Nos levantamos a las 6 am para hacer el trail número 3 que es el idóneo para ver los monos naringudos y los pájaros típicos de Borneo. Fue muy bonito y de lo más tranquilo. Acabamos en una playa preciosa virgen que nos encantó y en el camino, aunque algo lejos, vimos a unos de esos monos saltando de árbol en árbol…una maravilla, ¡ché!.
Al regresar, justo en el sendero que une el embarcadero con nuestra habitación, a mano izquierda, vimos una familia de monos narigundos comiendo tranquilamente y los pudimos disfrutar mejor que nunca. Deducimos que eran los mismos que vimos saltar y que iban hacia la costa. Ellos comían y comían hasta que se fueron metiendo hacia dentro de la selva; y nosotros les seguíamos hasta que ya no pudimos meternos más y nos fuimos. Fue una autentica gozada. Estábamos nosotros y ellos…Por eso, tenéis que prestar atención a los alrededores de vuestro cuarto; porque parece que los brotes más tiernos y que más les gusta están al borde del agua y se acercan para comer a menor altitud.
[align=center]Mono naringudo
Al regresar, justo en el sendero que une el embarcadero con nuestra habitación, a mano izquierda, vimos una familia de monos narigundos comiendo tranquilamente y los pudimos disfrutar mejor que nunca. Deducimos que eran los mismos que vimos saltar y que iban hacia la costa. Ellos comían y comían hasta que se fueron metiendo hacia dentro de la selva; y nosotros les seguíamos hasta que ya no pudimos meternos más y nos fuimos. Fue una autentica gozada. Estábamos nosotros y ellos…Por eso, tenéis que prestar atención a los alrededores de vuestro cuarto; porque parece que los brotes más tiernos y que más les gusta están al borde del agua y se acercan para comer a menor altitud.
[align=center]Mono naringudo
Después del placentero momento, llegamos al albergue y pedimos unos cafés y los comimos junto con fruta en el porche tranquilamente. Unos macacos nos observaban y se nos ocurrió mostrarles un plátano; y rápido, sin tiempo de reaccionar, saltaron a nuestra mesa quitándonos una de las bolsas de plátano frito que llevábamos. Se lo comieron como si les faltara vida, así que esperamos y cuando se cansó y marchó cogimos la bolsa casi vacía y la tiramos a la basura.
Hicimos el check out poco antes de las 11 y dejamos las maletas en el albergue; y hasta la hora de irnos, que serían las dos más o menos, estuvimos haciendo el trail 4 y 6, ambos sin terminar. El cuatro ni fu ni fa, pero el seis si tiene unas vistas bonitas y podéis observar flores que comen insectos y paisajes bonitos, similares a la ruta 1.
Recomendamos el trail 3 y el 2 sobretodo porque ambos se hacen amenos y no son muy duros, además de acabar en playa y poder ver más animales. El 6 tiene buenas vistas en la cima, pero es bastante duro. El 1 también es durillo pero es más cortito y se hace rápido; y al final, también tienes bonitas vistas. Animales, nosotros solo vimos en la ruta 3, cerca del embarcadero y alrededor del albergue.
Cuando llegamos al punto donde compramos los tiquets - después del trayecto de vuelta en la misma lancha que nos trajo (recordad avisar al señor del día y hora de recogida) - tuvimos suerte y cogimos un Grab. No tardó ni dos minutos en llegar a por nosotros (seguro había dejado a alguien poco antes) y nos llevó al hotel por 24 RM.
Sobre las 5 –no sin antes una ducha y un merecido descanso- salimos con la idea de hacernos un masaje en un lugar cercano al hotel con muy buena pinta, (un masaje de cuerpo entero por unos 18 euros la hora) pero era domingo y estaba completo (reservamos para el día siguiente pero les debemos una disculpa porque no pudimos acudir). De ahí, dimos un paseo por la calle más llena de restaurantes que yo he visto allí, pero al ser domingo estaba cerrado casi todo y acabamos en una cervecería cercana al río hasta que, sobre las 18.30, marchamos a cenar al TopSpot de nuevo, a nuestro fiel puesto 25 Bukit Bintan. Delicioso. Calamar, almejas, cangrejo en una salsa dulce muy rico y una verdura parecida a los espárragos de cuyo nombre no puedo acordarme…todo acompañado de arroz y unas bebidas de frutas por unos 100RM. Como a las 8 de la tarde ya estábamos en la cama.
El hotel seguía sin gustarnos. Dormimos mejor en Bako que allí. Tienes que descalzarte para cruzar a las habitaciones (algo bastante común pero que no nos gusta mucho), el personal no es muy amable que digamos, la habitación familiar con baño privado huele a humedad de una manera exagerada y el ruido de la calle no te deja dormir (motos, coches, gente y unos aparatos que no paran en toda la noche). No lo recomendamos. Por poco más de lo que ha costado este (Singgasha Lodge), está en frente justo el Harbour Views que es infinitamente mejor. [/align] Os lo había dicho ya, ¿verdad? Pero mejor que quede claro...