de su entrada se había formado ya una cola considerable y teniendo en cuenta que seguía lloviendo y que deberíamos esperar un buen rato, lo descartamos de momento.
El Café Majestic fue fundado en 1921 y es uno de los más bellos ejemplos de arquitectura Art Nouveau de Oporto. Fue declarado de Interés Público en 1983.
Si el exterior es bello, con su fachada de mármol, sus columnas y su decoración estilizada típica del Art Nouveau, el interior es también asombroso: el mármol, la madera lustrada, los espejos y los techos estucados son verdaderamente exquisitos. Destinado para la alta sociedad de Oporto, el Majestic comenzó a funcionar en 1921 con el nombre de Elite. Un año más tarde pasó a llamarse Café Majestic.
Víctima del cambio de los tiempos, el Majestic entró en franca decadencia alrededor de la década de los 70. Aunque fue declarado "Edificio de Interés Público" en 1983, nada pudo detener el proceso. El café cerró en 1992 para reabrir en 1994, ya recuperada su antigua gloria.
Se dice que la escritora británica J. K. Rowling frecuentaba el Majestic mientras vivió en Oporto, y allí escribió algunos capítulos del primer libro de la saga de Harry Potter.
Cityguides lo clasifica como la sexta cafetería más hermosa cafetería del mundo.
Desde su reapertura suele estar muy lleno, especialmente a la hora del almuerzo. Las mesas están muy juntas, por lo que quizás no resulte el mejor lugar para comer. El menú es amplio, pero los precios no son baratos
Si el exterior es bello, con su fachada de mármol, sus columnas y su decoración estilizada típica del Art Nouveau, el interior es también asombroso: el mármol, la madera lustrada, los espejos y los techos estucados son verdaderamente exquisitos. Destinado para la alta sociedad de Oporto, el Majestic comenzó a funcionar en 1921 con el nombre de Elite. Un año más tarde pasó a llamarse Café Majestic.
Víctima del cambio de los tiempos, el Majestic entró en franca decadencia alrededor de la década de los 70. Aunque fue declarado "Edificio de Interés Público" en 1983, nada pudo detener el proceso. El café cerró en 1992 para reabrir en 1994, ya recuperada su antigua gloria.
Se dice que la escritora británica J. K. Rowling frecuentaba el Majestic mientras vivió en Oporto, y allí escribió algunos capítulos del primer libro de la saga de Harry Potter.
Cityguides lo clasifica como la sexta cafetería más hermosa cafetería del mundo.
Desde su reapertura suele estar muy lleno, especialmente a la hora del almuerzo. Las mesas están muy juntas, por lo que quizás no resulte el mejor lugar para comer. El menú es amplio, pero los precios no son baratos
Así que pusimos rumbo a otro lugar que sabíamos que era una pastelería con productos sin gluten, la Com Cuore;pero después de localizarla (no fácilmente; puesto que se encuentra en los bajos de un edificio que queda escondido) resulta que los lunes cierra
Bueno pues al final nos metimos en una cafetería de la Praça da Liberdade, la Celeste, donde dimos cuenta de un cuantioso y tardío desayuno muy rico. Además casi dejó de llover mientras estábamos allí.
Al final el recorrido de la mañana de este día quedó, más o menos como el que adjunto ahora.
Después del desayuno pusimos rumbo al Palacio da Bolsa. Desde la Praça da Liberdade y pasando por la Estaçao São Bento, tomando la Rua Mouzinho da Silveira, que desemboca en la Praça del Infante Dom Henrique, donde está el palacio, se llega andando en apenas 10'.
Cuando llegamos, en el panel informativo se indica que la primera visita en español con plazas disponibles es a un horario que nos parte todo el día ;por lo que decidimos comprarlas para el último de la tarde, el de las 18.45h,
Así que vamos a continuar visitando otras cosas y lo primero que hacemos es ir hasta el edificio casi contiguo que es la Igreja de São Francisco.
Cuando llegamos, en el panel informativo se indica que la primera visita en español con plazas disponibles es a un horario que nos parte todo el día ;por lo que decidimos comprarlas para el último de la tarde, el de las 18.45h,
Así que vamos a continuar visitando otras cosas y lo primero que hacemos es ir hasta el edificio casi contiguo que es la Igreja de São Francisco.
