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Tras leer en varios foros y páginas de internet sobre las diferentes opciones de paseo en catamarán decidimos coger el catamarán por los cañones del rio Sil que sale del embarcadero de Doade. Es un barco de la Diputación de Lugo y se puede reservar con antelación por internet. En mayo había 2 horarios: a las 11:30 y a las 16:00. Decidimos reservar para el barco de la mañana, el precio para dos adultos y un niño son 23€. Indicaban que había que estar media hora antes y así lo hicimos aunque no vi la necesidad ya que no hubo problema ninguno en el acceso al barco. Unos 10 minutos antes de la hora de salida iban nombrando en función de la fecha en que se hubiera hecho la reserva por internet y ese era el orden de entrada al barco y para coger mejor sitio. Es el típico catamarán con asientos arriba al aire libre para ver bien las vistas y una zona con asientos a cubierto abajo. Como había reservado con bastante antelación entramos de los primeros al barco y pudimos coger buen sitio arriba en la primera fila. Si ya no queda sitio arriba te tienes que sentar abajo hasta que el barco salga pero luego te puedes mover y aunque sea estando de pie puedes subir a la parte de arriba para ver mejor.
Hacia un día muy soleado pero la temperatura a las 11 era de unos 10 grados, aun así en el sol se podía estar sin abrigo, sin embargo al empezar a moverse el barco el aire venía helado y todo el mundo empezó a abrigarse así que mejor no confiarse porque en el barco puede hacer más frio del que parece estando en el embarcadero. El paseo dura 2 horas entre ida y vuelta, el paisaje es muy bonito, hay una guía que fue explicando algunas cosas y como entretenimiento nos mostró algunas formas curiosas en las rocas. Aunque llevábamos abrigo teníamos frio así que aguantamos el viaje de ida en la parte de arriba para ver bien el paisaje y hacer fotos pero a la vuelta decidimos bajar a la parte de abajo y resguardarnos del frio. Me parece un paseo bonito y estando por la zona durante varios días creo que merece la pena hacerlo pero si durara un poco menos para mí sería mejor, mi hija a la vuelta ya iba aburrida y se entretuvo pintando. El barco tiene baños pero no servicio de bar.
Después del paseo en barco nos fuimos al pueblo de Doade donde comimos en el restaurante A Cantina. El restaurante está muy bien, se puede comer menú o carta y todo está muy rico. El restaurante tiene una terraza al aire libre y un parque infantil. El pueblo es pequeño y no tiene mucho que ver pero es muy bonito el entorno con vistas al rio y varias bodegas.
En la carretera que va del pueblo al embarcadero paramos en el mirador de Mirador de Souto Chao, hay una zona de parking en la carretera y en un pequeño paseo se puede ver la escultura de un vendimiador y un mirador con unas vistas preciosas del rio y los viñedos, nos encantó. En esta carretera también está la desviación para ir al mirador del Duque pero nos dio pereza desviarnos y decidimos ir directamente para Castro Caldelas, nos queda ese mirador para otro viaje por la zona.
La tarde la pasamos en Castro Caldelas donde visitamos la iglesia de la Virgen de los Remedios y el castillo. La entrada al castillo cuesta 2 euros cada adulto y los niños gratis. El castillo está muy bien y merece la pena subir a la torre del homenaje porque tiene unas vistas muy bonitas. Con niños es una visita imprescindible. El pueblo tiene algunas terrazas agradables para tomar algo, sin embargo si se van pocos días por la zona creo que es mejor centrarse en los monasterios y miradores y no visitar este pueblo.
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