Día 4
Salimos con 24 grados bien temprano para aprovechar nuestras últimas horas en tierra austriaca. Por la B85 nos dirigimos hacia Robesch, por una carretera muy estrecha y muy verde, a tramos oscurecida por las copas de los árboles, una especie de Selva Negra. Desde Robesch se señaliza la cascada a 4 km.
Nosotros aparcamos en el borde de la carretera, pero si se sigue de frente, una vez pasado el Museo Handwerk, encontramos unos baños (gratuitos y muy limpios), un restaurante y otra zona para aparcar gratuita. Allí los distintos letreros nos encaminarán hacia la Wildensteinerwasserfall, hacia la cima de Hochobir (5 horas) o hacia la Eisenkapplerhütte (6 horas).
El paseo es muy sencillo y al llegar al final podemos ver las aguas correr desde la valla de madera o adentrarnos entre las rocas para acercarnos a ellas y verlas también pasando por detrás.
El fin de nuestra estancia en Austria antes de volver a Eslovenia, con los 34 grados que llevábamos fue en el lago Turnersee, en las inmediaciones del Klopeinersee. Preferíamos un lago más pequeño y menos lleno de gente; el Klopeiner se vende como el lugar perfecto para las vacaciones en la zona, así que lo descartamos de entrada por turístico. La misma 85 nos llevó hacia Wildenstein por la Rosentalstrasse y de ahí, por carreteras secundarias, y yo diría que hasta terciarias, flanqueadas de plantaciones extensísimas de piñas de millo, llegamos hasta St. Primus. Para acceder a las zonas de baño del lago no se hace desde una zona abierta, sino a través de caminos que llevan desde la carretera hacia bares o gasthof varios (puedes verlos en su web). Nosotros entramos por la señalización “Stradbad Hribernig”, escogida al azar, de “Mosquito bar”. Aparcamos y bajamos hacia el Mosquito, una pequeña recepción donde lo mismo te cobran que te venden un helado, una pizza o un refresco.
Pagamos 3€ los adultos y 1.50€ el niño. Tiene baños, vestuarios y tablas, flotadores… para coger libremente. En el exterior, una pequeña zona de columpios y otra extensa de hierba, donde la gente ya estaba pasando el día con sus hamacas. Caminando por ella llegamos al borde del lago. Cuanto más cerca de la orilla, más húmedo. Nosotros dejamos las mochilas en un huequito seco y nos fuimos a bañar. Una delicia otra vez las aguas templadas y verdes, esta vez rodeados de nenúfares.
Las tarimas de madera nos vinieron estupendas mientras el sol apretaba implacable, exprimiendo cada segundo de esos últimos que dedicaríamos a bañarnos en un lago y a respirar y sentir Austria por última vez.
Mientras se nos iba desdibujando Carintia en la mirada, atravesamos el Paso Pavlič o Paulitsch, que nos devolvió a la realidad en la increíble zona de los Alpes de Kamnik y Savinja, donde seguimos y acabamos nuestro viaje por Eslovenia.
Gracias por leernos y acompañarnos en nuestra aventura . Si quieres leer otros de nuestros viajes, aquí los tienes:
PARÍS: 11 DÍAS PARA ENAMORARSE DE PARÍS
LONDRES: 7 DÍAS EN LONDRES EN FEBRERO
AUSTRIA: UN PEQUEÑO BOCADO DE AUSTRIA EN 12 DÍAS
SELVA NEGRA: 7 DÍAS EN LA SELVA NEGRA: 1357 KM DE CONTRASTES
ALPES DE BAVIERA Y DEL TIROL AUSTRIACO: DÍAS BLANCOS EN LOS ALPES DE BAVIERA Y DEL TIROL AUSTRIACO CON NIÑO DE 2 AÑOS
ALPES DOLOMITAS (ITALIA): SENDERISTA DE 3 AÑOS POR LOS ALPES DOLOMITAS
VALLE DE LIÉBANA (CANTABRIA) Y COSTA ASTURIANA: SENDERISTA DE 4 AÑOS POR CANTABRIA (VALLE DE LIÉBANA) Y LA COSTA DE ASTURIAS
ISLANDIA: SENDERISTA DE 5 AÑOS POR ISLANDIA EN AUTOCARAVANA
SALZBURGERLAND, PARQUE NACIONAL DE HÖHE TAUERN Y DACHSTEIN SALZKAMMERGUT (AUSTRIA):
SENDERISTA DE 2,5 AÑOS POR LOS ALPES DE SALZBURGERLAND Y DACHSTEIN SALZKAMMERGUT
ESLOVENIA: ESLOVENIA CON NIÑO: SENDERISTA DE 6 AÑOS POR LOS ALPES ESLOVENOS
Salimos con 24 grados bien temprano para aprovechar nuestras últimas horas en tierra austriaca. Por la B85 nos dirigimos hacia Robesch, por una carretera muy estrecha y muy verde, a tramos oscurecida por las copas de los árboles, una especie de Selva Negra. Desde Robesch se señaliza la cascada a 4 km.