Es uno de los edificios religiosos más antiguos de Oporto y uno de los más hermosos. Se trata de una iglesia de origen medieval que cuenta con un interior barroco realmente impresionante y que está declarada Monumento Nacional desde 1910.
A comienzos del siglo XIII los franciscanos llegaron a Oporto y les fue asignado un terreno donde establecer una iglesia. Sin embargo, las disputas con el obispado obligaron a intervenir al Papa Inocencio V, que asignó un espacio para los franciscanos, amparado por el rey Fernando I, protector de la orden.
Sobre este espacio se construiría la Iglesia de San Francisco, cuyas obras comenzaron ya en el siglo XIV siguiendo la estética del gótico. Aunque la estructura es gótica contiene algunos elementos románicos que quedaron de una pequeña iglesia que había anteriormente en el lugar.
Tanto el pórtico como la decoración interior son de estilo barroco, y fueron incorporados en siglos posteriores. En el pórtico, de dos pisos, destacan las dobles columnas salomónicas coronadas por una escultura de San Francisco y por encima un gran rosetón.
Lo más significativo de la iglesia de San Francisco es el revestimiento dorado del interior, que se realizó en el siglo XVIII. Capillas, bóvedas y columnas fueron cubiertos con una ornamentación de talla dorada que está considerada uno de los mejores ejemplos del Barroco europeo.
Nada más traspasar la entrada encontramos un auténtico templo de oro que ha convertido esta iglesia en una de las más lujosas de Europa.
Dentro del complejo hay algunos elementos en los que merece la pena fijarse:
• El retablo policromado del Árbol de Jesús, situado en una de las naves laterales, en la capilla de Nuestra Señora de la Concepción.
• La pintura mural de Nuestra Señora de la Rosa una de las más antiguas conservadas en Portugal.
• La capilla de San Juan Bautista, financiada por la familia Carneiro, una de las más ricas y con decoración de estilo manuelino.
Además se puede visitar el Museo de San Francisco, que es la antigua Casa do Despacho, cuya entrada se encuentra justo frente a la de la iglesia, donde se compran las entradas. Esta parte fue construida a comienzos del siglo XVIII por el famoso arquitecto Nasoni (autor de la Torre de los Clérigos). Dentro podemos ver la Sala de Sesiones, la Sala del Tesoro y una exposición de arte sacro.
También podemos recorrer la cripta y las catacumbas, donde se encuentran los sepulcros de los antiguos franciscanos y de algunos nobles y personalidades importantes de la ciudad. Hay que echar un vistazo al osario subterráneo, donde se acumulan cientos de huesos de personas sin identificar. Un lugar de lo más curioso que puede contemplarse a través de un cristal en el suelo en la zona de la cripta.
Horario: Nov-Feb 09:00-18:00 Mar, Abr, Oct 09:00-19:00 May, Jun 09:00-19:00 Jul, Ago, Sep 09:00-20:00 cerrado: 25 dic
Precio: 7€, hay precio reducido para estudiantes y para menores de 18a.
A comienzos del siglo XIII los franciscanos llegaron a Oporto y les fue asignado un terreno donde establecer una iglesia. Sin embargo, las disputas con el obispado obligaron a intervenir al Papa Inocencio V, que asignó un espacio para los franciscanos, amparado por el rey Fernando I, protector de la orden.
Sobre este espacio se construiría la Iglesia de San Francisco, cuyas obras comenzaron ya en el siglo XIV siguiendo la estética del gótico. Aunque la estructura es gótica contiene algunos elementos románicos que quedaron de una pequeña iglesia que había anteriormente en el lugar.
Tanto el pórtico como la decoración interior son de estilo barroco, y fueron incorporados en siglos posteriores. En el pórtico, de dos pisos, destacan las dobles columnas salomónicas coronadas por una escultura de San Francisco y por encima un gran rosetón.
Lo más significativo de la iglesia de San Francisco es el revestimiento dorado del interior, que se realizó en el siglo XVIII. Capillas, bóvedas y columnas fueron cubiertos con una ornamentación de talla dorada que está considerada uno de los mejores ejemplos del Barroco europeo.
