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QUE VER EN YANGÓN, LA CIUDAD MÁS GRANDE DE MYANMAR
13 ENERO, 2019
QUE VER EN YANGÓN EN 24 HORAS
Nuestro primer destino fue la ciudad más grande de todo Myanamar, donde pasamos un día completo y te contaremos que ver en Yangón, detallándote sus grandes atractivos.
Índice - Pasaporte a la Tierra
UN DÍA EN YANGÓN
Templo del Buda sentado
Experiencia única: Moe y el Monasterio
Templo del Buda reclinado
Botahtaung Pagoda
Sule Pagoda
Edificios coloniales y el ayuntamineto
Shwedagon Pagoda
Datos de interés
Palacio Karaweik
Barco Karweik
Decíamos adiós a yangón
UN DÍA EN YANGÓN
Nuestro avión llegó a las 9:40 am, pero perdimos un buen rato mientras que pasamos inmigración y recogimos nuestras maletas.
Al salir del aeropuerto ya había decenas de taxistas intentando captar nuestra atención para llevarnos a nuestro destino, así que ojo a las estafas, y trata de comparar precios con varios,en lugar de aceptar a las primeras de cambio.
Al final llegamos al hotel por 8$ en taxi, pero vaya camino nos dio el conductor… El tráfico en la ciudad es terrible, y parecía la ley de la selva, el primero que pitara tenía prioridad de paso, así que el sonido de los claxon invadían el ambiente.
A pesar de eso parece que ellos saben lo que hacen, por que afortunadamente nunca tuvimos ningún susto en la carretera.
Al llegar al hotel dejamos nuestras maletas, nos refrescamos un poco y divisamos desde la ventana que muy a lo lejos teníamos vistas a la pagoda dorada más importante que ver en Yangón, y casi me atrevo a decir en todo el país, la Shwedagon Pagoda.
Un taxista nos comentó que la pagoda era tan tan especial que nunca reflejaba su propia sombra, eso se debía al poder sagrado.
Esta pagoda no la visitaríamos hasta casi al final del día
Cuando salimos del hotel teníamos claro que templos ver en Yangón, y dos de ellos se encontraban muy cerca de donde nos alojábamos, por lo que comenzamos a andar hacia el primer templo.
En nuestro camino ya comenzamos a sentir una Birmania muy subdesarrollada, las calles estaban sucias, con mucha pobreza, falta de higiene allá por donde mirases, puestos ambulantes que parecían que los habían construido de un día para otro y perros sueltos, muchos perros sueltos que en ocasiones nos llegaron incluso a dar un poco de miedo.
TEMPLO DEL BUDA SENTADO
Nuestra primera visita fue al Templo Nga Htat Gyi (sí, los nombres son totalmente impronunciables para nosotros) y se conoce vulgarmente por ser el templo del buda sentado. Con la mayor honestidad, cuando uno llega y se sitúa enfrente del Buda de 65 metros impone mucho.
Nada más llegar a la puerta principal unos chicos nos empezaron a gritar sin motivo aparente alguno, pero inmediatamente nos dimos cuenta que parte del problema era que no nos habíamos descalzado, costumbre que hay que realizar muy respetuosamente en cada uno de los templos que visites en todo el país.
A nosotros nos gusta respetar su cultura, por lo que seguidamente nos quitamos los zapatos y los dejamos en el sitio pertinente.
El buda es impresionante, y alrededor puedes encontrar algún que otro monje rezando. No había muchos turistas, por lo que eso le da un extra.
La entrada es totalmente gratuita.
Nga Htat Gyi
Monje en Nga Htat Gyi
Nga Htat Gyi
Iván con el Buda sentado
Partíamos de Nga Htat Gyi cuando conocimos a una de las personas que nos marcarían en el viaje, Moe.
EXPERIENCIA ÚNICA: MOE Y EL MONASTERIO
Este joven es un voluntario que se dedica a enseñar inglés a los casi 450 niños de un orfanato, y quería mostrarnos la forma de vida de los niños huérfanos, donde estudiaban, donde dormían y que comían.
Queríamos vivir la experiencia y formar parte de su día a día por lo que decidimos acompañarlo. Entramos dentro de su una de las casas donde él dormía junto con unos cuantos monjes.
Los finos colchones apenas se separaban un centímetro del otro y la electricidad casi brillaba por su ausencia.
Fue aquí donde conocimos algunos maestros budistas y como las mujeres del pueblo le pedían consejo.