Nosotros aparcamos en el borde de la carretera, pero si se sigue de frente, una vez pasado el Museo Handwerk, encontramos unos baños (gratuitos y muy limpios), un restaurante y otra zona para aparcar gratuita. Allí los distintos letreros nos encaminarán hacia la Wildensteinerwasserfall, hacia la cima de Hochobir (5 horas) o hacia la Eisenkapplerhütte (6 horas).
El paseo es muy sencillo y al llegar al final podemos ver las aguas correr desde la valla de madera o adentrarnos entre las rocas para acercarnos a ellas y verlas también pasando por detrás.
El fin de nuestra estancia en Austria antes de volver a Eslovenia, con los 34 grados que llevábamos fue en el lago Turnersee, en las inmediaciones del Klopeinersee. Preferíamos un lago más pequeño y menos lleno de gente; el Klopeiner se vende como el lugar perfecto para las vacaciones en la zona, así que lo descartamos de entrada por turístico. La misma 85 nos llevó hacia Wildenstein por la Rosentalstrasse y de ahí, por carreteras secundarias, y yo diría que hasta terciarias, flanqueadas de plantaciones extensísimas de piñas de millo, llegamos hasta St. Primus. Para acceder a las zonas de baño del lago no se hace desde una zona abierta, sino a través de caminos que llevan desde la carretera hacia bares o gasthof varios (puedes verlos en su web). Nosotros entramos por la señalización “Stradbad Hribernig”, escogida al azar, de “Mosquito bar”. Aparcamos y bajamos hacia el Mosquito, una pequeña recepción donde lo mismo te cobran que te venden un helado, una pizza o un refresco.
Pagamos 3€ los adultos y 1.50€ el niño. Tiene baños, vestuarios y tablas, flotadores… para coger libremente. En el exterior, una pequeña zona de columpios y otra extensa de hierba, donde la gente ya estaba pasando el día con sus hamacas. Caminando por ella llegamos al borde del lago. Cuanto más cerca de la orilla, más húmedo. Nosotros dejamos las mochilas en un huequito seco y nos fuimos a bañar. Una delicia otra vez las aguas templadas y verdes, esta vez rodeados de nenúfares.
Las tarimas de madera nos vinieron estupendas mientras el sol apretaba implacable, exprimiendo cada segundo de esos últimos que dedicaríamos a bañarnos en un lago y a respirar y sentir Austria por última vez.
Mientras se nos iba desdibujando Carintia en la mirada, atravesamos el Paso Pavlič o Paulitsch, que nos devolvió a la realidad en la increíble zona de los Alpes de Kamnik y Savinja, donde seguimos y acabamos nuestro viaje por Eslovenia.
Gracias por leernos y acompañarnos en nuestra aventura . Si quieres leer otros de nuestros viajes, aquí los tienes:
PARÍS: 11 DÍAS PARA ENAMORARSE DE PARÍS
LONDRES: 7 DÍAS EN LONDRES EN FEBRERO
AUSTRIA: UN PEQUEÑO BOCADO DE AUSTRIA EN 12 DÍAS
SELVA NEGRA: 7 DÍAS EN LA SELVA NEGRA: 1357 KM DE CONTRASTES
ALPES DE BAVIERA Y DEL TIROL AUSTRIACO: DÍAS BLANCOS EN LOS ALPES DE BAVIERA Y DEL TIROL AUSTRIACO CON NIÑO DE 2 AÑOS
ALPES DOLOMITAS (ITALIA): SENDERISTA DE 3 AÑOS POR LOS ALPES DOLOMITAS
VALLE DE LIÉBANA (CANTABRIA) Y COSTA ASTURIANA: SENDERISTA DE 4 AÑOS POR CANTABRIA (VALLE DE LIÉBANA) Y LA COSTA DE ASTURIAS
ISLANDIA: SENDERISTA DE 5 AÑOS POR ISLANDIA EN AUTOCARAVANA
SALZBURGERLAND, PARQUE NACIONAL DE HÖHE TAUERN Y DACHSTEIN SALZKAMMERGUT (AUSTRIA):
SENDERISTA DE 2,5 AÑOS POR LOS ALPES DE SALZBURGERLAND Y DACHSTEIN SALZKAMMERGUT
ESLOVENIA: ESLOVENIA CON NIÑO: SENDERISTA DE 6 AÑOS POR LOS ALPES ESLOVENOS