Nada más traspasar la entrada encontramos un auténtico templo de oro que ha convertido esta iglesia en una de las más lujosas de Europa.
Dentro del complejo hay algunos elementos en los que merece la pena fijarse:
• El retablo policromado del Árbol de Jesús, situado en una de las naves laterales, en la capilla de Nuestra Señora de la Concepción.
• La pintura mural de Nuestra Señora de la Rosa una de las más antiguas conservadas en Portugal.
• La capilla de San Juan Bautista, financiada por la familia Carneiro, una de las más ricas y con decoración de estilo manuelino.
Además se puede visitar el Museo de San Francisco, que es la antigua Casa do Despacho, cuya entrada se encuentra justo frente a la de la iglesia, donde se compran las entradas. Esta parte fue construida a comienzos del siglo XVIII por el famoso arquitecto Nasoni (autor de la Torre de los Clérigos). Dentro podemos ver la Sala de Sesiones, la Sala del Tesoro y una exposición de arte sacro.
También podemos recorrer la cripta y las catacumbas, donde se encuentran los sepulcros de los antiguos franciscanos y de algunos nobles y personalidades importantes de la ciudad. Hay que echar un vistazo al osario subterráneo, donde se acumulan cientos de huesos de personas sin identificar. Un lugar de lo más curioso que puede contemplarse a través de un cristal en el suelo en la zona de la cripta.
Horario: Nov-Feb 09:00-18:00 Mar, Abr, Oct 09:00-19:00 May, Jun 09:00-19:00 Jul, Ago, Sep 09:00-20:00 cerrado: 25 dic
Precio: 7€, hay precio reducido para estudiantes y para menores de 18a.
Cuando salimos de esta interesante visita, el sol ya ha salido y nos dirigimos hacia la Praça da Ribeira y todo el margen del Duero de Oporto. Antes de llegar pasamos por la Igreja São Nicolau, que se encuentra nada más cruzar la Rua do Infante Dom Henrique, saliendo de la Igreja São Francisco.
Donde lo más destacable en su fachada repleta de azulejos azules que la recubren casi por completo. A pocos metros se encuentra, bajando hacia el rio por la Rua Alfándega, la Casa do Infante, donde nació Enrique el Navegante en 1394 y luego fue la primera aduana de la ciudad. Luego desembocamos en la ribera del Duero y vamos paseando por el Cais da Ribeira hacia el ponte de Dom Luis I pasando por la praça da Ribeira y contemplando las embarcaciones típicas, los Rabelos, las casas con sus azulejos y ropas colgadas, el perfil de las bodegas del vino de Oporto del otro margen del rio; es decir, lo más típico de esta ciudad.
Una vez llegados al puente lo cruzamos por su parte inferior, por la que circulan los coches, hasta la vecina localidad de Vilanova de Gaià
El Ponte de Dom Luis I El más famoso de los puentes que atraviesa el Duero en Oporto es el Puente Don Luis I, que une la ciudad con Vila Nova de Gaia.
Durante el siglo XIX, Oporto experimentó un crecimiento comercial que obligaba a mejorar las comunicaciones entre Miragaia, el barrio de pescadores y Vila Nova da Gaia. Así se había puesto en marcha un puente hecho de barcas unidas por cables metálicos. En 1879 el ayuntamiento decretó la construcción de un puente metálico sobre el Duero, que sería inaugurado en octubre de 1886. La empresa belga, Société de Willebroeck, y específicamente su ingeniero, Téophile Seyrig, discípulo de Gustave Eiffel, lo diseñó. Lo más característico es su gran arco de hierro.
El puente cuenta con dos pisos: por el superior, de casi 400 metros de longitud, circula el metro de Oporto y por el inferior, de unos 175 metros, los vehículos. En ambos niveles hay habilitados carriles específicos para peatones, por lo que se puede pasear por el puente.
Este puente es un magnífico mirador desde el que observar los barcos que navegan por el Duero y la ribera a ambos lados del río, con las famosas bodegas de Oporto en una orilla y las viejas casas de colores del barrio de Miragaia en la otra.