Pudimos ver con nuestros propios ojos como preparaban arroz y legumbres para la cena, el pozo de donde recogían el agua que a nosotros nos enfermaría y el poco material de lectura y aprendizaje tenían los niños.
Es una realidad que está ahí y cuesta asimilar, pero por desgracia es la vida misma.
Nos despedimos de Moe justo en la entrada del templo Chaukhtatgyi Buddha , puesto que el orfanato se encontraba a las faldas de este templo y entramos a visitarlo. Moe nos dió más consejos de que ver en Yangón.
Con Moe y Monje Budista
Con Moe y Monje Budista
TEMPLO DEL BUDA RECLINADO
Este buda también impresiona y me atrevo a decir que es incluso más majestuoso que el anterior. En sus pies puedes encontrar los 108 atributos suprahumanos de Buda que lo distinguen de los hombres.
El templo es conocido por los birmanos por llamarte Chaukhtatgyi Buddha.
Es gracioso ver como alrededor del Buda puedes encontrar pequeños carteles que piden a los visitantes que por respeto no se hagan fotos imitando la postura del buda reclinado.
Al igual que en Nga Htat Gyi Pagoda la entrada es gratuita.
Buda tumpado en Chaukhtatgyi Buddha
Buda reclinado, Chaukhtatgyi Buddha
Al salir del templo llovía a mares, nuestros impermeables quedaron totalmente inservibles, por lo que no nos quedó otra que conseguir un taxi para seguir con nuestra aventura.
Fue aquí donde conocimos al taxista que nos guiaría a través de la ciudad hasta el momento de abandonarla.
Tras parar y negociar con varios taxistas, conocimos a Htein Lin, un hombre de higiene dudosa, que no paraba de masticar tabaco (la mayoría de birmanos masca tabaco en lugar de fumarlo) y que eso le hacía que las encías las tuviera totalmente rojizas, pero muy honrado y con un gran corazón.
Nuestra primera parada iba a ser en Botahtaung pagoda.
BOTAHTAUNG PAGODA
interior Botahtaung pagoda
Botahtaung pagoda
Al entrar en Botahtaung pagoda, encontrabas largas colas y pasillos dorados donde encontrar las reliquias de Buda hasta llegar por fin a la pagoda.
Nos contó Htein Lin que en la pagoda Botahtaung, como en algunas otras, podías hacer un pequeño ritual de purificación.
Tenías que conocer el día de la semana en el que naciste para entonces colocarte enfrente del correspondiente Buda y regarlo con agua tantas veces como años tengas.
Evidentemente los días de la semana venían escritos en birmano, por lo que Htein Lin nos indicó cual era el nuestro. También cada buda iba acompañado de un animal que también regamos.
A veces una imagen vale más que mil palabras, por lo que os dejamos una foto aquí haciendo el ritual.
Fue una experiencia muy espiritual a la vez que divertida, hacer esta purificación con gente local alrededor le daba un punto extra.
La entrada a este templo cuesta 6000 Kyats, por lo que al cambio son alrededor de unos 3,40€.
Botahtaung pagoda
Iván regando al buda
SULE PAGODA
La segunda parada que hicimos con Htein Lin fue en Sule Pagoda, o también conocida como la pagoda de la rotonda.
En este caso no entramos a visitarla por dentro ya que habíamos leído que no era nada fuera de lo habitual, pero es curioso como ver que a las faldas de la pagoda había locales comerciales, era algo que llamaba la atención.
Pagoda de la rotonda, sule pagoda que ver en Yangón
EDIFICIOS COLONIALES Y EL AYUNTAMINETO
Justo enfrente de la pagoda Sule se pueden ver unos coloridos edificios coloniales, y el ayuntamiento ondeando la bandera del país.
Edificios en que ver en Yangón
Edificios coloniales
Y de aquí nos fuimos a la joya de la corona, la Shwedagon Pagoda.
SHWEDAGON PAGODA
Nada más que por esta pagoda merece la pena Yangón. Templos, estupas y pagodas puedes verlas por todo el país, pero como esta ninguna. Esta pagoda es un obligatorio de que ver en Yangón.
Para subir a la pagoda había que hacerlo a través de escaleras o escaleras mecánicas, pero una vez que llegamos a la cima quedamos anonadados por la elegancia y belleza del lugar, era pura magia, y como decía nuestro primer taxista ahí había mucho poder sagrado.
El recinto es enorme, imaginaos la inmensidad del lugar y la cantidad de gente que había que ¡incluso llegamos a perder nuestras zapatillas!