Como he dicho antes cruzamos el Duero por la parte baja del puente a Vilanova de Gaia y recorremos la Av. Diogo Leitte pasando por las diferentes bodegas hasta que se convierte en Av Ramos Pinto y tomamos la calle Rua Dom Alfonso III hasta la esquina con la Rua Guilherme Gomes Fernandes donde encontramos el Conejo de Bordalo II, obra realizada por el artista portugués utilizando material de desechos. Como mínimo resulta curioso
El puente cuenta con dos pisos: por el superior, de casi 400 metros de longitud, circula el metro de Oporto y por el inferior, de unos 175 metros, los vehículos. En ambos niveles hay habilitados carriles específicos para peatones, por lo que se puede pasear por el puente.
Este puente es un magnífico mirador desde el que observar los barcos que navegan por el Duero y la ribera a ambos lados del río, con las famosas bodegas de Oporto en una orilla y las viejas casas de colores del barrio de Miragaia en la otra.
Como he dicho antes cruzamos el Duero por la parte baja del puente a Vilanova de Gaia y recorremos la Av. Diogo Leitte pasando por las diferentes bodegas hasta que se convierte en Av Ramos Pinto y tomamos la calle Rua Dom Alfonso III hasta la esquina con la Rua Guilherme Gomes Fernandes donde encontramos el Conejo de Bordalo II, obra realizada por el artista portugués utilizando material de desechos. Como mínimo resulta curioso
Siguiendo por este margen del Duero llegamos al Mercado Beira Rio recinto donde hay varios puestos de comidas con un espacio central con mesas para poder comer allí mismo. Nosotros así lo hicimos degustando unos quesos y embutidos de la zona.
Después de comer saliendo del mercado empezamos el recorrido que adjunto
Justo delante del mercado se encuentra la entrada del Teleférico de Gaia para hacer el recorrido desde esa orilla hasta el Jardim do Morro Son 5' de recorrido para un ascenso de unos 600m que te permite ir viendo a tus pies las dos fachadas de Oporto y de Vilanova. Además descansas un poco. Te hacen una foto que si quieres poder recoger a la salida
Desde la estación final del teleférico podemos seguir haciendo fotos y cruzar de nuevo el puente. Esta vez por el tablero superior por el que pasa el metro y tranvía
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Cruzando por la parte superior del puente vemos a la derecha los restos de la Muralla Fernandina
Durante el siglo XIV, Oporto tuvo una gran expansión urbana hacia fuera de su núcleo inicial del morro de , en torno a la Sé, protegido por la Cerca Vieja, construida sobre el muro original romano. La ciudad siente la necesidad de un espacio amurallado más extenso que la Cerca Vieja. En tiempos de D. Afonso IV, comenzó a ser construido un nuevo cinturón de murallas que quedó concluido alrededor de 1370. El hecho de que la obra se concluyera durante el reinado de D. Fernando, explica el hecho de ser designada como "Muralla Fernandina". Pasada su importancia militar, las murallas comenzaron a ser progresivamente demolidas a partir de la segunda mitad del siglo XVIII para dar lugar a nuevas construcciones, plazas y edificios. La mayoría de la muralla fue demolida ya a finales del siglo XIX. Los trozos supervivientes de las Murallas Fernandinas fueron clasificados como "monumentos nacionales" en 1926.
Una vez ya en Oporto de nuevo se llega en pocos metros a la Catedral, la Sé
Es el edificio religioso más importante de la ciudad. Situada en el barrio de Batalha, en la parte más elevada de la ciudad, la Catedral de Oporto goza de unas vistas espectaculares de la ribeira y está declarada Monumento Nacional.
Su origen se remonta al siglo XII, cuando comenzó a construirse según el estilo románico. Su aspecto exterior sobrio parece más a una construcción defensiva que a un templo religioso y el rosetón de la fachada son buenas muestras de ello.
El interior, austero y poco decorado, nos recuerda que esta catedral nació románica. Pero las obras de la catedral se prolongaron hasta el siglo XIII, por lo que se incorporaron algunos elementos góticos: el claustro o la Capilla de San Juan Evangelista son de estilo gótico. Pero se considera barroca pues se añadieron muchos elementos propios del Barroco: La portada, las cúpulas, el Altar Mayor o el pórtico decorado con azulejos son claramente de estilo barroco.
El interior de la Catedral de Oporto contiene elementos en los que merece la pena fijarse:
• El Altar Mayor, decorado con murales de Nicolau Nasoni. Contiene tres órganos y la imagen de la patrona de Oporto, la Virgen de Nuestra Señora de Vandoma.
• El altar de plata de la Capilla del Santo Sacramento, considerado una obra maestra de la platería portuguesa.
• La capilla funeraria de João Gordo, caballero de la Orden de los Hospitalarios de Malta y uno de los hombres del rey Dionisio I.
Lo mejor de la Catedral de Oporto se esconde al acceder al claustro.
Aunque hay que pagarlo aparte, merece la pena entrar para contemplar este claustro gótico decorado con azulejos blancos y azules que representan escenas de las Metamorfosis de Ovidio.
El acceso al piso superior se hace a través de una escalera diseñada también por Nasoni, y alrededor del patio podemos acceder a distintas estancias: entre ellas destaca la Casa do Cabildo, en la que se expone el Tesoro de la catedral, una buena muestra de escultura, orfebrería, libros y otros objetos litúrgicos.
La plaza donde se asienta la catedral es uno de los mejores miradores de Oporto por su situación y altitud: a un lado podemos observar el Duero, Vila Nova de Gaia y su ribera cuajada de bodegas. Al otro, el casco antiguo de Oporto con sus viejos edificios y fachadas de colores.
En el centro de la plaza hay una columna (pelourinho) como las que se utilizaban antiguamente para colgar a los ajusticiados. Pero esta columna nunca fue utilizada para castigar a nadie, pues se instaló a mediados del siglo XX.
[b]Horario: [/b]Iglesia: Abr-Oct de L-S 09:00-19:00; D y festivos religiosos: 09:00-12:30/ 14:30-19:00/ Nov-Mar L-S 09:00-18:00; D y festivos religiosos: 09:00-12:30/ 14:30-18:00
Claustros: Abr-Oct L-S 09:00-18:30; D y festivos religiosos 14:30-18:30/ Nov-Mar L- S 09:00-17:30; D y festivos religiosos 14.30-17.30 Cierra: Navidad y D. de Pascua
Precio: Iglesia: 3€ Iglesia + Claustros: 3€
Es el edificio religioso más importante de la ciudad. Situada en el barrio de Batalha, en la parte más elevada de la ciudad, la Catedral de Oporto goza de unas vistas espectaculares de la ribeira y está declarada Monumento Nacional.
Su origen se remonta al siglo XII, cuando comenzó a construirse según el estilo románico. Su aspecto exterior sobrio parece más a una construcción defensiva que a un templo religioso y el rosetón de la fachada son buenas muestras de ello.
El interior, austero y poco decorado, nos recuerda que esta catedral nació románica. Pero las obras de la catedral se prolongaron hasta el siglo XIII, por lo que se incorporaron algunos elementos góticos: el claustro o la Capilla de San Juan Evangelista son de estilo gótico. Pero se considera barroca pues se añadieron muchos elementos propios del Barroco: La portada, las cúpulas, el Altar Mayor o el pórtico decorado con azulejos son claramente de estilo barroco.
El interior de la Catedral de Oporto contiene elementos en los que merece la pena fijarse:
• El Altar Mayor, decorado con murales de Nicolau Nasoni. Contiene tres órganos y la imagen de la patrona de Oporto, la Virgen de Nuestra Señora de Vandoma.
• El altar de plata de la Capilla del Santo Sacramento, considerado una obra maestra de la platería portuguesa.
• La capilla funeraria de João Gordo, caballero de la Orden de los Hospitalarios de Malta y uno de los hombres del rey Dionisio I.
Lo mejor de la Catedral de Oporto se esconde al acceder al claustro.
Aunque hay que pagarlo aparte, merece la pena entrar para contemplar este claustro gótico decorado con azulejos blancos y azules que representan escenas de las Metamorfosis de Ovidio.