La mayoría de las personas que había ahí concentrados eran birmanos, y fue aquí donde empezaron a pedir hacerse fotos con nosotros.
Al principio fue un poco chocante que nos pidieran fotos, no sabíamos el propósito de ello ¡pero nosotros también queríamos fotos con ellos! Siempre lo hacían tímidamente, con mucha educación, respeto y con una sonrisa en la cara.
En la gran pagoda
Esther con amigos Birmanos
DATOS DE INTERÉS
Según la leyenda, el origen de la pagoda Shwedagon se remonta 2.600 años atrás, donde dos hermanos mercaderes, realizando sus viajes a otras tierras, se encontraron con Buda y le hicieron la ofrenda de unas tartas de miel, Buda personalmente les dio a cambio ocho de sus cabellos que se encuentran en la pagoda.
En esta pagoda encontramos lo que parecían las huellas de Buda repletas de flores, donde los locales justo de tocarlas se tocaban inmediatamente la cabeza.
La intención de dejar la pagoda Shwedagon para al final no era otra que la de ver el atardecer, y así lo hicimos, los rallos de sol dejaban de brillar para darle paso a la luz artificial de los focos.
El precio de la entrada era de 8000 kyats (4’52€ aproximadamente)
pagoda Shwedagon que ver en Yangón
La gran pagoda Dorada
interior de pagoda Shwedagon que ver en Yangón
Recinto de Pagoda Shwedagon
pagoda Shwedagon que ver en Yangón
Pagoda Shwedagon
Una ver anochecido fuimos de nuevo a por Htein Lin para que nos llevara a lo que iba a ser nuestro último destino de la noche, el palacio Karaweik.
PALACIO KARAWEIK
Después de estar todo el día visitando templos y pagodas ¡nos habíamos olvidado completamente de almorzar! Pero eso no era un problema, puesto que en el palacio es a su vez un restaurante.
Habíamos reservado unos días antes desde Manchester y además era buffet libre, por lo que nos íbamos a dar el homenaje.
Poneos en la situación de entrar a un restaurante que puede ser considerado de lujo con chándal y totalmente despeinado y sudado de todo el día.
Pues allí nos encontrábamos, en un precioso palacio donde cenamos mientras que veíamos un espectáculo cultural ideal para acabar una noche como esta.
En el espectáculo vimos varias representaciones con bonitos trajes y danzas tradicionales del país, se disfrazaban de elefantes, salían guerreros a combatir contra dragones… en ese momento todo era simplemente perfecto.
BARCO KARWEIK
Decir que el palacio Karaweik es un barco se encuentra situado en el lago del mismo nombre que el palacio y flota sobre éste.
El barco está gobernado por las gigantes cabezas de dos aves y no os podéis hacer una idea de lo fastuoso que es el sitio.
El restaurante para todo lo que ofrece no es caro en absoluto, entre el bufet (bebidas no incluidas) y el espectáculo pagamos alrededor de 20 euros, aunque posiblemente a día de hoy es levemente más costoso.
Cuando hicimos la reserva, la realizamos a través de un correo electrónico, pero parece ser que ya se puede realizar a través de su web.
Este lugar lo recomendamos 100%, pero tened en cuenta el horario, porque para cenar abren de 6 pm a 9 pm pero el espectáculo es sólo de 6:30 pm a 8:30 pm.
Cena en BARCO KARAWEIK que ver en Yangón
Espectáculo en Barco Karaweik
DECÍAMOS ADIÓS A YANGÓN
Ya habíamos visitado lo imprescindible que ver en Yangón, y dábamos por finalizado nuestro breve pero intenso paso por la capital Birmana.
Nuestro avión partía a las 6 am, por lo que Htein Lin vino a recogernos a las 3:30 am para dejarnos en el aeropuerto.
Nuestra mala memoria no nos permite recordar cuanto le pagamos a nuestro taxista, pero para los precios que hay en Yangón os podemos asegurar que estaría entre 20 ó 25€ por todos los trayectos incluyendo el trayecto al aeropuerto.
Hasta ahora, la visita a Yangón nos había dejado boquiabiertos, con ganas de más experiencias, de más templos y llenarnos de cultura y vida. Esto era todo lo que hay que ver en Yangón.
Seguiremos con nuestro próximo capítulo rumbo a Bagán, la ciudad que marcará un antes y un después en nuestras vidas, que hará que nos deje sin aliento, y que queramos descubrir más sobre este impresionante país
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