El acceso al piso superior se hace a través de una escalera diseñada también por Nasoni, y alrededor del patio podemos acceder a distintas estancias: entre ellas destaca la Casa do Cabildo, en la que se expone el Tesoro de la catedral, una buena muestra de escultura, orfebrería, libros y otros objetos litúrgicos.
La plaza donde se asienta la catedral es uno de los mejores miradores de Oporto por su situación y altitud: a un lado podemos observar el Duero, Vila Nova de Gaia y su ribera cuajada de bodegas. Al otro, el casco antiguo de Oporto con sus viejos edificios y fachadas de colores.
En el centro de la plaza hay una columna (pelourinho) como las que se utilizaban antiguamente para colgar a los ajusticiados. Pero esta columna nunca fue utilizada para castigar a nadie, pues se instaló a mediados del siglo XX.
[b]Horario: [/b]Iglesia: Abr-Oct de L-S 09:00-19:00; D y festivos religiosos: 09:00-12:30/ 14:30-19:00/ Nov-Mar L-S 09:00-18:00; D y festivos religiosos: 09:00-12:30/ 14:30-18:00
Claustros: Abr-Oct L-S 09:00-18:30; D y festivos religiosos 14:30-18:30/ Nov-Mar L- S 09:00-17:30; D y festivos religiosos 14.30-17.30 Cierra: Navidad y D. de Pascua
Precio: Iglesia: 3€ Iglesia + Claustros: 3€
Una vez salimos de la Catedral ponemos rumbo al Palacio de la Bolsa bajando por estrechas y empinadas callejuelas y pasando por rincones tan bonitos como el que os pongo ahora que se corresponde con el Largo da Pena Ventosa
No sé exactamente cómo pero el descenso acaba en la Rua Marzinho da Silveira que nos lleva hasta el Palacio da Bolsa.
[align=justify]Ahora sí podemos hacer la visita prevista porque ya son casi las 19.00h. El Palacio de la Bolsa de estilo neoclásico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La construcción comenzó a mediados del siglo XIX sobre las ruinas del antiguo convento franciscano y se extendió durante casi cincuenta años y fue inaugurado en 1891 por los reyes portugueses.
Al atravesar la entrada lo primero que encontraremos será el Patio de las Naciones, un patio acristalado donde se exhiben los escudos de todos los países que han mantenido algún tipo de vínculo comercial con Portugal. El escudo de España se encuentra justo frente al portugués. Este patio es la antigua sede de la Bolsa de Oporto, de ahí el nombre del edificio.
Luego llegaremos, a través de una elegante escalera, hasta la primera planta, donde pasaremos por una serie de estancias significativas:
La Sala Presidencial, donde se pueden ver los retratos de todos los presidentes de la institución desde su origen. La Sala de las Asambleas Generales, decorada en madera. Es el lugar donde se reúnen todos los miembros de la cámara dos veces al año.
La Sala Dorada, decorada -como su propio nombre indica- con yeso cubierto de pan de oro.
La Sala del Tribunal, diseñada por el arquitecto portugués Marques da Silva y de estilo renacentista francés.
La Sala de los Retratos, que alberga los retratos de los últimos reyes portugueses. La biblioteca, que contiene más de 10.000 libros que no puede visitarse como turistas; hay que disponer de un permiso especial. El gabinete de Gustave Eiffel, utilizado por el famoso arquitecto francés durante su estancia en la ciudad.
Pero lo más espléndido del palacio es la Sala Arábe, cuya decoración está inspirada en la Alhambra granadina. Tiene 315 metros cuadrados y está destinada a las recepciones oficiales y otro tipo de actos de carácter privado.
Horario: Abril a Octubre: 9:00 – 18:30
La visita sólo puede ser guiada y tiene una duración aproximada de 45’ siendo el idioma según el orden de llegada. Idiomas: Português, Espanhol, Francês, Inglês
Precio: Individual: 10,00 € /Estudante/ Sénior: 6,5 €[/align]
Al salir ya son más casi las 20.00h y empezamos el regreso andando hacia el alojamiento pasando por la estaçao São Bento, el Cafe Majestic y aprovechando para hacer paradas en las tiendas de moda que pueblan la Rua Santa Catarina y para comprar algo de cena para tomar en el apartamento.